Diagnóstico
El dentista o el cirujano oral puede examinar las muelas y la boca para determinar si tienes muelas de juicio retenidas o si otra enfermedad es la causa del problema. Por lo general, dichas evaluaciones comprenden las siguientes:
- Preguntas sobre los síntomas dentales y la salud en general
- Un examen del estado de los dientes y las encías
- Radiografías dentales que pueden manifestar la presencia de muelas retenidas, así como signos de lesiones en los dientes o en el hueso
Tratamiento
Si las muelas del juicio retenidas probablemente sean difíciles de tratar o si tienes enfermedades que puedan aumentar los riesgos quirúrgicos, es posible que el dentista te pida que veas a un cirujano oral para discutir sobre la mejor forma de proceder.
Tratamiento de las muelas del juicio asintomáticas
Si las muelas del juicio retenidas no producen síntomas ni problemas dentales aparentes, se las llama «asintomáticas». Existe cierto desacuerdo en la comunidad dental acerca de cómo tratar las muelas del juicio retenidas asintomáticas. La investigación sobre este tema no favorece firmemente una estrategia sobre la otra.
Algunos dentistas y cirujanos orales recomiendan extraer las muelas de juicio asintomáticas para prevenir futuros problemas potenciales. Ellos argumentan los siguiente:
- Las muelas del juicio que no tienen síntomas pueden no estar sanas.
- Si no hay suficiente espacio para que las muelas salgan, resulta muy difícil llegar a ellas para hacer una limpieza adecuada.
- Las complicaciones graves con las muelas del juicio son menos frecuentes en los adultos jóvenes.
- El procedimiento es más difícil y es más probable que cause complicaciones más tarde en la vida, en particular, entre los adultos mayores.
Otros dentistas y cirujanos orales recomiendan un enfoque más conservador. Ellos señalan los siguiente:
- No hay suficientes pruebas para sugerir que las muelas del juicio retenidas que no causan problemas en la edad adulta joven causarán problemas más adelante.
- El gasto y los riesgos del procedimiento no justifican el beneficio esperado.
Con un enfoque conservador, el dentista controlará las muelas para ver si tienen caries, si hay enfermedad en las encías u otras complicaciones. Es posible que el médico te recomiende la extracción de la muela si surgen problemas.
Extirpación quirúrgica
Las muelas del juicio retenidas que causan dolor u otros problemas dentales suelen retirarse (extraerse) quirúrgicamente. Por lo general, la extracción de una muela del juicio es necesaria por lo siguiente:
- Infección o enfermedad de las encías (periodontitis), que afecta a las muelas del juicio
- Caries dental en las muelas del juicio que salieron en forma parcial
- Quistes o tumores que afectan a las muelas del juicio
- Muelas del juicio que están causando lesiones a los dientes cercanos
La extracción casi siempre se hace como un procedimiento ambulatorio, por lo que volverás a casa el mismo día. El proceso comprende lo siguiente:
- Sedación o anestesia. Puedes tener anestesia local, que adormece la boca; anestesia de sedación, que debilita el conocimiento; o anestesia general, que te hace perder el conocimiento.
- Extracción dental. Durante una extracción, el dentista o el cirujano oral hace una incisión en las encías y extrae cualquier hueso que bloquee el acceso a la raíz de la muela retenida. Después de extraer la muela, el dentista o el cirujano oral, por lo general, sutura la herida con puntos y llena el espacio vacío (cavidad) con gasa.
Las extracciones de muelas de juicio pueden causar dolor y sangrado, también inflamación en el lugar o en la mandíbula. Temporalmente, algunas personas tienen problemas para abrir grande la boca debido a la inflamación de los músculos mandibulares. Recibirás instrucciones para el cuidado de las heridas y para controlar el dolor y la inflamación, como tomar analgésicos y usar compresas frías para reducir la inflamación.
Con mucha menos frecuencia, algunas personas pueden experimentar lo siguiente:
- Alveolitis seca dolorosa o exposición del hueso si se pierde el coágulo de sangre postquirúrgico de la cavidad
- Infección del alvéolo causada por bacterias o partículas de alimentos atrapadas
- Lesiones en los dientes cercanos, los nervios, el maxilar o en los senos paranasales
Estrategias de afrontamiento y apoyo
La idea de que te extraigan un diente puede ser abrumadora, pero retrasar la atención médica puede generar problemas graves y permanentes. Es importante hablar con el dentista sobre tus preocupaciones. La ansiedad es frecuente y no hay nada de qué avergonzarse. Pídele sugerencias al dentista sobre cómo afrontar la ansiedad y la incomodidad.
Muchos dentistas ofrecen opciones para aliviar la ansiedad, como escuchar música o ver videos. Puedes traer contigo a un miembro de la familia o a un amigo para que te apoyen. También puedes aprender técnicas de relajación, como la respiración profunda y la visualización guiada. Si padeces ansiedad intensa, habla con el dentista o cirujano oral acerca de los medicamentos o técnicas sedativas que te pueden ayudar.
Preparación para la consulta
Si presentas síntomas u otros problemas dentales que puedan indicar que tienes una muela de juicio retenida, consulta al dentista lo antes posible.
Es probable que el dentista te haga las siguientes preguntas:
- ¿Qué síntomas tienes?
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Hay algo que empeore los síntomas, como masticar con la parte posterior de la boca?
- ¿Notaste algún sangrado mientras te cepillas o usas el hilo dental?
- ¿Cuáles son tus hábitos de limpieza bucal?