Diagnóstico

El proveedor de atención médica considerará los síntomas y los resultados de las pruebas para diagnosticar la esofagitis eosinofílica. Esto consistirá en determinar si tienes la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Las pruebas para diagnosticar la esofagitis eosinofílica comprenden las siguientes:

  • Endoscopia superior. El proveedor de atención médica usará un aparato largo y fino (endoscopio) que tiene una luz y una cámara diminuta y lo introducirá a través de la boca hasta llegar al esófago. El proveedor de atención médica revisará el revestimiento del esófago para ver si hay inflamación e hinchazón, anillado de forma horizontal, surcos verticales, estrechamientos (constricciones) y manchas blancas. En el caso de algunas personas que presentan esofagitis eosinofílica, el aspecto del esófago es normal.
  • Biopsia. Durante una endoscopia, se realizará una biopsia del esófago. Una biopsia implica extraer un poco de tejido. Es probable que se tomen varias muestras de tejido del esófago y se examinen bajo el microscopio en busca de eosinófilos.
  • Análisis de sangre. Si hay sospechas de esofagitis eosinofílica, es posible que se te hagan algunas pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico. Estas pruebas buscan las fuentes de la reacción alérgica, también denominadas alérgenos. Es probable que te soliciten un análisis de sangre para ver si el recuento de eosinófilos o los niveles totales de inmunoglobulina E son más altos de lo habitual, lo que indicaría una alergia.
  • Esponja esofágica. Esta prueba se realiza en el consultorio del proveedor de atención médica. Consiste en tragar una cápsula sujeta a un hilo. La cápsula se disolverá en el estómago y liberará una esponja que el proveedor de atención médica extraerá por la boca con el hilo. A medida que se extrae la esponja, esta irá tomando muestras de los tejidos del esófago. Lo que permite al proveedor de atención médica determinar el grado de inflamación en el esófago sin necesidad de una endoscopia.

Tratamiento

La esofagitis eosinofílica se considera una enfermedad crónica recurrente, lo que significa que la mayoría de las personas requerirán un tratamiento prolongado para controlar los síntomas. El tratamiento puede comprender uno o más de los siguientes:

Terapia alimentaria

Según tu reacción a las pruebas de alergia a los alimentos, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende dejar de consumir algunos. La eliminación de algunos alimentos, como los productos lácteos o el trigo, puede ayudar a aliviar los síntomas y reducir la inflamación. A veces, se puede recomendar limitar la dieta incluso más.

Medicamentos

  • Inhibidores de la bomba de protones. Es probable que al principio el proveedor de atención médica te recete un bloqueador de ácido como un inhibidor de la bomba de protones. Este tratamiento es el más fácil de usar, pero en la mayoría de los casos los síntomas no mejoran.
  • Esteroides tópicos. Si no respondes bien al inhibidor de la bomba de protones, es probable que el proveedor de atención médica te recete un esteroide tópico, como la fluticasona o la budesonida. Este tipo de esteroide se ingiere en formato líquido para tratar la esofagitis eosinofílica. Este tipo de esteroide no se absorbe en el torrente sanguíneo, así que es poco probable que tengas los efectos secundarios que con frecuencia se asocian a los esteroides.
  • Anticuerpos monoclonales. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado recientemente el dupilumab (Dupixent) para el tratamiento de la esofagitis eosinofílica en adultos y niños mayores de 12 años. El dupilumab pertenece a un tipo de medicamentos conocidos como anticuerpos monoclonales. Funciona bloqueando la acción de ciertas proteínas del cuerpo que causan inflamación. El dupilumab se administra semanalmente mediante inyecciones.

Dilatación

Si se produce un estrechamiento grave (constricción) del esófago, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende la dilatación. La dilatación o estiramiento puede ayudar a que tragar sea más fácil. La dilatación se puede usar cuando los esteroides no funcionan. También puede ser una opción para evitar el uso continuo de medicamentos.

Estudios clínicos

Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.

