Descripción general
La insuficiencia de la válvula aórtica, o insuficiencia aórtica, es una enfermedad que ocurre cuando la válvula aórtica del corazón no cierra bien. La insuficiencia de la válvula aórtica permite que parte de la sangre que se bombeó desde la cavidad de bombeo principal del corazón (ventrículo izquierdo) se filtre hacia esta nuevamente.
La pérdida puede impedir que el corazón bombee sangre de forma eficiente al resto del cuerpo. Como consecuencia, es posible que te sientas cansado y te falte el aire.
La insuficiencia de la válvula aórtica puede desarrollarse repentinamente o en décadas. Una vez que la insuficiencia valvular aórtica es grave, la cirugía a menudo requiere reparar o reemplazar la válvula aórtica.
Atención de la insuficiencia valvular aórtica en Mayo Clinic
Síntomas
Muy frecuentemente, la insuficiencia valvular aórtica se manifiesta en forma gradual y el corazón compensa este problema. Es posible que no tengas signos o síntomas por años, e incluso es posible que no sepas que tienes esta enfermedad.
Sin embargo, a medida que la insuficiencia valvular empeora, los signos y síntomas pueden comprender:
- Fatiga y debilidad, en especial cuando aumentas tu nivel de actividad
- Dificultad para respirar cuando te ejercitas o recuestas
- Inflamación de pies y tobillos
- Dolor en el pecho (angina de pecho), incomodidad o rigidez, que a menudo aumenta durante el ejercicio
- Aturdimiento o desmayos
- Pulso irregular (arritmia)
- Soplo cardíaco
- Sensaciones de latidos del corazón rápidos, temblorosos (palpitaciones)
Cuándo consultar al médico
Consulta con tu médico de inmediato si notas que tienes signos y síntomas de insuficiencia valvular aórtica. A menudo, los primeros indicios de insuficiencia valvular aórtica son los de su mayor complicación: la insuficiencia cardíaca. Consulta con el médico si sientes fatiga, dificultad para respirar e inflamación de pies y tobillos, síntomas frecuentes de la insuficiencia cardíaca.
Causas
El corazón tiene cuatro válvulas que mantienen el flujo de sangre en la dirección correcta. Estas son las válvulas mitral, tricúspide, pulmonar y aórtica. Cada válvula tiene aletas (valvas) que se abren y se cierran una vez por cada latido del corazón. A veces, las válvulas no se abren o cierran adecuadamente, lo cual altera el flujo de sangre que pasa por el corazón y puede afectar la capacidad de bombear sangre al cuerpo.
En la insuficiencia valvular aórtica, la válvula que está ubicada entre la cavidad cardíaca inferior izquierda (ventrículo izquierdo) y la arteria principal que transporta sangre al resto del cuerpo (aorta) no cierra adecuadamente, lo que provoca que cierta cantidad de sangre se filtre en sentido inverso hacia el ventrículo izquierdo. De este modo, el ventrículo izquierdo se ve forzado a retener más sangre, lo que probablemente haga que se dilate y se ensanche.
Al principio, la dilatación del ventrículo izquierdo ayuda ya que mantiene un flujo adecuado de sangre con más fuerza. Pero con el tiempo, estos cambios debilitan el ventrículo izquierdo, y al corazón en general.
Cualquier enfermedad que dañe una válvula puede provocar insuficiencia. Las causas de la insuficiencia valvular comprenden las siguientes:
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Enfermedad congénita de las válvulas cardíacas. Es posible que hayas nacido con una válvula aórtica que solo tenga dos valvas (válvula bicúspide) o con valvas fusionadas en lugar de las tres valvas separadas. En algunos casos, una válvula puede tener solo una valva (unicúspide) o cuatro valvas (cuadricúspide), pero eso es menos frecuente.
Estos defectos cardíacos congénitos generan el riesgo de padecer una insuficiencia valvular aórtica en algún momento de la vida. Si alguno de tus padres o hermanos tiene una válvula bicúspide, corres un mayor riesgo de padecer esa misma afección, aunque también puede suceder si no tienes antecedentes familiares de válvula aórtica bicúspide.
- Cambios en el corazón relacionados con la edad. Con el tiempo, se pueden acumular depósitos de calcio en la válvula aórtica, lo que hace que las valvas de la válvula se endurezcan. Esto puede provocar que la válvula aórtica se estreche y no cierre correctamente.
- Endocarditis. Es posible que la válvula aórtica esté dañada por endocarditis, una infección dentro del corazón que afecta las válvulas de este órgano.
- Fiebre reumática. La fiebre reumática es una complicación derivada de una amigdalitis estreptocócica no tratada que en el pasado fue una enfermedad frecuente en los Estados Unidos durante la niñez; esta enfermedad puede dañar la válvula aórtica. La fiebre reumática continúa siendo frecuente en los países en desarrollo pero es poco frecuente en los Estados Unidos. En los Estados Unidos, algunos adultos mayores estuvieron expuestos a la fiebre reumática de niños, aunque es posible que no hayan contraído la enfermedad cardíaca reumática.
- Otras enfermedades. Otras enfermedades poco frecuentes pueden dilatar la aorta y causar una insuficiencia, como el síndrome de Marfan, que es una enfermedad del tejido conjuntivo. Algunas enfermedades autoinmunitarias, como el lupus, también pueden provocar insuficiencia valvular aórtica.
- Traumatismo. El daño en la aorta cerca de la válvula aórtica, como el daño debido a una lesión en el pecho o debido a un desgarro en la aorta, también puede causar un flujo de sangre inverso a través de la válvula.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la insuficiencia valvular aórtica son:
- Edad avanzada
- Determinadas enfermedades cardíacas presentes al momento del nacimiento (enfermedades cardíacas congénitas)
- Antecedentes de infecciones que pueden afectar el corazón
- Determinadas afecciones que pueden afectar el corazón, como el síndrome de Marfan
- Otras afecciones de las válvulas cardíacas, como la estenosis de la válvula aórtica
- Presión arterial alta
Complicaciones
La insuficiencia valvular aórtica puede provocar complicaciones, entre ellas:
- Insuficiencia cardíaca
- Infecciones que afectan el corazón, como la endocarditis
- Anomalías en el ritmo cardíaco
- Muerte
Prevención
Por cualquier enfermedad cardíaca, consulta con el médico, de forma regular, para que pueda controlarte y, posiblemente, detectar insuficiencia valvular aórtica u otro trastorno cardíaco antes de que se manifieste o en sus primeras etapas cuando es más fácil de tratar. Si tienes un diagnóstico de pérdidas en la válvula aórtica (insuficiencia valvular aórtica) o una válvula aórtica estrecha (estenosis de la válvula aórtica), es probable que debas hacerte ecocardiogramas de forma regular para asegurarte de que la insuficiencia valvular aórtica no se agrave.
Además, ten en cuenta las enfermedades que contribuyen al desarrollo de la insuficiencia valvular aórtica, como por ejemplo:
- Fiebre reumática. Si tienes dolor de garganta intenso, consulta con un médico. La amigdalitis estreptocócica sin tratar puede provocar fiebre reumática. Afortunadamente, la amigdalitis estreptocócica se trata fácilmente con antibióticos.
- Presión arterial alta. Controla tu presión arterial con regularidad. Asegúrate de controlarla bien para prevenir la insuficiencia aórtica.
Aug. 02, 2017