Diagnósticos

El diagnóstico del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico se basa en los síntomas del niño y en descartar afecciones similares. Se pueden hacer análisis de laboratorio para ayudar con este proceso.

Los proveedores de atención médica descartan casos activos de COVID-19 mediante pruebas para detectar el virus con un hisopado de la nariz. Es posible que también hagan un hisopado de la parte posterior de la garganta. Además, usan análisis de sangre para descartar afecciones inflamatorias, como la enfermedad de Kawasaki, septicemia o el síndrome del choque tóxico.

Muchos niños con síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico dan negativo en la prueba de infección del virus de la COVID-19. Sin embargo, se puede detectar una infección anterior mediante una prueba de anticuerpos si el niño tuvo COVID-19, pero no presentó síntomas. También se puede determinar al observar infecciones en los contactos cercanos del niño. La mayoría de los niños que tienen el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico muestra una conexión con el virus que causa la COVID-19 dentro de los 2 meses de enfermarse.

Además, los proveedores de atención médica pueden solicitar pruebas para detectar inflamación y otros signos de síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico:

  • Pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y orina, que incluyen pruebas que detectan el nivel de una proteína inflamatoria en la sangre.
  • Pruebas por imágenes, como radiografía de tórax, ecocardiograma, ecografía abdominal o tomografía computarizada.
  • Otras pruebas, según los síntomas.

Tratamientos

Los niños con síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico reciben tratamiento en un hospital. Algunos necesitan tratamiento en una unidad de cuidados intensivos pediátricos. El tratamiento implica atención médica de apoyo y medidas para reducir la inflamación en los órganos vitales afectados para protegerlos de daños permanentes. El tratamiento depende del tipo y de la gravedad de los síntomas y de qué órganos y otras partes del cuerpo se ven afectados por la inflamación.

La atención médica de apoyo puede incluir lo siguiente:

  • Líquidos, si los niveles son demasiado bajos, esta afección se conoce como deshidratación.
  • Oxígeno para ayudar con la respiración.
  • Medicamentos para la presión arterial para tratar la presión arterial baja relacionada con el choque o para ayudar con la función cardíaca.
  • Una máquina que asiste a la respiración llamada respirador.
  • Medicamentos que disminuyen el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos, como aspirina o heparina.
  • En casos muy raros, oxigenación por membrana extracorpórea utilizando una máquina que hace el trabajo del corazón y los pulmones.

El tratamiento para frenar la hinchazón y la inflamación puede incluir lo siguiente:

  • Antibióticos.
  • Terapia con esteroides.
  • Inmunoglobulina intravenosa, un derivado sanguíneo compuesto por anticuerpos.
  • Otros tipos de tratamiento, como las terapias dirigidas destinadas a disminuir los altos niveles de proteínas llamadas citocinas, que pueden causar inflamación.

No hay evidencia de que el síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico sea contagioso. Sin embargo, existe la posibilidad de que tu hijo tenga una infección activa por el virus de la COVID-19 u otro tipo de infección contagiosa. Por esto, el hospital utilizará medidas de control de infecciones al cuidar de tu hijo.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Si tu hijo tiene un cuadro grave de síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, es posible que te sientas abrumado por la ansiedad y el miedo. El síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico es poco frecuente, por lo que probablemente no conozcas a nadie que haya pasado por esta experiencia. Para ayudar a sobrellevar el costo emocional que esto puede implicar, pide apoyo. Puede variar desde hablar de tus sentimientos con tus seres queridos y amigos hasta pedir ayuda a un profesional de la salud mental. Pide asesoramiento a tu equipo de atención médica. Por tu propio bien y el de tu hijo, no trates de manejar esta ansiedad y sufrimiento emocional solo.

Preparación para la consulta

Si tu hijo tiene algún signo de alarma de emergencia relacionado con el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico o si está gravemente enfermo, llévalo al departamento de emergencia más cercano. O bien, llama al 911 o al número local de emergencias. Recuerda que debes usar una mascarilla para protegerte a ti mismo y a los demás.

Si los síntomas de tu hijo no son graves, ponte en contacto con su pediatra o con otro profesional de la salud. El proveedor de atención médica seguramente querrá evaluar a tu hijo o remitirlo de inmediato a un especialista en enfermedades infecciosas.

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer con antelación. Prepara una lista de lo siguiente:

  • Los síntomas de tu hijo, incluido cuándo comenzaron.
  • Información personal clave, lo que incluye momentos de gran estrés, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares.
  • Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que tome tu hijo, incluidas las dosis.
  • Cualquier actividad grupal en la que tu hijo haya participado recientemente, incluidas las fechas.
  • Preguntas que quieras hacerle al profesional de la salud.

Qué esperar del médico

Es probable que el profesional de la salud les haga a ti y a tu hijo, dependiendo de su edad, varias preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Se le ha hecho a tu hijo la prueba de la COVID-19?
  • ¿Tu hijo ha estado cerca de alguien con resultado positivo para el virus de la COVID-19?
  • ¿Tu hijo va a la escuela?
  • Recientemente, ¿tu hijo ha participado en actividades grupales, como, por ejemplo, deportes?
  • ¿Con quién ha estado tu hijo en contacto cercano recientemente?

Prepararte para la cita médica te permite asegurarte de que tendrás tiempo para obtener respuestas a todas tus preguntas. Te ayuda a saber cuáles son los próximos pasos y por qué son importantes.