El almacenamiento de la leche materna puede ser confuso. Sigue estos consejos prácticos para escoger contenedores, congelar y descongelar la leche materna, y más.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Si estás amamantando y debes regresar al trabajo, o estás buscando más flexibilidad, quizás estés considerando usar un sacaleches. Y, una vez que empieces a extraer leche, es importante saber cómo almacenarla de forma segura. Considera lo que debes hacer y lo que no debes hacer para almacenar la leche materna.

Antes de extraer o manipular la leche materna, lávate las manos con agua y jabón. La extracción con sacaleches también se llama expresión. Almacena la leche extraída en un recipiente de vidrio limpio y con tapa que sea apto para alimentos. También puedes usar un recipiente de plástico duro libre de la sustancia química bisfenol A. O puedes usar bolsas de plástico especialmente diseñadas para la obtención y el almacenamiento de leche.

No almacenes la leche materna en bolsas de plástico o botellas desechables diseñadas para uso doméstico general.

Etiqueta cada recipiente con la fecha de extracción de la leche. Usa tinta y etiquetas a prueba de agua. Si almacenas la leche extraída en la guardería de tu bebé, añade su nombre en la etiqueta.

Coloca los recipientes en la parte trasera del refrigerador o congelador, donde la temperatura es más fresca. Si no tienes acceso a un refrigerador o congelador, almacena la leche en una nevera aislada con bolsas de hielo hasta por un día.

Llena los recipientes individuales con la leche que tu bebé necesitará para una sola toma. Puedes comenzar con 2 a 4 onzas líquidas (60 a 120 mililitros). Luego, ajusta según sea necesario. Considera también la posibilidad de almacenar porciones más pequeñas, de 1 a 2 onzas (30 a 60 mililitros), para situaciones inesperadas o retrasos en la alimentación regular. La leche materna se expande cuando se congela, así que no llenes los recipientes hasta el borde.

Puedes añadir la leche materna recién extraída a la leche refrigerada o congelada. Pero primero debes enfriarla bien. No agregues leche materna caliente a la leche materna congelada porque causará que la leche congelada se descongele parcialmente.

El tiempo que puedes mantener la leche materna extraída de forma segura depende del método de almacenamiento. Ten en cuenta las siguientes pautas generales:

  • Temperatura ambiente. La leche materna recién extraída se puede almacenar a temperatura ambiente hasta por seis horas. Sin embargo, es mejor usarla o almacenarla en un plazo de cuatro horas, especialmente si la habitación está cálida.
  • Nevera aislada. La leche materna recién extraída se puede almacenar en una nevera aislada con bolsas de hielo hasta por un día.
  • Refrigerador. La leche materna recién extraída se puede almacenar en la parte de atrás del refrigerador hasta por cuatro días. Si no piensas usarla en un plazo de cuatro días, congélala inmediatamente después de extraerla.
  • Congelador. La leche materna recién extraída se puede almacenar en la parte de atrás de un congelador hasta por 12 meses. Sin embargo, lo mejor es usar la leche congelada en un plazo de seis meses.

Ten en cuenta que las investigaciones sugieren que, cuanto más tiempo almacenes la leche materna (ya sea en un refrigerador o un congelador), mayor será la pérdida de vitamina C de la leche.

También es importante tener en cuenta que la leche materna cambia para satisfacer las necesidades del bebé. La leche que se extrae cuando el bebé es un recién nacido no satisfará sus necesidades cuando sea algunos meses mayor.

Descongela primero la leche más antigua. Coloca el envase congelado en el refrigerador la noche anterior al día que quieres usarlo. También puedes calentar la leche poniéndola bajo agua corriente caliente o en un tazón de agua tibia.

No calientes el biberón congelado en el microondas o rápidamente en la cocina. Algunas partes de la leche podrían calentarse demasiado y otras podrían quedar frías. Además, algunas investigaciones sugieren que el calentamiento rápido puede afectar los anticuerpos de la leche.

No vuelvas a congelar la leche materna ya descongelada. Y deshecha la leche descongelada que no se haya usado en un plazo de 24 horas.

El color de la leche materna puede variar dependiendo de los alimentos que consumas. Además, la leche materna descongelada puede tener un olor o una textura diferentes a los de la leche recién extraída. Pero todavía es seguro dársela a tu bebé. Si tu bebé rechaza la leche descongelada, acortar el tiempo de almacenamiento podría ayudar.

May 24, 2025