Descripción general
La atrofia geográfica es una afección ocular grave. Se presenta en las personas que tienen otra afección ocular denominada degeneración macular relacionada con la edad. Es más común en personas mayores de 60 años.
Con el tiempo, la atrofia geográfica puede llevar a pérdida de la visión central, que es la que usamos para ver lo que tenemos enfrente. Esto ocurre cuando se daña el tejido que detecta la luz en la parte posterior del ojo (es decir, la retina). A medida que la retina dañada se agranda, la pérdida de visión también empeora.
La atrofia geográfica puede afectar un solo ojo, o los dos. No tiene cura, pero la Administración de Alimentos y Medicamentos ha aprobado algunos tratamientos nuevos que pueden hacer más lento su avance. También hay ensayos clínicos en curso que estudian otros tratamientos nuevos.
Síntomas
Las personas con atrofia geográfica pueden notar cambios en la visión que empiezan poco a poco y empeoran con el tiempo. La atrofia geográfica suele comenzar justo fuera del centro de la retina y avanzar poco a poco hacia el centro. A medida que avanza, puedes perder la visión central o tener visión borrosa o puntos ciegos.
Muchas personas conservan una visión central aceptable al principio, pero, cuando la atrofia geográfica se extiende, esta visión puede perderse. Con el tiempo, la pérdida de visión puede volverse grave. Puede dificultar tareas como conducir, leer, ver televisión o hacer labores del hogar. Las personas con atrofia geográfica suelen conservar su visión lateral, también llamada visión periférica.
Algunos de los síntomas comunes son los siguientes:
- Áreas borrosas o difusas en la visión central.
- Dificultad para leer incluso con anteojos.
- Necesidad de luz más brillante para ver detalles.
- Colores que parecen menos intensos.
Algunos de los síntomas menos comunes o poco frecuentes son los siguientes:
- Aparición repentina de puntos ciegos en el centro.
- Distorsión de formas, como líneas rectas que parecen dobladas.
- Pérdida rápida de visión.
Cuándo debes consultar a un médico
La atrofia geográfica puede avanzar rápidamente. Consulta de inmediato a un oftalmólogo si notas alguno de estos cambios:
- Un aumento repentino de la visión borrosa o distorsionada.
- Nuevas manchas oscuras o zonas en blanco en tu visión.
- Destellos de luz o moscas volantes que aparecen de repente.
Causas
La atrofia geográfica es una afección ocular que puede presentarse en personas que ya tienen otra afección llamada degeneración macular seca relacionada con la edad. Causa una pérdida progresiva de la visión, por lo general, con el paso del tiempo. Afecta partes de la retina, que es la capa sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo.
No se conoce del todo la causa de la atrofia geográfica. Una de las principales causas es el daño en una capa de células que sostiene la retina. Esa capa se llama epitelio pigmentario de la retina. El daño puede deberse al envejecimiento natural o a factores externos como fumar.
Con el tiempo, este daño ocasiona la formación de depósitos amarillos llamados drusas. Estos depósitos son una señal de daño inicial en la retina. Las drusas están compuestas por grasas y fragmentos celulares. Pueden hacer que el sistema inmunitario reaccione y cause hinchazón. Eso lleva a la muerte de células importantes de la retina llamadas fotorreceptores. Los fotorreceptores te ayudan a ver.
A medida que estas células mueren, partes de la retina comienzan a deteriorarse. Esta pérdida de células y el daño en la retina ocasionan que la visión central se vuelva borrosa. Con el tiempo, esto puede llevar a la pérdida de la visión.
Actualmente, no existe una cura para la atrofia geográfica. Sin embargo, los científicos están investigando formas de hacer más lento el daño y proteger la retina de daños adicionales.
Factores de riesgo
Algunas personas tienen más probabilidades de tener atrofia geográfica. Algunos de los factores de riesgo son los siguientes:
- Edad. Las personas mayores de 60 años tienen más probabilidades de presentar atrofia geográfica.
- Genética. Determinados cambios genéticos hacen que algunas personas sean más propensas a esta afección.
- Antecedentes familiares. Si un pariente consanguíneo, como un padre, una madre o un hermano, presenta degeneración macular, el riesgo de tener atrofia geográfica es mayor.
- Hábito de fumar. Haber fumado o seguir fumando aumenta el riesgo.
- Otros factores. Tener presión arterial alta o sobrepeso también podrían ser un factor.
Complicaciones
Otras afecciones oculares pueden presentarse con la atrofia geográfica, como las siguientes:
- Mayor pérdida de la visión. A medida que más áreas de la retina se dañan, los puntos ciegos pueden hacerse más grandes.
- Un tipo más avanzado de degeneración macular. Algunas personas con atrofia geográfica presentan vasos sanguíneos que se filtran debajo de la retina, lo que puede dañar la visión con rapidez.
- Ceguera. En las etapas avanzadas de la atrofia geográfica, la visión puede disminuir por debajo del nivel necesario para realizar actividades como conducir, leer o ver televisión.
- Estrés y depresión. La pérdida de visión puede llevar a altos niveles de estrés y depresión.
Para controlar la afección, debes conocer los factores de riesgo y programar exámenes oculares con regularidad. Pregunta a un oftalmólogo cómo conservar tu independencia y calidad de vida. Si notas cambios repentinos en la visión, como puntos ciegos o líneas torcidas, llama de inmediato a un oftalmólogo. Colabora con el equipo de profesionales de atención médica de la vista para encontrar el mejor tratamiento para ti.
Prevención
No hay una forma certera de prevenir la atrofia geográfica. De todas maneras, adoptar estas medidas puede ayudar:
- Deja de fumar. Es el paso más importante para reducir el riesgo.
- Lleva una alimentación y un estilo de vida saludables. Come hortalizas de hoja verde, frutas, verduras, pescado y otros alimentos ricos en antioxidantes.
- Acude a que te hagan exámenes médicos regulares. Detectar el problema a tiempo puede prevenir afecciones más graves en la visión.