Descripción general
La resiliencia es la capacidad de adaptarse de manera eficiente y recuperarse rápidamente después de una situación de estrés, una adversidad, un traumatismo o una tragedia. Si tienes una predisposición a ser resiliente, tendrás una mayor capacidad para mantener la estabilidad y un nivel saludable de bienestar físico y psicológico a fin de enfrentar los desafíos de la vida.
Si eres menos resiliente, es más probable que prestes atención excesiva a los problemas, que te sientas agobiado, que utilices estrategias de afrontamiento para controlar el estrés poco saludables y que tengas ansiedad y depresión.
Puedes fomentar la resiliencia; para ello, debes aprender a entrenar tu atención para que se centre en los aspectos más positivos de tu vida. Utilizas una atención entrenada y decidida para reducir los pensamientos negativos de la mente y centrarte principalmente en los aspectos más significativos de una experiencia.
El entrenamiento de la resiliencia se centra en cuatro áreas, incluidas la resiliencia emocional, cognitiva y mental, física y espiritual. El entrenamiento en estas áreas puede mejorar tu resiliencia, aumentar tu calidad de vida y reducir el estrés y la ansiedad, ya que te enseña a ver los desafíos inevitables de la vida como oportunidades.