Un desfibrilador externo automático puede salvarte la vida durante un paro cardíaco. Evalúa las ventajas y las desventajas para decidir si deberías adquirir uno.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Un desfibrilador externo automático es un dispositivo portátil que puede usarse para tratar a una persona cuyo corazón ha dejado de funcionar de forma repentina. Esta afección se conoce como paro cardíaco repentino.

Los desfibriladores externos automáticos están disponibles en muchos lugares públicos, como edificios gubernamentales, escuelas, aeropuertos y otros espacios comunitarios. Se pueden conseguir sin receta médica desfibriladores externos automáticos pequeños y livianos para usar en casa.

Las personas con enfermedad cardíaca grave que corren el riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino podrían considerar tener un desfibrilador externo automático en casa. Consulta con un profesional de atención médica si deberías comprar un desfibrilador externo automático para tu casa.

Un desfibrilador externo automático se usa para revivir a alguien que sufrió un paro cardíaco repentino. Esto suele ocurrir cuando un problema en la actividad eléctrica del corazón causa latidos cardíacos peligrosamente irregulares. Estos latidos cardíacos irregulares impiden que el corazón bombee de manera correcta y causa que se detenga.

Cuando esto sucede, el cerebro y otros órganos no reciben la sangre ni el oxígeno que necesitan. Para evitar la muerte, se necesita tratamiento en minutos. Cuanto antes se restablezcan los latidos cardíacos, mayor será la probabilidad de que no se produzcan daños permanentes en el cerebro ni en otros órganos.

Todos los desfibriladores externos automáticos incluyen instrucciones sobre cuándo y cómo usarlos. Se recomienda hacer una capacitación sobre el uso correcto de un desfibrilador externo automático. Sin embargo, alguien que no recibió capacitación puede usar el dispositivo para restaurar los latidos cardíacos de una persona que tuvo un paro cardíaco repentino. Usar un desfibrilador externo automático puede salvar una vida.

La RCP después de un paro cardíaco puede mantener el flujo sanguíneo hacia el corazón y el cerebro durante un tiempo. Sin embargo, a menudo, solo la desfibrilación puede restaurar los latidos cardíacos. Juntos, estos tratamientos pueden mejorar las posibilidades de supervivencia.

Si alguien se ha desmayado o ha colapsado, y hay un desfibrilador externo automático disponible:

  • Comprueba si la persona respira y tiene pulso.
  • Si no puedes sentir el pulso y la persona no respira, llama a la ayuda de emergencia. Si estás solo, llama primero al 911 o a los servicios de emergencia para asegurarte de que la ayuda esté en camino. Si hay más personas, una de ellas puede llamar al 911 mientras otra prepara el desfibrilador externo automático. Si otra persona puede ayudar, una puede comenzar la RCP mientras se prepara el desfibrilador externo automático.
  • Enciende el desfibrilador externo automático. El dispositivo te dará instrucciones de voz paso a paso. Te informará cómo verificar si hay respiración y pulso. También te hará saber cómo y dónde ubicar las almohadillas sobre el pecho desnudo de la persona.
  • Aléjate y activa la descarga. Cuando las almohadillas estén colocadas en su lugar, no toques a la persona mientras el desfibrilador externo automático está midiendo sus latidos cardíacos. Si la máquina detecta que se necesita una descarga, le indica al usuario que se aparte y presione un botón para dar la descarga. Asegúrate de que ni tú ni otras personas estén tocando al paciente. En voz alta, pide que todos se alejen y presiona el botón de descarga. El desfibrilador externo automático solo dará una descarga si esta es necesaria.
  • Comienza la reanimación cardiopulmonar (RCP). Comienza la RCP después de la descarga si sigue siendo necesario. El desfibrilador externo automático también guiará a los usuarios a través de la RCP. El proceso puede repetirse según sea necesario hasta que los equipos de atención médica de emergencia se hagan cargo.

La policía y los equipos de emergencia siempre llevan desfibriladores externos automáticos. Además, se encuentran comúnmente en muchos lugares públicos, como centros comerciales, edificios de oficinas, escuelas, estadios deportivos, gimnasios y aviones. Pero como muchos paros cardíacos ocurren en casa, tener un desfibrilador externo automático puede ahorrar valiosos minutos al tratar a una persona que tiene un paro cardíaco repentino.

