Panorama general

La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer del recto. El objetivo de la cirugía es extirpar el cáncer y suficiente tejido cercano para intentar curarlo o detener su diseminación, mientras se preserva al mismo tiempo la función normal de los intestinos y la vejiga cuando sea posible.

El tipo de procedimiento que se recomienda depende de cuánto se haya extendido el cáncer y dónde se encuentra en el recto. A veces, puede ser necesario un procedimiento para cambiar la manera en que las heces salen del cuerpo, como una ileostomía o una colostomía.

Además de la cirugía, el equipo de atención médica podría recomendar otros tratamientos, como quimioterapia o radioterapia. Estas terapias pueden aplicarse antes de la cirugía, durante esta o después. Se pueden utilizar para reducir el tamaño del cáncer o ayudar a eliminar cualquier célula cancerosa restante que no se haya eliminado con la cirugía.

Tipos

Hay muchos tipos diferentes de cirugías de cáncer del recto. Al recomendar una cirugía, el equipo de atención médica considerará la ubicación del cáncer en el recto y si se ha diseminado más allá de este.

Estos son algunos tipos de cirugía para el cáncer del recto:

Procedimientos de escisión local

La escisión local se suele realizar cuando el cáncer del recto está en una etapa temprana y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos. Este tipo de cirugía extirpa el tumor a través del ano, sin realizar cortes en el abdomen. El procedimiento suele tener una recuperación más rápida que otros procedimientos similares.

Sin embargo, la escisión local no extirpa los ganglios linfáticos ni los tejidos más profundos. Puede que no sea suficiente si el cáncer se ha extendido profundamente en la pared rectal, no se ha extirpado por completo o muestra signos de diseminación a los ganglios linfáticos o los vasos sanguíneos. En tales casos, puede ser necesario un tratamiento adicional, como radioterapia o quimioterapia. A veces, podría recomendarse una cirugía más extensa, según el tipo de cáncer y su ubicación.

Estos son algunos tipos de escisión local:

  • Escisión transanal. En la escisión transanal se emplean instrumentos simples para extirpar el cáncer a través del ano. A menudo, se realiza como un procedimiento ambulatorio.
  • Cirugía transanal de invasión mínima. En la cirugía transanal de invasión mínima se usan instrumentos laparoscópicos a través de un puerto blando colocado en el ano. También puede realizarse con asistencia robótica para un mejor control en espacios reducidos. Se insufla gas en el recto para generar espacio y que el cirujano pueda operar. La cirugía transanal de invasión mínima es una opción flexible y rentable para el cáncer en etapa temprana.
  • Resección endoscópica de la mucosa y disección submucosa endoscópica. La resección endoscópica de la mucosa y la disección submucosa endoscópica se usan con frecuencia para extirpar pólipos, sobre todo aquellos limitados a las capas internas de la pared rectal. La resección endoscópica de la mucosa se suele usar para extirpar tumores de la capa más superficial, mientras que la disección submucosa endoscópica permite una disección más profunda del tejido. La disección submucosa endoscópica se usa para tipos de cáncer más extendidos o más complejos. En ocasiones, estas técnicas pueden usarse para extirpar un cáncer en etapa temprana.

Tras la escisión local de cáncer del recto, los controles periódicos son fundamentales para detectar a tiempo una posible recurrencia del cáncer.

Resección con conservación del esfínter

Estas cirugías extirpan el cáncer y el tejido circundante, pero intentan preservar el esfínter anal, los músculos que controlan las deposiciones. Estas cirugías pueden requerir un procedimiento de ostomía temporal o permanente, como una ileostomía o una colostomía, que consiste en crear una abertura quirúrgica en el abdomen para la evacuación de las heces.

