Orientación de Mayo Clinic sobre las vacunas

¿Tienes preguntas sobre las vacunas? Esto es lo que debes saber sobre las vacunas recomendadas para ti.

Los medicamentos llamados vacunas ayudan al cuerpo a detener una infección antes de que comience. Las vacunas los ayudan a ti o a tu hijo a prevenir infecciones que pueden ser graves o mortales. Siempre es mejor evitar enfermarse si es posible. Por eso, infórmate más sobre los beneficios y la seguridad de las vacunas, así como también del momento en que se deben administrar.

Beneficios de las vacunas

¿Cuáles son los beneficios de recibir una vacuna?

Las vacunas ofrecen protección contra enfermedades graves que pueden perjudicar o provocar la muerte de un bebé, un niño o un adulto.

También reducen la posibilidad de que tú o tu hijo trasmitan una enfermedad. Eso es importante porque algunas personas no pueden recibir vacunas o no tienen una respuesta inmunitaria fuerte a estas. Los bebés recién nacidos y los adultos mayores se encuentran en esta categoría. Entre las demás personas que se benefician de rodearse de personas vacunadas se incluyen aquellas que están en tratamiento oncológico, las que toman medicamentos que debilitan la respuesta inmunitaria, las que tienen trasplantes y las que tienen una enfermedad crónica como la diabetes. Estas personas dependen de que los demás se vacunen y prevengan la trasmisión de enfermedades.

Las vacunas también reducen el riesgo de tener complicaciones relacionadas con enfermedades. Por ejemplo, la vacuna contra el virus del papiloma humano, o VPH, previene algunos tipos de cáncer.

En general, una enfermedad califica para una vacuna si se dan las siguientes condiciones:

  • Es común.
  • Puede ser mortal o provocar una discapacidad permanente.
  • Puede provocar una respuesta inmunitaria que se puede copiar.

Una vacuna prepara al cuerpo para deshacerse de lo que no le pertenece. Las diferentes vacunas usan distintos métodos para lograr ese objetivo. Una vacuna puede estar hecha de un virus debilitado. Puede tener solo la parte del virus o la bacteria que el sistema inmunitario ve primero. Una vacuna también puede estar hecha de proteínas que el cuerpo normalmente generaría para responder ante la infección. Eso quiere decir que, durante una infección real, se detendrá a la bacteria o al virus antes de poder causar daños.

Algunos gérmenes, como el sarampión, no cambian demasiado con el tiempo. Por lo tanto, el recuerdo del sistema inmunitario de la primera vez que recibiste la vacuna te protege incluso décadas después de esta. Otros gérmenes, como la gripe (influenza), cambian o mutan mucho todos los años, por lo que el sistema inmunitario necesita una actualización. Recibir las vacunas recomendadas para los adultos puede mejorar la protección contra estas enfermedades. También puedes estar en riesgo de contraer otras enfermedades por tu trabajo, tu estilo de vida, los viajes que haces, tu salud u otros factores.

¿Es la inmunidad por infección o inmunidad natural mejor que las vacunas?

No, siempre es mejor prevenir una infección con una vacuna que contraerla y después tratarla.

Muchas infecciones provocadas por virus no tienen tratamiento y algunas pueden llevar a hospitalizaciones prolongadas o la muerte. Por ejemplo:

  • La infección por varicela puede derivar en infecciones en la piel, neumonía y, en casos poco frecuentes, la muerte.
  • La infección por poliomielitis puede causar problemas musculares o dolor en las articulaciones que empeoran con el tiempo, o parálisis permanente.
  • La infección por paperas puede ocasionar sordera, esterilidad temporal o disminución de la fertilidad en hombres.
  • La infección bacteriana por Haemophilus influenzae tipo B (Hib) podría llevar a una sordera permanente, daño cerebral o incluso la muerte.

Algunas infecciones causadas por gérmenes, o bacterias, se desarrollan y empeoran demasiado rápido como para tratarlas sin complicaciones o pueden ser difíciles de tratar.

