Tratamiento
La diarrea del viajero puede mejorar sin ningún tratamiento. Pero, mientras esperas, es importante que te mantengas hidratado con líquidos seguros, como agua embotellada o agua con electrolitos, como una solución de rehidratación oral (ver abajo). Si no pareces mejorar rápidamente, hay varios medicamentos disponibles para ayudar a aliviar los síntomas.
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Agentes antimotilidad. Estos medicamentos, que incluyen loperamida y medicamentos que contienen difenoxilato, proporcionan un alivio rápido pero temporal al reducir los espasmos musculares en el tracto gastrointestinal, disminuir el tiempo de tránsito a través del sistema digestivo y permitir más tiempo para la absorción.
Los medicamentos antimotilidad no se recomiendan para niños pequeños o personas con fiebre o diarrea con sangre, ya que pueden retrasar la eliminación de los organismos infecciosos y empeorar la enfermedad.
Además, si tienes dolor abdominal o los signos y síntomas empeoran y la diarrea continúa luego de 48 horas de utilizar agentes antimotilidad, deja de consumirlos. En esos casos, consulta a un médico. Es posible que necesites hacerte análisis de sangre o de heces y un tratamiento con antibióticos.
- Subsalicilato de bismuto. Este medicamento de venta libre puede disminuir la frecuencia de las deposiciones y reducir la duración de la enfermedad. Sin embargo, no se recomienda para niños, mujeres embarazadas o personas alérgicas a la aspirina.
- Antibióticos. Un médico puede recetarte un ciclo de antibióticos si tienes más de cuatro episodios de diarrea al día o síntomas graves, entre ellos fiebre o presencia de sangre, pus o mucosidad en las heces.
Antes de salir de viaje, habla con tu médico sobre la posibilidad de llevar contigo una receta en caso de que tengas un episodio grave de diarrea del viajero.
Cómo evitar la deshidratación
La deshidratación es la complicación más probable de la diarrea del viajero, por lo que es importante que trates de mantenerte bien hidratado.
Una solución con sales de rehidratación oral es la mejor forma de reemplazar los fluidos perdidos. Estas soluciones contienen agua y sales en cantidades específicas para reponer tanto los líquidos como los electrolitos. Además, contienen glucosa para incrementar la absorción en el conducto intestinal.
Los productos de rehidratación oral embotellados se encuentran disponibles en farmacias en áreas desarrolladas y muchas farmacias tienen sus propias marcas. Puedes encontrar paquetes de sales de rehidratación oral en polvo, etiquetados como Organización Mundial de la Salud (OMS)-ORS, en tiendas, farmacias y agencias de salud en la mayoría de los países. Reconstituye el polvo en agua embotellada o hervida de acuerdo con las indicaciones del paquete.
Si estos productos no están disponibles, puedes preparar tu propia solución de rehidratación de emergencia mezclando lo siguiente:
- 3/4 cucharadita de sal de mesa
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 litro de agua hervida o embotellada no contaminada
- Polvo saborizante sin azúcar, como Crystal Light (opcional)
Tú o tu hijo pueden beber esta solución en pequeñas cantidades a lo largo del día como complemento de alimentos sólidos o fórmula, mientras la deshidratación persista. Tomar cantidades pequeñas reduce el riesgo de vómitos. Los lactantes también pueden beber esta solución, pero deben continuar amamantándose siempre que lo pidan.
Si los síntomas de deshidratación, como sequedad bucal, sed intensa, poca o ninguna emisión de orina o debilidad extrema, no mejoran, busca atención médica de inmediato. Las soluciones de rehidratación oral están pensadas solo para usos urgentes a corto plazo.
Estilo de vida y remedios caseros
Si tienes diarrea del viajero, evita la cafeína, el alcohol y los lácteos, que pueden empeorar los síntomas o aumentar la pérdida de fluidos. Sin embargo, continúa bebiendo líquidos.
Bebe jugos de fruta envasados, té liviano, caldo de sopa, gaseosas descafeinadas o bebidas deportivas para reemplazar los fluidos y minerales perdidos. Además, a medida que mejore la diarrea, prueba con una dieta de hidratos de carbono complejos fáciles de comer, como galletas saladas, cereales, plátanos, puré de manzana, tostadas o pan, arroz, papas y fideos blancos.
Puedes regresar a tu dieta normal a medida que sientas que puedes tolerarla. Incorpora con precaución productos lácteos, bebidas con cafeína y alimentos ricos en fibra.
Preparación para la consulta
Llama al médico si la diarrea es grave, dura más de unos pocos días o tiene sangre. Si estás viajando, llama a una embajada o consulado para que te ayuden a localizar un médico. Otras señales de que debes buscar atención médica incluyen lo siguiente:
- Fiebre de 102 °F (39 °C) o más alta
- Vómitos constantes
- Signos de deshidratación grave, incluidos resequedad en la boca, calambres musculares, menor producción de orina, mareos o fatiga
Si tienes diarrea y acabas de regresar de un viaje al extranjero, comparte la información del viaje con el médico cuando lo llames para programar una cita médica.
La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué esperar del médico.
Información a recopilar con anticipación
- Instrucciones previas a la consulta. Al momento de programar la consulta, pregunta si hay pasos de cuidado personal inmediatos que puedas seguir para recuperarte de manera más rápida.
- Antecedentes de los síntomas. Anota los síntomas que hayas experimentado y su duración.
- Historia clínica. Haz una lista con tu información médica importante, como otras enfermedades para las cuales estés recibiendo tratamiento y cualquier medicamento, vitamina o suplemento que estés tomando.
- Preguntas para hacerle al médico. Anota una lista de preguntas con anticipación para que puedas aprovechar al máximo tu tiempo con el médico.
La lista a continuación sugiere preguntas sobre la diarrea del viajero para hacerle a tu médico.
- ¿Cuál es la causa de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
- ¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?
- ¿Hay posibles efectos secundarios de los medicamentos que voy a tomar?
- ¿Afectará la diarrea o su tratamiento a las otras afecciones que tengo? ¿Cómo puedo controlarlos de manera conjunta?
- ¿Cuál es la forma más segura de rehidratarme?
- ¿Debo respetar alguna restricción en la alimentación y por cuánto tiempo?
- ¿Cuánto tiempo después de iniciar el tratamiento comenzaré a sentirme mejor?
- ¿Cuánto tiempo cree usted que me llevará recuperarme por completo?
- ¿Puedo contagiar a otras personas? ¿Cómo puedo reducir el riesgo de contagiarle mi enfermedad a los demás?
- ¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de contraer esta afección en el futuro?
Además de las preguntas que has preparado para hacerle a tu médico, no dudes en hacerle preguntas a medida que se te ocurran durante la consulta.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar preparado para responderlas puede ahorrarte tiempo para revisar los puntos sobre los que quieres hablar en detalle. Es posible que el médico te haga estas preguntas:
- ¿Cuáles son tus síntomas?
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Viajaste recientemente?
- ¿A dónde viajaste?
- ¿Tomaste algún antibiótico recientemente?
- ¿Tus síntomas mejoraron o empeoraron?
- ¿Notaste sangre en las heces?
- ¿Tuviste síntomas de deshidratación, como calambres musculares o fatiga?
- ¿Qué tratamientos probaste hasta el momento, si es que probaste alguno?
- ¿Pudiste tolerar alimentos o líquidos?
- ¿Estás embarazada?
- ¿Recibes tratamiento por alguna otra enfermedad?
Aug. 07, 2021