Diagnóstico

Un bebé prematuro que está en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales puede necesitar muchas pruebas. Algunas pruebas son continuas. Otras pueden realizarse solo si el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales cree que el bebé podría tener un determinado problema de salud.

Las pruebas que podrían realizarle a un bebé prematuro incluyen:

  • Control de la respiración y la frecuencia cardíaca. La respiración y la frecuencia cardíaca del bebé se controlan de forma constante. También se mide con frecuencia la presión arterial.
  • Medición del ingreso y la eliminación de líquidos. El equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales controla cuánto líquido recibe tu bebé a través de la alimentación y a través de una vena. El equipo también controla cuánto líquido elimina el bebé en forma de orina y heces.
  • Análisis de sangre. Se toman muestras de sangre pinchando el talón o colocando una aguja en una vena. Estas pruebas le permiten al personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales controlar los niveles de sustancias importantes en la sangre del bebé, como calcio y glucosa en la sangre. También pueden analizarse las muestras de sangre para buscar indicios de problemas como anemia u otras enfermedades.

    El proveedor de atención médica de tu bebé puede pedirle al personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales que tome muchas muestras de sangre. De ser así, el personal puede insertar una vía delgada en una vena del muñón del cordón umbilical del bebé. De esta forma, el personal no deberá pinchar al bebé con una aguja cada vez que necesiten una muestra de sangre.

  • Ecocardiografía. Esta prueba por imágenes es una ecografía del corazón. Busca problemas en el funcionamiento del corazón. Usa ondas sonoras para producir imágenes en movimiento que se muestran en una pantalla.
  • Ecografía. Esta prueba por imágenes puede realizarse para buscar sangrado o acumulación de líquido en el corazón. También puede usarse para buscar problemas en los órganos de la zona del estómago, como el tracto digestivo, el hígado o los riñones.
  • Examen ocular. Un médico de la vista, llamado oftalmólogo, puede revisar los ojos del bebé y su visión para buscar problemas en la retina.

Pueden requerirse más pruebas si el bebé tiene otros problemas de salud.

Tratamiento

La unidad de cuidados intensivos neonatales o el personal de enfermería especializado vigila atentamente la salud de tu bebé prematuro.

Atención complementaria

Este tipo de cuidados médicos para tu bebé puede comprender lo siguiente:

  • Colocación en una incubadora. La incubadora es una cuna de plástico cerrada en la que probablemente permanecerá tu bebé. Se mantiene a una temperatura cálida para ayudar a que la temperatura corporal del bebé sea normal. Más tarde, el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales te puede mostrar un modo de sostener a tu bebé con contacto directo piel con piel. Esto se conoce como “método madre canguro”.
  • Control de los signos vitales de tu bebé. Es posible que se adhieran sensores al cuerpo de tu bebé para controlar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la respiración y la temperatura. Se puede usar una máquina, conocida como respirador, o un dispositivo de presión positiva continua sobre las vías respiratorias para ayudar a que tu bebé respire.
  • Colocación de una sonda de alimentación. Al principio, tu bebé puede recibir líquidos y nutrientes a través de una sonda en una vena. Luego, se le puede dar leche materna por una sonda que se pasa a través de la nariz del bebé y llega al estómago. Cuando el bebé esté lo suficientemente fuerte para succionar, con frecuencia es posible amamantarlo o darle el biberón.
  • Consumo de líquidos suficientes. Tu bebé necesita una determinada cantidad de líquidos por día. La cantidad exacta depende de su edad y el estado de su salud. El equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales supervisa de cerca los niveles de líquido, sodio y potasio para garantizar que los niveles de líquido de tu bebé sean los indicados. Si se necesitan líquidos, podrá administrarse a través de una sonda intravenosa.
  • Tiempo debajo de bililuces. Para tratar la ictericia infantil, es posible que coloquen al bebé debajo de un conjunto de luces especiales. Estas luces ayudan a que el sistema del bebé descomponga el exceso de bilirrubina. Esta es una sustancia de color amarilla que se acumula en el cuerpo si el hígado no puede procesarla. Mientras esté debajo de las luces, tu bebé tendrá una máscara de protección para los ojos para que descanse con más facilidad.
  • Recepción de sangre de un donante. Algunos bebés prematuros necesitan transfusiones de sangre. Esto puede deberse a ciertos problemas de salud, o porque se han obtenido muchas muestras de sangre para análisis.

