Diagnóstico
Para diagnosticar el linfoma cutáneo de células T, un profesional de atención médica podría comenzar con un examen para detectar signos de cáncer. Las pruebas y los procedimientos pueden incluir análisis de sangre, biopsias de piel y estudios por imágenes. El linfoma cutáneo de células T puede ser difícil de diagnosticar porque los síntomas son similares a los de otras afecciones de la piel, como el eczema. Y es posible que las primeras pruebas no muestren células cancerosas en la piel. Llegar al diagnóstico correcto puede requerir tiempo.
Examen físico
Es posible que un profesional de atención médica te haga un examen físico para ver si tienes zonas con escamas o tumores. El profesional de atención médica podría revisar si hay otros signos de linfoma cutáneo de células T, como ganglios linfáticos inflamados.
Análisis de sangre
Los análisis de sangre, como un hemograma completo, pueden dar información sobre la afección. A veces, los análisis de sangre muestran la presencia de células cancerosas en la sangre. Esto es más común en un tipo de linfoma cutáneo de células T llamado síndrome de Sézary.
Biopsia de piel
Una biopsia de piel es un procedimiento que consiste en extraer células de la superficie del cuerpo para analizarlas en un laboratorio. Los análisis pueden indicar si hay células cancerosas en la piel.
Un profesional de atención médica puede tomar la muestra de células con un instrumento que corta en forma circular. Este tipo de biopsia se conoce como biopsia con sacabocados. Para zonas y tumores más grandes, el profesional de atención médica puede usar un bisturí pequeño. Esto se conoce como biopsia por escisión.
Las biopsia de piel no siempre detectan células cancerosas, incluso cuando el cáncer está presente. Es posible que necesites más de una biopsia de piel con el tiempo.
Estudios por imágenes
Si existe la preocupación de que las células cancerosas se hayan diseminado a otras partes del cuerpo, el profesional de atención médica podría sugerirte estudios por imágenes. Estos pueden incluir tomografías computarizadas y tomografías por emisión de positrones.
Tratamiento
Los tratamientos para el linfoma cutáneo de células T incluyen medicamentos, radioterapia, fototerapia y trasplante de médula ósea. Existen muchos tratamientos para este cáncer. Tu plan de tratamiento puede incluir una combinación de tratamientos.
Cremas y ungüentos para la piel
Algunos medicamentos para el linfoma cutáneo de células T se aplican sobre la piel. Los medicamentos pueden ser cremas, geles y ungüentos.
Entre los medicamentos usados de esta forma se incluyen los siguientes:
- Medicamentos esteroides. Los medicamentos esteroides aplicados sobre la piel pueden ayudar a controlar la erupción y la picazón.
- Medicamentos de quimioterapia. La quimioterapia trata el cáncer con medicamentos fuertes. Algunos medicamentos de quimioterapia se aplican sobre la piel para eliminar las células cancerosas.
Fototerapia
La fototerapia para el linfoma cutáneo de células T consiste en proyectar cierto tipo de luz sobre la piel para eliminar las células cancerosas. Durante este tratamiento, estarás de pie en una zona de tratamiento mientras las lámparas iluminan tu piel. El tratamiento suele administrarse varias veces por semana durante varias semanas.
A veces, en la fototerapia también se requieren medicamentos para que las células cancerosas sean más fáciles de dañar con la luz. Esto se llama terapia fotodinámica.
Radioterapia
La radioterapia trata el cáncer con haces de energía potente. En el linfoma cutáneo de células T, los haces de energía suelen ser rayos X o electrones. El tratamiento puede dirigirse a una pequeña zona del cáncer en la piel. O puede administrarse a toda la piel del cuerpo.
Medicamentos en comprimido o a través de una vena
Algunos medicamentos para el linfoma cutáneo de células T se administran en forma de comprimido o a través de una vena. Si se administra de esta forma, el medicamento viaja por el cuerpo y puede tratar el cáncer allí donde esté proliferando.
Entre los medicamentos usados de esta forma se incluyen los siguientes:
- Quimioterapia. La quimioterapia trata el cáncer con medicamentos fuertes. Los medicamentos eliminan las células cancerosas.
