Es muy probable que hayas oído hablar de muchas formas de evitar, tratar o curar la COVID-19 (enfermedad por coronavirus 2019). Si lo que has oído no menciona ninguna vacuna contra la COVID-19 ni ningún medicamento contra la COVID-19 indicados por el profesional de atención médica, podría tratarse de un mito.

Los mitos son afirmaciones que no se basan en hechos actuales. A veces se los conoce como información errónea.

Los mitos sobre la COVID-19 se difundieron al principio de la pandemia porque la enfermedad era nueva y la información cambiaba con rapidez. Algunos de esos mitos siguen difundiéndose, además de otros nuevos.

Antes de tomar medidas para prevenir o para tratar la COVID-19, consulta con el profesional de atención médica. Ya existen vacunas y medicamentos para tratar la COVID-19. También se sabe más sobre los medicamentos que no funcionan. Además, es probable que los productos no comprobados que afirman tratar la COVID-19 no funcionen. Algunos pueden causar daños graves.

La información errónea suele combinar ideas verdaderas y falsas. Lo mismo pasa con los mitos sobre la COVID-19. Cuando aparece información nueva, no todo el mundo se entera al mismo tiempo, y es posible que alguien no sepa que algo que aprendió es falso o que no lo recuerde con exactitud.

Estos son algunos mitos conocidos sobre la COVID-19.

¿Causan cáncer las vacunas contra la COVID-19 o hacen que el cáncer sea más difícil de tratar?

No. Las vacunas contra la COVID-19 no están relacionadas con un aumento del cáncer ni con una forma más agresiva de esta enfermedad. Este mito puede venir de la experiencia de una persona. O bien, rara vez, por un comentario personal de un profesional de atención médica.

Los investigadores examinaron grupos numerosos de personas que se vacunaron contra la COVID-19 y no hay pruebas que confirmen este mito.

¿Causan las vacunas contra la COVID-19 problemas cardíacos, coágulos sanguíneos o accidente cerebrovascular?

Las vacunas contra la COVID-19 disponibles en los Estados Unidos no causan coágulos sanguíneos. Tampoco están asociadas a un mayor riesgo de tener un accidente cerebrovascular. Los beneficios de las vacunas contra la COVID-19 superan los riesgos de tener, en raras ocasiones, problemas cardíacos. Además, el riesgo de tener problemas cardíacos parece ser mayor con la infección por la COVID-19 que con la vacuna contra esta enfermedad.

Entre algunos grupos de personas y según el tipo de vacuna contra la COVID-19, recibir la vacuna puede causar, en raras ocasiones, efectos secundarios. Pero es un mito decir que, en general, la vacuna aumenta los riesgos para la salud más que contraer el virus que causa la COVID-19.

Mediante los sistemas de vigilancia de las vacunas, los organismos de salud, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), pueden informar sobre los posibles riesgos.

  • Miocarditis y pericarditis después de la vacuna contra la COVID-19. En algunas personas, las vacunas contra la COVID-19 están relacionadas con la inflamación del músculo cardíaco o del revestimiento exterior del corazón. Es un efecto secundario poco frecuente que se observa más a menudo en varones jóvenes que en otros grupos. Estas complicaciones también pueden darse después de enfermar del virus que causa la COVID-19.
  • Síndrome de coágulo sanguíneo después de recibir la vacuna de Johnson & Johnson contra la COVID-19. En 2021, durante el monitoreo de la vacuna se descubrió que algunas personas que recibieron la vacuna de Johnson y Johnson contra la COVID-19 luego presentaron un trastorno de coágulos sanguíneos.

    Este trastorno, también conocido como síndrome de trombosis con trombocitopenia, se producía en unas cuatro personas por cada millón de dosis administradas de la vacuna. Aunque el síndrome es poco frecuente, se trata en el hospital y puede causar la muerte.

    Debido a esta relación, los organismos de salud de los Estados Unidos recomendaron otras opciones de vacuna contra la COVID-19 en lugar de la vacuna de J&J. Esa vacuna ya no está disponible en los Estados Unidos.

  • Riesgo de accidente cerebrovascular en adultos mayores. En enero de 2023, un sistema de seguimiento de la seguridad de las vacunas observó un posible aumento del riesgo para accidente cerebrovascular en las personas mayores de 65 años que recibieron la vacuna contra la COVID-19. El sistema, llamado Vaccine Safety Datalink, está diseñado para encontrar rápidamente patrones de preocupación, también conocidos como de sensibilidad. Pero tras la revisión, no se encontró ningún patrón ni vínculo específico entre informar de un accidente cerebrovascular y recibir la vacuna contra la COVID-19. Las bases de datos que produjeron la señal estadística son sistemas de alerta temprana. En este caso, la señal era una falsa alarma.

Los beneficios de recibir la vacuna contra la COVID-19 siguen superando los riesgos de efectos secundarios graves para la mayoría de los grupos de población. Las complicaciones son poco frecuentes. Estos problemas también pueden suceder después de enfermar del virus que causa la COVID-19.

En general, las investigaciones sobre las vacunas contra la COVID-19 más utilizadas en los Estados Unidos sugieren que las vacunas reducen el riesgo de complicaciones como coágulos sanguíneos u otros tipos de daños en el corazón.

Si tienes dudas, tu profesional de atención médica puede ayudarte a revisar los riesgos y beneficios específicos según tu estado de salud.

