Diagnóstico
Las pruebas por imágenes se utilizan para investigar los signos y síntomas que pueden indicar una metástasis ósea. Las pruebas que debes realizarte dependen de tu situación específica.
Entre las pruebas, se pueden incluir las siguientes:
- Radiografías
- Gammagrafía ósea (centellografía ósea)
- Tomografía computarizada
- Resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés)
- Tomografía por emisión de positrones
- Biopsia
Tratamiento
Los tratamientos comunes para la metástasis ósea incluyen medicamentos, radioterapia y cirugía. Los tratamientos que son mejores para ti dependen de las características específicas de tu situación.
Medicamentos
Algunos de los medicamentos que reciben los pacientes con metástasis ósea son los siguientes:
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Medicamentos para fortalecer los huesos. Los medicamentos que se suelen administrar a las personas con debilitamiento de los huesos (osteoporosis) también pueden ayudar a las personas que tienen metástasis ósea. Estos medicamentos fortalecen los huesos y alivian el dolor que provoca la metástasis ósea, lo que disminuye la necesidad de tomar analgésicos más potentes. Los medicamentos para fortalecer los huesos también reducen el riesgo de desarrollar una nueva metástasis ósea.
Estos medicamentos se pueden administrar cada algunas semanas por vía intravenosa en el brazo o con una inyección. Estos medicamentos también se pueden administrar por vía oral, pero no suelen ser tan eficaces como las presentaciones de administración intravenosa o los inyectables, y pueden provocar efectos secundarios en el tubo digestivo.
Los medicamentos para fortalecer los huesos pueden provocar dolor temporal en los huesos y problemas renales. También aumentan el riesgo de presentar un deterioro poco frecuente pero grave del hueso maxilar (osteonecrosis).
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Radiación intravenosa. A las personas con múltiples metástasis óseas se les puede administrar radiofármacos por vía intravenosa, un tipo de radioterapia. Los radiofármacos tienen una pequeña cantidad de un material radioactivo que tiene una atracción fuerte a los huesos. Una vez que se encuentran en el organismo, las partículas se dirigen a las zonas de las metástasis óseas y liberan su radiación.
Los radiofármacos permiten controlar el dolor que causa la metástasis ósea. Algunos de los efectos secundarios pueden ser daños en la médula ósea, que pueden arrojar valores bajos en un recuento de las células sanguíneas.
- Quimioterapia. Si el cáncer se extendió a varios huesos, es posible que el médico te indique que debes someterte a quimioterapia. La quimioterapia se administra en todo el organismo para combatir las células cancerosas. La quimioterapia se puede administrar por vía oral, por vía intravenosa o ambas. Los efectos secundarios dependen de los medicamentos de quimioterapia específicos que te administren. Para los cánceres que son sensibles a la quimioterapia, esta podría ser la mejor manera de aliviar el dolor que provocan las metástasis óseas.
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Terapia hormonal. Para los cánceres que son sensibles a las hormonas del organismo, un tratamiento para inhibir las hormonas podría ser una opción. Los casos de cáncer mamario y de cáncer de próstata son, a menudo, sensibles a los tratamientos de bloqueo hormonal.
En la terapia hormonal, se administran medicamentos para disminuir los niveles naturales de hormonas en el organismo o medicamentos que bloquean la interacción entre las hormonas y las células cancerosas. Otra opción es la cirugía para extirpar los órganos que segregan hormonas: los ovarios y los testículos.
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Analgésicos. Los analgésicos pueden controlar el dolor que provoca la metástasis ósea. Estos pueden ser analgésicos de venta libre o analgésicos más potentes de venta con receta.
Determinar qué combinación de analgésicos funciona mejor para ti puede llevar tiempo. Si tomas medicamentos, pero sigues sintiendo dolor, dile al médico. Un especialista en medicina del dolor podrá ofrecerte más opciones para aliviar el dolor.
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Esteroides. Los esteroides son medicamentos que, a menudo, permiten aliviar el dolor asociado a las metástasis óseas, ya que disminuyen la hinchazón y la inflamación alrededor del lugar donde está el cáncer. Estos esteroides son distintos de los que usan los fisicoculturistas o los deportistas para hacer que crezcan los músculos.