Medicamentos

Se pueden administrar medicamentos a tu bebé por diferentes motivos. Por ejemplo, algunos medicamentos ayudan a los pulmones y al corazón a funcionar mejor. Según el estado de salud de tu bebé, los medicamentos que reciba pueden incluir los siguientes:

  • Surfactante, que se utiliza para tratar el síndrome de dificultad respiratoria.
  • Vapor fino o medicamentos intravenosos para fortalecer la respiración y la frecuencia cardíaca.
  • Antibióticos para una enfermedad causada por bacterias, o si existe un riesgo para dicha enfermedad.
  • Diuréticos, que hacen que el bebé orine más para controlar el exceso de líquido.
  • Una inyección de un medicamento en el ojo para detener el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, lo que puede ocasionar una enfermedad ocular llamada retinopatía.
  • Medicamentos que ayudan a cerrar el defecto cardíaco llamado conducto arterioso persistente.

Cirugía

A veces se necesita una cirugía para tratar los problemas de salud de un bebé prematuro. Habla con el equipo de atención médica de tu bebé para comprender cuáles son las complicaciones que podrían derivar en una cirugía. Aprende también cuáles son los tipos de cirugía que pueden necesitarse para tratar estos problemas.

Llevar al bebé a casa

Los siguientes signos indican que tu bebé está listo para ir a casa:

  • Puede respirar sin ayuda.
  • Tiene temperatura corporal estable.
  • Se lo puede amamantar o alimentar con biberón.
  • Aumenta de peso con el paso del tiempo.
  • No tiene ningún problema de salud importante.

El hospital puede dar el alta al bebé antes de cumplir con uno de estos requisitos. Sin embargo, el equipo médico y la familia del bebé primero deben establecer y acordar un plan para cuidados en casa y atención médica con citas de seguimiento.

El equipo de atención médica de tu bebé te enseñará cómo cuidarlo en casa. Es probable que, antes de que se le dé el alta hospitalaria al bebé, el personal de enfermería a cargo de este o la persona que planifica el alta te hagan preguntas sobre lo siguiente:

  • Dónde vives y con quién.
  • Otros niños en el hogar.
  • Familiares y amigos adultos que puedan ayudarte a cuidar del bebé.
  • Quién será el proveedor principal de atención médica del bebé.

Estilo de vida y remedios caseros

La idea de llevar a tu bebé a casa del hospital podría aliviarte, entusiasmarte o ponerte nervioso. Puedes hacer algunas cosas por adelantado para prepararte para la vida en casa:

  • Comprende cómo cuidar de tu bebé. Antes de dejar el hospital, realiza un curso de reanimación cardiopulmonar para bebés. Esto puede salvarle la vida a un bebé que dejó de respirar. Pregunta al equipo médico de tu bebé las dudas que puedas tener y toma nota.

    Asegúrate de estar cómodo al cuidar de tu bebé. Esto es muy importante si usarás monitores de salud o si le darás medicamentos, oxígeno u otros tratamientos al bebé. Pregunta para qué síntomas deberías llamar al proveedor de atención médica del bebé; por ejemplo, problemas de respiración o alimentación.

