Diagnóstico
Para diagnosticar la afección de tu hijo, el médico te preguntará sobre su historia clínica y le realizará un examen. Las pruebas podrían ser:
- Análisis de sangre. Ciertos exámenes de sangre pueden ayudar a determinar si tu hijo tiene una infección y qué tipo de infección es.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes. Con frecuencia, se utiliza una ecografía abdominal para diagnosticar la linfadenitis mesentérica. También se puede utilizar una tomografía computarizada del abdomen de tu hijo.
Tratamiento
Los casos leves y sin complicaciones de linfadenitis mesentérica y los causados por un virus generalmente desaparecen por sí solos, aunque la recuperación completa puede tomar cuatro semanas o más.
Para el tratamiento de la fiebre o el dolor, considera darle a tu hijo medicamentos de venta libre para la fiebre y el dolor para bebés o para niños como paracetamol (Tylenol, otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin, otros) como una alternativa más segura a la aspirina.
Ten precaución cuando les des aspirina a niños o adolescentes. Si bien el uso de la aspirina está aprobado en niños mayores de 3 años, los niños y adolescentes que se están recuperando de una varicela o de síntomas similares a los de la gripe nunca deben tomar aspirina. Esto se debe a que la aspirina se ha relacionado con el síndrome de Reye, una enfermedad poco común pero potencialmente fatal, en estos niños.
Se pueden recetar antibióticos para una infección bacteriana de moderada a grave.
Estilo de vida y remedios caseros
Para el dolor y la fiebre de la linfadenitis mesentérica, haz que tu hijo:
- Descanse mucho. El descanso adecuado puede ayudar a tu hijo a recuperarse.
- Beba líquidos. Los líquidos ayudan a evitar la deshidratación por fiebre, vómitos y diarrea.
- Aplique calor húmedo. Una toallita húmeda y tibia aplicada en el abdomen puede ayudar a aliviar la molestia.
Preparación para la consulta
Si tu niño tiene signos y síntomas frecuentes de la linfadenitis mesentérica, pide una consulta con tu médico de cabecera o un pediatra. La siguiente es información que te ayudará a prepararte para tu primera consulta.
Qué puedes hacer
Prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas de tu hijo, incluidos los síntomas no abdominales y cuándo comenzaron. Si es posible, toma la temperatura de tu hijo varias veces antes de la consulta y registra los resultados.
- La información médica clave de tu hijo, incluidas otras afecciones de salud y los nombres de todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que tu hijo esté tomando, con las dosis. También trae un registro de las vacunas recientes de tu hijo.
- Preguntas para hacerle al médico.
Para una posible linfadenitis mesentérica, algunas de las preguntas que se deben hacer incluyen lo siguiente:
- ¿Cuál es la causa probable de la afección de mi hijo? ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué pruebas se debe realizar mi hijo?
- ¿Mi hijo corre riesgo de sufrir complicaciones de esta afección?
- ¿Mi hijo necesita tratamiento? Si esto se debe a una infección, ¿debe mi hijo tomar antibióticos?
- ¿Qué puedo hacer para ayudar a que mi hijo se sienta más cómodo? ¿Qué alimentos debe evitar mi hijo?
- ¿Qué signos o síntomas deben impulsarme a llamarlo mientras mi hijo se recupera?
- ¿Mi hijo puede contagiar?
- ¿Cuándo puede mi hijo volver a la escuela?
Qué esperar del médico
El médico de tu hijo podría preguntarte lo siguiente:
- ¿Dónde siente el dolor?
- ¿Se ha movido el dolor de una parte del abdomen de tu hijo a otra parte?
- ¿Cuán intenso es el dolor? ¿Tu hijo llora de dolor?
- ¿Qué hace que el dolor sea más intenso?
- ¿Qué ayuda a aliviar el dolor?
- ¿Ha tenido tu hijo problemas similares antes?
- ¿Tienen síntomas similares otros niños en tu familia, en la escuela o en la guardería?