Panorama general
La resonancia magnética cerebral es una prueba diagnóstica en la que se obtienen imágenes detalladas del cerebro. También se pueden obtener imágenes del cuello y la columna vertebral con una resonancia magnética cerebral. Cada imagen representa una sección o corte independiente del cerebro. La resonancia magnética cerebral también puede denominarse resonancia magnética de la cabeza o resonancia magnética craneal.
Durante el examen, te acuestas en un aparato alargado cilíndrico que te escanea la cabeza mientras una computadora obtiene imágenes y crea imágenes del interior del cerebro. Las crea en cortes, como si fueran rebanadas de pan.
Un escáner de resonancia magnética cerebral, también llamado aparato de resonancia magnética cerebral, usa una computadora, ondas de radio y un imán muy potente para obtener imágenes detalladas. Esta prueba no causa dolor. Pero hace mucho ruido y algunos aparatos requieren que estés en un espacio cerrado. Para algunas personas, esto puede resultar incómodo. En la resonancia magnética cerebral no se usa radiación y se considera muy segura para la mayoría de las personas.
Podrías necesitar una resonancia magnética cerebral por diversos motivos. En la resonancia magnética cerebral, el profesional de atención médica puede ver cualquier zona del cerebro en la que se hayan producido cambios o en la que el cerebro no esté funcionando como debería. Esta prueba puede emplearse para diagnosticar la causa de algunos síntomas, como dolores de cabeza, cambios en la visión, convulsiones o pérdida auditiva. Entre las afecciones que pueden diagnosticarse mediante una resonancia magnética se encuentran los accidentes cerebrovasculares, los tumores y la esclerosis múltiple.
Tipos de escáneres de resonancia magnética cerebral
Aparato de resonancia magnética de 7 teslas
Aparato de resonancia magnética de 7 teslas
El aparato para la resonancia magnética de 7 teslas utiliza los imanes más pesados y, por lo tanto, los más potentes. Cuanto más potente sean los imanes, mayor será el nivel de detalle de las imágenes.
Hay varios tipos de escáneres de resonancia magnética, también llamados aparatos de resonancia magnética:
- Resonancia magnética cerrada, también llamada resonancia magnética tradicional. Este aparato tiene un centro abierto, llamado orificio, en el que te acuestas en una camilla mientras el aparato toma imágenes. Este tipo de aparato obtiene las imágenes más claras y detalladas.
- Resonancia magnética de orificio ancho. Este aparato de resonancia magnética tiene una abertura central más ancha que la de la resonancia magnética tradicional. El imán sigue rodeándote por todos lados, pero hay más espacio en el interior. Estos aparatos pueden resultar más cómodos para las personas con un cuerpo más grande o con miedo a los espacios cerrados.
- Resonancia magnética abierta. Este aparato de resonancia magnética no te encierra por completo. Los imanes están colocados por encima y por debajo, no en los laterales. Es más cómoda para las personas con cuerpos más grandes y las que tienen miedo a los espacios cerrados.
- Resonancia magnética en posición vertical, también llamada de pie o sentada. Este aparato te permite estar acostado, de pie o sentado mientras se obtienen las imágenes. Para esta prueba, usas una bobina en la cabeza que se ajusta como un casco. La bobina recibe las ondas de radio y crea la imagen de tu cerebro. La resonancia magnética en posición vertical se diseñó para ayudar a las personas a estar más cómodas durante el examen. También proporciona imágenes del aspecto del cerebro en distintas posiciones.
Otra forma de clasificar las resonancias magnéticas, además del tipo de escáner, es por la potencia del imán. La unidad de medida que indica la potencia del imán se conoce como tesla, que se puede abreviar como T. Estas potencias de imán incluyen 1,5 tesla, 3 tesla y 7 tesla. Cuanto mayor es el número de tesla, más potente es el imán y mayor es el detalle de las imágenes. Cualquier tipo de aparato de resonancia magnética, ya sea de orificio cerrado, orificio ancho, orificio abierto u orificio vertical, puede usar un imán de cualquier potencia.
En ocasiones, la resonancia magnética cerebral puede hacerse con un colorante especial llamado sustancia de contraste o agente de contraste. El contraste se inyecta en la vena antes de la prueba. Se emplea la resonancia magnética cerebral con contraste si el profesional de atención médica necesita resaltar determinados tejidos del cerebro. Con el contraste se obtiene una imagen más clara de la estructura cerebral.
Las sustancias de contraste más comunes para la resonancia magnética cerebral contienen una sustancia llamada gadolinio. Algunas personas pueden ser alérgicas al gadolinio y es posible que no puedan hacerse una resonancia magnética cerebral con contraste. Puede que las personas con enfermedad renal no puedan soportar algunos tipos de sustancias de contraste con gadolinio.
Es posible que necesites una resonancia magnética funcional (IRMf). En una resonancia magnética funcional del cerebro se usan el mismo aparato y el mismo proceso que en una resonancia magnética tradicional. Pero la persona que realiza la resonancia magnética funcional podría pedirte que hagas determinadas cosas, como mover el brazo o hacer ejercicios mentales como un problema matemático simple.
El examen capta la actividad y el flujo sanguíneo del cerebro durante estas actividades, no solo la estructura. Por ejemplo, es posible que necesites una resonancia magnética funcional antes de una cirugía cerebral para localizar las zonas del cerebro que controlan el habla o la memoria. En una resonancia magnética funcional, las zonas del cerebro donde hay más flujo sanguíneo y actividad aparecen más brillantes en la pantalla de la computadora.
Por qué se hace
La resonancia magnética cerebral se realiza para detectar distintas afecciones y averiguar la causa de diversos síntomas.
Un profesional de atención médica puede sugerir una resonancia magnética cerebral para averiguar la causa de los siguientes síntomas:
- no poder mover parte del cuerpo;
- mareos;
- dolores de cabeza;
- problemas de audición;
- problemas para hablar;
- convulsiones;
- síntomas después de una lesión en la cabeza;
- problemas de visión, como pérdida de visión o visión doble.
La resonancia magnética cerebral puede emplearse para diagnosticar las siguientes afecciones médicas:
- sangrado en el cerebro,
- aneurisma cerebral,
- traumatismo cerebral,
- tumores cerebrales,
- coágulos sanguíneos en el cerebro,
- demencia,
- epilepsia,
- líquido en el cerebro (hidrocefalia),
- problemas con la glándula pituitaria,
- pérdida de la memoria,
- dolores de cabeza y migrañas,
- trastornos del movimiento,
- esclerosis múltiple,
- lesión de la médula espinal,
- accidente cerebrovascular.
La resonancia magnética cerebral puede servir para otros fines distintos del diagnóstico de una afección concreta. Otras razones por las que podrías necesitar una resonancia magnética cerebral son las siguientes:
- Mapeo cerebral. Antes de someterte a una cirugía cerebral, es posible que el profesional de atención médica deba realizar una resonancia magnética cerebral para localizar determinadas zonas del cerebro. El profesional de atención médica buscará las zonas que controlan el movimiento, el habla y la memoria para que el cirujano tenga cuidado de evitarlas durante la cirugía. El mapeo cerebral también puede hacerse antes de administrar radioterapia al cerebro.
- Búsqueda de cambios en el cerebro. Si ya te han diagnosticado un tumor cerebral u otra afección, es posible que necesites más resonancias magnéticas cerebrales. Con estos escáneres se puede determinar si el tumor está creciendo. A medida que las personas envejecen, podrían necesitar resonancias magnéticas cerebrales para detectar si el cerebro se está encogiendo.
- Control. Hay tratamientos, como los nuevos tratamientos de la enfermedad de Alzheimer, que se deben vigilar con resonancias magnéticas cerebrales para determinar su seguridad y eficacia.
El profesional de atención médica puede sugerir una resonancia magnética cerebral en lugar de otros tipos de estudios por imágenes del cerebro, como la tomografía computarizada, porque la resonancia magnética cerebral muestra más detalles y diferencias entre los tejidos cerebrales. Además, puede ser preferible la resonancia magnética cerebral a la tomografía computarizada en el caso de las personas que no pueden exponerse a la radiación.
Riesgos
La resonancia magnética cerebral suele ser una prueba muy segura y sin grandes riesgos. Pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo de problemas durante la resonancia magnética cerebral.
Artículos metálicos en el cuerpo o sobre él
Dado que el aparato de resonancia magnética emplea un imán grande y potente, es posible que las personas que lleven metal en el cuerpo deban tener especial cuidado. Entre los artículos que pueden tener metal se incluyen los siguientes:
- Marcapasos o cualquiera de sus piezas.
- Desfibriladores cardíacos implantables.
- Clavos o tornillos.
- Grapas quirúrgicas.
- Estents.
- Dispositivos de estimulación, como estimuladores cerebrales profundos.
- Audífonos o implantes en el oído.
- Clips o espirales para tratar un aneurisma.
- Sistemas de control continuo de la glucosa.
- Dispositivos implantados en el cuerpo para administrar medicamentos, como la insulina.
- Dispositivos usados para expandir tejidos.
- Trozos de metralla o de balas.
- Cualquier implante con imán o metal.
- Perforaciones corporales, tatuajes, delineador permanente u otros cosméticos permanentes.
- Prótesis articulares.
- Válvulas cardíacas artificiales.
El imán del aparato de resonancia magnética puede halar estos objetos metálicos y causar lesiones. Los objetos metálicos pueden volar por la habitación, ya que el potente campo magnético tira de ellos. El imán de la resonancia magnética también puede causar que los objetos metálicos del cuerpo se calienten y ocasionen quemaduras. Consulta a un profesional de atención médica antes de someterte a la resonancia magnética cerebral para tratar cualquier cosa que pueda afectar tu seguridad durante el procedimiento.
Si padeces obesidad o tienes miedo a los espacios cerrados, es posible que te resulte muy difícil sentirte cómodo durante una resonancia magnética cerebral. Pregúntale al equipo de atención médica qué puedes hacer para que la resonancia magnética cerebral sea más cómoda para ti.
Enfermedad renal y la resonancia magnética cerebral con contraste
Si vas a someterte a una resonancia magnética cerebral con contraste y padeces una enfermedad renal, el profesional de atención médica te informará sobre el tipo de contraste que puedes usar. Los nuevos tipos de contraste de gadolinio suelen ser seguros, pero las sustancias de contraste de gadolinio más antiguas podrían no ser recomendables para ti. Podrías correr un mayor riesgo de padecer una enfermedad poco común pero grave llamada fibrosis sistémica nefrogénica. Esta enfermedad puede causar el engrosamiento de los órganos, la piel y otros tejidos. En raras ocasiones, puede causar la muerte.
Si te hacen una resonancia magnética cerebral con contraste, es posible que tengas una reacción alérgica a la sustancia de contraste. Esto puede causar comezón y urticaria. Algunas personas sufren malestar estomacal u otras molestias a causa del contraste.
Cómo prepararte
El profesional de atención médica y tú hablarán de lo que debes hacer a fin de prepararte para la resonancia magnética cerebral. Por lo general, podrás comer y beber sin restricciones antes de someterte a una resonancia magnética cerebral. Si tienes dudas sobre algún alimento o bebida en concreto, como bebidas con cafeína o alcohol, consulta al profesional de atención médica. A menos que el profesional de atención médica te informe lo contrario, podrías tomar todos los medicamentos que tomas a diario.
Puedes usar la ropa que desees para someterte a una resonancia magnética cerebral, ya que hay que ponerse una bata para la prueba. Pero ese día debes tener cuidado al arreglarte y evitar usar alguna de las siguientes cosas:
- maquillaje con partículas metálicas;
- joyas y relojes;
- pasadores o accesorios metálicos para el pelo;
- anteojos;
- dentaduras postizas y otras piezas dentales con metal que puedas quitarte;
- perforaciones corporales;
- audífonos;
- sujetadores con aros.
Por lo general, la mayoría de los cosméticos, empastes y frenos dentales no ocasionan problemas con una resonancia magnética cerebral. Es posible que las imágenes sean un poco menos nítidas. Habla con un profesional de atención médica si tienes alguna pregunta o inquietud.
En general, no se recomienda que las personas embarazadas se sometan a una resonancia magnética cerebral en el primer trimestre, a menos que no hacerlo suponga un riesgo significativo. La resonancia magnética cerebral suele considerarse segura durante los últimos meses del embarazo. Si bien no hay radiación, el feto estará expuesto al fuerte campo magnético del aparato. Las mujeres embarazadas no deben someterse a una resonancia magnética cerebral con contraste en ningún momento del embarazo. Siempre informa al profesional de atención médica si estás o podrías estar embarazada.
No lleves contigo el teléfono celular, tarjetas de crédito u otros objetos magnéticos a la sala para la resonancia magnética cerebral. Estas cosas pueden afectar la claridad de las imágenes y el imán puede estropearlas.
Dado que el aparato de resonancia magnética puede hacer mucho ruido durante la prueba, tendrás que llevar protección auditiva. Te recomendamos traer un par de tapones para los oídos a fin de mantenerte tranquilo y cómodo. En algunas instalaciones, el equipo de atención médica puede darte unos para que uses.
Qué esperar
Antes de la resonancia magnética cerebral
Sala del escáner de resonancia magnética y sala de observación
Sala del escáner de resonancia magnética y sala de observación
El escáner de resonancia magnética está en una sala separada de las personas que usan la máquina y capturan las imágenes de tu cerebro. Puedes comunicarte entre las salas a través de un altavoz.
Antes de la resonancia magnética cerebral, consulta con el profesional de atención médica las dudas que tengas y las medidas que debes tomar para prepararte. Una vez que te encuentras en las instalaciones, deberás ponerte una bata de hospital o ropa quirúrgica para hacerte la resonancia magnética cerebral. Sigue las instrucciones del profesional de atención médica sobre los objetos metálicos antes de entrar en la sala para la resonancia magnética cerebral.
Si no estás seguro o tienes dudas sobre la presencia de objetos metálicos en tu cuerpo, te pueden hacer una radiografía para confirmar que es seguro hacerte la resonancia magnética cerebral. Si estás nervioso o ansioso por hacerte el examen y estar en un espacio reducido, el profesional de atención médica puede ofrecerte medicamentos que te ayuden a sentirte relajado. No obstante, debes estar despierto durante la resonancia magnética.
Si un amigo o un familiar está en la sala contigo durante la resonancia magnética cerebral, esa persona también tiene que seguir las instrucciones sobre objetos metálicos.
Durante la resonancia magnética cerebral
Una vez que te encuentres en la sala para hacerte la prueba, te pedirán que te acuestes boca arriba sobre una camilla larga. La camilla se desliza dentro y fuera del aparato de resonancia magnética. El aparato de resonancia magnética tradicional tiene el aspecto de un gran cilindro hueco con un espacio en el centro para la camilla. El aparato que te rodea contiene el imán.
Si te van a hacer una resonancia magnética abierta, una resonancia magnética de orificio ancho o una resonancia magnética en posición vertical, la posición en la que lo hagas puede variar. Según el tipo de aparato de resonancia magnética que se utilice, es posible que el imán no te rodee por completo. Puedes estar de pie o sentado. El equipo de atención médica te informará cómo colocar el cuerpo para la resonancia magnética.
Es posible que te tengan que sujetar los brazos y las piernas para que permanezcas muy quieto durante el estudio. El equipo de atención médica que hace el estudio te coloca una bobina de resonancia magnética cerebral alrededor de la cabeza. Es similar a un casco y ayuda a obtener imágenes más claras y detalladas del cerebro.
Si te van a hacer una resonancia magnética cerebral con contraste, el profesional de atención médica te colocará una pequeña aguja con una cánula en la vena de la mano o del brazo. El profesional de atención médica inyecta el contraste en la cánula, también llamada vía intravenosa, que tienes en la vena. El contraste puede hacerte sentir frío o enrojecer las mejillas.
La camilla se desliza dentro del aparato de resonancia magnética y tú te sitúas en el centro del imán. El profesional de atención médica que te hace la prueba se encuentra en otra sala. Pero hay un sistema de intercomunicación para que puedan oírse y hablar entre ustedes durante toda la prueba.
Mientras te encuentres acostado en la camilla, es posible que oigas ruidos fuertes, golpes o choques. Durante la prueba, puede que te pidan que contengas la respiración para obtener una imagen más clara. Quizá notes una sensación de calor en la cabeza durante la prueba. Si no te sientes cómodo, infórmaselo al profesional de atención médica a través del intercomunicador.
