Embarazo en el segundo trimestre: Qué esperar

El segundo trimestre del embarazo suele ser el que más se disfruta. Descubre cómo aliviar los síntomas comunes y maneras de prepararte para lo que está por venir.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

El segundo trimestre del embarazo a menudo trae una renovada sensación de bienestar. Lo peor de las náuseas, en general, ya pasó. Y el bebé no ha crecido lo suficiente como para causar una gran incomodidad. Además, es el trimestre en el que podrías sentir los movimientos del bebé.

Pero se aproximan otros cambios del embarazo. Esto es lo que debes esperar.

Tu cuerpo

El segundo trimestre del embarazo suele incluir los siguientes cambios físicos:

  • Crecimiento del abdomen y de las mamas. A medida que el útero aumente de tamaño a fin de hacer espacio para el bebé, te crecerá el abdomen. Las mamas también siguen creciendo. Usa un sostén deportivo o con tiras anchas que brinde soporte a las mamas.
  • Dolor en la región lumbar. Los cambios hormonales y el crecimiento del útero pueden causar dolores de espalda. Usa zapatos de tacón bajo con buen soporte. No uses zapatos de tacón alto o planos. Si debes estar de pie durante mucho tiempo, descansa un pie en un taburete. Esto puede aliviar la presión en la espalda.
  • Contracciones Braxton-Hicks. Podrías sentir estas contracciones leves como una pequeña tensión en el abdomen que va y viene. Es más probable que estas contracciones ocurran por la tarde o la noche, después de hacer actividad física o mantener relaciones sexuales. Beber mucho líquido y orinar con frecuencia para vaciar la vejiga puede ayudar.

    Comunícate con el equipo de atención médica si las contracciones se producen con regularidad y son cada vez más intensas. Esto podría ser un signo de trabajo prematuro de parto.

  • Cambios en la piel. Los cambios hormonales durante el embarazo hacen que tengas más células con pigmento, llamadas melanina, en la piel. Por eso, es posible que veas parches de color marrón, tostado o gris en la cara. Esto se llama melasma. También podrías notar una línea oscura en el abdomen, llamada linea nigra.

    Estos cambios en la piel son comunes. Suelen desaparecer después del parto. Sin embargo, la exposición al sol puede empeorar estos cambios. Cuando estés al aire libre, usa protector solar.

    También podrías notar líneas marrones rojizas, negras, plateadas o púrpuras a lo largo del abdomen, en las mamas, en los glúteos o en los muslos. Estas se conocen como estrías. No se pueden prevenir. Pero, en general, desaparecen después del parto.

    También podrían aparecer venas pequeñas debajo de la piel de la cara y las piernas. Estas se conocen como arañas vasculares. Suelen desaparecer después del parto.

  • Cambios en la nariz. Durante el embarazo, el aumento en los niveles hormonales ocasiona que el cuerpo produzca más sangre. Esto puede hacer que el interior de la nariz se hinche y sangre con facilidad. Por eso, podrías tener congestionada la nariz. Y podrías presentar sangrados nasales.

    Puedes aliviar esto con gotas de solución salina o con un enjuague salino. La hidratación también ayuda. Bebe líquidos, usa una máquina que libera humedad al aire, llamada humidificador, y aplícate vaselina alrededor de los bordes de las fosas nasales para mantener hidratada la piel.

  • Problemas dentales. Durante el embarazo, podrían sangrarte las encías cuando te cepilles o uses hilo dental. Enjuágate con agua con sal y usa un cepillo de cerdas más suaves. El ácido del vómito puede afectar el esmalte de los dientes y aumentar la propensión a tener caries. Sigue cepillándote los dientes y usando hilo dental con regularidad durante el embarazo.
  • Mareos. El embarazo ocasiona cambios en el flujo sanguíneo que podrían causarte mareos. Para evitar marearte, bebe mucho líquido, evita estar de pie durante mucho tiempo y muévete lentamente cuando te pongas de pie o cambies de posición. Cuando te sientas mareada, acuéstate de lado. Las medias de compresión podrían ayudar.
  • Calambres en las piernas. Los calambres en las piernas son comunes durante el embarazo. Suelen aparecer a la noche. Para prevenirlos, estira los músculos de las pantorrillas antes de acostarte, haz actividad física y bebe mucho líquido. Usa zapatos de tacón bajo que brinden comodidad y soporte.

