Diagnóstico

La conversación que tienes con el médico sobre tus síntomas y tu historia clínica es el comienzo del proceso de diagnóstico. Por lo general, después de esta conversación se realiza una exploración física. Los siguientes pasos suelen ser algunos de los siguientes:

  • Registro de alimentación. Es posible que el médico te pida que completes un registro de alimentación, donde deberás incluir tus hábitos alimentarios, tus síntomas y tus medicamentos.
  • Dieta de eliminación. Si no está comprobado que los maníes sean la causa de los síntomas, o si el médico cree que puedes reaccionar a más de un tipo de alimentos, es posible que te recomiende una dieta de eliminación. Probablemente tengas que eliminar los maníes o cualquier otro alimento sospechoso durante una o dos semanas y luego vuelvas a incorporar dichos alimentos a tu dieta, uno por vez. Este proceso ayuda a vincular los síntomas con alimentos específicos. Si has tenido una reacción grave a los alimentos, este método no es seguro.
  • Prueba cutánea. Se aplica una pequeña cantidad de alimento sobre la piel, que luego se punza con una aguja. Si eres alérgico a una sustancia en particular, se manifestará un bulto elevado o una reacción.
  • Análisis de sangre. Un análisis de sangre puede medir la respuesta de tu sistema inmunitario a un alimento en particular, mediante el control de la cantidad de anticuerpos de tipo alérgico en tu torrente sanguíneo, los cuales se conocen como anticuerpos inmunoglobulina E (IgE).

La información de todas estas fuentes ayuda a determinar si eres alérgico al maní o si tus síntomas se deben a otra cosa, como a una intolerancia a los alimentos.

Tratamiento

Si bien el método estándar para la atención médica de la alergia al maní es evitar la exposición, los investigadores siguen estudiando diferentes terapias, incluida la inmunoterapia oral.

La inmunoterapia oral, también conocida como insensibilización, consiste en darles a los niños con alergia al maní, o aquellos en riesgo de tenerla, dosis graduales de alimentos que contienen maní con el paso del tiempo. La inmunoterapia oral no es una cura para la alergia al maní. Más bien, este tipo de terapia tiene por objeto reducir el riesgo de que se generen reacciones graves, incluida la anafilaxia, que podrían producirse con la exposición al maní.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente el primer fármaco de inmunoterapia oral, Peanut (Arachis hypogaea) Allergen Powder-dnfp (Palforzia), para tratar a los niños de 4 a 17 años con una alergia confirmada al maní. Este medicamento no se recomienda para las personas con asma no controlada o ciertas afecciones, incluida la esofagitis eosinofílica.

Además, al igual que con cualquier alergia alimentaria, el tratamiento consiste en tomar medidas para evitar los alimentos que provocan la reacción y saber cuándo detectar una reacción grave cuando está ocurriendo y estar preparado para responder rápidamente, lo que incluye tener epinefrina a mano.

Estar preparado para una reacción

La única manera de prevenir una reacción es evitar totalmente el maní y los productos que contienen maní. Pero como el maní es frecuente, es posible que, a pesar de tus esfuerzos, en algún momento lo ingieras.

En caso de una reacción alérgica grave, necesitarás una inyección de epinefrina de emergencia y también tendrás que acudir a la sala de emergencias. Muchas personas con alergias llevan un autoinyector de epinefrina (EpiPen, Auvi-Q, otros). Este dispositivo es una jeringa con una aguja oculta que inyecta una sola dosis del medicamento cuando se lo presiona contra el muslo.

Debes saber cómo usar tu autoinyector

Si tu médico te ha recetado un autoinyector de epinefrina:

  • Llévalo contigo en todo momento. Quizá sea conveniente tener un autoinyector adicional en el auto y en el escritorio de tu trabajo.
  • Siempre reemplaza el autoinyector antes de la fecha de caducidad. La epinefrina vencida puede no actuar adecuadamente.
  • Pídele al médico que te recete un autoinyector de repuesto. Si pierdes uno, tendrás otro de repuesto.
  • Aprende a manejarlo. Pídele al médico que te enseñe. Asimismo, asegura que las personas más cercanas a ti sepan cómo usarlo; si alguien que está contigo puede darte una inyección, podría salvarte la vida.
  • Aprende cuándo usarlo. Consulta con tu médico sobre cómo saber cuándo necesitas una inyección. De todos modos, si no estás seguro de necesitar una inyección, generalmente es mejor aplicar la epinefrina de emergencia.

Estilo de vida y remedios caseros

Una de las claves para evitar una reacción alérgica es saber cómo evitar los alimentos que causan tus síntomas. Toma estas medidas:

  • Nunca asumas que un alimento no contiene maní (cacahuate). El maní puede estar presente en alimentos que no sabes que lo contienen. Siempre lee las etiquetas de los alimentos elaborados para asegurarte de que no contengan maní ni productos a base de maní. Es obligatorio que en los alimentos elaborados se indique claramente si contienen maní o si están hechos en fábricas que también procesan maní.

    Incluso si crees saber lo que hay en un alimento, verifica la etiqueta. Los ingredientes pueden cambiar.

  • No ignores una etiqueta que diga que el alimento se produjo en una fábrica que procesa maní. La mayoría de las personas con alergia al maní tiene que evitar todos los productos que contengan incluso el más mínimo rastro de maní.
  • Cuando tengas dudas, di "no gracias". En los restaurantes y las reuniones sociales, siempre corres el riesgo de comer maníes accidentalmente. Muchas personas no entienden la gravedad de una reacción alérgica a los alimentos y tal vez no se dan cuenta de que una pequeña cantidad puede causar una reacción grave. Si te preocupa que un alimento pueda contener algo a lo que eres alérgico, no lo pruebes.
  • Prepárate para una reacción. Habla con tu médico sobre la posibilidad de llevar contigo medicamentos de emergencia en caso de una reacción grave.

Cómo evitar los alimentos que contienen maní

El maní (cacahuate) es frecuente, y evitar los alimentos que lo contienen puede ser todo un desafío. Los siguientes alimentos suelen contener maní:

  • Los frutos secos molidos o las mezclas de frutos secos
  • Los alimentos horneados, como las galletas dulces y las masas
  • Los helados y los postres helados
  • Las barras energéticas
  • Los cereales y la granola
  • Los panes integrales
  • El mazapán, un dulce que se hace con frutos secos, claras de huevo y azúcar

Algunos alimentos que pueden contener maní o proteínas del maní, ya sea porque fueron hechos con maní o porque tuvieron contacto con el maní durante el proceso de fabricación, son menos evidentes. Algunos ejemplos son:

  • Turrones
  • Aderezos para ensaladas
  • Golosinas con chocolate, las mantequillas de frutos secos (como la mantequilla de almendras) y las semillas de girasol
  • Comida étnica, como los platos africanos, chinos, indonesios, mejicanos, tailandeses y vietnamitas
  • Alimentos que se venden en las panaderías y heladerías
  • Aceite de cacahuete, otro nombre del aceite de maní
  • Alimentos para mascotas

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Si tu hijo es alérgico al maní, sigue estas medidas para ayudar a mantenerlo seguro:

  • Involucra a las personas responsables de su cuidado. Pide ayuda a familiares, niñeros, profesores y otras personas responsables de su cuidado. Enseña a los adultos que pasan tiempo con tu hijo a reconocer los signos y síntomas de una reacción alérgica al maní. Deja en claro que una reacción alérgica puede poner en riesgo la vida de tu hijo y que requiere de acción inmediata.

    Asegúrate de que tu hijo también sepa que debe pedir ayuda de inmediato si tiene una reacción alérgica.

