Descripción general
Los niños con trastornos pediátricos de los glóbulos blancos tienen demasiados glóbulos blancos o muy pocos. Los glóbulos blancos, llamados leucocitos, son parte del sistema inmunitario. Provienen de la médula ósea y ayudan a combatir infecciones. Varias afecciones pueden hacer que la cantidad de glóbulos blancos sea demasiado baja o demasiado alta.
Un recuento bajo de glóbulos blancos, también llamado leucopenia, significa tener muy pocos leucocitos en la sangre. Un recuento bajo de glóbulos blancos a largo plazo aumenta el riesgo de infecciones.
Un recuento alto de glóbulos blancos, también llamado leucocitosis, significa tener demasiados leucocitos en la sangre. En la mayoría de los casos esto se debe a una infección.
Tipos
Existen varios tipos de glóbulos blancos. Cada uno tiene su propia actividad para combatir enfermedades. Estos son los tipos principales:
- Neutrófilos. Más de la mitad de los glóbulos blancos del cuerpo son neutrófilos. Tener muy pocos neutrófilos se denomina neutropenia. Los neutrófilos combaten las infecciones a causa de bacterias u hongos.
- Linfocitos. Una cantidad demasiado baja de linfocitos causa linfocitopenia. Los linfocitos, también llamados células T y células B, protegen principalmente contra infecciones virales.
- Monocitos. Estos glóbulos blancos ayudan al cuerpo a eliminar el tejido muerto o dañado. Y ayudan a la respuesta inmunitaria del cuerpo.
- Eosinófilos. La eosinofilia consiste en tener demasiadas células eosinófilas. Estas células ayudan con la hinchazón y la irritación, llamada inflamación. También ayudan con los parásitos y las alergias.
- Basófilos. Este es el tipo de glóbulo blanco menos común. Los basófilos tienen un papel en la cicatrización de heridas, el asma y las reacciones alérgicas.
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Síntomas
Los síntomas dependen del tipo de glóbulo blanco y de si hay muy pocos o demasiados. Los síntomas pueden ser los de infecciones, afecciones en las que el sistema inmunitario ataca tejidos saludables (llamadas afecciones autoinmunitarias), alergias y ciertos tipos de cáncer.
Causas
La causa de los trastornos de los glóbulos blancos en niños depende del tipo de glóbulo blanco afectado.
Neutropenia
El cáncer y las afecciones que dañan la médula ósea pueden causar este recuento bajo de neutrófilos. Ciertos medicamentos, infecciones y otras afecciones también pueden causar neutropenia.
Linfocitopenia
Los síndromes que se transmiten de una generación a otra, conocidos como síndromes hereditarios, pueden causar una cantidad insuficiente de linfocitos. La linfocitopenia también está relacionada con infecciones, cáncer y afecciones en las que el cuerpo ataca su propio tejido, llamadas afecciones autoinmunitarias. Y puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos u otros tratamientos.
Trastornos de los monocitos
Las infecciones, el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias y otras afecciones pueden causar un aumento en la cantidad de monocitos. Las toxinas, la quimioterapia y otras causas pueden hacer que haya muy pocos monocitos.
Eosinofilia
Las reacciones alérgicas, las afecciones de la piel o las infecciones por parásitos son las causas más comunes de tener demasiadas células eosinófilas.
Trastornos de los basófilos
Las reacciones alérgicas o las infecciones pueden reducir la cantidad de basófilos. Ciertos tipos de cáncer de sangre y otras afecciones pueden aumentar la cantidad de basófilos.
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de trastornos de los glóbulos blancos en niños:
- Antecedentes familiares.
- Infecciones.
- Cáncer.
- Alergias.
- Afecciones en las que el cuerpo ataca a sus propias células, denominadas afecciones autoinmunitarias.
- Ciertos medicamentos.