- Terapia dirigida. La terapia dirigida contra el cáncer es un tratamiento en el que se utilizan medicamentos que atacan sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células cancerosas.
- Inmunoterapia. La inmunoterapia para el cáncer es un tratamiento con medicamentos que ayuda al sistema inmunitario a eliminar las células cancerosas. Para combatir las enfermedades, el sistema inmunitario ataca los gérmenes y otras células que no deberían estar en el cuerpo. Las células cancerosas sobreviven porque se esconden del sistema inmunitario. La inmunoterapia ayuda a las células del sistema inmunitario a encontrar y eliminar las células cancerosas.
Trasplante de médula ósea
Un trasplante de médula ósea, también conocido como trasplante de células madre de médula ósea, implica poner en el cuerpo células madre de médula ósea saludables. Estas células sustituyen a las dañadas por la quimioterapia y otros tratamientos. Puede usarse un trasplante de médula ósea cuando el linfoma cutáneo de células T está muy avanzado o reaparece después de otros tratamientos.
Estilo de vida y remedios caseros
Muchas personas con linfoma cutáneo de células T tienen picazón en la piel. El cuidado de la piel puede ayudar. Además de lo que el profesional de atención médica te recomiende para controlar la picazón, también te puede ayudar lo siguiente:
- Usar jabón suave sin perfume. Esto puede ayudarte a disminuir la picazón. Cuando te bañes, usa agua tibia, no caliente.
- Mantener hidratada la piel. Aplica una loción suave, crema o ungüento sin perfume en la piel luego de ducharte o bañarte. Aplica la crema hidratante a lo largo del día según sea necesario. Esto puede ayudarte a disminuir la picazón.
Afrontamiento y apoyo
Un diagnóstico de linfoma cutáneo de células T puede ser un desafío. A continuación, te damos algunos consejos que pueden ayudarte a afrontar la situación.
Conoce más sobre el linfoma cutáneo de células T
Infórmate lo suficiente sobre el tipo de cáncer que tengas para que te sientas bien al tomar decisiones sobre el tratamiento y la atención médica. Habla con el equipo de atención médica. Pídele al equipo de atención médica que te recomiende buenas fuentes de información. El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. y la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma son dos buenas fuentes de información.
Encuentra a alguien que te escuche
Buscar a una persona que esté dispuesta a escucharte hablar sobre tus esperanzas y temores puede ser útil a la hora de manejar un diagnóstico de cáncer. Puede ser un familiar o un amigo. Un consejero, un trabajador social médico o un miembro de la iglesia también pueden ofrecer orientación y cuidados médicos útiles.
También puede ser útil unirse a un grupo de apoyo o hablar con otras personas que tengan cáncer.
Preparación para la cita médica
Empieza por programar una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes síntomas que te preocupan.
A continuación, encontrarás información que ayudará a que te prepares para la cita médica.
Qué puedes hacer
Cuando programes la cita médica, pregunta si debes hacer algo específico antes de ir. Por ejemplo, es posible que te digan que no comas antes de ciertas pruebas. Prepara una lista de lo siguiente:
- Tus síntomas, incluso aquellos que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita, y cuándo comenzaron.
- Información personal crucial, incluidos momentos de gran estrés, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares.
- Todos los medicamentos, las vitaminas y otros suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Preguntas para hacerle al profesional de atención médica
Trae a un familiar o amigo contigo, si es posible, para ayudarte a recordar la información que recibas.
Para el linfoma cutáneo de células T, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacer:
- ¿Cuál puede ser la causa de los síntomas?
- Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles para los síntomas?
- ¿Qué pruebas deben hacerme?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades de manera conjunta?
- ¿Debo respetar alguna restricción?
- ¿Debería consultar con un especialista?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer todas las preguntas que tengas.
Qué esperar de tu médico
Es posible que el profesional de atención médica te haga preguntas, como las siguientes:
- ¿Tienes síntomas todo el tiempo, o aparecen y desaparecen?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorarlos?