Diagnóstico
Si tu hijo padece criptorquidia, el médico podría recomendar una cirugía para el diagnóstico y posible tratamiento:
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Laparoscopia. Se inserta un pequeño tubo que contiene una cámara mediante una pequeña incisión en el abdomen del niño. La laparoscopia se realiza para ubicar un testículo ubicado dentro del abdomen.
Es posible que el médico pueda solucionar la criptorquidia en el mismo procedimiento, pero en algunos casos se necesita otra cirugía. De forma alternativa, en una laparoscopia se puede mostrar que no hay un testículo presente o se puede encontrar tejido testicular no funcional que luego se elimina.
- Cirugía abierta. En algunos casos se necesita una exploración directa del abdomen o la ingle mediante una incisión más grande.
Luego del parto, si el médico no puede encontrar los testículos en el escroto, es posible que pida más exámenes para determinar si los testículos no están presentes o no descendieron. Algunas afecciones que tienen como resultado la ausencia de testículos pueden provocar problemas médicos graves luego del parto si no se diagnostican ni se tratan.
Por lo general, no se recomiendan las pruebas por imágenes (como ecografías y resonancias magnéticas) para diagnosticar criptorquidia.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es mover el testículo que no descendió a su ubicación correcta en el escroto. El tratamiento antes del año de edad puede reducir el riesgo de complicaciones de la criptorquidia, por ejemplo esterilidad y cáncer de testículo. Cuanto antes se lleve a cabo la cirugía, mejores serán los resultados; asimismo, se recomienda realizarla antes de que el niño cumpla 18 meses.
Cirugía
La criptorquidia suele corregirse con una cirugía. El cirujano lleva con cuidado el testículo al escroto y lo cose en su lugar (orquidopexia). Este procedimiento se puede realizar con un laparoscopio o con cirugía abierta.
El momento en que tu hijo se someterá a la cirugía depende de muchos factores, como su salud y la dificultad del procedimiento. El cirujano probablemente recomendará llevar a cabo la cirugía cuando tu hijo tenga alrededor de 6 meses y antes de que cumpla 12 meses. Aparentemente, una cirugía temprana reduce el riesgo de complicaciones futuras.
En algunos casos, el testículo puede haberse desarrollado parcialmente, ser anómalo o tener tejido muerto. El cirujano retirará el tejido testicular.
Si tu hijo también tiene una hernia inguinal asociada con la criptorquidia, la hernia se trata durante la cirugía.
Luego de la cirugía, el cirujano supervisará el testículo para ver si continúa desarrollándose, funciona correctamente y permanece en su lugar. La supervisión puede incluir:
- Exámenes físicos
- Ecografías del escroto
- Análisis de los niveles de hormonas
Tratamiento con hormonas
El tratamiento con hormonas incluye la inyección de coriogonadotropina humana. Esta hormona puede provocar que el testículo del niño descienda al escroto. El tratamiento con hormonas no suele recomendarse debido a que es mucho menos eficaz que una cirugía.
Otros tratamientos
Si tu hijo no tiene uno o ambos testículos, porque le faltan o no resistieron una cirugía, puedes considerar las prótesis testiculares de solución salina para el escroto, que se pueden implantar durante el final de la niñez o la adolescencia. Estas prótesis le otorgan una apariencia normal al escroto.
Si tu hijo no tiene ninguno de los dos testículos sanos, su médico lo puede derivar a un especialista de hormonas (endocrinólogo) para hablar sobre tratamientos hormonales futuros que podrían ser necesarios para favorecer la pubertad y la madurez física.
Resultados
La orquidopexia, el procedimiento quirúrgico más frecuente para corregir un solo testículo no descendido, tiene una tasa de éxito del 100 por ciento. Tras la cirugía, la fecundidad de los hombres con un solo testículo no descendido es casi normal, pero baja al 65 por ciento en los hombres que tienen dos testículos no descendidos. Es posible que la cirugía disminuya el riesgo de cáncer testicular, pero no lo elimina.
Estilo de vida y remedios caseros
Incluso luego de una cirugía correctiva, es importante comprobar el estado de los testículos para asegurarte de que se desarrollen de forma normal. Puedes ayudar a tu hijo siguiendo el desarrollo de su cuerpo. Verifica la posición de los testículos de forma regular durante el cambio de pañales y los baños.
Si tu hijo alcanzará a la pubertad pronto y le hablas sobre qué cambios físicos debe esperar, explícale cómo puede examinar sus testículos él mismo. La autoexploración de los testículos es una habilidad importante para detectar posibles tumores en una etapa temprana.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Si a tu hijo le falta uno o ambos testículos, es posible que le preocupe su apariencia. Es posible que sienta ansiedad por tener un aspecto diferente al de sus amigos o compañeros de clase, en particular si debe desvestirse delante de otros niños en un vestuario. Las siguientes estrategias pueden ayudarlo a enfrentar el problema:
- Enseña a tu hijo las palabras correctas que debe usar para hablar sobre el escroto y los testículos.
- Explica que por lo general hay dos testículos en el escroto. Si le falta uno o ambos testículos, explícale qué significa eso y que sigue siendo un niño saludable.
- Recuérdale que no está enfermo ni corre riesgo de enfermarse.
- Analiza con él si una prótesis testicular podría ser una buena opción.
- Ayúdalo a practicar una respuesta en caso de que lo molesten o le pregunten sobre su afección.
- Cómprale bóxers y trajes de baño holgados para que su afección pase desapercibida cuando se cambia la ropa y practica deportes.
- Presta atención a cualquier signo de preocupación o vergüenza, por ejemplo no participar en deportes que normalmente le gustan.
Preparación para la consulta
La criptorquidia suele detectarse en el nacimiento. El médico de cabecera o pediatra continuará supervisando la afección mediante exámenes periódicos, o por medio de visitas de rutina para el bebé en el caso de los lactantes.
Como preparación para la consulta, haz una lista con preguntas para analizar con el médico. Las preguntas que podrías realizar incluyen:
- ¿Con qué frecuencia debo programar las consultas?
- ¿De qué modo puedo examinar de forma segura el escroto en mi hogar para controlar cualquier cambio en el testículo que no descendió?
- ¿Cuándo se recomienda consultar a un especialista?
- ¿Qué tipos de pruebas deberá realizarse mi hijo?
- ¿Qué opciones de tratamiento se recomiendan?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer preguntas adicionales durante tu consulta.
Qué esperar del médico
El médico examinará la ingle del niño. Si un testículo no está en el escroto, intentará localizarlo presionando ligeramente sobre la piel. El médico podría usar un lubricante o un jabón templado, con espuma, para hacer el examen.
Si el médico siente que el testículo está en alguna parte del canal inguinal, intentará moverlo con cuidado hacia el escroto. Si se mueve solo parcialmente hacia el escroto, si el movimiento parece causar dolor o molestias, o si el testículo regresa de inmediato a su lugar original, podría ser un testículo no descendido. Si el testículo puede moverse con relativa facilidad hacia el escroto y queda en ese lugar durante un tiempo, lo más probable es que se trate de un testículo retráctil.
Si el testículo de tu hijo no ha descendido o no se puede ubicar para cuando el niño tiene alrededor de 6 meses, el médico te derivará a un especialista en trastornos genitales y de las vías urinarias (urólogo pediátrico) o a un cirujano pediátrico para que lo siga examinando.