Por ejemplo, el tétanos es una enfermedad que se produce a causa de una infección por bacterias. A medida que las bacterias crecen, liberan toxinas que pueden bloquear las señales que viajan de los nervios a los músculos. En el tétanos, también llamado trismo, las toxinas suelen hacer que los músculos del cuello y la mandíbula se pongan rígidos. La vacuna contra el tétanos no inmuniza a las personas contra la infección, sino que previene el daño que causan las toxinas. La vacuna está hecha de una forma debilitada de la toxina. Como resultado de la vacuna, el cuerpo aprendió a reconocerla y puede detenerla rápidamente durante una infección real.

Las vacunas reducen el riesgo de contraer una enfermedad al trabajar con el sistema inmunitario del cuerpo. Después de la vacuna, el sistema inmunitario responde y recuerda cómo combatir ese virus en el futuro.

En 2009, los investigadores utilizaron datos de vacunación del 2005 al 2009 para calcular que la vacunación de rutina en niños previno alrededor de 42 000 muertes prematuras y 20 millones de casos, colectivamente, de difteria, tétanos, tosferina, Haemophilus influenzae tipo B, poliomielitis, sarampión, paperas, rubéola, hepatitis B, varicela, enfermedad neumocócica, hepatitis A y rotavirus.

Seguridad y efectos secundarios de las vacunas

¿Cómo se autorizan o aprueban las vacunas?

Cada vacuna se diseña según la manera en que el cuerpo responde naturalmente a una infección. Las ideas para las vacunas se prueban en un laboratorio utilizando modelos simples, como células. Las que funcionan en las células se prueban en animales. A partir de eso, las fórmulas que mejor funcionan y tienen la menor cantidad de efectos secundarios se prueban en voluntarios humanos en ensayos clínicos. Si la vacuna muestra tener un beneficio evidente y esos beneficios superan los riesgos, el creador de la vacuna puede solicitar a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos que apruebe la vacuna para ayudar a prevenir una enfermedad específica. Como parte del acuerdo, la Administración de Alimentos y Medicamentos también evalúa al creador y al proceso de elaboración.

Una vez que esta institución aprueba una vacuna, un grupo distinto decide cómo debería usarse. Este grupo se denomina Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación de los Estados Unidos (ACIP, por sus siglas en inglés). Cuando el grupo asesor recomienda una vacuna, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos controlan su uso para comprobar la seguridad y la eficacia.

Como había una necesidad urgente de recibir vacunas contra la COVID-19, el proceso de aprobación de la vacuna de la Administración de Alimentos y Medicamentos sucedió a un ritmo más rápido que en solicitudes anteriores. La Administración de Alimentos y Medicamentos autorizó por primera vez las vacunas contra la COVID-19 para uso de emergencia basándose en menos datos de los que normalmente se exigen. Sin embargo, los datos aún tenían que demostrar que las vacunas eran seguras y eficaces. Finalmente, algunas vacunas obtuvieron la aprobación total mediante esos datos. A otras se les dio autorización para uso de emergencia.

Consulta la sección Vacunas contra la COVID-19: infórmate bien

¿Las vacunas pueden hacer que te enfermes?

El objetivo de un tipo de vacuna es generar un cuadro muy leve de la enfermedad para la que ha sido creada. Estas vacunas, llamadas atenuadas, utilizan un germen vivo pero debilitado. Un sistema inmunitario normal puede combatir fácilmente este tipo de germen. Estas vacunas pueden administrarse varias veces para que el sistema inmunitario genere una buena memoria. Sin embargo, no todos pueden recibir estas vacunas. El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación determina en quiénes deben y no deben usarse las vacunas atenuadas.

Por ejemplo, el grupo suele desaconsejar las vacunas atenuadas en personas embarazadas y otras personas con sistemas inmunitarios que no responderían con rapidez o eficacia a la vacuna. En su lugar, estas personas pueden recibir vacunas que se hayan creado a partir de virus o bacterias muertos, o bien que contengan solo una parte del virus o la bacteria. El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación también puede recomendar que las personas que tienen una respuesta lenta del sistema inmunitario se vacunen con dosis adicionales o más altas para garantizar que el cuerpo genere suficiente protección.

