Descripción general
La enfermedad renal en etapa final, también denominada enfermedad de los riñones en etapa final, se presenta cuando la enfermedad renal crónica (la pérdida gradual de la función renal) alcanza un estado avanzado. En la enfermedad renal en etapa final, los riñones ya no pueden funcionar como deberían para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, lo que luego se excreta en la orina. Cuando los riñones pierden su capacidad de filtrado, se pueden acumular niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y desechos en el cuerpo.
Si tienes una enfermedad renal en etapa final, necesitas diálisis o un trasplante renal para poder vivir. También puedes optar por no someterte a la diálisis ni al trasplante y recibir atención farmacológica para controlar los síntomas con el objetivo de lograr la mejor calidad de vida posible por el tiempo que vivas.
Cómo funcionan los riñones
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Síntomas
En el inicio de la enfermedad renal crónica, es posible que no tengas signos ni síntomas. A medida que la enfermedad renal crónica avanza hasta su etapa terminal, los signos y síntomas pueden incluir los siguientes:
- Náuseas
- Vómitos
- Pérdida de apetito
- Fatiga y debilidad
- Problemas de sueño
- Cambio en la cantidad de orina
- Disminución de la agudeza mental
- Sacudidas y calambres musculares
- Hinchazón de pies y tobillos
- Picazón constante
- Dolor en el pecho, si se acumula líquido en el revestimiento del corazón
- Falta de aire, si se acumula líquido en los pulmones
- Presión arterial alta (hipertensión) que es difícil de controlar
Los signos y síntomas de la enfermedad renal a menudo no son específicos, lo que significa que también pueden ser causados por otras enfermedades. Debido a que tus riñones son sumamente adaptables y pueden compensar la pérdida de función, los signos y síntomas pueden aparecer recién cuando se ha producido el daño irreversible.
Cuándo debes consultar con un médico
Solicita una consulta con tu médico si tienes algún signo o síntoma de enfermedad renal.
Si tienes una afección que aumenta tu riesgo de enfermedad renal, es probable que el médico controle tu presión arterial y función renal por medio de análisis de sangre y orina durante las visitas periódicas al consultorio. Consulta al médico si estas pruebas son necesarias en tu caso.
Causas
Riñón normal en comparación con un riñón enfermo
Riñón normal en comparación con un riñón enfermo
Un riñón normal contiene alrededor de 1 millón de unidades de filtración. Cada unidad, llamada glomérulo, se comunica con un túbulo, que recoge la orina. Las enfermedades como la presión arterial alta y la diabetes afectan la función renal ya que dañan estas unidades de filtración y túbulos recolectores y producen cicatrices.
Riñón poliquístico
Riñón poliquístico
Un riñón sano (izquierda) elimina residuos de la sangre y mantiene el equilibrio químico normal del cuerpo. Con la enfermedad renal poliquística (derecha), se desarrollan sacos llenos de líquido llamados quistes en los riñones, lo que hace que crezcan y pierdan progresivamente su capacidad para funcionar normalmente.
La enfermedad renal ocurre cuando una enfermedad o afección deteriora la función renal, causando daños en el riñón para empeorar durante varios meses o años.
Las enfermedades y afecciones que pueden conducir a la enfermedad renal incluyen:
- Diabetes tipo 1 o 2
- Presión arterial alta
- Glomerulonefritis, una inflamación de las unidades de filtración de los riñones (glomérulos)
- Nefritis intersticial, una inflamación de los túbulos del riñón y de las estructuras circundantes
- Enfermedad renal poliquística
- Obstrucción prolongada de las vías urinarias, por afecciones como la próstata dilatada, cálculos renales y algunos tipos de cáncer
- Reflujo vesicoureteral, una afección que hace que la orina retorne a los riñones
- Infección renal recurrente, también llamada pielonefritis
Factores de riesgo
Algunos factores aumentan el riesgo de que la enfermedad renal crónica avance más rápidamente a la enfermedad renal en estadio terminal, por ejemplo, los siguientes:
- Diabetes con poco control de la glucemia
- Enfermedad renal que afecta los glomérulos, las estructuras de los riñones que filtran los residuos de la sangre
- Enfermedad renal poliquística
- Enfermedad renal después de un trasplante renal
- Presión arterial alta
- Consumo de tabaco
- Origen afroamericano
- Sexo masculino
- Edad adulta avanzada
- Nivel bajo de función renal cuando tu médico comienza a medir por primera vez la función renal
Complicaciones
Daño renal, una vez que se produce, no se puede revertir. Las posibles complicaciones pueden afectar a cualquier parte del cuerpo y pueden incluir:
- Retención de líquidos, que produce hinchazón de brazos y piernas, presión arterial alta o líquido en los pulmones (edema pulmonar)
- Un aumento repentino de los niveles de potasio en la sangre (hiperpotasiemia) que puede deteriorar el funcionamiento del corazón y puede ser potencialmente mortal
- Enfermedad cardíaca y de los vasos sanguíneos (cardiovascular)
- Huesos débiles e incremento del riesgo de fracturas
- Anemia
- Disminución del deseo sexual, disfunción eréctil o fecundidad reducida
- Daño al sistema nervioso central que puede producir dificultad para la concentración, cambios en la personalidad o convulsiones
- Disminución de la respuesta inmune que te hace más vulnerable a la infección
- Pericarditis, una inflamación de la membrana con forma de saco que envuelve a tu corazón (pericardio)
- Las complicaciones en el embarazo pueden implicar riesgos para la madre y el feto en desarrollo
- El daño irreversible en tus riñones (enfermedad renal terminal), finalmente requiere tanto diálisis como un trasplante de riñón para poder sobrevivir
Prevención
Si tienes enfermedad renal, quizás puedas retrasar su evolución si haces cambios saludables en tu estilo de vida:
- Si lo necesitas, pierde peso
- Mantente activo la mayoría de los días
- Consume alimentos nutritivos, equilibrados y con bajo contenido de sodio
- Contrólate la presión arterial
- Toma los medicamentos según lo recetado
- Contrólate el colesterol todos los años
- Contrólate la glucemia
- No fumes ni utilices productos de tabaco
- Hazte controles regulares
Aug. 17, 2019