    Si tienes un calambre en la pierna, estira el músculo de la pantorrilla del lado del calambre. También puedes darte una ducha o un baño calientes, o hacerte masajes con hielo.

  • Secreción vaginal. Es posible que notes un líquido pegajoso transparente o blanco que sale de la vagina. Esto es normal. Comunícate con el profesional de atención médica si la secreción tiene un olor fuerte o un color extraño, o si también sientes dolor, sensibilidad o picazón en el área vaginal. Esto podría indicar una infección vaginal.
  • Infecciones de las vías urinarias. Estas infecciones son comunes durante el embarazo. Comunícate con el profesional de atención médica si tienes muchas ganas de orinar y no puedes esperar, dolor punzante al orinar, orina turbia o con olor fuerte, o si tienes fiebre o dolor de espalda. Si no se tratan, las infecciones de las vías urinarias pueden ocasionar infecciones del riñón.

Tus sentimientos

Durante el segundo trimestre, es posible que sientas menos cansancio. Y podrías tener más energía. Pero también es posible que tengas preocupaciones por el trabajo de parto y el parto, o relacionadas con la maternidad. Para aliviar las preocupaciones, aprende todo lo que puedas. Lleva un estilo de vida saludable que garantice el mejor comienzo para tu bebé. Inscríbete en clases relacionadas con dar a luz. Puedes encontrar opciones en línea.

Encuentra un profesional de atención médica para tu bebé. Lee sobre la lactancia materna. Si piensas trabajar después de que nazca el bebé, infórmate sobre la política de licencias por maternidad de tu empleador. Infórmate sobre el cuidado del bebé.

La depresión y la ansiedad son comunes durante el embarazo. Si sientes depresión o ansiedad, pide ayuda si la necesitas. Pídele al equipo de atención médica que te remita a un asesor o psicólogo que trabaje con cuestiones del embarazo.

Cuidado prenatal

Si aún no has recibido la vacuna contra la COVID-19, vacúnate. Las vacunas contra la COVID-19 no causan infección con el virus de la COVID-19. Los estudios han demostrado que las vacunas contra la COVID-19 no suponen ningún riesgo grave para las personas embarazadas o sus bebés. Durante el otoño y principios del invierno, también deberías recibir la vacuna contra la gripe.

Las vacunas pueden ayudar a las personas embarazadas a crear anticuerpos que protegen a sus bebés. Si es posible, las personas que viven contigo también deberían recibir la vacuna contra la COVID-19.

Durante el segundo trimestre del embarazo, las visitas prenatales con el equipo de atención médica se centran en el crecimiento del bebé y la detección de cualquier enfermedad. El equipo de atención médica revisará tu presión arterial y tu peso. Un miembro del equipo podría medir el tamaño de tu útero mediante un control de la distancia desde el hueso púbico hasta la parte superior del útero. Esto se conoce como altura del fondo uterino.

En esta etapa, es posible que escuches los latidos del bebé. El equipo de atención médica podría sugerir una ecografía u otros exámenes de detección. Si lo deseas, también podrías enterarte el sexo del bebé.

Si no tienes determinadas afecciones de alto riesgo, algunas de las visitas prenatales podrían ser en línea, también llamadas virtuales. Si tú y el equipo de atención médica planean tener visitas prenatales virtuales, pregúntale si hay instrumentos que debas tener en casa, como un tensiómetro. Para aprovechar al máximo cualquier visita virtual, ten preparada una lista de preguntas y toma notas detalladas.

No olvides mencionar todos los síntomas que te preocupen. Hablar con el equipo de atención médica podría darte tranquilidad.

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May 06, 2025 See more In-depth