Diagnóstico

El diagnóstico implica los pasos que sigue el profesional de atención médica para descubrir si tienes acromegalia. El profesional de atención médica te preguntará sobre tu historial médico y te hará un examen físico. También podrías necesitar las siguientes pruebas:

  • Medición del IGF-1. Este análisis de sangre mide el nivel de IGF-1 en la sangre. Un nivel elevado de IGF-1 puede significar que el nivel de la hormona del crecimiento también es elevado. Esto puede ser un indicio de acromegalia.
  • Prueba de supresión de la hormona del crecimiento. Este análisis de sangre mide tu nivel de hormona del crecimiento antes y después de beber un tipo de agua azucarada llamada glucosa. En personas que no tienen acromegalia, la preparación de glucosa normalmente hace que los niveles de la hormona del crecimiento disminuyan. Pero, si tienes acromegalia, los niveles de la hormona del crecimiento tienden a mantenerse altos.
  • Estudios por imágenes. La resonancia magnética puede ayudar a precisar la ubicación y el tamaño de un tumor en la glándula pituitaria. Si no se observan tumores, es posible que tengas que hacerte más estudios por imágenes para buscar otros tipos de tumores. El profesional de atención médica también podría recomendarte que te hagas radiografías de manos y pies, ya que pueden ayudar a verificar si hay una proliferación en los huesos.

Tratamiento

El tratamiento de la acromegalia busca mejorar los síntomas y tratar o prevenir las complicaciones. El objetivo es reducir la hormona del crecimiento y el IGF-1 hasta llegar a los niveles adecuados y mantenerlos así.

Para ayudar a reducir los niveles de la hormona del crecimiento y de IGF-1, las opciones de tratamiento suelen incluir:

  • Cirugía para extirpar el tumor que está causando los síntomas. En la mayoría de los casos, este es el primer tratamiento para la acromegalia que causa un tumor de la glándula pituitaria.
  • Medicamentos para ayudar a reducir los niveles hormonales. Suele ser una opción si la cirugía no logra reducir la hormona del crecimiento al nivel adecuado.
  • Radiación para reducir el tamaño del tumor. Suele ser una opción de tratamiento si la cirugía no es una opción. También es una opción si la cirugía no puede extirpar todo el tumor o si los medicamentos no ayudan lo suficiente.

Algunas personas necesitan una combinación de estos tratamientos. Tu plan de tratamiento depende de factores como los siguientes:

  • la ubicación y el tamaño del tumor;
  • la gravedad de los síntomas;
  • tu edad y estado general de salud.

Es común que algunos cambios en las características físicas mejoren con el tratamiento. Por ejemplo, la hinchazón de los tejidos blandos suele disminuir, y la piel suele volverse menos grasa y áspera. Pero los huesos que se agrandaron no vuelven al tamaño que tenían antes.

Si además padeces otras enfermedades por la acromegalia, es posible que necesites hacer otros tratamientos para controlarlas.

Cirugía u otros procedimientos

Los cirujanos pueden extraer casi todos los tumores pituitarios mediante una cirugía transesfenoidal. Un cirujano trabaja por la nariz para extirpar el tumor de la glándula pituitaria. Si el tumor que causa los síntomas no está en la glándula pituitaria, el cirujano recomienda otro tipo de cirugía para extirparlo.

La extirpación del tumor suele devolver la hormona del crecimiento al nivel adecuado, sobre todo si el tumor es pequeño. Si el tumor ejercía presión en los tejidos alrededor de la glándula pituitaria, quitarlo también aliviará el dolor de cabeza y los cambios en la visión.

A veces, los cirujanos no pueden extirpar todo el tumor. Cuando esto ocurre, el nivel de la hormona del crecimiento puede seguir siendo demasiado alto después de la cirugía. Puede ser necesaria otra cirugía, medicamentos o radioterapia.

Medicamentos

Los medicamentos pueden ayudar a reducir los niveles hormonales o bloquear sus efectos. El profesional de atención médica también puede recomendarte una o más de las siguientes opciones:

  • Unos medicamentos llamados análogos de la somatostatina que hacen que el cuerpo produzca menos hormona del crecimiento. En el cuerpo, una hormona cerebral llamada somatostatina limita la producción de la hormona del crecimiento. Los medicamentos octreotida (Mycapssa, Sandostatin) y lanreotida (Somatuline Depot) son versiones fabricadas de la somatostatina. Tomar uno de estos medicamentos hace que la glándula pituitaria produzca menos hormona del crecimiento. Esto también ayuda a reducir el IGF-1. Estos medicamentos también pueden reducir el tamaño de un tumor pituitario. Los medicamentos se toman por vía oral o mediante una inyección que se coloca todos los meses.
  • Unos medicamentos llamados agonistas dopaminérgicos que reducen los niveles hormonales. Los medicamentos cabergolina y bromocriptina (Cycloset, Parlodel) pueden ayudar a disminuir los niveles de la hormona del crecimiento y del IGF-1 en algunas personas. Estos medicamentos también pueden ayudar a reducir el tamaño de un tumor. Los agonistas dopaminérgicos se toman por vía oral y las dosis suelen ser altas. Esto aumenta el riesgo para efectos secundarios, como malestar estomacal, vómitos, congestión nasal, cansancio, mareos, problemas de sueño y cambios en el estado de ánimo.
  • Un medicamento denominado antagonista de la hormona del crecimiento que bloquea la acción de esta hormona. El medicamento pegvisomant (Somavert) bloquea el efecto de la hormona del crecimiento en los tejidos del cuerpo y genera una disminución de los niveles de IGF-1. El pegvisomant no disminuye el nivel de la hormona del crecimiento ni reduce el tamaño del tumor. Puede afectar el hígado; es por eso que el profesional de atención médica debe controlar el estado del hígado con un análisis de sangre mientras se esté realizando un tratamiento con pegvisomant. El medicamento se administra en forma de inyección diaria y se puede usar junto con otros medicamentos.

