Diagnóstico
En algunos casos, se utiliza una impresora 3D para crear un modelo exacto del cuerpo de un paciente a fin de planificar operaciones complejas por el tumor de Wilms.
Para diagnosticar el tumor de Wilms, el proveedor de atención médica podría analizar tus antecedentes familiares y hacer lo siguiente:
- Examen físico. El proveedor de atención médica buscará posibles signos del tumor de Wilms.
- Análisis de sangre y de orina. Estos análisis de laboratorio pueden mostrar si los riñones funcionan bien.
- Pruebas por imágenes. Estas pruebas generan imágenes de los riñones y ayudan a determinar si un niño tiene un tumor en el riñón. Pueden incluir ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas y radiografías de pecho.
Estadiaje del cáncer
Después de detectar el tumor de Wilms, el equipo de atención médica puede recomendar otras pruebas para ver si el cáncer se ha diseminado. Esto se denomina etapa del cáncer. Una radiografía de tórax o una tomografía computarizada de tórax y una gammagrafía ósea pueden mostrar si el cáncer se ha diseminado más allá de los riñones.
La etapa del cáncer ayuda a decidir el tratamiento. En Estados Unidos, las etapas del tumor de Wilms son:
- Etapa 1. El cáncer solo se encuentra en un riñón y con una cirugía se puede eliminar todo.
- Etapa 2. El cáncer se ha diseminado más allá del riñón, por ejemplo a la grasa o los vasos sanguíneos cercanos, pero aún se puede eliminar todo con una cirugía.
- Etapa 3. El cáncer se ha diseminado más allá de los riñones, a los órganos pequeños cercanos que combaten las infecciones, que también se conocen como ganglios linfáticos. También puede haberse diseminado a otros lugares del abdomen. Es posible que las células cancerosas pasen al abdomen antes o durante la intervención quirúrgica, o que con la cirugía no se pueda eliminar todo el cáncer.
- Etapa 4. El cáncer se ha diseminado fuera del riñón a otros lugares del cuerpo, como los pulmones, el hígado, los huesos o el cerebro.
- Etapa 5. Las células cancerosas se encuentran en ambos riñones. Se establece el estadiaje de cada riñón por separado.
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Tratamiento
Algunos niños que tienen el tumor de Wilms pueden ser candidatos para la terapia con haces de protones de Mayo Clinic. Esta tecnología muy avanzada ataca y destruye el cáncer sin dañar el tejido sano.
En general, el tratamiento del tumor de Wilms implica cirugía y quimioterapia. A veces, incluye terapia de radiación. Los tratamientos dependen de la etapa del cáncer. Como este tipo de cáncer es poco frecuente, un centro oncológico infantil que haya tratado este tipo de cáncer podría ser una buena opción.
Cirugía
El tratamiento del tumor de Wilms puede comenzar con una cirugía para extirpar todo el riñón o una parte de él. La cirugía también confirma el diagnóstico. El tejido extraído durante la cirugía se envía a un laboratorio para saber si es canceroso y qué tipo de cáncer tiene el tumor.
La cirugía para el tumor de Wilms comprende lo siguiente:
- Extirpación de parte del riñón. Esto se conoce como nefrectomía parcial y consiste en extraer el tumor y una pequeña porción del riñón que lo rodea. Puede hacerse si el cáncer es muy pequeño o en el caso de un niño al que solo le funciona un riñón.
- Extirpación del riñón y del tejido que lo rodea. Este tipo de cirugía se conoce como nefrectomía radical y consiste en extirpar los ganglios linfáticos adyacentes, parte del uréter y, en ocasiones, la glándula suprarrenal. El riñón restante puede suplir las funciones de los dos riñones.
- Extirpación de los riñones de forma total o parcial. Si el cáncer afecta a los dos riñones, la cirugía implica eliminar la mayor parte posible del cáncer de ambos órganos. A veces, esto implica extirpar ambos riñones. En ese caso, el niño necesitará diálisis o un trasplante de riñón.
Quimioterapia
La quimioterapia usa medicamentos fuertes para destruir células cancerosas en todo el cuerpo. En general, el tratamiento del tumor de Wilms supone la administración de más de un medicamento para destruir las células cancerosas. El medicamento se administra de manera intravenosa.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen de los medicamentos que se administren. Los efectos secundarios habituales incluyen náuseas, vómitos, pérdida del apetito, caída del pelo y riesgo alto de tener infecciones. Pregunta al equipo de atención médica de tu hijo qué efectos secundarios podrían producirse durante el tratamiento. También pregunta si puede haber problemas a largo plazo como consecuencia del tratamiento.
Si se administra antes de la cirugía, la quimioterapia puede reducir el tamaño de los tumores y facilitar su extirpación. Después de la cirugía, puede destruir las células cancerosas que quedan en el cuerpo. La quimioterapia también puede ser una buena opción para los niños cuyos tipos de cáncer están demasiado avanzados para eliminarlos por completo con cirugía.
