Un procedimiento del canal radicular ayuda a salvar un diente muy dañado o infectado. El dentista elimina la pulpa dental afectada por la enfermedad y coloca una corona sobre el diente.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

El procedimiento del canal radicular es un tratamiento que sirve para reparar y salvar un diente infectado o muy dañado en lugar de extraerlo. El término "procedimiento del canal radicular" proviene de la limpieza de los canales dentro de la raíz de un diente.

Hace varias décadas, los tratamientos del canal radicular solían ser dolorosos. Gracias a los avances en odontología y a los anestésicos locales, ahora la mayoría de las personas siente poco o nada de dolor durante un procedimiento del canal radicular. De hecho, probablemente sea más doloroso tener un diente con caries.

Las alternativas al procedimiento del canal radicular incluyen la extracción del diente dañado sin ningún otro tratamiento o la extracción y sustitución del diente por un implante dental, un puente o una prótesis dental parcial.

Los dientes tienen un centro blando llamado pulpa dental. La pulpa dental se extiende desde la corona, que es la parte visible del diente, hasta la punta de la raíz del diente, ubicada en la mandíbula. La pulpa dental contiene nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo.

Cuando un diente se rompe, se parte o tiene una caries profunda, las bacterias pueden ingresar a la pulpa dental. Una lesión en los dientes también puede causar inflamación y daño en la pulpa dental. Si no se trata, las bacterias y el material en descomposición pueden causar una infección grave o un absceso, que es una acumulación de pus. Esto puede llevar a la muerte de la pulpa dental, la pérdida de hueso y la pérdida del diente. Los síntomas pueden incluir hinchazón en la cara y el cuello, un agujero en el diente, dolor de muelas o de dientes, inflamación de las encías y sensibilidad a las bebidas o alimentos fríos o calientes.

El procedimiento del canal radicular suele realizarlo un dentista general o un endodoncista, que es un especialista en este tratamiento. El procedimiento del canal radicular generalmente se completa en una o dos visitas. A veces, es necesario acudir a más visitas porque algunos dientes son más difíciles de tratar.

Primero, te harán una radiografía odontológica para comprobar la gravedad del daño en el diente. También te administrarán un medicamento anestésico para controlar el dolor durante el procedimiento. Luego, te colocarán un protector dental o lámina gomosa en la boca, alrededor del diente, para mantenerlo limpio, protegido y sin saliva. El dentista o endodoncista eliminará la caries y realizará una abertura a través de la corona del diente para acceder a la cavidad pulpar. La pulpa dental infectada o afectada por la enfermedad se extraerá con pequeños instrumentos de odontología.

Una vez que se extrae la pulpa dental afectada por la enfermedad, la cavidad pulpar y los canales radiculares se enjuagarán y limpiarán. Los canales radiculares pueden remodelarse y agrandarse para facilitar el acceso y el empaste. Los canales radiculares se limpiarán para eliminar toda la infección y se secarán antes de empastarlos de forma permanente. A veces se aplica un medicamento en la cavidad pulpar y en los canales radiculares para eliminar cualquier infección. Si la infección se extendió más allá del diente, es posible que deban recetarte antibióticos.

Después del procedimiento del canal radicular, es posible que te coloquen un empaste temporal. Este se coloca en la corona para proteger el diente y evitar que entren restos de comida y saliva. Evita morder o masticar con el diente hasta que el tratamiento y la reparación sean permanentes.

Una vez que se haya limpiado y secado el diente, se empastará su interior, lo que incluye la cavidad pulpar vacía y los canales radiculares. Es posible que no necesites más anestesia para este paso. Si tienes un empaste temporal, este se retira para acceder al interior del diente. En primer lugar, se utilizará una pasta selladora y un compuesto de caucho para rellenar los canales radiculares. Posteriormente, se colocará un empaste dental para proteger los canales radiculares de la saliva.

La etapa final del procedimiento del canal radicular consiste en la restauración del diente. El diente suele quedar debilitado por una caries extensa o tener un empaste grande. El diente debe volver a funcionar correctamente y necesita protección contra futuros daños. Para ello, se suele colocar una corona artificial. Una corona es una funda artificial que tiene un aspecto real y que se coloca sobre el diente.

Las coronas generalmente están hechas de oro, porcelana o porcelana fundida con metal. Sin embargo, se pueden utilizar otros materiales. Las coronas de porcelana o de porcelana fundida con metal se pueden teñir para que su color se asemeje al de los demás dientes. Si falta gran parte de la estructura dental, es posible que necesites un perno metálico en el diente como soporte y para mantener la corona en su lugar. Pregunta a tu dentista o endodoncista sobre otras opciones para restaurar el diente.

Después del procedimiento del canal radicular, el diente restaurado con la corona nueva debería funcionar como un diente natural y tener buen aspecto. Si tienes buenos hábitos de cuidado dental y bucal, el diente restaurado podría durar toda la vida.

Es posible que el diente esté sensible durante los primeros días después del procedimiento del canal radicular. Los analgésicos que se venden sin receta médica pueden ser útiles. Si el dolor o la presión duran más de unos pocos días, habla con tu dentista o endodoncista.

Oct. 17, 2025