Algunas personas creen que las vacunas les provocan enfermedades porque presentan dolor de cabeza, fiebre u otros síntomas después de vacunarse. Sin embargo, el sistema inmunitario genera estos síntomas. Son una señal de que reconoce la vacuna y se prepara para combatir la infección real.

Vacunas y reacciones alérgicas

¿Cuáles son los signos de una reacción alérgica después de una vacuna?

Las reacciones alérgicas después de una vacuna son poco frecuentes. En los casos en que sí se producen, suelen provocar urticaria y picazón en todo el cuerpo. Algunas reacciones alérgicas provocan dificultad para respirar o tragar. Estas reacciones pueden poner en riesgo la vida y requieren tratamiento de inmediato. Las reacciones que ponen en riesgo la vida suelen presentarse en los primeros 10 a 15 minutos después de la vacunación. Pueden tratarse eficazmente con medicamentos.

Qué sabemos sobre las vacunas

¿Por qué deben recibir vacunas los adultos?

En el caso de muchas enfermedades, el envejecimiento aumenta el riesgo de enfermarse de gravedad. El sistema inmunitario responde de forma más lenta a las infecciones y a las vacunas. Desafortunadamente, las personas no dejan de estar expuestas a infecciones cuando envejecen. Por ejemplo, el virus de la gripe puede infectar a personas cada temporada. Una infección de varicela puede reaparecer en el futuro como herpes zóster. Las personas que viajan pueden contagiarse con enfermedades que no son comunes en el lugar donde crecieron.

Para equilibrar el riesgo, el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP, por sus siglas en inglés) recomienda vacunas contra enfermedades que es posible que los adultos contraigan y que sean difíciles de eliminar de sus sistemas. Según tu edad, estilo de vida, trabajo, viajes, vacunas anteriores y hábitos sexuales, algunas vacunas pueden ayudar a prevenir enfermedades graves.

Consulta la sección Vacunas para adultos: ¿cuáles necesitas?

Lo que debes saber sobre las vacunas para bebés, niños y adolescentes

¿Por qué los bebés necesitan las vacunas?

La mayoría de los bebés nacen con un sistema inmunitario que está preparado para evitar que ingresen gérmenes. Durante unos tres meses después del nacimiento, los bebés también pueden obtener cierta protección contra las enfermedades a las que su madre biológica era inmune o mediante las vacunas que su madre biológica recibió. Sin embargo, las vacunas garantizan que el bebé obtenga la máxima protección posible de forma segura y ayudan a evitar que los bebes y niños trasmitan infecciones a otros.

¿Qué vacunas necesitan los bebés y niños pequeños?

El calendario de vacunación cubre infecciones comunes y peligrosas, como las siguientes:

  • Distintos virus, como el rotavirus, que pueden derivar en diarrea, vómitos y deshidratación
  • Infecciones causadas por bacterias, como aquellas provocadas por los neumococos en el oído, los senos paranasales, la sangre, los pulmones, el recubrimiento del cerebro o el recubrimiento de la médula espinal

Consulta el Calendario de vacunación para personas menores de 18 años

El momento adecuado es fundamental. El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación recomienda un calendario de vacunación desde el nacimiento que está diseñado para proteger a bebés y niños cuando sus sistemas inmunitarios están preparados y antes de que entren en contacto con la infección real. Por ejemplo, algunos bebés pueden estar expuestos a un virus llamado hepatitis B durante el nacimiento. La hepatitis B provoca daños hepáticos que pueden llevar a una infección a largo plazo y posiblemente a una falla renal. Para controlar ese riesgo, el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación exige que esa vacuna se administre de inmediato, lo más pronto posible después del nacimiento.

Sin embargo, el calendario puede ser flexible. Algunas vacunas se pueden administrar antes de tiempo o planificarse en una conversación con el proveedor de atención médica. En algunos casos, el proveedor de atención médica de tu bebé podría sugerir que se administre una vacuna sin seguir el orden, como durante un brote local.

