Descripción general
Conducto arterioso persistente
Conducto arterioso persistente
El conducto arterioso persistente es una abertura constante que se ubica entre los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón. Dichos vasos son la aorta y la arteria pulmonar. La afección está presente al nacer, lo que significa que es un defecto cardíaco congénito.
El conducto arterioso persistente es una abertura constante que se encuentra entre los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón.
Una abertura conocida como conducto arterioso es una parte del sistema de flujo sanguíneo del feto, que es el bebé que todavía está en el útero. Por lo general, se cierra poco después del nacimiento. Sin embargo, si la abertura permanece abierta, se llama conducto arterioso persistente. Un conducto arterioso persistente es un tipo de defecto cardíaco congénito.
Un conducto arterioso persistente pequeño quizá nunca necesite tratamiento. Sin embargo, un conducto arterioso persistente grande sin tratar puede hacer que la sangre desoxigenada se mueva en la dirección incorrecta. Esto puede debilitar el músculo del corazón, lo cual causa insuficiencia cardíaca y otras complicaciones.
Los tratamientos para el conducto arterioso persistente pueden incluir revisiones médicas regulares, medicamentos y un procedimiento o una cirugía para cerrar la abertura.
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Síntomas
Los síntomas del conducto arterioso persistente dependen del tamaño de la abertura y de la edad de la persona. Es posible que un conducto arterioso persistente pequeño no cause síntomas. Algunas personas no notan síntomas hasta la edad adulta. Un conducto arterioso persistente grande puede causar síntomas de insuficiencia cardíaca poco después del nacimiento.
Un conducto arterioso persistente grande que se encuentra durante la infancia o la niñez puede causar lo siguiente:
- Mala alimentación, que lleva a un crecimiento deficiente
- Sudoración al llorar o al comer
- Respiración rápida o falta de aire constantes
- Cansancio rápido
- Frecuencia cardíaca acelerada
Cuándo consultar al médico
Comunícate con un profesional de atención médica si tu bebé o niño más grande:
- Se cansa con facilidad al comer o al jugar.
- No aumenta de peso.
- Se queda sin aliento cuando come o llora.
- Siempre respira rápido o tiene falta de aire.
Causas
No son claras las causas del conducto arterioso persistente y otros defectos cardíacos congénitos. Durante las primeras seis semanas de embarazo, el corazón del bebé por nacer comienza a formarse y a latir. Se desarrollan los principales vasos sanguíneos que se dirigen desde y hacia el corazón. Es durante esta etapa que ciertos defectos cardíacos congénitos pueden comenzar a desarrollarse.
Antes del nacimiento, hay una abertura temporal conocida como conducto arterioso que se ubica entre los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón del bebé. Dichos vasos son la aorta y la arteria pulmonar. La abertura es necesaria para el flujo sanguíneo del bebé antes de nacer. Aleja el flujo sanguíneo de los pulmones del bebé mientras están en desarrollo. El bebé obtiene oxígeno de la sangre de la madre.
Después del nacimiento, el conducto arterioso ya no es necesario. Suele cerrarse en 2 o 3 días. Sin embargo, en algunos bebés, la abertura no se cierra. Cuando permanece abierto, se lo conoce como conducto arterioso persistente.
La abertura constante hace que circule demasiada sangre hacia el corazón y los pulmones del bebé. Si no se trata, la presión arterial en los pulmones del bebé podría aumentar. El corazón del bebé podría agrandarse más y debilitarse.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo del conducto arterioso persistente incluyen los siguientes:
- Parto prematuro. El conducto arterioso persistente es más común en los bebés que nacen demasiado pronto que en los que nacen a término.
- Antecedentes familiares y otras afecciones genéticas. Los antecedentes familiares de afecciones cardíacas presentes al nacer pueden aumentar el riesgo de conducto arterioso persistente. Los bebés que nacen con una copia adicional del cromosoma 21, una afección conocida como síndrome de Down, también tienen más probabilidades de tener conducto arterioso persistente.
