Diagnóstico
El diagnóstico implica los pasos que sigue el profesional de atención médica para descubrir si tu hijo tiene reflujo vesicoureteral. Un análisis de orina puede revelar si tu hijo tiene una infección de las vías urinarias. Pueden ser necesarias otras pruebas, como las siguientes:
- Ecografía de riñón y de vejiga. Esta prueba por imágenes utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para producir imágenes del riñón y de la vejiga. La ecografía puede mostrar si hay partes de aspecto irregular en estos órganos. Es la misma prueba que se utiliza durante el embarazo para seguir el desarrollo del bebé. También puede revelar si el bebé tiene inflamados los riñones. Ese podría ser un síntoma de reflujo vesicoureteral primario.
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Radiografía especializada del sistema urinario. Esta prueba se llama uretrocistografía miccional. Requiere radiografías de la vejiga cuando está llena y mientras se vacía para detectar problemas de salud. Durante la prueba, el niño se recuesta boca arriba en una camilla para radiografía. Un profesional de atención médica introduce un catéter delgado y flexible a través de la uretra hasta la vejiga. Se inyecta una sustancia de contraste en la vejiga a través del catéter. Luego, se realiza una radiografía de la vejiga.
A continuación, se extrae el catéter para que el niño pueda orinar. Se toman más radiografías de la vejiga y la uretra durante la micción. De este modo, el profesional de atención médica puede ver si las vías urinarias funcionan correctamente. Lo más probable es que la prueba no sea dolorosa. Pero el profesional de atención médica podría administrarle al niño un sedante primero. Los riesgos de esta prueba incluyen molestia por el catéter o por tener llena la vejiga. La prueba puede aumentar el riesgo para una nueva infección de las vías urinarias. También podría exponer a tu hijo a una pequeña cantidad de radiación.
- Examen de radiología nuclear. En esta prueba se utiliza un marcador radioactivo llamado radioisótopo. El escáner detecta el marcador radioactivo y muestra si las vías urinarias funcionan correctamente. Los riesgos incluyen molestia por el catéter y molestia durante la micción. La prueba implica menos exposición a la radiación que una uretrocistografía miccional.
Es aconsejable que la prueba se realice en un centro con mucha experiencia en el uso de catéteres. Si tu bebé o niño pequeño necesitan una uretrocistografía miccional, elige un centro que sepa cómo minimizar la exposición a la radiación.
Cómo se califica el trastorno
Después de las pruebas, los profesionales de atención médica determinan el grado del reflujo. En los casos de reflujo más leves, la orina regresa solo al uréter. Esto se llama grado 1. Los casos más graves de reflujo comprenden hinchazón del riñón (hidronefrosis) y retorcimiento del uréter. Esto se conoce como grado 5.
Tratamiento
Las opciones de tratamiento del reflujo vesicoureteral dependen de la gravedad de la afección. Algunos niños con reflujo vesicoureteral primario leve pueden superarlo solos a medida que crecen. En esta situación, el profesional de atención médica podría recomendar esperar para ver qué pasa.
En el caso de un reflujo vesicoureteral más grave, las opciones de tratamiento incluyen medicamentos o cirugía.
Medicamentos
Las infecciones de las vías urinarias se deben tratar rápidamente con antibióticos. Estos medicamentos ayudan a evitar que los microbios que causan la infección lleguen a los riñones. Para prevenir las infecciones de las vías urinarias, los profesionales de atención médica también pueden recetar antibióticos en una dosis menor que para tratarlas.
Es necesario controlar a un niño que esté recibiendo tratamiento con un medicamento hasta que este finalice. Esto incluye exámenes físicos regulares y análisis de orina para detectar una infección de las vías urinarias que se haya producido a pesar del tratamiento con antibióticos. Estas se conocen como infección posvacunación. También es posible que se realicen exploraciones ocasionales de la vejiga y los riñones de tu hijo para verificar si superó por sí solo el reflujo vesicoureteral al crecer.
Cirugía
Si el reflujo vesicoureteral no mejora con medicamentos, es posible que se requiera una cirugía. Por ejemplo, podría ser una opción de tratamiento si tu hijo sigue teniendo infecciones de las vías urinarias con fiebre. Una fuga en la válvula ubicada entre la vejiga y cada uréter afectado se puede solucionar con una cirugía. Una afección en la válvula impide que se cierre y que la orina fluya hacia atrás.