¿Los niños deben estar vacunados para asistir a la escuela?

Muchas escuelas exigen que los niños estén vacunados para asistir a clase o a las guarderías extraescolares antes o después del horario escolar. Las vacunas suelen estar cubiertas por las leyes estatales, pero no por las leyes federales. Las vacunas obligatorias pueden variar según la parte de los Estados Unidos en que vivas.

Los niños que no tienen las vacunas al día corren el riesgo de contagiarse de infecciones y trasmitirlas con más facilidad. Esto puede llevar a complicaciones de salud y pérdidas de tiempo de aprendizaje para el niño, como también ausencias laborales para los cuidadores. Pregúntale a tu proveedor de atención médica si tu hijo está al día con las vacunas.

Consulta Vacunas: mantén las vacunas de tu hijo al día

¿Se puede cambiar el calendario de vacunación de los niños?

Habla con el proveedor de atención médica de tu hijo si tienes dudas sobre el calendario de vacunación. Respetarlo brinda la mejor protección contra las enfermedades. En general, los niños que no están al día con el calendario tienen tasas más altas de enfermedades que pueden prevenirse con vacunas. También puede costarles ponerse al día con las vacunas que les corresponden.

Los recién nacidos y los niños pequeños pueden estar expuestos a enfermedades trasmitidas por sus familiares, los proveedores de atención médica y otros contactos cercanos. Además, pueden exponerse durante actividades habituales, como al ir a la tienda de comestibles. Muchas vacunas pueden administrarse incluso si el niño tiene una enfermedad leve, como resfriado, dolor de oídos o fiebre baja. Habla periódicamente con el proveedor de atención médica de tu hijo para mantenerlo al día con su esquema de vacunación.

Consulta el calendario de vacunación: ¿por qué tantas y tan rápido?

¿Está bien elegir las vacunas de los niños?

Omitir algunas vacunas no es una buena idea. Eso hace que tu hijo no tenga protección y permite que la enfermedad se propague a otras personas. Asimismo, como hay enfermedades que aún se están propagando en el mundo, pone a tu hijo en riesgo para el futuro. Por ejemplo, en 1994 se consideró que la polio se había erradicado en los Estados Unidos. Sin embargo, como hay algunos lugares del mundo donde se dan brotes de polio con regularidad, el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP, por sus siglas en inglés) sigue recomendando la vacuna para niños o adultos que no la hayan recibido.

En las últimas décadas, los únicos casos de polio en los Estados Unidos ocurrieron en personas que se habían contagiado con el virus mientras viajaban. Sin embargo, en julio de 2022, se descubrió que un adulto joven no vacunado y sin antecedentes de haber viajado fuera de los Estados Unidos tenía el virus de la poliomielitis. Los investigadores de salud pública tomaron muestras de la planta de tratamiento de agua del área donde vivía la persona. Descubrieron que la poliomielitis se estaba propagando en la comunidad. Sin embargo, es muy poco probable que las personas que están vacunadas se contagien de poliomielitis. Tener todas las dosis de la vacuna proporciona al menos un 99 % de protección.

El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación revisa el calendario de vacunación con regularidad. En este momento, por ejemplo, la vacuna contra la COVID-19 está en el calendario. Además, el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación recomendó que se eliminara una vacuna. Un ejemplo es la vacuna contra la viruela.

El último brote de viruela en los Estados Unidos se registró en 1949. El último caso en el mundo se registró en 1977. El virus que causa la viruela no tenía a quien infectar, ya que muchas personas se habían vacunado. Desapareció de la población humana, es decir, se lo erradicó. En los Estados Unidos, se vacunó a los niños contra la viruela hasta 1972, pero el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación eliminó esta vacuna del calendario porque la enfermedad ya no es una amenaza común.

Si tienes dudas sobre una determinada vacuna, habla con el proveedor de atención médica de tu hijo sobre tus preocupaciones. Si tu hijo no tiene al día el calendario estándar de vacunación, pregunta qué vacunas debería recibir para estar al día.

