La obesidad es una enfermedad grave que consiste en tener demasiada grasa corporal. Durante el embarazo, la obesidad puede tener importantes repercusiones en la salud de la persona embarazada. La obesidad también puede afectar a la salud del feto. Descubre cuáles son los riesgos y qué puedes hacer para aumentar tus probabilidades de tener un embarazo sano.
Los profesionales de atención médica utilizan una medida denominada índice de masa corporal o IMC para averiguar si una persona padece obesidad. La obesidad consiste en tener un IMC igual o superior a 30. El IMC tiene en cuenta el peso y la estatura para calcular la grasa corporal. Para determinar tu IMC, divide tu peso en libras por tu estatura en pulgadas al cuadrado y multiplica por 703. O divide tu peso en kilogramos por tu estatura en metros cuadrados. También existen aplicaciones que te ayudarán a calcular fácilmente tu IMC.
Índice de masa corporal |
Estado del peso |
Inferior a 18,5 |
Peso insuficiente |
18,5-24,9 |
Peso saludable |
25,0-29,9 |
Sobrepeso |
30,0 o superior |
Obesidad |
Las personas de ascendencia asiática con un IMC igual o superior a 23 pueden tener un mayor riesgo de sufrir problemas de salud.
Basado en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Tener un índice de masa corporal (IMC) elevado puede disminuir la capacidad de quedarse embarazada, es decir, afecta la fertilidad. Un IMC elevado puede afectar al proceso denominado ovulación, en el que el ovario libera un óvulo. Cuanto mayor sea el IMC, más tiempo puede requerir quedarse embarazada. Esto ocurre incluso en personas que ovulan con regularidad. Un mayor IMC también puede estar relacionado con un mayor riesgo de que no funcione un tratamiento para la fertilidad llamado fertilización in vitro.
Tener un IMC elevado durante el embarazo aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades, entre ellas:
- Pérdida de un embarazo por aborto espontáneo o muerte fetal dentro del útero. También existe el riesgo de aborto espontáneo repetido.
- Diabetes durante el embarazo, también llamada diabetes gestacional.
- Una afección llamada preeclampsia en la que una persona embarazada tiene la presión arterial alta. La persona embarazada también puede presentar signos de daño en los riñones u otros órganos.
- Afecciones cardíacas.
- Una afección grave denominada apnea obstructiva del sueño, en la que la respiración se detiene e inicia muchas veces durante el sueño.
- La necesidad de una intervención quirúrgica denominada cesárea para dar a luz a un bebé. También hay un mayor riesgo de problemas de salud relacionados con la cesárea, como infecciones de las heridas.
Tener un IMC alto durante el embarazo ha estado relacionado con mayores riesgos de enfermedades para el bebé, como las siguientes:
- Problemas de crecimiento del feto, es decir, un retraso del crecimiento fetal.
- Afecciones presentes al nacer, también llamadas afecciones congénitas.
- Un tamaño superior a la media al nacer, también llamado macrosomía fetal.
- Asma infantil.
- Obesidad infantil.
- Problemas para pensar, aprender, recordar, juzgar o tomar decisiones.
- Tardar más de lo normal en alcanzar algunos hitos del desarrollo, lo que también se conoce como retraso en el desarrollo.
Sin embargo, otros factores distintos a un IMC elevado durante el embarazo también podrían influir en estas enfermedades.
El profesional de atención médica te ayudará a controlar tu peso durante el embarazo. El profesional de atención médica tiene en cuenta cuánto pesabas antes del embarazo cuando te ayuda a decidir cuánto peso debes aumentar.
Las pautas para el aumento de peso y la obesidad durante el embarazo son las siguientes:
- Embarazo simple. Si tienes un IMC de 30 o más y estás embarazada de un solo bebé, el aumento de peso recomendado es de 11 a 20 libras (unos 5 a 9 kilogramos).
- Embarazo múltiple. Si tienes un IMC de 30 o más y estás embarazada de gemelos o mellizos, o tienes un embarazo múltiple, el aumento de peso recomendado es de 25 a 42 libras (unos 11 a 19 kilogramos).
Es posible que el profesional de atención médica no te recomiende aumentar una cantidad específica de peso durante el embarazo. En su lugar, el profesional de atención médica podría hablar contigo sobre cómo evitar el aumento de peso adicional que podría suponer riesgos para la salud.