Los defensores de que haya desfibriladores externos automáticos en casa dicen que ponerlos donde más se necesitan salvará muchas vidas. Sin embargo, los críticos afirman que no hay suficiente evidencia para demostrar que tener desfibriladores externos automáticos en casa salva más vidas.

A algunas personas que corren un riesgo alto de sufrir paros cardíacos, tener un desfibrilador externo automático puede proporcionarles tranquilidad y ayudarlas a salvar sus vidas. Cuando consideres la compra de un desfibrilador externo automático, ten en cuenta lo siguiente:

  • Riesgo de paro cardíaco repentino. Si corres un riesgo alto de tener un paro cardíaco repentino debido a un problema específico de los latidos cardíacos, es probable que un profesional de atención médica te recomiende un desfibrilador cardioversor implantable en lugar de un desfibrilador externo automático. El desfibrilador cardioversor implantable se implanta en el pecho y se conecta al corazón a través de un cable que puede administrar una descarga cuando sea necesario.
  • Condiciones de vida. Alguien debe estar contigo para usar el desfibrilador externo automático si tienes un paro cardíaco. La persona debe ser lo suficientemente ágil como para poder echarse en el suelo para usar el dispositivo y volver a levantarse. Si vives solo o si la persona con la que vives no puede agacharse y volver a levantarse, tal vez no tenga sentido tener un desfibrilador externo automático en casa.
  • Costos. Tener un desfibrilador externo automático en casa puede ser costoso y no suele estar cubierto por el seguro.
  • Salud general y calidad de vida. Una persona que tiene enfermedades graves y crónicas, o que no ha respondido a un tratamiento contra afecciones cardíacas podría decidir no recibir reanimación en caso de un paro cardíaco repentino.

Si estás pensando en adquirir un desfibrilador externo automático para tu casa, estos son algunos consejos para su compra y mantenimiento:

  • Compra un desfibrilador externo automático aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). En el sitio web de dicha institución figuran las listas de los dispositivos aprobados.
  • Registra el desfibrilador externo automático con el fabricante. Si hay alertas de seguridad o avisos de retiro del mercado, te informarán. Además, revisa el sitio web del fabricante cada cierto tiempo para mantenerte al día con la información sobre tu dispositivo.
  • Infórmate sobre lo que tienes que saber. Considera la posibilidad de inscribirte en una clase e inscribir a otros que podrían tener que usar el desfibrilador externo automático en tu casa. La Cruz Roja Estadounidense, por ejemplo, enseña cómo usar un desfibrilador externo automático de manera correcta y cómo hacer RCP.
  • Participa en un simulacro del uso del desfibrilador externo automático. Es útil que las personas que podrían necesitar usar un desfibrilador externo automático se sientan cómodas al revisar el pulso y la respiración, seguir las instrucciones y colocar las almohadillas. También es importante que sepan qué hacer si no se necesita una descarga.
  • Guarda el desfibrilador externo automático en un lugar del que pueda sacarse con facilidad. Asegúrate de que tu familia, tus amigos y tus visitantes sepan dónde está y cómo usarlo.
  • Mantén el desfibrilador externo automático funcionando correctamente. Colócale baterías nuevas cuando sea necesario, por lo general, cada cuatro años. Reemplaza las almohadillas de los electrodos cuando sea necesario. Ten almohadillas de repuesto a mano. Sigue las recomendaciones del fabricante.
  • Presta atención a las alarmas. Los desfibriladores externos automáticos para la casa están diseñados para probarse a sí mismos y asegurarse de que funcionan correctamente. Comprueba que puedes oír las alarmas. Si tu máquina comienza a emitir un pitido o ves una luz que parpadea, llama al fabricante del dispositivo. Ten el número a mano.
  • Compra el desfibrilador externo automático adecuado para ti. Algunos desfibriladores externos automáticos no están diseñados para usar en la casa, sino para que los usen los equipos de emergencia o usarlos en lugares públicos. No te dejes tentar por sitios web u otros vendedores que ofrecen desfibriladores externos automáticos que no son para usar en la casa.

Los desfibriladores externos automáticos ofrecen una forma de salvar una vida. Antes de comprar uno, habla con un profesional de atención médica e investiga sobre el tema. Y no te olvides de aprender los conceptos básicos, como la RCP.

April 24, 2024