La prueba de resonancia magnética cerebral suele durar entre 30 y 60 minutos.
A veces, puede que te hagan una resonancia magnética cerebral durante una cirugía. Esto puede hacerse para guiar a los cirujanos mientras extirpan un tumor o realizan otros procedimientos para los que necesitan imágenes del cerebro. A este procedimiento se lo llama resonancia magnética intraoperatoria (iMRI, por sus siglas en inglés).
Funcionamiento de la resonancia magnética cerebral
Imágenes por resonancia magnética del cerebro potenciadas en T
Imágenes por resonancia magnética del cerebro potenciadas en T
Imágenes por resonancia magnética del cerebro potenciadas en T-1 y T-2 Estas imágenes pueden ayudar a diagnosticar afecciones del cerebro, como tumores, esclerosis múltiple y accidentes cerebrovasculares.
El aparato envía ondas de radiofrecuencia a tu cuerpo. Los patrones de las ondas de radiofrecuencia y los pulsos producidos por el aparato de resonancia magnética se conocen como secuencias. Cada secuencia presenta una versión un poco diferente de cómo se produce la imagen, por ejemplo, con una resolución o un sombreado ligeramente diferentes. Algunos de los distintos tipos de secuencias que se usan en la resonancia magnética cerebral son los siguientes:
- T-1 potenciada con gadolinio;
- T-1 potenciada sin gadolinio;
- T-2 potenciada;
- resonancia magnética de perfusión;
- resonancia magnética potenciada por difusión;
- Secuencia FLAIR (recuperación de inversión atenuada por el líquido cefalorraquídeo).
Las ondas de radiofrecuencia "excitan" los átomos de hidrógeno del cuerpo y hacen que se alineen. Cuando los átomos de hidrógeno vuelven a su lugar habitual, liberan energía. La cantidad de energía que liberan es diferente para cada tipo de tejido en el que se encuentran los átomos de hidrógeno. El sistema informático del aparato de resonancia magnética cerebral mide esta energía y usa la información para crear imágenes del cerebro.
La T de estas secuencias se refiere al tiempo de relajación. El tiempo de relajación es el tiempo que tardan los átomos de hidrógeno en "relajarse", es decir, en volver a su lugar habitual.
Después de la resonancia magnética cerebral
Imágenes de resonancia magnética de un tumor cerebral
Imágenes de resonancia magnética de un tumor cerebral
Imágenes de un tumor cerebral.
Una vez que los miembros del equipo de atención médica hayan confirmado que tienen las imágenes que necesitan de tu cerebro, volverán a la sala del examen para ayudarte a salir del aparato. Si te hicieron una resonancia magnética cerebral con contraste, te retirarán la vía intravenosa de la vena y cubrirán la zona con un pequeño vendaje. Podrías sentir alguna molestia o tener algún hematoma en la zona donde te pusieron la vía intravenosa.
No necesitas tiempo de recuperación después de una resonancia magnética cerebral. Sin embargo, si tomaste medicamentos para relajarte, es posible que tengas que esperar un poco a que se te pase el efecto antes de vestirte e irte a casa.
Si no tomaste medicamentos para relajarte, deberías poder conducir hasta tu casa después de la resonancia magnética cerebral. Podrás retomar las actividades cotidianas y la dieta habitual inmediatamente después de la resonancia magnética cerebral.
Resultados
Tras finalizar la resonancia magnética cerebral, un profesional de atención médica, normalmente un radiólogo, lee los resultados. El radiólogo es el especialista capacitado para leer los resultados de la prueba por imágenes. El profesional de atención médica que solicitó la resonancia magnética cerebral recibe el informe y lo analiza contigo.
Te dirá si todo parece estar bien en tu cerebro o si hay algún aspecto preocupante. Cualquier hallazgo que no sea típico puede significar que necesitas otra resonancia magnética cerebral, otra prueba por imágenes u otras pruebas diagnósticas. O puede que el profesional de atención médica quiera observar y esperar para ver si se producen cambios con el tiempo.
Si los miembros del equipo de atención médica pueden diagnosticar la causa de tus síntomas, probablemente hablarán contigo sobre el plan de tratamiento y los siguientes pasos.