Los esteroides actúan muy rápidamente para aliviar el dolor y prevenir algunas complicaciones relacionadas con el cáncer. Sin embargo, deben utilizarse con mucha precaución, ya que tienen efectos secundarios, sobre todo cuando se utilizan durante períodos prolongados.
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Terapia dirigida. Los tratamientos con medicamentos con diana específica se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos con diana específica pueden producir la muerte de las células cancerosas.
Algunos cánceres responden muy bien a estos tratamientos. Por ejemplo, las células del cáncer mamario con sobreexpresión del receptor HER2 pueden responder a algunos medicamentos.
Radioterapia externa
La radioterapia utiliza haces de energía de alta potencia, como los rayos X y los protones, para destruir las células cancerosas. La radioterapia puede ser una opción si la metástasis ósea te provoca un dolor que no puedes controlar con los analgésicos o si el dolor se limita a unas pocas zonas.
Según tu situación, la radiación al hueso se puede administrar en una dosis grande o en varias dosis más pequeñas durante varios días. Los efectos secundarios de la radiación dependen del sitio que se está tratando y de su tamaño.
Cirugía
Los procedimientos quirúrgicos pueden ayudar a estabilizar un hueso que corre riesgo de presentar quebraduras o a reparar una fractura de huesos.
- Cirugía para estabilizar el hueso. Si el hueso corre peligro de tener una fractura debido a la metástasis ósea, los cirujanos pueden estabilizarlo con placas metálicas, tornillos y clavos (fijación ortopédica). La fijación ortopédica puede aliviar el dolor y mejorar el funcionamiento. A menudo, la radioterapia se administra después de la cirugía, cuando te has curado.
- Cirugía para inyectar un hueso con cemento. El cemento óseo podría resultar beneficioso para los huesos que no se pueden reforzar fácilmente con placas metálicas o tornillos, como los huesos de la pelvis y los huesos de la columna vertebral. Los médicos inyectan cemento óseo en un hueso que está fracturado o dañado por la metástasis ósea. Este procedimiento puede disminuir el dolor.
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Cirugía para reparar una fractura de huesos. Si la metástasis ósea ha provocado la fractura de un hueso, los cirujanos pueden trabajar para repararlo. Esto consiste en utilizar placas metálicas, tornillos y clavos para estabilizar el hueso.
El reemplazo de la articulación, como un reemplazo de cadera, puede ser otra opción. En general, las fracturas de huesos a causa de las metástasis óseas no se solucionan colocando un yeso en el hueso fracturado.
Calentamiento y congelamiento de las células cancerosas
Los procedimientos que utilizan calor o frío para destruir las células cancerosas pueden ayudar a controlar el dolor. Estos procedimientos pueden ser una opción si tienes una o dos zonas de metástasis ósea y los otros tratamientos no resultan útiles.
Durante el procedimiento llamado ablación por radiofrecuencia, se inserta una aguja con una sonda eléctrica en el tumor óseo. La electricidad pasa a través de la sonda y calienta el tejido circundante. Se deja enfriar el tejido, y se repite el proceso.
Un procedimiento similar llamado crioablación congela el tumor y luego deja que se descongele. El proceso se repite varias veces.
Los efectos secundarios pueden comprender daños a estructuras cercanas como los nervios, y daños a los huesos, que pueden aumentar el riesgo de presentar una fractura.
Ensayos clínicos
Los ensayos clínicos son estudios para evaluar tratamientos nuevos y maneras innovadoras de aplicar los tratamientos existentes. Si te inscribes en un ensayo clínico, tendrás la oportunidad de probar los últimos tratamientos. Sin embargo, no se garantiza la curación y los efectos secundarios de los tratamientos nuevos pueden ser desconocidos. Habla con tu médico sobre los ensayos clínicos disponibles.