  • Escisión mesorrectal total. La escisión mesorrectal total se considera el procedimiento quirúrgico de referencia para el cáncer del recto. Este procedimiento consiste en realizar una incisión en el abdomen para extirpar la parte afectada del recto junto con el mesorrecto, que es el tejido graso circundante, y los ganglios linfáticos. La escisión mesorrectal total ofrece un excelente control del cáncer y resultados de supervivencia, aunque la recuperación puede conllevar problemas de irregularidad intestinal y disfunción sexual. La mayoría de las personas se recupera en un plazo de 3 a 6 semanas.
  • Escisión mesorrectal transanal total. Este procedimiento es una forma más novedosa de realizar la escisión mesorrectal total a través del ano, en lugar de mediante incisiones en el abdomen como la escisión mesorrectal transanal tradicional. La escisión mesorrectal transanal total puede facilitar la extirpación del tumor a través del ano, sobre todo cuando el cáncer se encuentra en la parte baja del recto y es difícil de alcanzar por vía abdominal.
  • Resección anterior inferior. La resección anterior inferior es una cirugía que preserva el esfínter para tipos de cáncer del recto medio y superior. Consiste en extirpar el cáncer, el tejido cercano y los ganglios linfáticos. Luego se vuelve a unir el colon al recto, por lo que no suele ser necesaria una colostomía permanente. Sin embargo, a veces es necesaria una ileostomía temporal, cuya recuperación puede llevar de 3 a 6 semanas.

    En ocasiones, cuando el cáncer está muy cerca del ano, el cirujano une el colon directamente al ano mediante una sutura manual para evitar una colostomía permanente.

  • Proctocolectomía. Este procedimiento extirpa tanto el colon como el recto. La proctocolectomía puede usarse para tratar el cáncer del recto que es multifocal, recurrente o está asociado a síndromes hereditarios, como la poliposis adenomatosa familiar, u otras afecciones, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.

    Después de extirpar el colon y el recto, los cirujanos pueden unir el extremo del intestino delgado y el ano para crear una bolsa. Este procedimiento permite la deposición sin necesidad de un estoma permanente. Esto se conoce como proctocolectomía total con anastomosis ileoanal en bolsa. La proctocolectomía total con anastomosis ileoanal en bolsa, también conocida como cirugía de reservorio en J, es un procedimiento que preserva el esfínter. La cirugía de reservorio en J evita la necesidad de una abertura prolongada en la pared abdominal para evacuar las heces.

    Otro tipo de proctocolectomía se conoce como proctocolectomía total con ileostomía terminal. La proctocolectomía total con ileostomía terminal puede realizarse si la cirugía de reservorio en J no es posible o si la función del esfínter anal es deficiente. En este procedimiento, el intestino delgado se une a una abertura permanente en el abdomen para permitir que los desechos salgan del cuerpo.

  • Colectomía. Una colectomía es una cirugía para extirpar todo o parte del colon. Se puede realizar si el cáncer afecta tanto el recto como el colon o si la persona tiene una afección con alto riesgo de cáncer del recto, como poliposis adenomatosa familiar o síndrome de Lynch. Después de extirpar la sección afectada del colon, se vuelve a unir el intestino restante. Entonces, las heces saldrán del cuerpo tal como lo hacían antes.

    Si se extirpa todo el colon, el cirujano puede unir el colon restante o el intestino delgado a una abertura creada en el abdomen. Esto permite que los desechos salgan del cuerpo a través de un estoma, que es una abertura. El procedimiento para unir el colon al estoma se llama colostomía. El procedimiento para unir el intestino delgado al estoma se llama ileostomía.

Resección sin conservación del esfínter

A veces, el cáncer está demasiado bajo o demasiado cerca de los músculos del esfínter anal. Cuando esto se produce, el cirujano debe extirpar el ano y el recto. El cirujano también debe realizar una colostomía o ileostomía, creación de una abertura permanente en el abdomen para que las heces puedan salir.

  • Resección abdominoperineal. La resección abdominoperineal se realiza cuando el cáncer se encuentra en la parte inferior del recto y no es posible preservar el esfínter. Este procedimiento extirpa la parte inferior del colon, el recto, el ano y el tejido circundante. Posteriormente, se realiza una colostomía, que es un procedimiento de ostomía, cuya recuperación puede llevar de 3 a 6 semanas.

    En los hombres, la resección abdominoperineal puede causar problemas sexuales, como dificultad para lograr una erección o alcanzar el orgasmo. La fertilidad también puede verse afectada. En las mujeres, la resección abdominoperineal puede causar aumento del dolor durante las relaciones sexuales, disminución de la lubricación y reducción de la excitación.