Para los niños que padecen cáncer en ambos riñones, la quimioterapia se administra antes de la cirugía. Esto puede aumentar las probabilidades de salvar un riñón.
Radioterapia
Algunos niños podrían recibir radioterapia. La radioterapia utiliza haces de energía de alta potencia para destruir las células cancerosas. La energía puede provenir de rayos X, protones y otras fuentes.
Durante la radioterapia, el niño se recuesta sobre una camilla. Una máquina de gran tamaño gira a su alrededor y dirige los haces de energía hacia el lugar donde está el cáncer. Algunos posibles efectos secundarios son náuseas, diarrea, cansancio e irritación en la piel similar a una quemadura por el sol.
Algunos niños reciben radioterapia después de la cirugía para destruir las células cancerosas que queden. La radiación también podría utilizarse para controlar el cáncer que se diseminó a otras zonas del cuerpo. Pregunta puede haber problemas a largo plazo como consecuencia de la radioterapia.
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Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
A continuación, te damos consejos que te ayudarán a brindarles orientación a tus familiares sobre el tratamiento oncológico.
En el hospital
Cuando tu hijo tenga citas médicas o una hospitalización, ten en cuenta lo siguiente:
- Lleva su juguete o libro favorito al consultorio o a las visitas clínicas para mantenerlo ocupado mientras espera.
- Quédate con tu hijo durante los análisis o los tratamientos, si es posible. Describe lo que ocurrirá con palabras que el niño entienda.
- Incluye un momento de juego en el horario de tu hijo. En general, los principales hospitales tienen una sala de juegos para los niños que reciben tratamiento. A menudo, los miembros del personal de la sala de juegos están capacitados en cuestiones relacionadas con el desarrollo, la recreación, la psicología o el trabajo social infantiles. Para los niños que deben permanecer en sus habitaciones, un especialista en vida infantil o un terapeuta recreativo podría visitarlos.
- Pide ayuda a los miembros del personal de la clínica o del hospital. Busca organizaciones para padres de niños con cáncer. Los padres que han pasado por esto pueden ofrecer apoyo, esperanza y buenos consejos. Pregunta al equipo de atención médica de tu hijo sobre los grupos de apoyo locales.
En casa
Al salir del hospital:
- Controla el nivel de energía de tu hijo fuera del hospital. Si se siente bien, motívalo a participar en actividades periódicas. También debes dejar momentos para el descanso, especialmente después de recibir quimioterapia o radioterapia.
- Lleva un registro diario para tu hijo de su temperatura corporal, nivel de energía, patrones de sueño, medicamentos que se le administren y cualquier efecto secundario que se presente. Comparte esta información con el proveedor de atención médica de tu hijo.
- Planea su dieta habitual, a menos que el proveedor de atención médica de tu hijo indique lo contrario. Hazle sus comidas favoritas. La quimioterapia puede afectar el deseo de comer. Aumenta la cantidad de líquido.
- Fomenta el cuidado bucal. Un enjuague bucal puede ser útil para las llagas o las zonas que sangran. Usa bálsamo labial para aliviar los labios agrietados. Lo ideal es que tu hijo reciba la atención dental necesaria antes de comenzar con el tratamiento. Después, consulta con su proveedor de atención médica antes de programar visitas al dentista.
- Consulta con el proveedor de atención médica antes de administrar vacunas. El tratamiento contra el cáncer afecta el sistema inmunitario.
- Habla con tus otros hijos acerca de la enfermedad. Háblales acerca de los cambios que pueden llegar a ver en su hermano que tiene cáncer, como la caída del pelo y la falta de energía. Escucha cuando te digan cuáles son sus preocupaciones.
Preparación para la consulta
Si a tu hijo le diagnostican un tumor de Wilms, es posible que te remitan a especialistas. Quizás sea un médico que trata el cáncer, también llamado oncólogo, o un cirujano especializado en cirugía renal, que también se conoce como urólogo.
Qué puedes hacer
Preparación para la cita médica:
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas, hierbas, aceites y otros suplementos que tu hijo tome e incluye las dosis.
- Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañen para ayudarte a recordar la información que recibas durante la cita.
- Escribe una lista de preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica de tu hijo.
En el caso de un tumor de Wilms, algunas preguntas pueden ser las siguientes:
- ¿Qué pruebas necesita mi hijo?
- ¿Cuál es la etapa del cáncer de mi hijo?
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
- ¿Qué efectos secundarios pueden causar estos tratamientos?
- ¿Tendré que restringir la actividad de mi hijo o cambiar su dieta durante el tratamiento?
- ¿Cuál es el pronóstico para mi hijo?
- ¿Qué probabilidades hay de que el cáncer regrese?
- ¿Hay folletos u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas que tengas.
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención médica de tu hijo te haga preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste los síntomas de tu hijo?
- ¿Hay antecedentes de cáncer en tu familia, incluido el cáncer infantil?
- ¿Tiene tu hijo antecedentes familiares de anomalías congénitas, especialmente en los genitales o en las vías urinarias?