Diagnóstico

El diagnóstico del asma ocupacional es similar al diagnóstico de otros tipos de asma. Sin embargo, el proveedor de atención médica también tratará de identificar si una sustancia en el lugar de trabajo es la causante de los síntomas y de qué sustancia se trata.

Un diagnóstico de asma debe confirmarse mediante pruebas de la función pulmonar y una prueba de punción cutánea para detectar alergias. Es posible que sea necesario hacer análisis de sangre, radiografías u otras pruebas para descartar una causa que no sea el asma ocupacional.

Cómo se prueba la función pulmonar

Es posible que se te indiquen estudios de la función pulmonar. Estos incluyen los siguientes:

  • Espirometría. Esta prueba no invasiva mide tu capacidad para respirar. Es la prueba que más se usa para diagnosticar el asma. Durante esta prueba, que dura de 10 a 15 minutos, haces varias inspiraciones profundas y exhalas con fuerza dentro una manguera conectada a una máquina que se llama espirómetro. Si ciertas medidas clave están por debajo del rango normal para una persona de tu edad y sexo, es posible que las vías respiratorias estén obstruidas por la inflamación, un signo clave del asma.

    Inhalarás un medicamento broncodilatador que se usa en el tratamiento del asma y, luego, volverás a hacer la espirometría. Si las mediciones mejoran significativamente, es probable que tengas asma.

  • Medición del flujo espiratorio máximo. Es posible que se te pida que lleves un medidor de flujo espiratorio máximo, que es un pequeño dispositivo manual que mide la velocidad con que puedes exhalar el aire de los pulmones. Cuanto más lento exhales, más grave es la afección. Probablemente se te pida que uses un medidor de flujo espiratorio máximo a intervalos definidos, dentro y fuera del horario de trabajo. Si tu respiración mejora significativamente cuando no estás en el trabajo, es posible que tengas asma ocupacional.

Pruebas para detectar las causas del asma ocupacional

Es posible que se necesiten pruebas para comprobar si reaccionas a determinadas sustancias. Estas incluyen las siguientes:

  • Pruebas cutáneas para alergias. Se punzará la piel con extractos de alérgenos purificados y, luego, se observará si hay signos de una reacción alérgica. Estas pruebas no se pueden usar para diagnosticar la sensibilidad a sustancias químicas. Sin embargo, pueden resultar útiles para evaluar la sensibilidad a la caspa animal, el moho, los ácaros del polvo y el látex.
  • Prueba de provocación. Deberás inhalar un aerosol que contiene una pequeña cantidad de una sustancia química sospechosa para ver si desencadena una reacción. Se examinará la función pulmonar antes y después de administrar el aerosol para ver si este afecta tu capacidad para respirar.
  • Radiografía de tórax. El asma ocupacional es un tipo de enfermedad pulmonar ocupacional. Es posible que necesites una radiografía de tórax para diagnosticar otros tipos de problemas respiratorios relacionados con el trabajo.

Tratamiento

Es fundamental evitar la sustancia que provoca los síntomas en el lugar de trabajo. Sin embargo, una vez que te vuelves sensible a una sustancia, los síntomas del asma pueden desencadenarse con pequeñas cantidades, incluso si usas una mascarilla o una máscara protectora.

El objetivo del tratamiento es prevenir los síntomas y detener un ataque de asma en progreso. Es posible que necesites medicamentos para que el tratamiento sea satisfactorio. Se utilizan las mismas pautas de medicamentos para tratar el asma ocupacional y el no ocupacional.

El medicamento adecuado para ti depende de varios factores. Estos incluyen la edad, los síntomas, los desencadenantes del asma y lo que parece funcionar mejor para controlar tu asma.

Medicamentos de control a largo plazo

  • Corticoides inhalados. Los corticoides inhalados reducen la inflamación y presentan un riesgo relativamente bajo de efectos secundarios.
  • Modificadores de leucotrienos. Estos medicamentos son alternativas a los corticoides. Algunas veces, se toman junto con corticoides.
  • Agonistas beta de acción prolongada. Los agonistas beta de acción prolongada abren las vías respiratorias y reducen la inflamación. Para el asma, por lo general los agonistas beta de acción prolongada se deben tomar solamente en combinación con un corticoide inhalado.
  • Inhaladores combinados. Estos medicamentos contienen un agonista beta de acción prolongada y un corticoide.