  • Consulta sobre la alimentación. Pregunta al equipo médico si tu bebé necesita nutrición adicional. El equipo puede sugerir que recurras a productos como suplementos de fortificación de la leche materna o fórmula para lactantes prematuros. Ten en cuenta que, a menudo, los bebés prematuros comen menos y podrían tener que alimentarse con más frecuencia que los bebés nacidos a término. Infórmate sobre cuánto y con qué frecuencia debe alimentarse tu bebé.
  • Limita el contacto con otras personas. Los bebés prematuros tienen más probabilidades de tener enfermedades graves que otros recién nacidos. Intenta minimizar la exposición de tu bebé a lugares muy concurridos. Asegúrate de que quienes tengan contacto con tu bebé se laven las manos primero. Pide a las personas que estén enfermas que pospongan su visita hasta que estén bien.
  • Protege a tu bebé del virus respiratorio sincicial. Los bebés prematuros tienen un riesgo más alto para infección por virus respiratorio sincicial, que es una enfermedad grave causada por un virus. Afecta los pulmones y otros órganos que se usan para respirar.

    Hay muchas opciones para proteger a los bebés prematuros de una infección grave por virus respiratorio sincicial. Una es una vacuna contra el virus respiratorio sincitial para personas embarazadas que ayuda a proteger a los bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. La otra es el nirsevimab (Beyfortus), un producto con anticuerpos que se le da al bebé. Rara vez, cuando el nirsevimab no está disponible o el niño no puede recibirlo, se puede usar el palivizumab, que es otro producto con anticuerpos.

  • Sigue el cronograma sugerido para los controles. Consulta sobre la necesidad de controles futuros para el bebé con el proveedor de atención médica y con otros especialistas. Al principio, es posible que el bebé deba ver a un proveedor principal de atención médica cada una o dos semanas. De esta manera, se podrán controlar de cerca el crecimiento, las necesidades de salud y la atención del bebé.
  • Asegúrate de que tu bebé reciba vacunas. Las vacunas ayudan a proteger a las personas de enfermedades peligrosas. Se sugiere que los bebés prematuros con una salud estable reciban las vacunas correspondientes a su edad. Es posible que el equipo de atención médica de tu hijo te hable sobre el cronograma de vacunación del bebé. Es común que haya retrasos en este cronograma. Trabaja con el proveedor de atención médica de tu bebé para asegurarte de que reciba todas las vacunas del cronograma.

    Además, asegúrate de que los miembros de tu familia que vivan contigo estén al día con sus vacunas, incluidas las vacunas contra la gripe y la COVID-19. Los familiares y los cuidadores adultos del bebé también deben hablar con su proveedor de atención médica para asegurarse de que estén al día con la vacuna contra la tos ferina o pertussis. Si estás cursando un embarazo, asegúrate también de estar al día con esta vacuna.

  • Presta atención a los retrasos del desarrollo. En los próximos meses, el proveedor de atención médica de tu bebé puede buscar signos de que el bebé esté tardando más de lo habitual en alcanzar los hitos fundamentales. Los bebés que están en riesgo para dichos retrasos o discapacidades pueden necesitar más pruebas. Es posible que te remitan a servicios de intervención temprana, que son servicios y sistemas de apoyo que pueden ayudarte. Las reglas que determinan quién puede usar estos servicios varían según el lugar donde vivas.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Cuidar a un bebé prematuro puede ser muy agotador. Es posible que sientas ansiedad por la salud de tu bebé. También puedes sentir enojo, culpa o que la situación te supera.

Algunas de estas sugerencias podrían ser útiles durante este tiempo difícil:

  • Infórmate todo lo posible acerca de la salud de tu bebé. Habla con los proveedores de atención médica de tu bebé. Pide folletos, libros y sitios web confiables para obtener más información sobre cómo cuidar a tu bebé prematuro.
  • Cuídate. Descansa tanto como puedas. Come también alimentos saludables. Te sentirás más fuerte y capaz de cuidar a tu bebé.
  • Desarrolla tu suministro de leche. Utiliza un extractor de leche materna hasta que puedas amamantar a tu bebé. Pide ayuda al personal del hospital. Ellos te pueden enseñar cómo utilizar un extractor de leche materna y encontrar los suministros que necesitas para almacenarla.
  • Acepta ayuda de otras personas. Deja que tus amigos y familiares te ayuden. Ellos pueden cuidar a tus otros hijos, cocinar, limpiar la casa o hacer los mandados. De esta forma, podrás ahorrar energía para tu bebé.
  • Lleva un diario personal. Registra la información del progreso de tu bebé, así como tus pensamientos y sentimientos. Puedes colocar fotos de tu bebé. De ese modo, podrás ver cuánto cambia de una semana a la otra.
  • Busca personas que sepan escuchar para que te brinden apoyo. Habla con tu pareja o cónyuge, tus amigos, familiares o con los cuidadores de tu bebé. A menudo, los trabajadores sociales de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales pueden ser de ayuda. Si te interesa, los cuidadores del bebé pueden sugerirte un grupo de apoyo en tu área o en Internet. Para muchos padres, es muy útil hablar con otros padres que están cuidando a un bebé prematuro.