  • Exenteración pélvica. Se trata de una cirugía mayor en la que se extirpa el recto y los órganos cercanos, como la vejiga, el útero o la próstata, y en ocasiones el sacro, que es el hueso situado en la base de la columna vertebral. La exenteración pélvica se realiza cuando el cáncer se ha diseminado a estas áreas.

Colostomía e ileostomía

Dependiendo del procedimiento, puede que necesites una ostomía temporal o permanente después de la cirugía. Estos son algunos tipos de ostomía:

  • Colostomía. En una colostomía, se extrae el extremo del colon a través de la pared abdominal para formar un estoma. Las heces pasan por el estoma a una bolsa extracorpórea. Una colostomía puede ser permanente o temporal, según el tipo de cirugía.
  • Ileostomía. Una ileostomía es similar a una colostomía, pero usa el íleon, que es el extremo del intestino delgado, en lugar del colon. Se suele usar cuando se extirpa todo el colon o cuando el recto necesita tiempo para sanar después de la cirugía.

Por qué se hace

La cirugía es el tratamiento principal para la mayoría de las personas con cáncer del recto. Esto implica extirpar el cáncer junto con un margen, que es una cantidad pequeña de tejido sano a su alrededor. El cirujano también extirpa los ganglios linfáticos cercanos, ya que el cáncer puede diseminarse primero a esas zonas. Esto ayuda a ofrecer la mejor posibilidad de curar el cáncer.

Riesgos

La cirugía de cáncer del recto conlleva un riesgo para complicaciones graves. Los enfoques de invasión mínima, como la cirugía laparoscópica y robótica, pueden tener tiempos de recuperación más cortos y menos complicaciones. Pero no todos pueden optar por este tipo de cirugía.

Tu riesgo para complicaciones depende de tu salud general, el tipo de cirugía a la que te sometas y el enfoque que utilice el cirujano para realizar la operación.

En general, las complicaciones de la cirugía de cáncer del recto pueden incluir las siguientes:

  • Sangrado
  • Coágulos sanguíneos
  • Infección
  • Síndrome de resección anterior inferior, que es la dificultad para controlar las deposiciones
  • Visitas frecuentes o urgentes al baño
  • Pérdida de orina o dificultad para vaciar la vejiga
  • Disfunción sexual, como dificultad para lograr o mantener una erección en hombres, o molestias durante las relaciones sexuales en mujeres
  • Fatiga o debilidad persistentes
  • Formación de tejido cicatricial después de la cirugía, lo que se conoce como adherencias, que puede causar obstrucción en el intestino
  • Fuga en el sitio de conexión, llamado anastomosis, donde se unen los extremos sanos del intestino.
  • En raras ocasiones, la muerte

Algunas de estas complicaciones, como la disfunción sexual o urinaria, se presentan porque los nervios de la pelvis pueden verse afectados durante la cirugía. El riesgo depende del tipo de cirugía, de lo bajo que esté el tumor y de si has recibido radioterapia o quimioterapia antes de la cirugía.

Cómo prepararte

Habla sobre el procedimiento con un cirujano especializado en cáncer del recto

Antes de la cirugía, te reunirás con un cirujano especializado en cáncer del recto, quien te explicará qué puedes esperar del procedimiento. Haz una lista de preguntas para prepararte para esta reunión.

Preguntas para hacer sobre la cirugía:

  • ¿Cuáles son mis opciones para la cirugía de cáncer del recto?
  • ¿Recomienda un procedimiento abierto o de invasión mínima?
  • ¿Necesitaré someterme a un procedimiento de ostomía, como una colostomía o una ileostomía? Si es así ¿será temporal o permanente?
  • ¿También necesitaré otros tipos de tratamiento, como quimioterapia o radioterapia?

Preguntas sobre los riesgos y la recuperación:

  • ¿Cuáles son los riesgos asociados con mi cirugía?
  • ¿Cuáles son mis opciones para el manejo del dolor?
  • ¿Cuánto tiempo debo permanecer en el hospital?
  • ¿Cuánto tiempo de recuperación necesitaré?
  • ¿En cuánto tiempo podré comer y beber después de la cirugía?
  • ¿Qué tipo de dieta debo seguir durante mi recuperación? ¿Durante cuánto tiempo?
  • ¿Será necesario que limite mis actividades después de la cirugía?
  • ¿Cuándo puedo regresar al trabajo?

