Si has tomado medicamentos opioides por más de dos semanas, es probable que debas suspenderlos pronto, de manera gradual, para evitar síntomas graves de abstinencia.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Los opioides son analgésicos poderosos. A pesar de los riesgos asociados al consumo de opioides, incluidas las altas tasas de abuso, adicción y sobredosis accidentales, siguen siendo la mejor opción en ciertas situaciones, como en el caso del dolor agudo a corto plazo.

Tu médico puede recetarte opioides para ayudarte a sobrellevar unos días de dolor intenso después de una cirugía o una lesión traumática. Los medicamentos opioides también desempeñan un papel importante en el tratamiento del dolor relacionado con el cáncer y, excepcionalmente, del dolor crónico no relacionado con el cáncer cuando otros tratamientos no han funcionado.

Si has tomado opioides durante menos de dos semanas, deberías poder interrumpir estos medicamentos tan pronto como se te acabe el tratamiento recetado, si no antes. Pregunta a tu médico si no estás seguro de cuándo puedes dejar de tomar tus medicamentos.

Si has tomado medicamentos opioides durante más de dos semanas, es posible que debas dejar de tomarlos lo antes posible para evitar consecuencias graves. Los signos comunes de que es hora de dejar los opioides incluyen efectos secundarios graves, reducción del alivio del dolor con la misma dosis de medicamentos a lo largo del tiempo (tolerancia) o comportamientos que suscitan preocupación sobre el mal uso, el abuso o la adicción.

No intentes interrumpir el medicamento de golpe. La abstinencia de opioides puede ser peligrosa y los síntomas pueden ser graves. Cuando llegue el momento de dejar de tomar opioides, pide ayuda a tu médico para desarrollar un plan para suspender el medicamento (régimen de reducción gradual) que reduzca progresivamente la cantidad de medicación que tomas. Dependiendo del tipo y la dosis del medicamento que has estado tomando y el tiempo que lo has estado tomando, puede llevar semanas o incluso meses reducir progresivamente la dosis de manera segura y dejar el medicamento opioide.

Interrumpir los opioides puede ser complicado, pero podrás superarlo. Es mucho más probable que tengas éxito si te asocias con tu médico y tu equipo de atención médica, planificas tu régimen de reducción gradual, manejas tus síntomas y aprendes formas alternativas de afrontar el dolor.

Estos son algunos ejemplos de los muchos medicamentos opioides que hay en el mercado:

  • Hidrocodona (Hysingla ER, Zohydro ER)
  • Hidrocodona-paracetamol (Anexsia, Norco)
  • Fentanilo (Actiq, Duragesic, Fentora)
  • Oxicodona (OxyContin, Roxicodona, otros)
  • Oxicodona-paracetamol (Percocet, Roxicet, otros)

Pregúntale a tu médico si no sabes si tu analgésico es un opioide.

La duración correcta para la reducción gradual de opioides varía con cada persona y cada medicamento. Tu médico debe recetarte un programa de reducción gradual de opioides que responda a tus necesidades médicas y que al mismo tiempo minimice los riesgos para tu salud.

Durante la reducción gradual de los opioides, tu médico puede hacer lo siguiente:

  • Controlar regularmente tu pulso, presión arterial y temperatura
  • Solicitar muestras de orina o de sangre para comprobar el tipo y la cantidad de medicamentos u otras sustancias en tu sistema
  • Solicitar tu permiso para hablar con tus otros proveedores de atención médica, farmacéutico o miembros de la familia para obtener información que pueda ayudar con tu reducción gradual de medicamentos
  • Introducir otras terapias para el dolor según sea necesario
  • Recetar otros tipos de medicamentos para ayudarte a controlar los signos y síntomas de la abstinencia, como los trastornos del sueño, el apetito y el estado de ánimo

Sigue tu plan de reducción de forma minuciosa, especialmente las instrucciones de tu médico sobre cómo y cuándo tomar los medicamentos durante la reducción gradual. Aunque estés ansioso por alcanzar tu objetivo, tu cuerpo necesita tiempo para ajustarse a niveles más bajos de opioides y, luego, a ninguno en absoluto. Una reducción paso a paso de la dosis ayuda a que este proceso se desarrolle sin problemas y ayuda a aliviar las molestias que puedes sentir al dejar de tomar opioides. También te permite practicar nuevas habilidades para manejar el dolor y otros síntomas crónicos.

