Elegibilidad

Las personas con enfermedad renal crónica avanzada y aquellas tratadas con diálisis podrían recibir un trasplante de riñón. El equipo del trasplante de Mayo Clinic te puede evaluar para determinar si el trasplante de riñón es seguro y beneficioso para ti.

La evaluación integral incluye análisis de sangre, estudios de diagnóstico por imágenes y otros exámenes. Los médicos te revisarán para detectar otras afecciones graves, como infecciones crónicas, cáncer y enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, es decir, enfermedades cardiovasculares.

Esto puede requerir varios días o más tiempo. Para estas citas, no es necesario que estés hospitalizado. Después de los análisis y las citas, el equipo del trasplante revisa los resultados y habla contigo acerca de ellos. Luego, el equipo se reúne para determinar si el trasplante de riñón podría ser una buena opción para ti.

La mayoría de las personas evaluadas son elegibles para un trasplante de riñón. Si decides someterte a un trasplante, los médicos y el equipo del trasplante trabajan contigo para fomentar tu bienestar, reducir los riesgos y mejorar los resultados después del trasplante de riñón. Un miembro del equipo de atención médica habla contigo sobre la importancia de tomar los medicamentos para evitar que el cuerpo rechace el nuevo riñón. Estos medicamentos se llaman inmunosupresores o medicamentos antirrechazo.

El trasplante de riñón es un tratamiento para la enfermedad renal crónica, también llamada insuficiencia renal crónica. No es una cura. Algunos tipos de enfermedad renal reaparecen después de un trasplante. El objetivo de un trasplante con éxito es ayudarte a sentirte mejor, vivir más tiempo, ser más activo y disfrutar más la vida.

Criterios de elegibilidad

Entre los criterios específicos de elegibilidad que una persona debe cumplir a fin de que la consideren para un trasplante de riñón en Mayo Clinic se incluyen los siguientes:

  • Función renal muy baja, según lo medido por la tasa de filtración glomerular. Para calificar, tu tasa de filtración glomerular debe estar en 0,68 onzas líquidas por minuto (20 ml/min) o menos, aproximadamente. Si tienes una función renal más alta, con una tasa de filtración glomerular de hasta 0,85 onzas líquidas por minuto (25 ml/min), aún puedes calificar si cumples con lo siguiente:
    • La afección empeora rápido, es decir, con un deterioro de la tasa de filtración glomerular de, al menos, 0,34 onzas líquidas por minuto (10 ml/min) al año.
    • Eres candidato para un trasplante con donante vivo.
  • Recibes diálisis crónica por una enfermedad renal en etapa terminal.

Criterios de exclusión

Cumplir con los criterios de elegibilidad no significa necesariamente que seas candidato para un trasplante de riñón. También existen criterios de exclusión específicos que se deben abordar antes de un trasplante de riñón. Algunos de los criterios de exclusión son los siguientes:

  • Tener un cáncer que, probablemente, empeore después de un trasplante.
  • Tener una enfermedad infecciosa grave.
  • No poder tolerar con seguridad los medicamentos inmunosupresores.
  • La imposibilidad de realizar el trasplante de riñón con éxito por razones quirúrgicas.
  • Una enfermedad cardiopulmonar, que es una enfermedad grave del pulmón y el corazón.
  • Hipertensión pulmonar grave, que es un tipo de presión arterial muy alta que afecta las arterias de los pulmones y el lado derecho del corazón. Los especialistas miden la presión arterial en la cavidad superior derecha del corazón en milímetros de mercurio (mm Hg). Una presión sistólica del ventrículo derecho superior a 50 mm Hg descalifica para un trasplante de riñón.
  • Dependencia a largo plazo de oxígeno suplementario.
  • Comorbilidades, es decir, otros problemas de salud, que reducirían significativamente el beneficio del trasplante, incluidas la supervivencia del paciente y la función continua del riñón implantado.
  • Una expectativa de vida de menos de cinco años, incluso con un trasplante de riñón con éxito.
  • Obesidad extrema, con un índice de masa corporal (IMC) superior a 45.
  • Incapacidad para cumplir con el manejo relacionado con el trasplante y la atención médica de seguimiento.
  • No contar con un sistema de apoyo social para ayudar con el trasplante y la recuperación.
  • Uso continuo y riesgoso de drogas o alcohol.
  • Una afección grave de salud mental que pueda interferir en los tratamientos y planes de cuidado posteriores al trasplante.
  • Falta de cobertura de seguro o no poder pagar por los gastos del trasplante y el cuidado posterior.
  • Decidir no hacerse el trasplante.
  • La enfermedad que afecta los riñones aún no es lo suficientemente grave para requerir un trasplante.
Nov. 08, 2025