Comprende tus opciones antes de decidir si la terapia coadyuvante es para ti. Equilibra los efectos secundarios y los beneficios del tratamiento al tomar tu decisión.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

El cirujano te dice que la operación para extirpar el tumor fue un éxito. Entonces, ¿por qué necesitas más tratamiento contra el cáncer? El equipo de atención médica podría recomendarte terapia adyuvante, es decir, más tratamiento para evitar que el cáncer reaparezca.

La terapia adyuvante es el tratamiento contra el cáncer que se administra después de los tratamientos primarios, como la cirugía. El objetivo es reducir la probabilidad de que el cáncer reaparezca. Esto se debe a que, aunque se extirpen todos los tumores visibles durante la cirugía, es posible que queden algunos en el cuerpo que no se pueden ver.

Algunos tipos de tratamiento contra el cáncer que se usan como terapia adyuvante son los siguientes:

  • Quimioterapia. La quimioterapia trata el cáncer con medicamentos potentes. Hay muchos medicamentos de quimioterapia. La mayoría se administra a través de una vena. Algunos vienen en forma de pastilla.
  • Terapia hormonal. Algunos tipos de cáncer se ven potenciados por las hormonas del cuerpo, como el cáncer de mama y el cáncer de próstata. Los tratamientos de terapia hormonal usan medicamentos para eliminar esas hormonas del cuerpo o a fin de bloquear sus efectos. Esto puede ayudar a detener la proliferación de las células cancerosas.
  • Radioterapia. La radioterapia trata el cáncer con haces potentes de energía. El tipo más frecuente es la radioterapia externa. Durante este tipo de radioterapia, te recuestas en una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor. La máquina dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo. La braquiterapia es otro tipo de radiación. En esta, se te coloca una fuente sellada de radiación dentro del cuerpo, junto a la zona que necesita tratamiento.
  • Inmunoterapia. La inmunoterapia para el cáncer es un tratamiento con medicamentos que actúa junto con el sistema inmunitario a fin de destruir las células cancerosas. El sistema inmunitario combate las enfermedades al atacar los microbios y las otras células que no deberían estar en el cuerpo. Las células cancerosas sobreviven porque se ocultan del sistema inmunitario. La inmunoterapia ayuda a las células del sistema inmunitario a encontrar y eliminar las células cancerosas.
  • Terapia dirigida. La terapia dirigida es un tratamiento contra el cáncer que utiliza medicamentos que atacan sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células cancerosas.

No todas las personas se benefician de la terapia adyuvante. Considera estos factores con el equipo de atención médica a la hora de decidir si la terapia adyuvante es una buena opción para ti:

  • Tipo de cáncer. La terapia adyuvante suele dar buenos resultados en el caso de ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de colon, pero depende de cada caso. Quizás la terapia adyuvante no sirva para tratar todos los tipos de cáncer.
  • Etapa del cáncer. La etapa de un cáncer indica el grado de diseminación de este. Si el cáncer se encuentra en una etapa temprana, tal vez no haya tenido tiempo de diseminarse. La probabilidad de que el cáncer reaparezca después de la cirugía puede ser bastante baja. En ese caso, la terapia adyuvante puede no aportar grandes beneficios. La terapia adyuvante podría ser más útil si el cáncer está en una etapa avanzada o si se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos.
  • Cantidad de ganglios linfáticos implicados. Cuando el cáncer se disemina desde su lugar de origen, suele ir primero a los ganglios linfáticos. Si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos, es más probable que te beneficies de la terapia adyuvante.
  • Receptividad hormonal. La terapia hormonal no será eficaz si el cáncer no está potenciado por hormonas específicas.
  • Otros cambios específicos según el cáncer. Algunos tipos de cáncer pueden tener cambios en las células. Dichos cambios indican que es probable que el cáncer reaparezca. En estos tipos de cáncer, la terapia adyuvante puede ser útil. Si en los análisis se observa que lo más probable es que el cáncer no reaparezca, tal vez no necesites terapia adyuvante.

La terapia adyuvante no garantiza que el cáncer no reaparezca, pero puede reducir el riesgo de que eso suceda.

A fin de decidir si la terapia adyuvante es una buena opción para ti, consulta con el profesional de atención médica sobre los siguientes puntos:

  • Tipo de terapia. Averigua exactamente qué se espera durante la terapia adyuvante. ¿Tienes que consultar con el profesional de atención médica para recibir inyecciones o tomarás pastillas en casa?
  • Efectos secundarios. ¿Qué efectos secundarios estás dispuesto a sobrellevar? ¿Cuáles serían demasiado para tolerar? ¿Tienes pensado trabajar o mantenerte activo durante el tratamiento? ¿Los efectos secundarios podrían interferir en tus planes? ¿Cuánto durarán estos efectos secundarios? ¿Es permanente alguno de estos efectos secundarios?
  • Duración del tratamiento. Las terapias adyuvantes pueden durar desde tan solo unas semanas hasta 10 años. Comprende cuáles son las recomendaciones y por qué las hace el profesional de atención médica.
  • Probabilidades de que el cáncer no reaparezca. Si decides no seguir con la terapia, ¿qué probabilidades hay de que el cáncer reaparezca? ¿En qué medida te ayudará la terapia adyuvante? El profesional de atención médica puede estimar la eficacia del tratamiento a partir de estudios de otras personas con el mismo tipo y etapa de cáncer que hayan recibido el mismo tratamiento.
  • Efectos de la salud general. Las personas que, por lo demás, tienen buena salud pueden tener menos efectos secundarios durante la terapia adyuvante. También es más probable que se beneficien de esta. Las personas con problemas graves de salud pueden tener más probabilidades de presentar efectos secundarios durante la terapia adyuvante. Además, tal vez sea menos probable que se beneficien de esta. Si tienes otros problemas significativos de salud, como una enfermedad cardíaca o una enfermedad pulmonar grave, quizás no te beneficies tanto de los tratamientos adyuvantes.
  • Costo. En los Estados Unidos, es probable que la mayoría de las terapias adyuvantes recomendadas por el profesional de atención médica estén cubiertas por el seguro médico. Sin embargo, tal vez se espere que pagues una parte del tratamiento. Algunos medicamentos y procedimientos pueden ser costosos. Para prepararte, pregunta sobre los costos y lo que puedes esperar. Si te preocupa no poder pagar el tratamiento, comunícalo al equipo de atención médica. Pide hablar con un trabajador social médico que pueda ponerte en contacto con recursos económicos que podrían ayudarte.

Piensa detenidamente qué prefieres. Te recomendamos que hagas todo lo posible para reducir las probabilidades de que el cáncer reaparezca, a pesar de los efectos secundarios. O bien, tal vez decidas que los efectos secundarios no valen la pena si es poco probable que la terapia te ayude. Habla con el profesional de atención médica sobre lo que se recomienda y por qué. El profesional de atención médica puede ayudarte a decidir si los beneficios de la terapia adyuvante superan los riesgos para ti.

May 02, 2024