Las albóndigas crudas se pueden congelar en un recipiente hermético por hasta 3 meses. Retira las albóndigas del refrigerador la noche previa a hornearlas.
Calienta el horno a 350 °F (175 °C). En una cacerola pequeña, sofríe las cebollas y el ajo entre 5 y 7 minutos hasta que estén tiernos. Retira del fuego. En un bol mediano, combina las cebollas, el queso, el perejil, el ajo, el sustituto de huevo, la sal y la pimienta; mezcla bien. Añade la carne de res; mezcla ligeramente con las manos hasta integrar. Con la mezcla, prepara albóndigas de 1 pulgada (2,5 cm) y 3/4 de onza (20 g) aproximadamente cada una. Colócalas en una bandeja de horno y hornea de 10 a 15 minutos o hasta que las albóndigas lleguen a una temperatura interna de 160 °F (70 °C).
Creada por el cocinero ejecutivo para el bienestar y los dietistas matriculados del Healthy Living Program (Programa para una Vida Saludable) de Mayo Clinic.
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