Si tienes un IMC de 30 o más, el profesional de atención médica hará un seguimiento exhaustivo de tu embarazo. El profesional de atención médica puede recomendar lo siguiente:
- Pruebas de detección precoz de la diabetes gestacional. En las personas que tienen un riesgo promedio de presentar diabetes gestacional, generalmente se hace un examen de detección llamado prueba de tolerancia a la glucosa entre las semanas 24 y 28 de embarazo. Si tienes un IMC de 30 o más, el profesional de atención médica podría recomendarte exámenes de detección en tu primera visita prenatal. La prueba mide la respuesta del cuerpo al azúcar o glucosa. Si los resultados muestran que tu nivel de glucosa sanguínea está dentro del intervalo estándar, es probable que repitas la prueba entre las semanas 24 y 28 de embarazo. Si los resultados muestran que tu nivel de glucosa sanguínea es alto, es probable que necesites más pruebas. El profesional de atención médica puede aconsejarte sobre cómo hacer un seguimiento y controlar el nivel de glucosa sanguínea.
- Ecografías fetales adicionales. Una ecografía ayuda a comprobar la salud del feto. Gracias a ella, los profesionales de atención médica pueden observar partes del cuerpo como la cabeza, el corazón y el cerebro. Una ecografía fetal estándar suele realizarse entre las semanas 18 y 20 del embarazo. Sin embargo, las ondas de la ecografía que ayudan a obtener la imagen del bebé no atraviesan fácilmente el tejido graso de la zona del estómago. Esto puede hacer que una ecografía fetal sea menos eficaz. En ocasiones, los profesionales de atención médica recomiendan realizar más de una ecografía a lo largo de un período. Esto les permite ver la mayor parte posible de la anatomía del feto. Habla con el profesional de atención médica sobre cómo obtener una ecografía precisa.
- Exámenes de detección de la apnea obstructiva del sueño. La apnea obstructiva del sueño se produce cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias muchas veces durante el sueño. Las mujeres embarazadas que padecen esta afección grave corren un mayor riesgo de sufrir preeclampsia y otros problemas de salud durante el embarazo. Es probable que te hagan la prueba de la apnea obstructiva del sueño en tu primera visita prenatal. Si existe la posibilidad de que sufras esta afección, el profesional de atención médica puede remitirte a un especialista en medicina del sueño. Un especialista en medicina del sueño puede averiguar si tienes apnea obstructiva del sueño y darte tratamiento en caso afirmativo.
Es posible limitar las repercusiones de tener un índice de masa corporal alto tanto en tu salud como en la de tu bebé. Por ejemplo:
- Habla con el profesional de atención médica antes de quedar embarazada. Si tienes un IMC igual o superior a 30 y estás pensando en quedar embarazada, pide una cita. Durante la visita, el profesional de atención médica podría recomendarte una vitamina prenatal diaria. También es posible que te remitan a otros profesionales de atención médica que pueden ayudarte a alcanzar un peso saludable antes del embarazo. Por ejemplo, puedes reunirte con un dietista diplomado.
- Busca atención médica prenatal de manera regular. Las consultas prenatales pueden ayudar al equipo de atención médica a controlar tu salud y la salud de tu bebé. Informa al profesional de atención médica acerca de cualquier enfermedad que padezcas, como diabetes, presión arterial alta o apnea del sueño. Pregunta qué puedes hacer para controlar estas afecciones.
- Sigue una alimentación saludable. Trabaja con el profesional de atención médica o con un dietista diplomado para seguir una alimentación nutritiva y aumentar una cantidad saludable de peso durante el embarazo. Ten en cuenta que, durante el embarazo, necesitarás más ácido fólico, proteínas, calcio, hierro y otros nutrientes esenciales.
- Haz actividad física. Habla con el profesional de atención médica sobre formas seguras de mantenerte activa durante el embarazo. Algunas buenas opciones pueden ser caminar, nadar y hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto.
- No utilices sustancias de riesgo. Si fumas, pide al profesional de atención médica que te ayude a dejar de hacerlo. El alcohol y las drogas ilícitas también están prohibidos. Antes de empezar o dejar de tomar cualquier medicamento o suplemento, consulta al profesional de atención médica.
La obesidad durante el embarazo puede aumentar el riesgo de problemas de salud para ti y para tu bebé. Trabajar con el profesional de atención médica puede ayudarte a controlar los riesgos y aumentar tus probabilidades de tener un embarazo sano.
Show References
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