Preguntas para hacer acerca de un procedimiento de ostomía:

  • ¿Cómo es un estoma y cómo debo cuidarlo?
  • ¿Con qué frecuencia debo cambiar la bolsa de ostomía?
  • ¿Puedo seguir mi dieta habitual después de un procedimiento de ostomía?
  • ¿Cómo afectará una ostomía mi vida diaria y mis rutinas, como la actividad física o la intimidad?
  • ¿Cuáles son las posibles complicaciones o riesgos relacionados con una ostomía?
  • ¿Cómo puedo controlar el olor y las fugas de la bolsa de ostomía?
  • ¿Qué apoyo y recursos están disponibles para ayudarme con mi ostomía?

Sigue las instrucciones del equipo de atención médica

Durante los días previos al procedimiento, el equipo de atención médica puede pedirte que hagas lo siguiente:

  • Dejar de tomar determinados medicamentos. Ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo para complicaciones durante la cirugía, por lo que el equipo de atención médica puede pedirte que dejes de tomarlos antes del procedimiento.
  • Hacer ayuno antes de la cirugía. Es posible que te soliciten que no comas ni bebes entre varias horas y un día antes del procedimiento. El equipo de atención médica te dará instrucciones específicas.
  • Beber una solución para limpiar el intestino. Es posible que te receten una solución laxante que podrás mezclar con agua en casa. Toma la solución a lo largo de varias horas. Sigue las instrucciones del equipo de atención médica. La solución causa diarrea para ayudar a vaciar el colon y el recto. El equipo de atención médica también puede recomendar enemas.
  • Tomar antibióticos. Es posible que te receten antibióticos para suprimir las bacterias que se encuentran naturalmente en los intestinos y ayudar a prevenir la infección.
  • Dejar de fumar. Fumar dificulta la recuperación del cuerpo después de la cirugía. Dejar de fumar antes de la cirugía puede llevar a una cicatrización más rápida y a menos complicaciones.
  • Hacer actividad física. La actividad física antes de la cirugía de cáncer del recto puede mejorar la recuperación y los resultados generales. Ayuda a mejorar la capacidad cardiovascular, la fuerza muscular y el bienestar mental. Esto puede reducir las complicaciones durante la cirugía y acelerar la recuperación postoperatoria.

Planifica tu hospitalización

Es probable que pases, al menos, unos días en el hospital después de la cirugía. La duración de la estancia dependerá de tu situación. Planifica para que otra persona se ocupe de tus responsabilidades en casa y en el trabajo. Piensa con anticipación lo que te gustaría tener contigo durante la recuperación en el hospital.

Estas son algunas cosas que podrías llevar:

  • Bata y pantuflas.
  • Artículos de tocador, como el cepillo y la pasta de dientes y, si es necesario, productos para afeitarte.
  • Ropa cómoda para cuando vuelvas a casa.
  • Actividades para pasar el tiempo, como un libro, una revista o juegos.

Qué esperar

Durante el procedimiento

Lo que ocurre durante la cirugía depende del procedimiento específico. En general, puedes esperar que ocurra lo siguiente:

  • Preparación para la cirugía. Los miembros del equipo de atención médica te llevarán a una sala de preparación, donde controlarán tu presión arterial y tu respiración. Puede que te administren un antibiótico por una vena del brazo para prevenir infecciones. También puedes recibir medicamentos para prevenir coágulos sanguíneos.
  • Anestesia. Los miembros del equipo de atención médica te llevarán al quirófano, donde te colocarán sobre la mesa de operaciones. Recibirás anestesia general para ponerte en un estado similar al sueño y no sientas nada durante la operación. Una vez dormido, el cirujano comienza la cirugía.
  • Extirpación del cáncer. El cirujano extirpa el cáncer y todo o parte del recto. En la mayoría de los casos, también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos para comprobar si el cáncer se ha diseminado. El enfoque exacto depende de la ubicación y la etapa del tumor:
    • Para el cáncer en etapa temprana, el cirujano puede usar una técnica de escisión local a través del ano, sin realizar incisiones en el abdomen.
    • Para los tipos de cáncer más avanzados, el cirujano puede realizar una resección anterior inferior o una resección abdominoperineal. Cada procedimiento requiere incisiones abdominales. Los procedimientos pueden realizarse mediante técnicas abiertas o de invasión mínima, como la cirugía laparoscópica o robótica.
  • Reconexión u ostomía. Cuando es posible, el cirujano reconecta las partes restantes del intestino para permitir deposiciones normales. Si la zona necesita tiempo para sanar o si no es posible reconectarla, puede que necesites una ostomía temporal o permanente. Un procedimiento de ostomía crea un estoma, una abertura en la pared abdominal. Esto permite que las heces salgan del cuerpo a través de una bolsa conectada al estoma.