- Rubéola durante el embarazo. Contraer rubéola durante el embarazo puede causar cambios en el corazón de bebé por nacer. Un análisis de sangre antes del embarazo puede detectar si eres inmune a la rubéola. Existe una vacuna para quienes no son inmunes.
- Nacimiento a una altitud elevada. Los bebés que nacen a más de 8200 pies (2499 metros) tienen un mayor riesgo de presentar conducto arterioso persistente que los bebés que nacen en menores altitudes.
- Sexo femenino asignado al nacer. El conducto arterioso persistente es dos veces más común en las niñas.
Complicaciones
Es posible que un conducto arterioso persistente pequeño no cause complicaciones. Los conductos arteriosos persistentes más grandes y sin tratamiento podrían causar lo siguiente:
- Presión arterial alta en los pulmones, que también se conoce como hipertensión pulmonar. Un conducto arterioso persistente grande causa un flujo sanguíneo irregular en el corazón y los pulmones. Como consecuencia, la presión aumenta en la arteria pulmonar. Con el tiempo, este aumento de presión daña los vasos sanguíneos más pequeños en los pulmones. Puede ocurrir el síndrome de Eisenmenger, que es un tipo de daño pulmonar crónico y que pone en riesgo la vida.
- Insuficiencia cardíaca. Los síntomas de esta complicación grave incluyen respiración rápida, a menudo con jadeos, y poco aumento de peso.
- Infección cardíaca, conocida como endocarditis. El conducto arterioso persistente puede aumentar el riesgo de que los gérmenes se adhieran a áreas del corazón. Si no recibes un tratamiento inmediato, la endocarditis puede dañar o destruir las válvulas cardíacas.
El conducto arterial persistente y el embarazo
Es posible transitar un embarazo sin complicaciones si tienes un conducto arterioso persistente pequeño. Sin embargo, tener un conducto arterioso persistente grande o una complicación, como insuficiencia cardíaca, daño pulmonar o latidos cardíacos irregulares, aumenta el riesgo de que surjan complicaciones graves durante el embarazo.
Antes de buscar un embarazo, habla con el profesional de atención médica acerca de los posibles riesgos y complicaciones relacionados con el embarazo. Algunos medicamentos para el corazón pueden ser peligrosos para un bebé por nacer. El profesional de atención médica puede interrumpir o cambiar tus medicamentos antes de que busques un embarazo.
Juntos pueden proyectar la atención médica especializada que necesitas durante el embarazo. Si tienes un riesgo alto de dar a luz un niño con una afección cardíaca presente al nacer, pueden hacerte pruebas genéticas y exámenes de detección durante el embarazo.
Prevención
Se desconoce cómo se puede prevenir el conducto arterioso persistente. Sin embargo, es importante hacer todo lo posible para tener un embarazo saludable. A continuación, te damos algunos consejos básicos:
- Busca atención médica prenatal temprana, incluso antes de cursar el embarazo. Si estás considerando buscar un embarazo, habla con tu equipo de atención médica para desarrollar un plan de atención médica prenatal. Además, informa al profesional de atención médica todos los medicamentos que tomas, incluidos los adquiridos sin receta médica.
- Toma ácido fólico. Se ha demostrado que el consumo diario de 400 microgramos de ácido fólico antes del embarazo y durante ese período reduce las afecciones del cerebro y de la médula espinal del bebé. También puede ayudar a reducir el riesgo de tener afecciones cardíacas.
- Haz ejercicio y mantén la actividad. Trabaja con el profesional de atención médica para establecer un plan de ejercicios que sea adecuado para ti.
- No bebas alcohol ni fumes. Estos hábitos en el estilo de vida pueden perjudicar la salud del bebé. Además, debes evitar la exposición al humo de segunda mano.
- Recibe las vacunas recomendadas. Ponte al día con las vacunas antes de cursar un embarazo. Ciertos tipos de infecciones pueden ser perjudiciales para un bebé en desarrollo.
- Controla la glucosa en la sangre. Si tienes diabetes, el correcto control de la glucosa en la sangre puede reducir el riesgo de ciertas afecciones cardíacas presentes al momento del nacimiento en tu bebé.