Diagnóstico

Preguntas frecuentes sobre epilepsia

La neuróloga pediátrica Lily Wong-Kisiel, M.D. responde las preguntas más comunes sobre epilepsia.

Ask Mayo Clinic: epilepsia

Dra. Lily Wong-Kisiel, neuróloga pediátrica de Mayo Clinic:

¿Cuáles son las pruebas para tratar la epilepsia?

La epilepsia es el diagnóstico de un síndrome. Es un síntoma que describe anormalidades en las ondas cerebrales. Hay causas subyacentes que deben evaluarse. Se llevan a cabo una resonancia magnética del cerebro para detectar anomalías estructurales y un electroencefalograma para observar las características de la actividad de las ondas cerebrales a fin de que el médico pueda categorizar qué tipo o tipos de convulsiones tiene el paciente. Como sucede con algunos niños, también hay causas genéticas, causas neurometabólicas o causas autoinmunitarias que hay que analizar.

¿Qué es un plan de acción para las convulsiones?

Un plan de acción para las convulsiones sirve como guía para el personal de enfermería y los docentes, a fin de que puedan ayudar a tu hijo si tiene una convulsión en la escuela. Incluye información sobre el tipo de convulsión, cómo es la convulsión de tu hijo y si hay algún medicamento anticonvulsivo que deba usarse mientras está ocurriendo para acortarla o cómo contactar a la familia en el caso de que ocurra una convulsión más prolongada.

¿Cuánto daño pueden provocar las convulsiones?

La mayoría de las convulsiones son breves. Según el paciente, hay crisis de ausencia que duran entre cinco y seis segundos. Otros pacientes pueden tener convulsiones tónico-clónicas generalizadas, que duran entre dos y tres minutos. Esas convulsiones breves y cortas, si bien pueden parecer una eternidad para los padres, no repercuten negativamente en el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, sí hay que preocuparse por las convulsiones prolongadas que duran más de cinco minutos o si hay varias crisis, convulsiones tónico-clónicas generalizadas, más de tres en una hora, en cuyo caso el médico hablará contigo sobre un plan de acción.

¿Cómo se controlan las convulsiones?

Esto depende del tipo de convulsión. En cuanto a las crisis de ausencia, que se caracterizan por una mirada fija sutil, esto depende de la frecuencia con la que observes que le ocurre a tu hijo. Para esos pacientes, a quienes no es posible o práctico controlar todo el tiempo, es útil preguntar y hablar con el médico sobre un control mediante electroencefalograma con video permanente. Esto puede ser útil en el caso de las convulsiones sutiles que son menos detectables por inspección visual. Para los pacientes que tienen convulsiones nocturnas, en las que el control constante no es práctico porque todos están durmiendo, el control por electroencefalograma con video también puede ser muy útil para determinar la frecuencia de las convulsiones. Para los pacientes que tienen convulsiones tónico-clónicas generalizadas en las que hay movimientos convulsivos, hay dispositivos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), dispositivos portátiles, que pueden detectar estos tipos de convulsiones generalizadas en función de los movimientos.

¿Qué es la epilepsia médicamente refractaria? Son las convulsiones que no se pueden controlar con medicamentos.

Alrededor de un tercio de los pacientes con epilepsia pueden seguir teniendo convulsiones a pesar de recibir el tratamiento adecuado. En el caso de esos pacientes, la evaluación para cirugía puede ser una opción. La cirugía de epilepsia puede ser una opción para aquellos pacientes que tienen epilepsia focal, donde hay un foco que se puede identificar y extirpar de forma segura. La cirugía de epilepsia también es una opción para determinados tipos de epilepsia generalizada, en las que se puede llevar a cabo una cirugía de desconexión.

¿Cuál es la mejor manera de ayudar a mi equipo dedicado al tratamiento de la epilepsia?

Antes que nada, debes preparar tus preguntas cuando vayas a las visitas a la clínica. Debes ir con tu observación de los distintos tipos de convulsiones que hayas notado, debes saber su duración y debes tener un calendario de convulsiones para que, junto con el médico y el equipo de atención médica, puedan revisar la frecuencia de estas convulsiones.

