Dra. Nipunie Rajapakse, Enfermedades Infecciosas Pediátricas, Mayo Clinic: La variante delta es preocupante porque se propaga con mucha más facilidad que otras versiones anteriores de la COVID-19 que hemos visto. Eso quiere decir que se están enfermando más personas. Asimismo, significa que más personas son hospitalizadas y mueren por la infección.
La variante delta es inquietante porque es mucho más contagiosa, pero lo bueno es que la vacuna contra la COVID-19 sigue protegiendo considerablemente de contagiarse, requerir hospitalización o morir debido a la infección.
La infección posvacunación es un evento poco común en el que alguien que está completamente vacunado igual se infecta con la COVID-19. La buena noticia es que estas infecciones posvacunación, por lo general, han sido asintomáticas o solo produjeron una enfermedad leve, y la vacuna sigue brindando un alto nivel de protección contra requerir hospitalización o morir debido a la infección.
Las mutaciones que causaron la variante delta parecen tener más probabilidades de vulnerar la inmunidad que nos ha dado la vacuna en comparación con los tipos originales de la COVID-19. Si eres uno de esos casos tan poco comunes de personas que presentan infección posvacunación (en los que una persona vacunada igual se contagia) quiero recalcar que esos casos están saliendo mucho en las noticias, pero son muy aislados y no son los casos que impulsan el brote actual que estamos observando. El brote actual se da más que nada en las personas que no están vacunadas, principalmente en personas jóvenes y de mediana edad.
Si una persona vacunada se contagia con la COVID-19, puede trasmitirla a otras personas. Por suerte, la vacuna reduce significativamente el riesgo de contagiarse, que a su vez reduce el riesgo de contagiar a otros, pero sí, puede pasar y aún se están haciendo estudios para entender exactamente cómo se compara ese riesgo con las personas que no están vacunadas.
El hecho de saber que en casos aislados una persona vacunada puede trasmitir la COVID-19 a otros es uno de los motivos principales por los que se recomienda que las personas vacunadas sigan usando mascarilla si están en espacios cerrados en zonas en las que hay mucha circulación del virus. Las pautas sobre el uso de la mascarilla han cambiado con la variante delta por varios motivos. Uno es que la variante es altamente contagiosa. Se propaga con mucha más facilidad que los tipos anteriores de la COVID-19 que hemos visto, por lo que es incluso más importante contar con una estrategia de prevención que conste de distintos elementos. De esta manera, la combinación del uso de la mascarilla con la vacunación proporcionará más protección que una de esas opciones por sí sola.
Con la variante delta, vemos un aumento en la cantidad de casos en los niños. La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) ha informado de un aumento significativo de los casos de la COVID-19 entre los menores de 18 años. Entonces, los niños que son elegibles para vacunarse, que incluye a todos los mayores de 12 años, deben vacunarse antes de que empiecen las clases este otoño. Es la medida más eficaz que tendremos.
Por ello, la mejor forma de proteger a los niños que no se pueden vacunar es asegurarse de que todas las personas a su alrededor estén vacunadas. Eso significa que todos los mayores de 12 años deben ir a vacunarse, sobre todo antes de que empiecen las clases este otoño. Otras estrategias, como usar la mascarilla en público y lavarse bien las manos, siguen siendo sumamente importantes tanto para la prevención de la COVID-19 como para la propagación de otras infecciones que estamos viendo que están aumentando en las comunidades estos días.
En este momento, hay tres vacunas aprobadas para usar en Estados Unidos. La vacuna de Pfizer es la que está aprobada para los niños mayores de 12 años. Hemos visto a la población mayor vacunarse y protegerse contra la COVID-19, y ahora estamos viendo que los niños y los adultos jóvenes están constituyendo una mayor proporción de nuevos casos de la COVID-19. Esto se debe a varias razones. Todavía no tenemos una vacuna que esté aprobada para niños menores de 12 años, así que todavía siguen siendo muy vulnerables al contagio. Asimismo, sabemos que la aceptación de la vacuna entre los adultos jóvenes no fue tan alta como se esperaba, por lo que todavía hay una gran proporción de esa población que aún es susceptible a infectarse.
Si aún no te has vacunado, te recomendamos que lo hagas. Es la mejor protección que tenemos para ofrecer en este momento.