Fisioterapia
El fisioterapeuta puede trabajar contigo para diseñar un plan que te ayude a ganar fuerza y mejorar la movilidad. El fisioterapeuta puede sugerir dispositivos de asistencia para ayudarte a enfrentar la situación. Los ejemplos pueden comprender muletas o un andador para que al caminar no cargues tu peso sobre el hueso afectado, un bastón para mejorar el equilibrio o un dispositivo de inmovilización para estabilizar la columna vertebral.
El fisioterapeuta también puede sugerir ejercicios específicos para ayudarte a mantener la fuerza y reducir el dolor.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Hacer frente a una metástasis ósea requiere algo más que soportar el dolor óseo. También implica aceptar la noticia de que el cáncer se ha diseminado más allá de su lugar original.
El cáncer que ha hecho metástasis puede ser muy difícil de curar, aunque las personas pueden vivir varios años con metástasis ósea. El médico trabajará para minimizar el dolor y mantener tu actividad para que puedas continuar con tus tareas diarias.
Cada persona encuentra su propia manera de enfrentar un diagnóstico de cáncer. Hasta que encuentres lo que funcione mejor para ti, considera intentar lo siguiente:
- Busca información suficiente acerca de la metástasis ósea para tomar decisiones sobre tu atención médica. Pregúntale al médico los detalles de tu cáncer y las opciones de tratamiento. Pídele fuentes de confianza para obtener más información. Si haces la investigación por tu cuenta, el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) y la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society) son buenos lugares para comenzar.
- Busca a alguien con quien hablar. Si bien tus amigos y familiares pueden ser los mejores aliados, en algunos casos, les puede resultar difícil lidiar con la conmoción de tu diagnóstico. En estas circunstancias, hablar con un consejero, un asistente social médico o un consejero pastoral o religioso puede ser de ayuda. Pídele una derivación al médico.
- Ponte en contacto con otros sobrevivientes de cáncer. Hablar con otros sobrevivientes de cáncer puede reconfortarte. Los sobrevivientes de cáncer pueden brindarte una perspectiva única en tu situación. Comunícate con tu delegación local de la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society) para encontrar grupos de apoyo para el cáncer en tu zona.
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Acepta tu enfermedad. Puede ser difícil aceptar el hecho de que el cáncer ya no puede ser curable. Para algunas personas, la fe profunda o la creencia en una fuerza superior a ellas facilita este proceso.
Otros buscan el apoyo psicológico de alguien que entienda las enfermedades potencialmente mortales, como un asistente social médico, un psicólogo o un capellán. Muchas personas también toman medidas para asegurarse de que su última voluntad se conozca y se respete, redactando sus deseos y discutiéndolos con sus seres queridos.
Preparación para la consulta
Comienza programando una cita con tu médico de atención primaria si tienes algún signo o síntoma que te preocupe. Dile al médico si recibiste tratamiento contra el cáncer anteriormente, incluso si recibiste tratamiento oncológico muchos años atrás. Si se te diagnostica metástasis ósea, es posible que te remitan a un especialista en cáncer (oncólogo).
Debido a que las citas pueden ser breves, es una buena idea estar bien preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del médico.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita. Anota cuánto tiempo has tenido los síntomas y qué los empeora o mejora.
- Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
- Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita. La persona que te acompañe podría recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.
- Escribe preguntas para hacerle al médico.
Preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar al máximo el tiempo con el médico. En el caso de la metástasis ósea, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son las siguientes:
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué clase de pruebas necesito hacerme?
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
- ¿Cuál es mi pronóstico médico?
- ¿Existen tratamientos experimentales o ensayos clínicos a mi disposición?
- Tengo estas otras afecciones. ¿Cómo afectarán mi tratamiento?
- ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me receta?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
- ¿Qué determinará si debo programar una visita de seguimiento?
Además de las preguntas que hayas preparado para hacerle a tu médico, no dudes en hacerle otras preguntas que se te ocurran durante la cita.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga varias preguntas. Prepararte para responderlas puede darte tiempo luego para tratar otros puntos que quieras abordar. El médico podría hacerte estas preguntas:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Los síntomas fueron constantes o aparecían y desaparecían?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
- ¿Hay algo que empeore los síntomas?