Hay varias formas de llevar a cabo la cirugía. Todos los métodos suelen requerir el uso de anestesia general. Este medicamento hace que el niño se adormezca y no sienta dolor durante la cirugía. Métodos para la cirugía:
- Cirugía abierta. Este es el tipo más común de cirugía para reparar la válvula ubicada entre un uréter afectado y la vejiga. El cirujano repara la válvula a través de un corte, o incisión, en la parte inferior del abdomen. Luego, es probable que tu hijo deba recuperarse en el hospital por unos días. Durante este tiempo, se deja un catéter para drenar la vejiga. El reflujo vesicoureteral podría persistir en una pequeña cantidad de niños después de la cirugía. Pero, a menudo, el reflujo mejora sin necesidad de más tratamiento.
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Cirugía laparoscópica asistida por robot. Esta cirugía consiste en reparar la válvula ubicada entre el uréter y la vejiga. Pero se realiza a través de pequeñas incisiones. El cirujano usa una computadora para controlar brazos robóticos equipados con una cámara e instrumentos quirúrgicos. Gracias a estos brazos, el cirujano puede operar con movimientos precisos. La cirugía laparoscópica asistida por robot puede irritar la vejiga menos que una cirugía abierta. Además, las cicatrices de las incisiones son menos visibles una vez que se curan.
Sin embargo, la cirugía laparoscópica asistida por robot puede no tener un porcentaje de éxito tan alto como la cirugía abierta. También está asociada a una tasa más alta de complicaciones que la cirugía abierta, por ejemplo, incontinencia urinaria.
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Cirugía endoscópica. En esta cirugía, el médico introduce un conducto con luz llamado cistoscopio a través de la uretra. Esto permite al cirujano ver el interior de la vejiga. Luego, inyecta un gel especial alrededor de la abertura del uréter afectado. El gel forma una protuberancia que puede ayudar a fortalecer la capacidad de la válvula de cerrarse correctamente.
Este método no implica realizar incisiones en la piel. Por eso, se lo suele llamar cirugía de invasión mínima. La cirugía endoscópica conlleva menos riesgos que la abierta. Asimismo, los niños que se someten a una cirugía endoscópica a menudo pueden volver a casa el mismo día. Esto se conoce como cirugía ambulatoria. No obstante, la cirugía endoscópica puede no ser tan eficaz como la abierta.
En raras ocasiones, algunos niños con reflujo vesicoureteral grave requieren una cirugía para extirpar el riñón afectado o parte de este. Esta cirugía se conoce como nefrectomía. La nefrectomía se puede realizar, por ejemplo, si un riñón está gravemente infectado y no funciona de manera correcta.
El tratamiento del reflujo vesicoureteral en Mayo Clinic tiene un enfoque único en cuanto a la atención médica. No todo el reflujo es lo mismo. Los urólogos pediátricos de Mayo Clinic analizan los antecedentes médicos y hacen un examen exhaustivo para adaptarse a cada niño y su familia.
Las afecciones del intestino y la vejiga pueden tener un impacto significativo en algunos niños con infecciones recurrentes de las vías urinarias, con o sin reflujo. Por eso, Mayo Clinic tiene un programa de biorretroalimentación y rehabilitación del suelo pélvico de última generación para ayudar a curar estas afecciones.
Cuando se requiere una cirugía, el equipo de atención médica de Mayo Clinic implementa un plan quirúrgico diseñado para lograr los mejores resultados con el método menos invasivo posible. Los médicos de Mayo Clinic son innovadores del procedimiento de cirugía endoscópica con incisión oculta. Las incisiones que se usan en esta cirugía no son invisibles cuando el niño usa un traje de baño.
Estilo de vida y remedios caseros
El estilo de vida y los remedios caseros pueden ayudar a aliviar los síntomas de infección de las vías urinarias. Estas infecciones son comunes en casos de reflujo vesicoureteral y pueden ser dolorosas. Sin embargo, puedes tomar las siguientes medidas para aliviar el malestar de tu hijo hasta que los antibióticos curen la infección:
- Haz que tu hijo beba líquidos, en especial agua. Beber agua diluye la orina y puede ayudar a eliminar los microbios.