Consulta la sección Vacunas para niños: preguntas difíciles, respuestas concretas

¿Causan autismo las vacunas en los niños?

Las vacunas no causan autismo. El estudio original que sugirió esta conexión en 1998 se basó en errores científicos. Ese estudio se eliminó del registro científico en 2010.

Consulta Vacunas para niños: preguntas difíciles, respuestas directas

Vacunas recomendadas para niños y adolescentes

Vacuna contra la COVID-19 para niños de 6 meses de edad y mayores

El virus que causa la COVID-19 es un coronavirus que se propaga fácilmente de una persona a otra. Una vacuna contra la COVID-19 puede evitar que tu hijo contraiga la enfermedad y se propague en casa y en la escuela. Si tu hijo se contagia con la COVID-19, una vacuna contra la COVID-19 podría evitar que se enferme gravemente. Mientras que algunos niños son menos propensos a enfermarse gravemente con COVID-19, algunos necesitan que se les interne en el hospital, que se les trate en la unidad de cuidados intensivos o que se les conecte a un respirador para ayudarlos a respirar. En raras ocasiones, los niños que contraen la COVID-19 desarrollan una afección grave llamada síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico. Los niños también pueden presentar efectos en la salud a largo plazo a causa de la COVID-19.

Según la edad del niño, los estudios de la vacunación han demostrado que las vacunas tienen una eficacia del 37 al 93 % en la prevención de la enfermedad grave por la COVID-19. Sin embargo, las vacunas tienen varias maneras de enseñar al sistema inmunitario a reconocer el virus.

Dos vacunas contra la COVID-19 contienen instrucciones genéticas para una parte del virus que causa la COVID-19. Estas instrucciones, llamadas ARN mensajero, usan la propia estructura de la célula para fabricar las proteínas que el virus utilizaría para infectar una célula. Después de la inyección de la vacuna, tus células siguen esas instrucciones y fabrican las proteínas virales. Cuando tu sistema inmunitario detecta esas proteínas, crea un recuerdo que ayuda a prevenir la enfermedad grave cuando el virus completo ingresa al cuerpo. Estas vacunas se conocen por sus fabricantes: Pfizer-BioNtech (Comirnaty) para personas de 12 años y mayores, y Moderna (Spikevax) para personas de 18 años y mayores.

Hay otro tipo de vacuna contra la COVID-19 que no envía las instrucciones a las células. Tiene partes de la proteína del virus que causa la COVID-19. El sistema inmunitario responde directamente a esas proteínas y crea un recuerdo para defenderse de la infección en el futuro. Novavax fabrica esa vacuna y está autorizada para niños de 12 años y mayores. Las vacunas contra la COVID-19 están disponibles para niños de 6 meses de edad y mayores. Las vacunas de refuerzo están disponibles para niños de 5 años y mayores.

Infórmate sobre las precauciones y los efectos secundarios de la vacuna contra la COVID-19 para niños.

Esta vacuna no debe administrarse a un niño al que le ocurrió algo de lo siguiente:

  • Tuvo una reacción alérgica grave después de una dosis anterior de esta vacuna
  • Tuvo una reacción alérgica grave a alguno de los ingredientes de esta vacuna

Infórmate más:

Vacuna contra la gripe (influenza)

La gripe (influenza) es una infección en los pulmones (infección respiratoria) que puede causar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños. Algunas de las complicaciones son la neumonía y las infecciones del oído. Y también puede causar ataques de asma.

La vacuna contra la gripe puede reducir el riesgo de que tu hijo contraiga la enfermedad y la gravedad de esta. Además, puede reducir el riesgo de que tu hijo necesite hospitalización debido a una forma grave de la enfermedad. La vacuna contra la gripe hace que el cuerpo de tu hijo genere anticuerpos para protegerlo de la enfermedad.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que las personas a partir de los 6 meses de edad reciban la vacuna contra la gripe una vez al año. La vacuna contra la gripe puede provocar algunos efectos secundarios y es necesario tomar algunas precauciones. Tu hijo puede recibir la vacuna contra la gripe, aunque tenga alergia al huevo. La vacuna anual contra la gripe proporciona protección contra los virus de esta enfermedad que según investigaciones se prevé que serán los más frecuentes durante la temporada de gripe de ese año. La vacuna está disponible en forma de inyección y de atomizador nasal. Los niños menores de 2 años no deberían usar el atomizador nasal. Infórmate sobre los efectos secundarios y las precauciones del atomizador nasal.

Vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina (Tdap)

El tétanos es una enfermedad grave que causa contracciones en los músculos, especialmente los del cuello y la mandíbula. Las bacterias que causan el tétanos ingresan al cuerpo a través de cortes o heridas. Las complicaciones graves de la infección por tétanos pueden poner en riesgo la vida.

La difteria es una infección grave que suele afectar las membranas mucosas de la nariz y la garganta. En etapas avanzadas, puede dañar el corazón, los riñones y el sistema nervioso. Incluso con tratamiento, la enfermedad puede ser mortal, especialmente en los niños. La difteria es poco frecuente en los Estados Unidos gracias a la vacunación generalizada. Sin embargo, muchos países siguen teniendo altas tasas de difteria.

La tos ferina (pertussis) es una infección sumamente contagiosa de las vías respiratorias. Suele provocar una tos áspera, seguida de una inhalación ruidosa que suena como un aullido. En los niños, la tos ferina afecta sobre todo a los que son demasiado pequeños para haber completado el esquema de vacunación y a los adolescentes cuya inmunidad ha desaparecido. La infección puede ser mortal en los bebés.

La vacuna Tdap se utiliza para reforzar la inmunidad del niño contra el tétanos, la difteria y la tos ferina. Las madres gestantes reciben la vacuna Tdap durante el embarazo para brindar a los recién nacidos cierta protección contra la tos ferina. El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP, por sus siglas en inglés) recomienda que los bebés reciban 3 dosis durante su primer año y 2 dosis más antes de los 7 años. Después de los 18 años, recomienda que todas las personas reciban la vacuna Tdap o, al menos, la vacuna antitetánica cada 10 años.

La vacuna Tdap utiliza versiones inactivas y debilitadas de las toxinas del tétanos, la difteria y la tos ferina. Después de la vacunación, el cuerpo comienza a generar una respuesta inmunitaria contra esas toxinas. La vacuna Tdap tiene una eficacia del 94 % al 100 % en la prevención del tétanos y la difteria. La protección dura alrededor de 10 años. La vacuna Tdap tiene una eficacia del 85 % en la prevención de la tos ferina. La protección dura entre 1 y 2 años.

Infórmate sobre las precauciones y los efectos secundarios de la vacuna Tdap.

Esta vacuna no debe administrarse a los niños que tengan:

  • Antecedentes de reacción alérgica a una dosis anterior de una vacuna que proteja contra el tétanos, la difteria o la tos ferina
  • Antecedentes de estado de coma, disminución del nivel de conciencia o convulsiones prolongadas en los 7 días posteriores a una dosis anterior de una vacuna contra la tos ferina
  • Alergia grave que ponga en riesgo la vida
  • Convulsiones u otro problema del sistema nervioso
  • Antecedentes de síndrome de Guillain-Barré
  • Antecedentes de dolor intenso o hinchazón después de una dosis anterior de una vacuna que proteja contra el tétanos o la difteria

Vacuna antimeningocócica conjugada

La enfermedad meningocócica es una infección bacteriana poco frecuente y grave que puede causar discapacidades permanentes o la muerte. La bacteria que causa la enfermedad puede infectar el líquido y la membrana alrededor del cerebro o la médula espinal y provocar una afección llamada meningitis. La bacteria también puede ingresar al torrente sanguíneo o desencadenar una infección en las articulaciones o el corazón.

