¿Cuál es la preocupación por las variantes de la COVID-19? ¿Son más contagiosas?

La preocupación por las variantes, a veces llamadas cepas, del virus que causa la COVID-19 se basa en cómo podría cambiar el virus. Un virus podría ser más efectivo a la hora de infectar a la gente, diseminarse más rápidamente o hacer que la gente enferme aún más.

Cuando un virus infecta a un grupo de personas, se copia a sí mismo. Durante este proceso, el código genético puede cambiar aleatoriamente en cada copia. Estos cambios se llaman mutaciones.

Aunque algunas mutaciones no tienen ningún efecto sobre el virus,

otras mutaciones pueden:

  • Hacer que el virus infecte con mayor facilidad las células de una persona y así causar una enfermedad grave.
  • Hacer que el virus sea más eficaz a la hora de evitar el sistema inmunitario.
  • Hacer que las pruebas detección del virus sean menos precisas.
  • Hacer que las vacunas no funcionen tan bien.
  • Hacer que los medicamentos utilizados para prevenir o tratar la COVID-19 dejen de funcionar o no funcionen tan bien.

Si una mutación modifica la forma en que actúa un virus sobre un grupo de personas, recibe el nombre de variante. Científicos de todo el mundo siguen los cambios en las variantes del virus que causan la COVID-19.

Ómicron

La variante principal en Estados Unidos es la ómicron. Esta variante se disemina con mayor facilidad que el virus original de la COVID-19 y la variante delta. Sin embargo, la variante ómicron parece causar una enfermedad menos grave.

Ómicron tiene algunas ramificaciones importantes, también llamadas sublinajes. Juntas, las variantes de ómicron causan casi todas las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos.

Recibir la vacuna contra la COVID-19 protege contra un cuadro grave de la enfermedad, la necesidad de atención hospitalaria debido a la COVID-19 y la muerte por la COVID-19. Mantenerse al día con la vacuna más reciente es de mayor importancia para las personas con más riesgo. Entre estas, los adultos mayores de 65 años, las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, las personas embarazadas y las personas con afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares y obesidad.

Los efectos secundarios graves de la vacuna contra la COVID-19 son extremadamente infrecuentes. Debido a esto, incluso los adultos sanos se benefician de la vacuna contra la COVID-19, la cual reduce el riesgo de presentar un cuadro grave de la enfermedad a una tasa similar que la vacuna contra la gripe.

Dec. 18, 2025