Un médico reconfortando al paciente durante la prueba Diagnóstico de la enfermedad

Para diagnosticar la afección, es probable que el proveedor de atención médica revise los síntomas y los antecedentes médicos. Pueden hacerte varias pruebas para diagnosticar la epilepsia y detectar la causa de las convulsiones. La evaluación puede incluir lo siguiente:

  • Examen neurológico. Este examen permite evaluar el comportamiento, las habilidades motoras, la función mental y otras áreas para diagnosticar la afección y determinar el tipo de epilepsia que puedes tener.
  • Análisis de sangre. Con una muestra de sangre, se pueden detectar signos de infecciones, afecciones genéticas o de otra índole que pueden estar asociadas a las convulsiones.
  • Pruebas genéticas. En algunas personas con epilepsia, una prueba genética puede aportar más información sobre la afección y el modo de tratarla. Las pruebas genéticas se llevan a cabo con mayor frecuencia en niños, pero también pueden ser útiles para algunos adultos con epilepsia.

También es posible que te hagan una o más pruebas por imágenes y exploraciones del cerebro para detectar cambios cerebrales:

  • Electroencefalograma. Este es el tipo de estudio más frecuente que se utiliza para diagnosticar la epilepsia. En esta prueba, los electrodos se fijan al cuero cabelludo con una sustancia pastosa o una tapa. Los electrodos registran la actividad eléctrica del cerebro.

    Cuando hay epilepsia, es común que el patrón típico de las ondas cerebrales presente cambios. Estos cambios se producen incluso cuando no estás sufriendo una convulsión. El proveedor de atención médica puede controlarte por video durante un electroencefalograma (EEG) para detectar y registrar cualquier convulsión que tengas. Esto se puede hacer mientras estás despierto o dormido. Registrar las convulsiones puede ayudar a determinar qué tipo de convulsiones tienes o descartar otras afecciones.

    La prueba se puede hacer en el consultorio de un proveedor de atención médica o en el hospital. Si es adecuado, también se te puede hacer un electroencefalograma (EEG) ambulatorio; el equipo de electroencefalograma registra la actividad de las convulsiones mientras lo usas en casa durante unos días.

    Es posible que recibas instrucciones para hacer algo que provoque las convulsiones, como dormir poco antes de la prueba.

  • Electroencefalograma (EEG) de alta densidad. En una variación de una prueba de electroencefalograma (EEG), pueden hacerte un electroencefalograma de alta densidad, en el que se ubican los electrodos más estrechamente que en el electroencefalograma convencional. El electroencefalograma (EEG) de alta densidad puede ayudar a determinar con mayor precisión qué áreas del cerebro se ven afectadas por las convulsiones.
  • Tomografía computarizada (TAC). Una tomografía computarizada (TAC) utiliza rayos X para obtener imágenes trasversales del cerebro. La tomografía computarizada (TAC) puede detectar tumores, sangrado o quistes en el cerebro que podrían estar causando la epilepsia.
  • Resonancia magnética. Una resonancia magnética usa imanes potentes y ondas de radio para crear una vista detallada del cerebro. Al igual que la tomografía computarizada (TAC), la resonancia magnética (IRM) examina la estructura del cerebro para detectar lo que puede estar causando las convulsiones. No obstante, la resonancia magnética ofrece una imagen más detallada del cerebro que la tomografía computarizada.
  • Resonancia magnética (IRM) funcional. La resonancia magnética funcional mide los cambios en el flujo sanguíneo que ocurren cuando determinadas partes del cerebro están en actividad. Esta prueba se puede utilizar antes de la cirugía para identificar la ubicación exacta de funciones críticas, como el habla y el movimiento, de modo que los cirujanos eviten causar lesiones en esas áreas durante la operación.
  • Tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés). En la tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), se utiliza una pequeña cantidad de material radiactivo en una dosis baja que se inyecta en una vena para ayudar a visualizar la actividad metabólica del cerebro y detectar cambios. Las áreas del cerebro con un metabolismo bajo pueden indicar los lugares donde ocurren las convulsiones.
  • Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT, por sus siglas en inglés). Este tipo de estudio se usa principalmente si la resonancia magnética y el electroencefalograma no precisaron la ubicación en el cerebro donde se originan las convulsiones.

    En una tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT, por sus siglas en inglés), se utiliza una pequeña cantidad de material radiactivo en dosis baja que se inyecta en una vena para crear un mapa tridimensional detallado de la actividad del flujo sanguíneo en el cerebro durante las convulsiones. Las áreas con un flujo sanguíneo superior al habitual durante una convulsión podrían indicar los lugares donde se producen las convulsiones.

    Otro tipo de tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT, por sus siglas en inglés) es la tomografía computarizada por emisión de fotón único de sustracción ictal con corregistro de resonancia magnética (método SISCOM). Esta puede proporcionar resultados aún más detallados al superponer los resultados de la tomografía computarizada por emisión de fotón único con los resultados de la resonancia magnética del cerebro.

  • Pruebas neuropsicológicas. Estas pruebas evalúan las habilidades del pensamiento, de la memoria y del habla. Los resultados de las pruebas ayudan a determinar qué áreas del cerebro se ven afectadas por las convulsiones.

Junto con los resultados de las pruebas, se puede utilizar una combinación de técnicas de análisis para ayudar a precisar en qué parte del cerebro se originan las convulsiones:

  • Mapeo paramétrico estadístico (SPM, por sus siglas en inglés). El mapeo paramétrico estadístico es un método para comparar las áreas del cerebro que tienen más flujo sanguíneo durante las convulsiones con las mismas áreas cerebrales de otras personas que no tienen convulsiones. Esto proporciona información sobre el lugar donde comienzan las convulsiones.
  • Imágenes del origen eléctrico (ESI, por sus siglas en inglés). Las imágenes del origen eléctrico consisten en una técnica que toma datos del electroencefalograma y los proyecta en una resonancia magnética del cerebro para mostrar dónde se producen las convulsiones. Esta técnica proporciona detalles más precisos que el electroencefalograma solo.
  • Magnetoencefalografía (MEG, por sus siglas en inglés). La magnetoencefalografía mide los campos magnéticos producidos por la actividad cerebral. Esto ayuda a identificar las posibles áreas donde se inician las convulsiones. La magnetoencefalografía puede resultar más precisa que el electroencefalograma porque el cráneo y el tejido que rodea el cerebro interfieren menos en los campos magnéticos que en los impulsos eléctricos. La magnetoencefalografía y la resonancia magnética en conjunto proporcionan imágenes que muestran las áreas del cerebro afectadas por las convulsiones y las que no se ven afectadas.

El diagnóstico preciso del tipo de convulsión y de dónde comienzan las convulsiones te da la mejor oportunidad de encontrar un tratamiento eficaz.

Tratamiento

El tratamiento puede ayudar a las personas con diagnóstico de epilepsia a tener menos convulsiones o incluso a detenerlas por completo. Estos son algunos posibles tratamientos:

  • Medicamentos.
  • Cirugía.
  • Terapias que estimulan el cerebro mediante un dispositivo.
  • Dieta cetogénica.

Medicamentos

La mayoría de las personas con epilepsia pueden dejar de tener convulsiones al tomar un medicamento anticonvulsivo, al que también se lo llama medicamento antiepiléptico. Otras personas pueden disminuir la frecuencia e intensidad de las convulsiones al tomar una combinación de medicamentos.

Muchos de los niños con epilepsia que no presentan síntomas pueden con el tiempo suspender los medicamentos y llevar una vida sin tener convulsiones. Muchos adultos también pueden suspender los medicamentos después de dos años o más sin tener convulsiones. El equipo de atención médica te aconsejará sobre el momento adecuado para dejar de tomar los medicamentos.

Encontrar el medicamento correcto y la dosis adecuada puede resultar complejo. El proveedor considerará la afección, la frecuencia de las convulsiones, la edad y otros factores al elegir qué medicamento recetarte. El proveedor también revisará otros medicamentos que pudieras estar tomando para asegurarse de que los medicamentos antiepilépticos no interactúen con estos.

Es posible que, en principio, tomes un solo medicamento con una dosis relativamente baja y luego la aumentes progresivamente hasta que las convulsiones estén bien controladas.

Existen más de 20 tipos diferentes de medicamentos anticonvulsivos disponibles. Los medicamentos que tomes para tratar la epilepsia dependen del tipo de convulsiones que tengas y de otros factores, como la edad y otras enfermedades.

Estos medicamentos pueden tener algunos efectos secundarios. Algunos de los efectos secundarios leves incluyen los siguientes:

  • Cansancio.
  • Mareos.
  • Aumento de peso.
  • Pérdida de densidad ósea.
  • Sarpullidos.
  • Pérdida de la coordinación.
  • Problemas del habla.
  • Problemas de memoria y razonamiento.

Algunos de los efectos secundarios más graves, pero menos frecuentes, incluyen los siguientes:

  • Depresión.
  • Pensamientos y comportamientos suicidas.
  • Sarpullido grave.
  • Inflamación de determinados órganos, como el hígado.

Para lograr el mejor control posible de las convulsiones con medicamento, toma estas medidas:

  • Toma los medicamentos exactamente como te hayan indicado.
  • Siempre llama al proveedor de atención médica antes de cambiar a una versión genérica del medicamento o de tomar otros medicamentos de venta con o sin receta médica, o a base de hierbas.
  • No dejes de tomar el medicamento sin hablarlo antes con tu proveedor de atención médica.
  • Infórmale al proveedor de atención médica de inmediato si notas nuevos sentimientos de depresión o si estos aumentan, si tienes pensamientos suicidas o si hay cambios inusuales en tu estado de ánimo o comportamiento.
  • Informa al proveedor de atención médica si tienes migrañas. El proveedor puede recetar uno de los medicamentos antiepilépticos que pueden prevenir las migrañas y tratar la epilepsia.

Al menos la mitad de las personas con un diagnóstico reciente de epilepsia dejan de tener convulsiones con el primer medicamento. Si los medicamentos anticonvulsivos no ofrecen buenos resultados, es posible que puedas realizarte una cirugía u otras terapias. Probablemente tendrás citas de seguimiento regulares con el proveedor de atención médica para controlar la afección y los medicamentos.

Cirugía

Neurocirujanos llevando a cabo una cirugía para tratar la epilepsia Cirugía para tratar la epilepsia

Cuando los medicamentos no proveen un control adecuado de las convulsiones, la cirugía para tratar la epilepsia podría ser una opción. En la cirugía para tratar la epilepsia, el cirujano extrae la parte del cerebro que provoca las convulsiones.

La cirugía es una opción si las pruebas muestran lo siguiente:

  • Las convulsiones se originan en una zona pequeña y bien definida del cerebro.
  • La zona del cerebro que se operará no interfiere con las funciones vitales, como el habla, el lenguaje, la función motora, la visión o la audición.

Para algunos tipos de epilepsia, los enfoques mínimamente invasivos, como la ablación láser estereotáctica guiada por resonancia magnética, pueden ser un tratamiento eficaz cuando un procedimiento abierto podría ser demasiado riesgoso. En estos procedimientos, se dirige una sonda láser térmica hacia la zona específica en el cerebro donde se producen las convulsiones para destruir ese tejido y así tratar de controlar mejor las convulsiones.

Si bien posiblemente sigas necesitando algunos medicamentos para ayudar a prevenir las convulsiones después de una cirugía exitosa, quizás puedas tomar menos medicamentos y reducir las dosis.

En pocas personas, la cirugía para tratar la epilepsia puede provocar complicaciones, como una alteración permanente de las capacidades de razonamiento. Habla con los miembros del equipo quirúrgico sobre su experiencia, las tasas de éxito y los índices de complicaciones relacionados con el procedimiento que estés considerando.

Terapias

Además de los medicamentos y la cirugía, estas posibles terapias pueden ser una alternativa para el tratamiento de la epilepsia:

  • Estimulación del nervio vago. La estimulación del nervio vago puede ser una opción en los casos en que los medicamentos no han funcionado lo suficiente como para controlar las convulsiones y no es posible recurrir a la cirugía. La estimulación del nervio vago consiste en implantar bajo la piel del pecho un dispositivo llamado estimulador del nervio vago, que es similar a un marcapasos. Se conectan los cables del estimulador con el nervio vago en el cuello.

