Diagnóstico

El proveedor de atención médica realiza un examen exhaustivo para descartar otras afecciones del sistema nervioso que tienen signos y síntomas similares a los de la neuromielitis óptica.

En 2015, el Panel Internacional para el Diagnóstico de la Neuromielitis Óptica propuso criterios para diagnosticar esta enfermedad.

Para detectar la afección, un proveedor de atención médica generalmente revisa los antecedentes médicos y los síntomas, y hace un examen físico. Estas son otras posibles pruebas:

  • Examen neurológico. Un neurólogo examina los movimientos, la fuerza muscular, la coordinación, la sensibilidad, la memoria, el razonamiento, la visión y el habla. Es posible que un oftalmólogo participe en el examen.
  • Resonancia magnética. Esta prueba por imágenes usa un campo magnético y ondas de radio para crear una imagen detallada del cerebro, los nervios ópticos y la médula espinal. Es posible que el proveedor de atención médica detecte lesiones o zonas dañadas en el cerebro, los nervios ópticos o la médula espinal.
  • Análisis de sangre. Es posible que un proveedor de atención médica haga análisis de sangre para detectar anticuerpos anti-acuaporina 4 de inmunoglobulina G (AQP4-IgG, por sus siglas en inglés). Esta prueba muestra una diferencia entre la neuromielitis óptica y la esclerosis múltiple, y ayuda a realizar un diagnóstico temprano de la neuromielitis óptica.

    Otros biomarcadores, como la proteína fibrilar acídica de la glia en suero y la cadena ligera de neurofilamento en suero, ayudan a detectar recaídas. También se puede realizar una prueba de anticuerpos antiglicoproteína de la mielina de oligodendrocitos de inmunoglobulina G (MOG-IgG, por sus siglas en inglés) para detectar otra enfermedad inflamatoria que se parece a la neuromielitis óptica.

  • Punción lumbar. Durante esta prueba, el neurólogo inserta una aguja en la parte baja de la espalda para extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo. Esta prueba determina los niveles de células inmunitarias, proteínas y anticuerpos en el líquido. Puede ayudar a distinguir la neuromielitis óptica de la esclerosis múltiple.

    El líquido cefalorraquídeo puede mostrar un nivel muy elevado de glóbulos blancos durante los episodios de neuromielitis óptica. Este nivel es más alto que el que generalmente se observa en la esclerosis múltiple, aunque esto no siempre sucede.

  • Prueba de estímulo-respuesta. Para saber si el cerebro responde bien a los estímulos, como los sonidos, las imágenes o el tacto, se realiza una prueba de potenciales evocados o de respuesta evocada.

    Se adhieren cables llamados electrodos al cuero cabelludo y, en algunos casos, a los lóbulos auriculares, el cuello, el brazo, la pierna y la espalda. El equipo conectado a los electrodos registra las respuestas del cerebro ante los estímulos. Estas pruebas ayudan a detectar lesiones o zonas dañadas en los nervios, la médula espinal, el nervio óptico, el cerebro o el tronco encefálico.

  • Tomografía de coherencia óptica. Esta prueba evalúa el nervio retiniano y su grosor. Los pacientes con el nervio óptico inflamado debido a la neuromielitis óptica tienen una pérdida de la visión y un afinamiento del nervio retiniano más significativos que las personas con esclerosis múltiple.

Tratamiento

La neuromielitis óptica no tiene cura, aunque la remisión a largo plazo a veces es posible con el tratamiento adecuado. El tratamiento de la neuromielitis óptica implica terapias para revertir síntomas recientes y prevenir crisis futuras.

  • Reversión de síntomas recientes. En el estadio temprano de un ataque de neuromielitis óptica, es posible que el proveedor de atención médica te administre un corticoide, como metilprednisolona (Solu-Medrol), en el brazo por vía intravenosa. Por lo general, el medicamento debe administrarse por cinco días aproximadamente y, luego, la dosis se reduce gradualmente a lo largo de varios días.

    El intercambio de plasma normalmente se recomienda como primer o segundo tratamiento, además de la terapia con esteroides. En este procedimiento, se te extrae un poco de sangre del cuerpo y se separan las células sanguíneas del líquido o plasma con la ayuda de una máquina. Las células sanguíneas se mezclan con una solución de reposición, y la sangre se regresa al cuerpo. Este proceso puede eliminar sustancias dañinas y limpiar la sangre.

    Los proveedores de atención médica también pueden ayudarte a controlar otros síntomas posibles, como dolor o problemas musculares.

  • Prevención de crisis futuras. Es posible que el proveedor de atención médica recomiende que tomes una dosis más baja de corticoides por un tiempo para prevenir recaídas y crisis futuras de neuromielitis óptica.
  • Reducción de recaídas. Se ha comprobado en ensayos clínicos que los anticuerpos monoclonales son eficaces en la reducción del riesgo de recaídas de neuromielitis óptica. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos ha aprobado eculizumab (Soliris, Elizaria), satralizumab (Enspryng) e inebilizumab (Uplizna) para prevenir recaídas en adultos.

    También se ha comprobado en ensayos clínicos que rituximab (Rituxan) es eficaz en la reducción de recaídas de neuromielitis óptica. Se utiliza comúnmente para tratar esta afección, pero actualmente no cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

    El proveedor de atención médica también podría recomendar que tomes un medicamento que inhibe el sistema inmunitario. Algunos ejemplos de estos medicamentos son azatioprina (Imuran, Azasan), micofenolato (CellCept), metotrexato (Trexall), ciclofosfamida (Cytoxan) o tocilizumab (Actemra).

    Las inmunoglobulinas intravenosas, también llamadas anticuerpos, pueden disminuir la frecuencia de recaídas de neuromielitis óptica.