Descripción general
Pólipos nasales
Pólipos nasales
Los pólipos nasales son crecimientos blandos y no cancerosos en el recubrimiento de la nariz o de los senos paranasales. Suelen desarrollarse en grupos, como racimos de uvas.
Los pólipos nasales son crecimientos blandos, indoloros y no cancerosos en la cobertura de las fosas nasales o senos. Estos cuelgan como lágrimas o uvas. Se producen por una inflamación crónica y se asocian con el asma, las infecciones recurrentes, las alergias, la sensibilidad a medicamentos o ciertos trastornos inmunitarios.
Los pólipos nasales pequeños podrían no causar síntomas. Los crecimientos más grandes o los grupos de pólipos pueden bloquear los conductos nasales y generar problemas para respirar, pérdida del sentido del olfato e infecciones frecuentes.
Los pólipos nasales pueden afectar a cualquiera, pero son más frecuentes en los adultos. A menudo, los medicamentos pueden contraer o eliminar los pólipos nasales, pero a veces se necesita una operación para extraerlos. Con frecuencia, incluso después de un tratamiento exitoso, los pólipos nasales vuelven.
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Síntomas
Los pólipos nasales se asocian con la irritación e hinchazón (inflamación) del revestimiento de los conductos nasales y los senos paranasales que dura más de 12 semanas (sinusitis crónica).
Sin embargo, es posible tener sinusitis crónica sin pólipos nasales.
Los pólipos nasales son suaves y no generan ninguna sensación, por lo que si son pequeños, es probable que no sepas que los tienes. El crecimiento múltiple o un pólipo de gran tamaño puede bloquear las fosas nasales y los senos paranasales.
Los signos y síntomas frecuentes de la sinusitis crónica con pólipos nasales comprenden:
- Secreciones nasales líquidas
- Congestión constante
- Goteo nasal posterior
- Disminución o falta del sentido del olfato
- Pérdida del sentido del gusto
- Dolor facial o dolor de cabeza
- Dolor en los dientes superiores
- Una sensación de presión en la frente y en el rostro
- Ronquidos
- Sangrados nasales frecuentes
Cuándo debes consultar con un médico
Consulta con tu médico si los síntomas duran más de 10 días. Los síntomas de la sinusitis crónica y de los pólipos nasales son similares a los de muchas otras enfermedades, entre ellas el resfrío común.
Busca atención médica inmediata o llama al 911 o al número local de emergencias si experimentas:
- Problemas graves para respirar
- Repentino empeoramiento de los síntomas
- Visión doble, visión reducida o capacidad limitada de mover los ojos
- Hinchazón grave alrededor de los ojos
- Dolor de cabeza cada vez más intenso junto con fiebre alta o incapacidad de inclinar la cabeza hacia adelante
Causas
Los científicos aún no entienden completamente qué causa los pólipos nasales, por qué algunas personas desarrollan inflamación a largo plazo o por qué la irritación y la hinchazón (inflamación) desencadenan la formación de pólipos en algunas personas y no en otras. La hinchazón ocurre en el recubrimiento que produce líquido (membrana mucosa) de la nariz y los senos paranasales.
Hay cierta evidencia de que las respuestas del sistema inmunitario y los marcadores químicos en las membranas mucosas de las personas que desarrollan pólipos son diferentes a los de las personas que no los desarrollan.
Los pólipos nasales pueden formarse a cualquier edad, pero son más frecuentes en jóvenes y adultos de mediana edad.
Los pólipos nasales pueden formarse en cualquier parte de los senos paranasales o de las fosas nasales, pero aparecen con mayor frecuencia en un área donde los senos paranasales cerca de los ojos, la nariz y los pómulos drenan a través de conductos sinuosos hacia la nariz.
Factores de riesgo
Cualquier afección que desencadene irritación e hinchazón (inflamación) a largo plazo en las fosas nasales o los senos paranasales, como infecciones o alergias, puede aumentar el riesgo de desarrollar pólipos nasales.
Las enfermedades a menudo asociadas con los pólipos nasales son las siguientes:
- Asma, una enfermedad que hace que las vías respiratorias se hinchen (inflamen) y se estrechen
- Sensibilidad a la aspirina
- Sinusitis micótica alérgica, una alergia a los hongos que se encuentran en el aire
- Fibrosis quística, un trastorno genético que produce fluidos anormalmente espesos y pegajosos en el cuerpo, incluida mucosidad espesa de los revestimientos nasales y sinusales
- Síndrome de Churg-Strauss (granulomatosis eosinofílica con poliangitis), una enfermedad poco frecuente que causa la inflamación de los vasos sanguíneos
- Deficiencia de vitamina D, que ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente vitamina D
También podrían contribuir los antecedentes familiares. Hay algunos testimonios de que ciertas variaciones genéticas asociadas con la función del sistema inmunitario lo hacen a uno más propenso a desarrollar pólipos nasales.
Complicaciones
Los pólipos nasales pueden causar complicaciones debido a que bloquean el flujo normal de aire y el drenaje de líquido, y también debido a la irritación e hinchazón (inflamación) a largo plazo que subyacen en su desarrollo.
Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:
- Apnea obstructiva del sueño. Esta es una afección potencialmente grave en la cual la respiración se detiene y reanuda con frecuencia durante el sueño.
- Brotes asmáticos. La sinusitis crónica puede empeorar el asma.
- Infecciones en los senos paranasales. Los pólipos nasales pueden hacer que seas más susceptible a las infecciones de los senos paranasales que se repiten con frecuencia.
Prevención
Las siguientes estrategias posiblemente te ayuden a reducir la probabilidad de desarrollar pólipos nasales o que se repitan después del tratamiento:
- Tratar las alergias y el asma. Sigue las recomendaciones de tratamiento que te dio médico. Si no logras un buen control de los síntomas, consulta con el médico la posibilidad de cambiar de plan de tratamiento.
- Evita los irritantes nasales. Siempre que sea posible, evita respirar sustancias del aire que puedan contribuir a la hinchazón o irritación de la nariz y los senos paranasales, por ejemplo, los alérgenos, el humo del tabaco, las emisiones de gases de productos químicos, el polvo y el escombro fino.
- Practica buenos hábitos de higiene. Lávate bien las manos y con frecuencia. Esta es una de las mejores formas de protegerte contra las infecciones bacterianas y virales que pueden causar la inflamación de las fosas nasales y senos paranasales.
- Humidifica tu hogar. El uso de un humidificador puede ayudar a humedecer las vías respiratorias, mejorar el flujo de mucosidad de los senos paranasales y evitar la obstrucción e inflamación. Limpia el humidificador diariamente para evitar el desarrollo de bacterias.
Utiliza un enjuague nasal. Usa un rociador o lavado nasal con agua salada (solución salina) para enjuagar las fosas nasales. Esto puede ser útil para mejorar el flujo de mucosidad y extraer los alérgenos y otros irritantes.
Puedes comprar rociadores con solución salina o equipos de venta libre para el lavado nasal con dispositivos, tales como un rinocornio o una botella exprimible, para realizar el enjuague.
Usa agua destilada, estéril, previamente hervida por un minuto y fría, o filtrada mediante un filtro con un tamaño de poro absoluto de 1 micrón o más pequeño para hacer la solución para la irrigación. Enjuaga el dispositivo de irrigación después de cada uso con agua destilada, estéril, previamente hervida o filtrada y déjalo abierto para que se seque al aire libre.