Después del procedimiento

Después de la cirugía, el equipo de atención médica te lleva a una sala de recuperación, donde te vigilan mientras pasa el efecto de la anestesia. Una vez que estés estable, te trasladan a tu habitación del hospital para comenzar la recuperación.

  • Recuperación de la función intestinal. Es probable que permanezcas en el hospital hasta que puedas comer y beber de nuevo y comiences a recuperar la función intestinal. Esto puede llevar varios días. Puede que te sugieran comenzar una dieta regular en las primeras 24 horas después de la cirugía. Comer bocados pequeños, masticar bien y hacer pausas entre ellos puede ayudar. Comenzar a comer pronto puede ayudar a que los intestinos empiecen a funcionar antes.
  • Actividad física. Es probable que te sugieran caminar el primer día después de la cirugía. Hacer actividad física de inmediato se asocia con una recuperación más rápida y menos complicaciones.
  • Cuidado de las heridas. El equipo de atención médica te enseñará cómo cuidar tu incisión y manejar cualquier drenaje quirúrgico. Los miembros del equipo también pueden darte instrucciones sobre la dieta, la actividad física y los signos de complicaciones que debes vigilar.
  • Cuidado de la ostomía. Si la cirugía implica una colostomía o una ileostomía, el personal de enfermería puede enseñarte cómo cuidar tu estoma y cambiar la bolsa de ostomía. Algunas ostomías son temporales y pueden revertirse después de que el intestino haya sanado, normalmente entre 8 y 12 semanas después. Otras son permanentes. Depende del tipo y de la ubicación de la cirugía.
  • Recuperación funcional. Los hábitos intestinales pueden cambiar después de una cirugía de recto. Algunas personas tienen urgencia, frecuencia o incontinencia. Estos síntomas se conocen como síndrome de resección anterior inferior. Los síntomas del síndrome de resección anterior inferior pueden mejorar con el tiempo, sobre todo con cambios en la dieta y ejercicios del suelo pélvico. Si tuviste una anastomosis muy baja o una conexión directa sin bolsa, la función intestinal puede tardar más en estabilizarse.

Resultados

Después de la cirugía de cáncer del recto, el equipo de atención médica revisa los resultados de patología del tejido extirpado durante la cirugía. Estos resultados ayudan a determinar si se necesita más tratamiento y cuál será la atención de seguimiento.

Si los resultados no muestran signos de cáncer residual, el equipo de atención médica puede recomendarte un enfoque de "vigilar y esperar" con consultas de seguimiento y obtención de imágenes periódicas. Si se detectaron células cancerosas cerca de los márgenes o en los ganglios linfáticos, puede que se te recomiende un tratamiento adicional, como quimioterapia o radioterapia.

Algunas personas pueden presentar efectos a largo plazo por el tratamiento, como cambios en la función intestinal o vesical, disfunción sexual o fatiga. Estos efectos son comunes y manejables. El equipo de atención médica puede remitirte a especialistas, como terapeutas de suelo pélvico, urólogos o consejeros, para ayudarte a manejar estos problemas.

Atención de seguimiento

La mayoría de las personas tiene citas de seguimiento periódicas durante al menos cinco años. Estos pueden incluir lo siguiente:

  • Exámenes físicos y análisis de sangre cada 3 a 6 meses durante los primeros dos años, luego cada seis meses durante un total de cinco años.
  • Exploraciones por obtención de imágenes una vez al año o con más frecuencia si es necesario.
  • Colonoscopia al año de la cirugía, luego a los tres años y después cada cinco años si no se observa nada inusual.