    El dispositivo funciona con baterías y envía descargas de energía eléctrica a través del nervio vago hacia el cerebro. No queda claro cómo esto inhibe las convulsiones, pero el dispositivo suele reducirlas de un 20 a un 40 %.

    La mayoría de las personas deben seguir tomando medicamentos antiepilépticos, aunque algunas pueden disminuir la dosis de los medicamentos que toman. Los efectos secundarios de la estimulación del nervio vago pueden incluir dolor de garganta, voz ronca, falta de aire o tos.

  • Estimulación cerebral profunda. Para la estimulación cerebral profunda, los cirujanos implantan electrodos en una parte específica del cerebro, generalmente el tálamo. Los electrodos están conectados a un generador implantado en el pecho. El generador envía regularmente impulsos eléctricos al cerebro en intervalos temporizados y puede reducir las convulsiones. La estimulación cerebral profunda suele utilizarse en personas cuyas convulsiones no mejoran con los medicamentos.
  • Neuroestimulación receptiva. Estos dispositivos implantables similares a un marcapasos pueden ayudar a reducir significativamente la frecuencia con la que se producen las convulsiones. Estos dispositivos de estimulación receptiva analizan los patrones de la actividad cerebral para detectar las convulsiones cuando comienzan y aplican una descarga eléctrica o un medicamento para detenerlas antes de que causen daños. Las investigaciones demuestran que este tratamiento tiene menos efectos secundarios y puede proporcionar alivio de las convulsiones a largo plazo.

Dieta cetogénica

Algunos niños y adultos con epilepsia han logrado reducir las convulsiones con una dieta estricta que contiene cantidades altas de grasas y bajas de hidratos de carbono. Esto puede ser una opción si los medicamentos no ayudan a controlar la epilepsia.

En esta dieta, llamada dieta cetogénica, el cuerpo descompone las grasas en lugar de los hidratos de carbono para obtener energía. Luego de algunos años, los niños pueden suspender la dieta cetogénica, pero bajo estricta supervisión de los proveedores de atención médica, sin presentar convulsiones.

Los expertos no saben bien por qué la dieta cetogénica reduce las convulsiones. Sin embargo, los investigadores creen que la dieta genera cambios químicos que suprimen las convulsiones. Además, la dieta altera las acciones de las neuronas cerebrales para reducir las convulsiones.

Busca asesoramiento médico si tú o tu hijo están considerando una dieta cetogénica. Es importante asegurarse de que tu hijo no sufra desnutrición al seguir esta dieta.

Los efectos secundarios de la dieta cetogénica pueden incluir deshidratación, estreñimiento, retraso del crecimiento a causa de deficiencias nutricionales y acumulación de ácido úrico en la sangre, que puede causar cálculos renales. Estos efectos secundarios son poco comunes si la dieta es adecuada y está supervisada por un médico.

Seguir una dieta cetogénica puede representar un desafío. La dieta de bajo índice glucémico y la dieta de Atkins modificada ofrecen alternativas con menos restricciones y proporcionan algunos beneficios para el control de las convulsiones.

Posibles tratamientos futuros

Actualmente, los investigadores estudian muchos posibles tratamientos nuevos para la epilepsia, entre los que se incluyen los siguientes:

  • Estimulación continua de la zona donde se originan las convulsiones (estimulación subumbral). La estimulación subumbral, la estimulación continua de una parte del cerebro por debajo de un nivel físicamente perceptible, parece mejorar los resultados de las convulsiones y la calidad de vida de algunas personas que las padecen. La estimulación subumbral ayuda a detener la convulsión antes de que suceda. Este enfoque de tratamiento posiblemente funcione en las personas que padecen convulsiones originadas en la parte del cerebro llamada área elocuente y que no se puede extirpar porque afectaría las funciones motora y del habla. O podría beneficiar a las personas cuyas convulsiones tienen características que hacen que tengan bajas posibilidades de tener un tratamiento exitoso con la neuroestimulación receptiva.
  • Cirugía de invasión mínima. Las nuevas técnicas quirúrgicas de invasión mínima, como la ecografía focalizada guiada por resonancia magnética, son prometedoras para el tratamiento de las convulsiones. Estas cirugías tienen menos riesgos que la cirugía tradicional de cerebro abierto para la epilepsia.
  • Estimulación magnética transcraneal. En la estimulación magnética transcraneal se aplican campos magnéticos focalizados en áreas del cerebro donde ocurren las convulsiones para tratarlas sin necesidad de cirugía. Puede usarse en pacientes cuyas convulsiones se producen cerca de la superficie del cerebro y no pueden tratarse con cirugía.
  • Estimulación externa del nervio trigémino. De manera similar a la estimulación del nervio vago, un dispositivo estimula nervios específicos para reducir la frecuencia de las convulsiones. Pero, a diferencia de la estimulación del nervio vago, el dispositivo se utiliza fuera del cuerpo, por lo que no es necesaria una cirugía para colocar el dispositivo dentro del cuerpo. En los estudios, la estimulación externa del nervio trigémino demostró mejoras en el control de las convulsiones y en el estado de ánimo.

Marcapasos para epilepsia

Una convulsión epiléptica es una alteración eléctrica anormal en el cerebro. El dispositivo se implanta debajo de la piel y se conectan cuatro electrodos a las capas externas del cerebro. El dispositivo controla las ondas cerebrales y, cuando detecta actividad eléctrica anormal, libera una estimulación eléctrica y detiene las convulsiones.

Estudios clínicos

Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.

Estilo de vida y remedios caseros

Entender tu afección te puede ayudar a controlarla mejor:

  • Toma los medicamentos de manera correcta. No modifiques la dosis sin antes hablar con un miembro del equipo de atención médica. Si sientes que es necesario cambiar los medicamentos, háblalo con el proveedor de atención médica.
  • Duerme lo suficiente. La falta de sueño puede desencadenar convulsiones. Asegúrate de descansar lo suficiente todas las noches.
  • Utiliza un brazalete de alerta médica. Esto ayudará a que el personal de emergencias sepa cómo tratarte de la manera correcta.
  • Haz ejercicio. El ejercicio puede ayudarte a mantenerte físicamente saludable y a reducir la depresión. Asegúrate de beber suficiente agua y de descansar si te cansas al hacer ejercicio.

Asimismo, toma decisiones saludables en tu vida, como controlar el estrés, limitar las bebidas alcohólicas y evitar los cigarrillos.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Las convulsiones no controladas y su efecto en tu vida a veces pueden ser abrumadores o llevar a depresión. Es importante no dejar que la epilepsia te detenga. Aún puedes vivir una vida plena y activa. Para ayudarte a sobrellevarla, puedes hacer lo siguiente:

  • Infórmate e informa a tus amigos y familiares sobre la epilepsia para que todos entiendan la afección.
  • Intenta ignorar las reacciones negativas de la gente. Es útil aprender sobre la epilepsia para conocer la información verdadera en lugar de tener ideas equivocadas sobre la enfermedad. También, trata de mantener tu sentido del humor.
  • Vive de la manera más independiente posible. Continúa trabajando, si es posible. Si no puedes conducir debido a las convulsiones, investiga las opciones cercanas de transporte público. Si no se te permite conducir, podrías considerar mudarte a una ciudad que cuente con buenas opciones de transporte público.
  • Busca un médico que te agrade y con el que te sientas a gusto.
  • Intenta no preocuparte constantemente por si vas a tener una convulsión.
  • Encuentra un grupo de apoyo de epilepsia para reunirte con personas que entiendan lo que atraviesas.

Si las convulsiones son tan graves que no puedes trabajar fuera de casa, aún existen maneras de sentirte productivo y conectado con la gente. Podrías considerar trabajar desde tu casa.