Cuidar a un bebé prematuro es un gran desafío. Tómalo día a día y con calma. A pesar de las preocupaciones y dificultades, celebra la fuerza y la capacidad de adaptación de tu bebé prematuro. Valora el tiempo que puedes pasar conociéndolo.

Preparación para la consulta

Como madre o padre de un bebé prematuro, deberás hablar con muchos proveedores de atención médica en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Los miembros del equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales que cuidan a tu bebé pueden ser los siguientes:

  • Enfermero neonatal: enfermero diplomado con capacitación especial en la atención de recién nacidos prematuros y de alto riesgo.
  • Enfermero neonatal especializado: enfermero neonatal con experiencia y capacitación adicional para ayudar a los neonatólogos a atender a los recién nacidos.
  • Pediatra: médico que atiende a los niños desde que nacen hasta el final de la infancia.
  • Neonatólogo: pediatra capacitado para tratar problemas de salud en recién nacidos.
  • Residente de pediatría: médico que está capacitándose en el tratamiento de niños.
  • Terapeuta respiratorio: un proveedor de atención médica que ayuda a cuidar a los recién nacidos con problemas respiratorios.
  • Cirujano pediátrico: cirujano capacitado para hacer cirugías a recién nacidos y niños.

También es posible que conozcas a un trabajador social pediátrico. Este profesional puede ayudarte a buscar servicios que podrían ser útiles durante y después de la hospitalización de tu bebé.

Lo ideal es que trabajes junto con los proveedores de atención médica de tu bebé. Con el tiempo, te mostrarán como sostener, alimentar y cuidar a tu bebé.

Qué puedes hacer

Puedes hacer cualquier pregunta que tengas sobre la afección de tu bebé al equipo de atención médica de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. O bien, puedes anotar tus preguntas y obtener las respuestas cuando estés listo.

Por ejemplo, podrías preguntar lo siguiente:

  • ¿Cómo está la salud de mi bebé? ¿Cambió algo?
  • ¿Cómo ayuda este equipo a mi bebé?
  • ¿Por qué le están dando medicamentos a mi bebé?
  • ¿Qué tipos de pruebas necesita mi bebé?

También puedes hacer preguntas sobre cómo ayudar a cuidar de tu bebé, como las siguientes:

  • ¿Cuándo puedo sostener a mi bebé? ¿Se me mostrará cómo hacerlo?
  • ¿Cuándo puedo intentar amamantar a mi bebé o darle el biberón?
  • ¿A quién debería contactar si tengo preguntas sobre el cuidado de mi bebé?
  • ¿Puedo traer una manta o fotos de la familia para personalizar la incubadora de mi bebé?

Quizás también tengas preguntas sobre cómo llevar al bebé a casa, como las siguientes:

  • ¿Cuándo podrá ir a casa mi bebé?
  • ¿Qué debo saber sobre los cuidados de mi bebé una vez que estemos en casa?
  • ¿Con qué frecuencia debemos volver al hospital para citas de seguimiento?

Mientras el bebé se encuentre en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, no dudes en preguntar al personal cómo puedes participar más en su cuidado. Esto puede darte confianza como madre o padre primerizo. También puede hacerte la vida más fácil una vez que lleves a tu hijo a casa.