Diagnóstico

Durante un examen físico, el médico te examinará el tobillo, el pie y la parte inferior de la pierna. El médico te tocará la piel que rodea la lesión para detectar puntos de sensibilidad y te moverá el pie para conocer la amplitud de movimiento y ver qué posiciones te causan molestias o dolor.

Si la lesión es grave, tu médico podría recomendar una o más de las siguientes exploraciones por imágenes para descartar un hueso fracturado o evaluar mejor el daño en el ligamento:

  • Radiografías. Durante una radiografía, una cantidad pequeña de radiación atraviesa tu cuerpo para producir imágenes de los huesos del tobillo. Esta prueba sirve para descartar fracturas de los huesos.
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM). Las IRM emplean ondas de radio y un campo magnético poderoso para producir imágenes transversales o tridimensionales detalladas de las estructuras internas blandas del tobillo, incluidos los ligamentos.
  • Tomografía computarizada. Las tomografías computarizadas pueden revelar más detalles sobre los huesos de la articulación. Las tomografías computarizadas toman radiografías desde varios ángulos diferentes y las combinan para generar imágenes transversales o tridimensionales.
  • Ecografía. Una ecografía usa ondas de sonido para crear imágenes en tiempo real. Estas imágenes pueden ayudar a tu médico a evaluar el estado de un ligamento o tendón cuando el pie está en diferentes posiciones.

Tratamiento

El tratamiento para el esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión. Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor y la inflamación, favorecer la curación del ligamento y recuperar el funcionamiento del tobillo. Para las lesiones graves, es posible que te deriven a un especialista en lesiones musculoesqueléticas, como un cirujano ortopédico o un médico que se especialice en medicina física y rehabilitación.

Cuidado personal

Para el cuidado personal de un esguince de tobillo, usa el método de reposo, hielo, compresión y elevación durante los primeros dos o tres días:

  • Reposo. Evita las actividades que te provoquen dolor, hinchazón o molestia.
  • Hielo. Usa una compresa de hielo o sumerge la zona afectada en agua helada inmediatamente durante 15 a 20 minutos y repite el proceso cada dos o tres horas mientras estés despierto. Si tienes una enfermedad vascular, diabetes o disminución de la sensibilidad, comunícate con el médico antes de aplicar el hielo.
  • Compresión. Para ayudar a detener la hinchazón, comprime el tobillo con una venda elástica hasta que la hinchazón se detenga. No ajustes demasiado la venda para no dificultar la circulación. Comienza a vendarte desde el extremo más alejado del corazón.
  • Elevación. Para reducir la hinchazón, levanta el tobillo por encima del nivel del corazón, especialmente por la noche. La gravedad ayuda a reducir la hinchazón, ya que drena el exceso de líquido.

Medicamentos

En la mayoría de los casos, los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), el naproxeno sódico (Aleve u otros) o el paracetamol (Tylenol u otros), son suficientes para controlar el dolor producido por un esguince de tobillo.

Dispositivos

Como caminar con un esguince de tobillo puede ser doloroso, es posible que tengas que usar muletas hasta que el dolor disminuya. Según la gravedad del esguince, el médico puede recomendarte un vendaje elástico, cinta deportiva o una tobillera para estabilizar el tobillo. En el caso de un esguince grave, podría ser necesario colocar un yeso o una bota para caminar a fin de inmovilizar el tobillo mientras sana.

Terapia

Una vez que baja la inflamación y se reduce el dolor lo suficiente como para volver a ponerte en movimiento, el médico te pedirá que comiences a hacer una serie de ejercicios para restablecer la amplitud de movimiento, fuerza, flexibilidad y estabilidad del tobillo. El médico o un fisioterapeuta te explicarán el método adecuado y la progresión de los ejercicios.

El entrenamiento para mejorar el equilibrio y la estabilidad es de especial importancia para volver a entrenar los músculos del tobillo con el fin de que trabajen juntos en pos de sostener la articulación, así como de prevenir los esguinces recurrentes. Estos ejercicios pueden abarcar varios grados de dificultad para el equilibrio, como pararte en una pierna.

Si te esguinzaste el tobillo mientras hacías ejercicio o practicabas un deporte, pregúntale al médico cuándo puedes reanudar la actividad. Es posible que el médico o el fisioterapeuta te pidan que realices pruebas de movimientos y actividades especiales para determinar cuán bien está el tobillo para los deportes que practicas.

Cirugía

En casos poco frecuentes, se realiza cirugía cuando la lesión no se cura o el tobillo sigue inestable después de un largo período de fisioterapia y ejercicios de rehabilitación. La cirugía puede realizarse para:

  • Reparar un ligamento que no se curará
  • Reconstruir un ligamento con tejido de un ligamento o tendón cercano

Preparación para la consulta

Programa una consulta o busca atención médica de urgencia si sospechas que tienes un esguince que no responde a las estrategias de cuidado personal o que provoca dolor o inestabilidad continuos. Si el esguince es grave, es posible que te deriven a un médico especialista en medicina deportiva o en cirugía ortopédica.

Qué puedes hacer

Te recomendamos que hagas una lista que incluya lo siguiente:

  • Descripciones detalladas de tus síntomas
  • Información sobre problemas de salud que hayas tenido, sobre todo las lesiones anteriores en el tobillo
  • Todos los medicamentos y suplementos alimentarios que tomas
  • Las preguntas que desees hacerle al médico

Qué esperar del médico

El médico podría hacerte algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo ocurrió la lesión?
  • ¿En qué dirección giró tu pie cuando se lesionó?
  • ¿Puedes soportar peso con ese pie?
  • ¿Qué tratamiento de cuidado personal probaste?
  • ¿Qué efectos tuvo ese tratamiento?
  • ¿Te lesionaste el tobillo anteriormente?
  • ¿Cómo se trató la lesión?