Asegúrate de que las personas que viven y trabajan contigo conozcan la manera correcta de controlar una convulsión en caso de que estén contigo cuando tengas una. Les puedes dar sugerencias, como las siguientes:

  • Voltea suavemente a la persona hacia un lado para evitar atragantamiento.
  • Coloca algo blando debajo de la cabeza.
  • Afloja las prendas que ajusten el cuello.
  • No intentes poner los dedos o alguna otra cosa en la boca de la persona. Las personas con epilepsia no se “tragan” la lengua durante una convulsión, pues es físicamente imposible.
  • No intentes sujetar a una persona que tiene una convulsión.
  • Si la persona se mueve, aleja los objetos peligrosos.
  • Si se necesita ayuda médica de inmediato, quédate con la persona hasta que llegue el personal médico.
  • Observa a la persona detenidamente para que puedas dar detalles sobre lo que ocurrió.
  • Controla el tiempo de las convulsiones.
  • Mantén la calma durante las convulsiones.

Preparación para la consulta

En primer lugar, puedes consultar al proveedor principal de atención médica. Sin embargo, es posible que, cuando llames para pedir una cita médica, te remitan directamente a un especialista. El especialista puede ser un médico capacitado en enfermedades del cerebro y del sistema nervioso, conocido como neurólogo, o un neurólogo capacitado en epilepsia, conocido como epileptólogo.

Debido a que las citas médicas pueden ser breves y a que, a menudo, hay mucho de qué hablar, es una buena idea ir bien preparado. La siguiente información te ayudará a prepararte para la cita médica y saber qué esperar.

Qué puedes hacer

  • Mantén un calendario detallado de las convulsiones. Cada vez que ocurra una convulsión, anota la hora, el tipo de convulsión que tuviste y el tiempo que duró. También toma nota de las circunstancias, como no haber tomado los medicamentos, la falta de sueño, un mayor estrés, la menstruación u otros eventos que podrían provocar la actividad convulsiva.

    Pregunta a personas que puedan haber observado tus convulsiones, incluidos familiares, amigos y compañeros de trabajo, para que puedas anotar información que tal vez desconozcas.

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita médica. Cuando programes la cita, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, por ejemplo, restringir la dieta.
  • Anota información personal esencial, como situaciones estresantes o cambios recientes en tu vida que sean importantes.
  • Haz una lista de los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que estés tomando.
  • Pídele a un familiar o amigo que te acompañe. A veces, puede ser difícil recordar toda la información que te proporcionan durante una cita médica. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.

    Además, debido a que posiblemente no sepas todo lo que sucede mientras convulsionas, la otra persona puede responder alguna pregunta durante la cita.

  • Toma nota de las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica. Preparar una lista de preguntas te ayudará a sacar el mayor provecho de tu consulta.

En el caso de la epilepsia, algunas preguntas básicas son las siguientes:

  • ¿Qué puede estar causando mis convulsiones?
  • ¿Qué tipos de pruebas necesito?
  • ¿Es temporal o crónica la epilepsia que tengo?
  • ¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que sugiere?
  • ¿Cómo puedo asegurarme de no lastimarme si tengo otra convulsión?
  • Tengo estas otras afecciones. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Debo consultar a un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me receta?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Además de las preguntas que preparaste, no dudes en pedirle que te explique todo lo que no entiendas durante la cita.

Qué esperar del médico

Es posible que el proveedor de atención médica te haga una serie de preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo tuviste convulsiones por primera vez?
  • ¿Tus convulsiones parecen desencadenarse a causa de determinados eventos o situaciones?
  • ¿Tienes sensaciones similares justo antes de que comience una convulsión?
  • ¿Fueron frecuentes u ocasionales tus convulsiones?
  • ¿Qué síntomas tienes cuando sufres una convulsión?
  • ¿Existe algo que parezca mejorar tus convulsiones?
  • ¿Hay algo que parezca empeorar tus convulsiones?

Qué puedes hacer mientras tanto

Determinadas afecciones y actividades pueden desencadenar convulsiones, por lo que se recomienda lo siguiente:

  • Evitar beber cantidades excesivas de alcohol.
  • Evitar el consumo de nicotina.
  • Dormir lo suficiente.
  • Reducir el estrés.

También es importante que comiences a llevar un registro de las convulsiones antes de la cita médica.

Epilepsia - atención en Mayo Clinic

April 28, 2023
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