Medicamentos de alivio rápido a corto plazo

  • Agonistas beta de acción rápida. Estos medicamentos alivian los síntomas durante un ataque de asma.
  • Corticoides orales e intravenosos. Alivian la inflamación de las vías respiratorias en los casos de asma grave. A largo plazo, pueden causar efectos secundarios graves.

Si necesitas usar un inhalador de alivio rápido con una frecuencia mayor que la recomendada, es posible que necesites modificar el medicamento de control de uso prolongado.

Además, si las alergias provocan o empeoran el asma, es posible que un tratamiento para la alergia te beneficie. Los tratamientos para la alergia incluyen antihistamínicos en forma de atomizador nasal y por vía oral, y descongestionantes.

Medicina alternativa

Muchas personas afirman que los remedios alternativos reducen los síntomas del asma. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se necesita más investigación para ver si funcionan y si tienen posibles efectos secundarios, especialmente en las personas con alergias y asma. Se han probado una serie de tratamientos alternativos para el asma, pero no hay beneficios claramente demostrados a partir de tratamientos como los siguientes:

  • Técnicas de respiración. Estas incluyen programas de respiración estructurados, como el método Buteyko, el método Papworth, el entrenamiento de los músculos pulmonares y los ejercicios de respiración del yoga (pranayama). Si bien estas técnicas pueden ayudar a mejorar la calidad de vida, no se ha demostrado que alivien los síntomas del asma.
  • Acupuntura. Esta técnica proviene de la medicina china tradicional. Consiste en colocar agujas muy finas en puntos estratégicos del cuerpo. La acupuntura es segura y, por lo general, indolora, pero la evidencia para su uso en el tratamiento del asma no es concluyente.

Preparación para la consulta

Es probable que primero consultes con el proveedor de atención médica primaria. O bien, puedes comenzar consultando con un médico que se especialice en asma (alergista inmunólogo o neumólogo).

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para tu cita médica.

Lo que puedes hacer

  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debes hacer con antelación. Quizás debas dejar de tomar antihistamínicos si es probable que te realicen una prueba cutánea para alergias.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita.
  • Anota los momentos en los que se producen los síntomas de asma, por ejemplo, si empeoran en el trabajo y si mejoran cuando no estás trabajando.
  • Haz una lista de todos los irritantes pulmonares posibles en el lugar de trabajo y cualquier otra cosa que parezca desencadenar tus síntomas. Te recomendamos que leas las hojas de datos de seguridad de los materiales (MSDS, por sus siglas en inglés) de tu área de trabajo, si las hay. En esta hoja se enumeran las sustancias tóxicas y los irritantes que se utilizan en tu lugar de trabajo. Recuerda que no todos los factores que provocan asma ocupacional se enumeran en las hojas de datos de seguridad de los materiales.
  • Anota información personal clave, como situaciones de estrés importantes o cambios recientes en tu vida y en tu empleo o lugar de trabajo.
  • Lleva una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes.
  • Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañen. La persona que te acompañe puede recordar información que hayas pasado por alto u olvidado.
  • Escribe las preguntas que quieres hacerle al proveedor de atención médica.

En el caso del asma ocupacional, algunas preguntas básicas para hacerle al proveedor de atención médica incluyen las siguientes:

  • ¿Es posible que un irritante en el lugar de trabajo sea la causa de mis problemas respiratorios o brotes de asma?
  • ¿Cuáles son otras causas posibles de mis síntomas o mi afección?
  • ¿Qué pruebas necesito hacerme? ¿Estas pruebas requieren alguna preparación especial?
  • ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
  • ¿Cómo debo tratar el asma ocupacional? ¿Debo renunciar a mi trabajo?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque primario que me indica?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Debería consultar a un especialista?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetan?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

No dudes en hacer otras preguntas.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el proveedor de atención médica te haga una serie de preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo notaste los síntomas por primera vez?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Tienes problemas para respirar cuando estás fuera del trabajo o solamente ocurren cuando estás trabajando?
  • ¿Los síntomas son constantes o aparecen y desaparecen?
  • ¿Se te ha diagnosticado alergias o asma?
  • ¿Estás expuesto a vapores, gases, humo, agentes irritantes, sustancias químicas o sustancias derivadas de plantas o animales en el trabajo? De ser así, ¿con qué frecuencia y por cuánto tiempo?
  • ¿Trabajas en condiciones laborales poco comunes, como expuesto a calor, frío o sequedad extremos?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
  • ¿Hay problemas de alergia o asma en tu familia?