Una resonancia magnética es un medio muy útil para ayudar a los médicos a ver imágenes del interior del cuerpo, incluidos tejidos que no pueden observarse en una radiografía convencional.

Antes del examen, es muy importante que rellenes cuidadosamente el cuestionario sobre seguridad. La resonancia magnética es segura e indolora. Pero el metal en el escáner puede causar graves problemas de seguridad o reducir la calidad de las imágenes.

El equipo de atención médica necesita saber si hay algún metal en tu cuerpo, aunque sea una pequeña esquirla de metal debido a un accidente. Los empastes, puentes y otros trabajos dentales no suelen plantear problemas. Pero otros metales que estén dentro de tu cuerpo podrían impedir que te sometas a la resonancia magnética. Entre ellos están algunos marcapasos, clips para tratar aneurismas y otros dispositivos con metal.

El personal de enfermería puede revisar tu historial médico antes del examen. Es posible que te administren medicamentos o una sustancia de contraste, o que te extraigan sangre. Asegúrate de informar al personal de enfermería si hay un embarazo, tienes alergia a la sustancia de contraste o sufres de problemas renales o hepáticos. No puedes ir al escáner con ropa que tenga broches ni cremalleras. Se te pedirá que te pongas una bata. No lleves joyas ni nada metálico al escáner, incluidos los audífonos.

Una máquina de resonancia magnética usa un imán potente para tomar imágenes del cuerpo. A diferencia de una tomografía computarizada, no usa rayos X ni otras radiaciones. Te darán tapones para los oídos. El escáner hace un ruido fuerte mientras funciona.

Sobre la zona que se quiere explorar o alrededor de ella, se puede colocar un dispositivo llamado bobina para ayudar a captar las imágenes. También te darán una pelota que se puede apretar. Puedes utilizarla para indicar al técnico que necesitas algo. El control de la resonancia magnética se lleva a cabo desde una sala contigua. Te observarán atentamente durante todo el procedimiento.

Se toma una serie de imágenes con una breve pausa entre cada una. Quizá oigas ruidos diferentes a medida que se obtienen las distintas imágenes. Es normal que el ruido sea muy fuerte. No debes moverte mientras se obtienen las imágenes.

Las personas suelen estar en el escáner entre 30 y 50 minutos, según las imágenes que se vayan a tomar. Un examen complejo puede llevar más tiempo. Si te preocupa estar tanto tiempo en el escáner, habla con el médico y con el técnico. Pueden ayudarte con algunos consejos para tu comodidad.

Si es necesario sacarte del escáner, se lo puede hacer muy rápidamente. Los extremos del escáner están siempre abiertos.

Después del examen, el radiólogo revisará las imágenes. enviará un informe al profesional de atención médica que solicitó la prueba. Haz cualquier pregunta que tengas acerca de la resonancia magnética al profesional de atención médica.

March 07, 2025