Estilo de vida y remedios caseros

Si presentas acidez estomacal a menudo, los siguientes cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir la frecuencia o la gravedad de los síntomas:

  • Mantén un peso saludable. El sobrepeso presiona el vientre, empuja el estómago hacia arriba y hace que el ácido regrese al esófago. Si tienes un peso saludable, procura mantenerlo. Si tienes sobrepeso u obesidad, procura bajar de peso gradualmente, no más de 1 o 2 libras (de 0,5 a 1 kilogramo) a la semana. Pide al proveedor de atención médica que te ayude a crear una estrategia para bajar de peso que mejor funcione para ti.
  • Evita los alimentos y las bebidas que desencadenen la acidez estomacal. Los desencadenantes frecuentes, tales como los alimentos grasos o frituras, la salsa de tomate, el alcohol, el chocolate, la menta, el ajo, la cebolla y la cafeína, pueden empeorar la acidez estomacal. Evita los alimentos que sabes que desencadenarán acidez estomacal.
  • Eleva la cabecera de la cama. Si tienes acidez estomacal regularmente por la noche o mientras intentas dormir, aprovecha la ley de gravedad. Coloca bloques de madera o cemento debajo de las patas de la cama de modo que la cabecera se eleve de 6 a 9 pulgadas (152 a 228 milímetros). Si no es posible elevar la cama, pon una cuña entre el colchón y el somier para levantar el cuerpo de la cintura hacia arriba.

Preparación para la consulta

Si crees que tienes esofagitis eosinofílica, probablemente debas comenzar por consultar a tu proveedor de atención médica de cabecera. Tu proveedor de atención médica puede recomendarte que consultes a un especialista en el tratamiento de enfermedades digestivas (gastroenterólogo) o un alergólogo.

Como las citas médicas pueden ser breves y suele haber mucho de lo que hablar, es aconsejable ir bien preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita médica, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
  • Lleva los resultados de tus análisis. Si visitas a un nuevo especialista después de que otro proveedor de atención médica te haya realizado una endoscopia, llévale los resultados.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
  • Anota tu información personal esencial, como situaciones estresantes o cambios recientes en tu vida que sean importantes.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
  • Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. A veces puede ser difícil asimilar toda la información que recibes durante una cita médica. La persona que te acompañe podría recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.
  • Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.

El tiempo de la cita médica es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovecharlo al máximo. En el caso de la esofagitis eosinofílica, estas son algunas de las preguntas básicas que puedes hacer:

  • ¿Cuál puede ser la causa de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesitan hacerme?
  • ¿Tienen que hacerme una endoscopia?
  • ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
  • ¿Cuál es el mejor plan de acción?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me propone?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará?
  • ¿Existe una alternativa genérica a los medicamentos que me está recetando?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomiendan?
  • ¿Debo programar una cita médica de seguimiento?

Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer otras preguntas durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Es probable que el proveedor de atención médica también te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas puede darte tiempo para analizar los puntos que quieras tratar con mayor detenimiento.

  • ¿Cuáles son los síntomas?
  • ¿Cuándo los notaste por primera vez?
  • ¿Han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
  • ¿Te despiertan los síntomas por la noche?
  • ¿Empeoran los síntomas después de las comidas o cuando te recuestas?
  • ¿Tienes dificultad para tragar?
  • ¿Alguna vez se te han quedado alimentos atascados al tragar?
  • ¿Hay veces en que la comida o el material ácido regresa hasta el fondo de la garganta?
  • ¿Tienes dolor en el pecho o dolor de estómago?
  • ¿Te han realizado una dilatación esofágica?
  • ¿Recibiste tratamiento con esteroides tópicos o con una dieta de eliminación de alimentos?
  • ¿Has bajado o subido de peso?
  • ¿Tienes náuseas o vómitos?
  • ¿Empeoran los síntomas en ciertos momentos del año?
  • ¿Tienes asma o alguna enfermedad respiratoria crónica?
  • ¿Tienes alguna alergia a los alimentos o a sustancias del ambiente, como el polen?
  • ¿Hay alguien en tu familia que tenga alergias?
  • ¿Has intentado tomar antiácidos o medicamentos contra el reflujo? ¿Cuál fue el resultado?

Si eres padre o madre de un niño pequeño, el proveedor de atención médica también puede preguntarte si tu hijo tiene problemas para alimentarse o le han diagnosticado un retraso en el desarrollo.

Esofagitis eosinofílica - atención en Mayo Clinic

Sept. 21, 2022
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