- Proporciona una almohadilla térmica o una manta o toalla calientes. El calor puede ayudar a minimizar la sensación de presión o dolor. Si no tienes una almohadilla térmica, calienta una toalla o manta en la secadora durante unos minutos. Asegúrate de que esté tibia, no caliente. Luego, apóyala sobre el área del estómago de tu hijo.
Si la disfunción vesical e intestinal contribuye al reflujo vesicoureteral de tu hijo, promueve hábitos saludables para ir al baño. Alienta a tu hijo a que vaya al baño con regularidad. Por ejemplo, vaciar la vejiga cada 2 a 3 horas mientras está despierto puede ser útil. También trata de evitar el estreñimiento. Haz que tu hijo beba mucha agua y siga una dieta alta en fibra. En caso de estreñimiento, habla con el profesional de atención médica del niño sobre sus opciones de tratamiento. Un medicamento llamado laxante podría ser una buena opción. El laxante ablanda las heces o fomenta el movimiento de los intestinos.
Preparación para la consulta
Los profesionales de atención médica generalmente descubren el reflujo vesicoureteral al realizar pruebas de seguimiento cuando un bebé o un niño pequeño tienen una infección de las vías urinarias. Llama al profesional de atención médica si el niño tiene síntomas como fiebre prolongada o dolor o ardor durante la micción.
Es posible que lo remitan a un urólogo, que es quien diagnostica y trata las afecciones de las vías urinarias. También es posible que lo remitan a un nefrólogo, que es quien diagnostica y trata afecciones de los riñones.
La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué esperar del profesional de atención médica de tu hijo.
Qué puedes hacer
Antes de la cita, tómate un tiempo para anotar información clave, por ejemplo:
- Los síntomas que tuvo tu hijo y su duración.
- Información acerca de los antecedentes médicos de tu hijo, incluidos otros problemas de salud recientes.
- Detalles sobre los antecedentes médicos de tu familia, como si alguno de los familiares de primer grado de tu hijo (padre, madre o hermanos) tuvo reflujo vesicoureteral.
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que toma tu hijo, incluidas las dosis.
- Preguntas para hacerle al profesional de atención médica de tu hijo.
Preguntas básicas para hacerle al profesional de atención médica de tu hijo en caso de reflujo vesicoureteral:
- ¿Cuál es la causa más probable de los síntomas de mi hijo? ¿Hay otras posibles causas, como una infección de vejiga o de riñón?
- ¿Qué tipos de pruebas deben hacerle a mi hijo?
- ¿Es probable que la afección de mi hijo mejore sin tratamiento? O, si recomienda un tratamiento determinado, ¿cuáles son sus riesgos y beneficios?
- ¿Mi hijo corre riesgo de sufrir complicaciones con esta afección? En ese caso, ¿cómo controlará la salud de mi hijo con el tiempo?
- ¿Qué medidas puedo tomar para reducir el riesgo que corre mi hijo de sufrir infecciones de las vías urinarias?
- ¿Mis otros hijos corren mayor riesgo de sufrir reflujo vesicoureteral?
- ¿Recomienda que mi hijo consulte a un especialista?
No dudes en hacer otras preguntas que te surjan durante la cita. En general, no hay una certeza absoluta sobre cuál es la mejor opción de tratamiento para el reflujo vesicoureteral. A fin de elegir un tratamiento que parezca adecuado para ti y para tu hijo, es importante que entiendas la afección de tu hijo. Asegúrate de preguntar al profesional de atención médica sobre los beneficios y riesgos de cada tratamiento disponible.
Qué esperar del médico
El profesional de atención médica de tu hijo le realizará un examen físico. Es probable que el profesional de atención médica te haga preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste por primera vez los síntomas de tu hijo?
- ¿Están los síntomas presentes todo el tiempo o aparecen y desaparecen?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas de tu hijo?
- ¿Hay algo que parezca mejorar estos síntomas? ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
- ¿Hay alguien en tu familia con antecedentes médicos de reflujo vesicoureteral?
- ¿Tu hijo tuvo algún problema de crecimiento?
- ¿Qué tipos de antibióticos recibió tu hijo para otras infecciones, por ejemplo, para infecciones en los oídos?
Prepárate para contestar estas preguntas. Tendrás más tiempo para dedicar a los puntos que consideres más relevantes.
Feb. 05, 2025