  • Usa un plan escrito. Haz una lista de las medidas a tomar en caso de una reacción alérgica, así como también la receta y la dosis de todos los medicamentos a administrar e información de contacto de los familiares y proveedores de atención médica. Entrega una copia del plan a familiares, profesores y otras personas que cuiden a tu hijo.
  • No permitas que tu hijo comparta alimentos. Con frecuencia, los niños comparten tentempiés y golosinas. Sin embargo, al jugar, tu niño podría olvidarse de las alergias alimentarias y de otras sensibilidades. Si tu hijo es alérgico al maní, adviértele que no debe comer alimentos de otros.
  • Asegurarte de que tu hijo tenga un autoinyector de epinefrina disponible en todo momento. Con una inyección de epinefrina (adrenalina) se puede reducir la gravedad de una reacción anafiláctica que podría poner en riesgo la vida, pero se tiene que aplicar de inmediato. Si tu hijo tiene un inyector de epinefrina de emergencia, asegúrate de que tus familiares y otras personas responsables de su cuidado conozcan su medicamento de emergencia: dónde está, cuándo es necesario y cómo usarlo.
  • Asegúrate de que la escuela de tu hijo tenga un plan de control de las alergias alimentarias. Hay guías disponibles para la creación de políticas y procedimientos. El personal debe tener acceso a un inyector de epinefrina y debe estar capacitado en su uso.
  • Haz que tu hijo use un brazalete o collar de alerta médica. Esto ayudará a garantizar que obtenga el tratamiento adecuado si no puede comunicarse durante una reacción grave. La alerta contendrá el nombre de tu hijo y el tipo de alergia alimentaria que tiene, e incluso podría tener una breve lista de instrucciones de emergencia.

Si tienes alergia al maní, haz lo siguiente:

  • Siempre lleva contigo tu autoinyector de epinefrina.
  • Usa un brazalete o un collar de alerta médica.

Preparación para la consulta

Para aprovechar al máximo tu cita, es aconsejable ir bien preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte para la cita y a saber qué puedes esperar del médico.

  • Descripción de tus síntomas. Prepárate para contarle a tu médico qué sucedió después de comer maní, incluso cuánto tiempo tardó en producirse la reacción. Intenta recordar cuánto maní comiste. Si no sabes cuánto maní comiste, cuéntale a tu médico qué comida que contiene maní ocasionó tus síntomas y cuánta comida ingeriste.
  • Haz una lista de todos los medicamentos que tomes. Incluye las vitaminas o los suplementos.
  • Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se te proporciona durante una cita. Quizás la persona que te acompaña recuerde información que tú pasaste por alto u olvidaste.
  • Anota cualquier pregunta que se te ocurra.

Estas son algunas preguntas básicas que puedes hacerle al médico:

  • ¿Es probable que los síntomas hayan sido provocados por alergia al maní?
  • ¿Qué otro factor podría estar causando los síntomas?
  • ¿Qué pruebas necesito hacerme?
  • ¿Cuál es el mejor tratamiento?
  • ¿Debería consultar a un especialista?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetan?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
  • ¿Necesito llevar un autoinyector de epinefrina?

Si tu hijo está consultando al médico por una alergia al maní, también es recomendable que hagas las siguientes preguntas:

  • ¿Hay alternativas a los alimentos que producen los síntomas de alergia de mi hijo?
  • ¿Cómo puedo ayudar a mantener seguro a mi hijo alérgico al maní en la escuela?
  • ¿Es probable que mi hijo supere su alergia?
  • No dudes en hacer cualquier otra pregunta.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas, incluidas las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaste a notar los síntomas?
  • Después de comer cacahuates, ¿cuánto tiempo tardaron en aparecer los síntomas?
  • ¿Cuántos cacahuates comiste?
  • ¿Tomaste algún medicamento para la alergia de venta libre, como los antihistamínicos, y de ser así, te ayudaron?
  • ¿Tu reacción parece ser provocada solamente por los cacahuates o también por otra comida?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?

Qué puedes hacer mientras tanto

Si sospechas que tienes alergia al maní, evita la exposición al maní hasta la cita con el médico. Si tienes una reacción grave, busca ayuda de emergencia.