Puedes sentir deseos de tomar más medicamento del que tu reducción gradual establece. No complementes la reducción gradual con medicamentos adicionales que tengas en tu casa, visitas a la sala de emergencias, ni con alcohol o drogas ilegales. Si sientes la necesidad de complementarla, comunícate con tu equipo de atención médica.

Síntomas de abstinencia

Algunas personas experimentan síndrome de abstinencia cuando dejan o reducen el uso de medicamentos opioides. Los síntomas pueden variar, dependiendo de varios factores, como el medicamento que esté tomando y la duración del consumo. La reducción gradual de la dosis puede ayudar a reducir o eliminar los signos y síntomas de abstinencia.

Entre los signos y síntomas de la abstinencia se incluyen los siguientes:

  • Goteo nasal, ojos llorosos y bostezos
  • Inquietud o ansiedad
  • Irritabilidad o trastornos del estado de ánimo
  • Aumento del dolor
  • Piel de gallina, escalofríos o sudor
  • Cólicos estomacales
  • Náuseas, vómitos o diarrea
  • Calambres o dolores musculares y dolor en las articulaciones
  • Temblores o sacudidas musculares
  • Frecuencia cardíaca acelerada
  • Cambios en la presión arterial
  • Trastornos del sueño
  • Pensamientos suicidas

Si tienes síntomas de abstinencia, díselo a un miembro del equipo de atención médica de inmediato. Sigue todas las instrucciones que recibas sobre el manejo de los síntomas de abstinencia.

A menos que se te indique lo contrario, estos consejos también pueden serte útiles:

  • Bebe más agua u otros líquidos de lo habitual.
  • Come regularmente comidas nutritivas.
  • Haz ejercicios de respiración profunda y de estiramiento, como se te haya indicado.
  • Ejercítate con moderación (por ejemplo, caminar).
  • Haz algo para relajarte (por ejemplo, practica técnicas de relajación, escucha música o lee).
  • Usa la distracción (por ejemplo, el humor o hablar con alguien con una perspectiva positiva).
  • Practica el diálogo interno positivo. Intenta decirte a ti mismo: "Puedo hacer esto" o "Esto es solo temporal".

El papel clave del apoyo social

Habla con tu médico si el proceso de reducción gradual se vuelve difícil. Tu equipo de atención médica puede ayudarte y alentar tu éxito.

Tu médico puede recomendar que combines la reducción gradual con el asesoramiento sobre el uso de medicamentos. El asesoramiento puede ayudarte a aprender estrategias para hacer frente al estrés, identificar los primeros signos de advertencia de una recaída y evitar el uso de opioides. Según su patrón de uso de medicamentos, su médico puede recomendar la continuación del asesoramiento sobre la adicción a sustancias químicas después de haber completado la reducción gradual de los opioides.

Además, puede resultarte útil unirte a un grupo de apoyo para el abuso de sustancias (por ejemplo, Narcóticos Anónimos) o hablar con tu consejero religioso o espiritual.

Consideración del uso de opioides en el futuro

Algún día puede que te enfrentes a un problema agudo como una lesión o una cirugía. Si has logrado reducir gradualmente los analgésicos con opioides en el pasado, puede ser apropiado tomar opioides durante un breve período de tiempo, con la orientación de tu médico. Analiza con el médico todas las opciones de medicamentos y control del dolor, incluidas sus ventajas y desventajas.

Hazle saber a tu médico si tuviste algún problema con la reducción gradual de los opioides en el pasado. Este puede recomendarte analgésicos alternativos, especialmente si tienes una afección que causa dolor crónico.

Feb. 04, 2020