Cualquier persona puede contraer la enfermedad meningocócica. Entre los niños, es más probable que afecte a los bebés menores de 1 año y a los adolescentes y adultos jóvenes de 16 a 23 años. También es más probable que afecte a los niños con ciertas enfermedades del sistema inmunitario. Los adultos jóvenes que viven en grupos, como en la universidad o durante el entrenamiento militar, corren un riesgo mayor que el resto de las personas.

La vacuna antimeningocócica conjugada puede brindar protección contra la enfermedad meningocócica causada por las cepas bacterianas A, C, W e Y. Esta vacuna se administra en una sola dosis. Se recomienda habitualmente colocarla a los 11 o 12 años. A los 16 años, se recomienda una dosis única de refuerzo. Esta vacuna también se puede administrar a niños de 2 meses a 10 años que tienen un alto riesgo de contraer meningitis bacteriana o que han estado en contacto con alguien que tiene la enfermedad.

La vacuna antimeningocócica conjugada utiliza partes inactivas de las cepas bacterianas A, C, W e Y. Después de la vacunación, el cuerpo comienza a generar una respuesta inmunitaria contra la bacteria. La vacuna antimeningocócica conjugada tiene una eficacia del 80 % en la prevención de la enfermedad meningocócica 1 año después de la vacunación. Sin embargo, la protección desaparece progresivamente en el transcurso de 5 años. Por eso, es importante administrar la dosis de refuerzo a los 16 años, cuando aumenta el riesgo de contraer la enfermedad meningocócica.

Infórmate sobre las precauciones y los efectos secundarios de la vacuna antimeningocócica conjugada.

Esta vacuna no debe administrarse a los niños que tengan:

  • Antecedentes de reacción alérgica a una dosis anterior de una vacuna antimeningocócica conjugada
  • Alergia grave que ponga en riesgo la vida

Vacuna contra el virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano (VPH) es un virus que se propaga principalmente por el contacto con la piel. La infección del VPHse propaga a menudo a través del contacto sexual. Las infecciones por el VPH pueden causar verrugas y muchos tipos de cáncer.

La vacuna contra el VPH puede prevenir el cáncer de cuello del útero, de vagina y de vulva. La vacuna también puede prevenir las verrugas genitales y el cáncer de ano, de pene y de la parte posterior de la garganta. La vacuna contra el VPH puede aportar protección contra más del 90 % de los tipos de cáncer que se desarrollan por el VPH.

El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) recomienda la vacunación de rutina contra el VPH en niños de 11 y 12 años. Los niños y adolescentes pueden recibir la vacuna contra el VPH a partir de los 9 años o a los 13 y 14 años. Se administran dos dosis de la vacuna con un intervalo mínimo de seis meses. Lo ideal es que las personas reciban la vacuna antes de tener contacto sexual y exponerse al virus del papiloma humano. Las investigaciones han demostrado que recibir la vacuna a una edad temprana no está relacionado con un inicio prematuro de la actividad sexual.

Una vez que alguien se infecta con el virus del papiloma humano (VIH), es posible que la vacuna no sea tan eficaz ni funcione en absoluto. Además, la respuesta a la vacuna es mejor en edades más tempranas que en edades más avanzadas.

Los adolescentes y los adultos jóvenes que comienzan a recibir la serie de vacunas más tarde, de los 15 a los 26 años, deben recibir tres dosis de la vacuna.

Infórmate sobre las precauciones y los efectos secundarios de la vacuna contra el virus del papiloma humano.

Lo que hay que saber sobre las vacunas, el embarazo, la lactancia y la fertilidad

¿Es seguro que las mujeres embarazadas se vacunen?

Por lo general, las vacunas que contienen gérmenes muertos o inactivados pueden administrarse durante el embarazo. Las vacunas que contienen virus vivos y debilitados no se recomiendan en esta etapa. Por ejemplo, no se aconseja administrar la vacuna contra la varicela a mujeres embarazadas. Por lo demás, las vacunas recomendadas durante el embarazo pueden ayudar tanto a la madre como al feto. La vacuna contra la gripe y la vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina ayudan a que la persona embarazada evite dichas enfermedades y las complicaciones que pueden generar durante el embarazo. Asimismo, protegen a los recién nacidos antes de que puedan recibir vacunas.