Terapias

La radioterapia destruye las células tumorales que quedan después de la cirugía para extirpar el tumor. También reduce lentamente el nivel de la hormona del crecimiento. La radiación puede tardar meses o años en mejorar los síntomas de la acromegalia de forma perceptible.

A menudo, la radioterapia también reduce los niveles de otras hormonas pituitarias, no solo de la hormona del crecimiento. Si recibes radiación, es probable que tengas que hacer visitas periódicas de seguimiento al médico. Estas visitas le permiten al profesional de atención médica revisar tus niveles hormonales y asegurarse de que la glándula pituitaria funciona correctamente. Es probable que necesites atención de seguimiento de por vida.

Entre los tipos de radioterapia se incluyen los siguientes:

  • Radiocirugía estereotáctica. En la radiocirugía estereotáctica se usan imágenes en 3D para enviar un haz de altas dosis de radiación a las células tumorales. Este tratamiento también limita la cantidad de radiación que recibe el tejido sano que rodea al tumor. En la mayoría de los casos, la radiocirugía estereotáctica se administra en una sola dosis. Este tipo de radiación puede devolver la hormona del crecimiento a su nivel adecuado en un período de 5 a 10 años. La técnica más común que usan los profesionales de atención médica para administrar este tipo de radiación se conoce como bisturí de rayos gamma. No implica usar un bisturí.
  • Radiación con rayos de protones. En este tipo de radiación se usan unas partículas diminutas llamadas protones que apuntan contra el tumor. Puede causar menos daño a la glándula pituitaria y al tejido que la rodea que la radiocirugía convencional.
  • Radioterapia convencional. Este tipo de radiación consiste en recibir pequeñas dosis de radiación durante 4 a 6 semanas. El riesgo de dañar la glándula pituitaria es mayor que con la radiación con rayo de protones y la radiocirugía estereotáctica. Es probable que no notes el efecto total de la radioterapia convencional durante 10 años o más después del tratamiento.

Cómo prepararte para la consulta

Es probable que primero consultes a un profesional de atención primaria. O puede que te remitan de inmediato a un endocrinólogo, que es un médico que detecta y trata las afecciones hormonales.

Es una buena idea prepararse para la cita. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del profesional de atención médica.

Lo que puedes hacer

  • Infórmate acerca de cualquier restricción antes de la cita. En el momento de programar la cita, pregunta si hay algo que puedas hacer a fin de prepararte para las pruebas. Por ejemplo, es posible que te pidan que evites comer durante una cierta cantidad de horas antes de una prueba. Esto se conoce como ayunar.
  • Toma nota de los síntomas. Lleva un registro de cualquier cosa que te cause malestar o preocupación. Esto puede incluir dolores de cabeza, cambios en la visión o molestias en las manos. Anota todos los síntomas, aunque no parezcan estar relacionados con el motivo por el que programaste la cita.
  • Escribe la información personal crucial, incluidos cambios en las relaciones sexuales o en el ciclo menstrual.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes.
  • Lleva fotografías antiguas para que el profesional de atención médica pueda usarlas y compararlas con tu apariencia actual. Es probable que le interesen fotografías de 10 años atrás hasta el presente.
  • Si puedes, pídele a un familiar o amigo que te acompañe. Esta persona podría recordar algo que no advertiste o que has olvidado.
  • Anota las preguntas que quieras hacerle al profesional de atención médica.

Preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar al máximo el tiempo con el profesional de atención médica. En el caso de la acromegalia, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacer:

  • ¿Cuál es la causa más probable de los síntomas? ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Qué pruebas deben hacerme? ¿Y debería consultar con un especialista?
  • ¿Qué tratamientos se encuentran disponibles para esta afección? ¿Qué enfoque recomienda?
  • ¿Durante cuánto tiempo necesito tratamiento para que mejoren los síntomas? ¿Podría el tratamiento ayudarme a verme y sentirme como antes de presentar los síntomas de la acromegalia?
  • ¿Tendré complicaciones a largo plazo por esta afección?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlarlas mejor de manera conjunta?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

No dudes en hacer cualquier otra pregunta que tengas.

Qué puedes esperar de tu médico

Es probable que el profesional de atención médica te haga preguntas como las siguientes:

  • ¿Cuáles son tus síntomas y cuándo comenzaron?
  • ¿Has notado algún cambio en tu aspecto?
  • ¿Cuánto dirías que han cambiado tus rasgos con el tiempo? ¿Tienes fotografías viejas que pueda usar para compararlas?
  • ¿Has notado cambios en tus relaciones sexuales o en tus patrones de sueño? ¿Tienes dolores de cabeza o articulares, cambios en la visión o sudas más de lo habitual?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar o empeorar los síntomas?
  • ¿Todavía te quedan tus anillos o zapatos viejos? Si la respuesta es no, ¿cuánto ha cambiado el tamaño con el tiempo?
  • ¿Te has realizado exámenes de detección del cáncer de colon?
May 24, 2025
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