Consulta ¿Qué vacunas se recomiendan durante el embarazo y cuáles debo evitar?

¿Es seguro para las mujeres embarazadas recibir vacunas?

La vacunación es segura para las mujeres que amamantan, con dos excepciones. Por el posible riesgo de trasmitir el virus al bebé, se deben postergar las vacunas contra la viruela y contra la fiebre amarilla mientras se está amamantando. Sin embargo, el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación recomienda llevar a cabo la vacunación si la persona viaja a zonas donde pueda contraer fiebre amarilla. De lo contrario, los virus y las bacterias muertos o debilitados que se utilizan en las vacunas son seguros y eficaces para administrar a mujeres que estén amamantando.

¿Las vacunas afectan la fertilidad y la menstruación?

Dado que las vacunas provocan una respuesta del sistema inmunitario, es posible que generen una irregularidad temporal en el ciclo menstrual o cambios en el flujo menstrual. Algunas de las investigaciones que se hicieron demuestran que la infección o la fiebre pueden causar alteraciones en los ciclos. No se ha comprobado que las vacunas tengan un efecto en la fertilidad de una persona.

Vacunas recomendadas durante el embarazo

Vacuna contra la gripe (influenza)

La vacuna contra la gripe se recomienda para las personas que están embarazadas durante la temporada de gripe. Recibir la vacuna contra la gripe durante el embarazo puede protegerte de la infección y también puede ayudar a proteger a tu bebé recién nacido antes de que sea posible la vacunación. Esto es importante porque la gripe puede ser particularmente peligrosa para los bebés.

Consulta ¿Qué vacunas se recomiendan durante el embarazo y cuáles se deben evitar?

Vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina (Tdap)

El tétanos es una enfermedad grave que causa contracciones en los músculos, especialmente los del cuello y la mandíbula. Las bacterias que causan el tétanos ingresan al cuerpo a través de cortes o heridas. Las complicaciones graves de la infección por tétanos pueden poner en riesgo la vida.

La difteria es una infección grave que suele afectar las membranas mucosas de la nariz y la garganta. En etapas avanzadas, puede dañar el corazón, los riñones y el sistema nervioso. Incluso con tratamiento, la enfermedad puede ser mortal, especialmente en los niños. La difteria es poco frecuente en los Estados Unidos gracias a la vacunación generalizada. Sin embargo, muchos países siguen teniendo altas tasas de difteria.

La tos ferina (pertussis) es una infección sumamente contagiosa de las vías respiratorias. Suele provocar una tos áspera, seguida de una inhalación ruidosa que suena como un chillido. La infección puede ser mortal en los bebés.

Se recomienda una dosis de la vacuna Tdap durante cada embarazo, independientemente de cuándo recibiste la última dosis de esa vacuna o de la vacuna contra el tétanos y la difteria. Recibir la vacuna Tdap durante el embarazo ayuda a proteger al bebé recién nacido de la tos ferina (pertussis). Lo ideal es que la vacuna se administre entre las 27 y las 36 semanas de embarazo. Recibir la vacuna Tdap durante el embarazo puede protegerte de la infección y también proteger al bebé recién nacido antes de que pueda vacunarse.

Infórmate sobre las precauciones y los efectos secundarios de la vacuna Tdap.

Consulta ¿Qué vacunas se recomiendan durante el embarazo y cuáles se deben evitar?

COVID-19

Si estás embarazada y aún no recibiste la vacuna contra la COVID-19, debes saber que esta se recomienda durante el embarazo. Algunos estudios han demostrado que las vacunas contra la COVID-19 no suponen ningún riesgo grave para las mujeres embarazadas ni para sus bebés.

Recibir la vacuna contra la COVID-19 durante el embarazo puede protegerte de infecciones y enfermedades graves. También puede ayudar a proteger a tu bebé recién nacido antes de que sea posible la vacunación.

Consulta la sección ¿Qué vacunas se recomiendan durante el embarazo y cuáles debo evitar?

March 13, 2024 See more In-depth