¿Puedes contagiarte de COVID-19 por las vacunas de Pfizer, de Moderna o de Novavax?

No. Las vacunas de Pfizer y Moderna contra la COVID-19 solo dan a tus células instrucciones sobre cómo producir una proteína. Esas instrucciones, llamadas ARN mensajero, son para una proteína que está en la superficie del virus de la COVID-19. La vacuna de Novavax usa un enfoque diferente. Contiene una proteína del virus y otro ingrediente que potencia la respuesta de tu sistema inmunitario a la proteína del virus.

Algunas personas pueden tener efectos secundarios por la vacunación, como fiebre. Pero eso es señal de que el cuerpo está creando protección contra el virus que causa la COVID-19.

¿Pueden las vacunas contra la COVID-19 afectar a la fertilidad?

No. Las vacunas contra la COVID-19 no causan problemas de fertilidad. Después de recibir la vacuna, algunas mujeres que tienen el período, también llamado menstruación, pueden tener cambios en su ciclo menstrual. Pero estos cambios no son duraderos ni afectan la capacidad de la persona para lograr un embarazo.

Si los hombres tienen fiebre después de la vacunación, quizás produzcan menos esperma durante un breve período de tiempo. Esto ocurre con la fiebre por cualquier causa, no solo en respuesta a una vacuna.

¿Tienen las vacunas contra la COVID-19 un microchip?

No. Las vacunas contra la COVID-19 se fabrican solo con ingredientes que ayudan al cuerpo a reconocer y eliminar el virus que causa esta enfermedad. Es un mito que las vacunas contra la COVID-19 tienen microchips que rastrean tu ubicación o movimiento.

¿Pueden las vacunas contra la COVID-19 afectar el ADN?

No. Las vacunas contra la COVID-19 no pueden afectar el ADN.

Las vacunas de Pfizer y Moderna contra la COVID-19 solo dan a tus células instrucciones sobre cómo producir una proteína que está en la superficie del virus que causa esta enfermedad. Esas instrucciones, denominadas ARN mensajero, permiten que tus células musculares produzcan las partes de la proteína y las ubiquen en las superficies de las células. Esto hace que tu cuerpo produzca anticuerpos.

Una vez producidas las partes de la proteína, las células descomponen las instrucciones y las desechan. El ARN mensajero de la vacuna no entra en el núcleo de la célula, donde se almacena el ADN.

La vacuna de Novavax contra la COVID-19 solo incluye las partes de un virus que mejor estimulan al sistema inmunitario. Este tipo de vacuna contra la COVID-19 contiene proteínas inofensivas de la espícula. Una vez que el sistema inmunitario reconoce las proteínas de la espícula, crea anticuerpos y glóbulos blancos de defensa.

¿Es mejor contagiarse de la COVID-19 que recibir la vacuna?

No. A menos que el profesional de atención médica te haya dicho que la evites, la vacuna contra la COVID-19 es menos riesgosa que contraer el virus que causa esta enfermedad. Las vacunas reducen el riesgo en la salud de contraer una enfermedad al introducir un germen o parte de un germen, ambos debilitados, a tu sistema inmunitario. De ese modo, el sistema inmunitario podrá eliminar los gérmenes más rápidamente en el futuro.

Los efectos secundarios de las vacunas pueden preverse y suelen ser leves. Pero la COVID-19 varía de una persona a otra. Y algunas personas pueden enfermar gravemente. Las personas que contraen el virus de la COVID-19 en lugar de recibir la vacuna pueden tener mayor riesgo de padecer el síndrome pos-COVID-19.

Recibir la vacuna contra la COVID-19 después de recuperarte de esta enfermedad puede darte mejor protección que la vacuna o la infección por sí solas. Eso se llama inmunidad híbrida. Así que, aunque hayas tenido la COVID-19 en el pasado, mantenerte al día con tus vacunas contra esta enfermedad es importante para contar con protección. Pero si nunca tuviste la COVID-19, no te contagies para reforzar tu respuesta inmunitaria.

¿Impedirán las temperaturas cálidas o frías que me contagie de la COVID-19?

No. El virus que causa la COVID-19 se trasmite principalmente de una persona a otra. El virus se disemina cuando otras personas respiran gotitas infectadas o cuando estas caen en sus ojos, nariz o boca.

Es un mito que las temperaturas cálidas o frías puedan evitar que contraigas el virus de la COVID-19. En todo el mundo, tanto en invierno como en verano, la gente se contagia de la COVID-19.

¿Pueden los alimentos, bebidas o suplementos prevenir o tratar la COVID-19?

No. Las vacunas contra la COVID-19 ayudan a prevenir la enfermedad. Puedes reducir aún más la probabilidad de contraer la COVID-19 tomando otras medidas, como lavarte las manos y mejorar la circulación del aire.

Añadir pimientos picantes o ajo a tu dieta o tomar bebidas alcohólicas no te protegerá de contraer la COVID-19 ni tratará la enfermedad.

No se recomiendan suplementos dietéticos o a base de hierbas para prevenir ni para tratar la COVID-19. Los suplementos de plata coloidal no son seguros ni eficaces para tratar ninguna enfermedad. La oleandrina, que es un extracto de la planta tóxica adelfa (o laurel de flor), es venenosa y no debe tomarse como suplemento ni como remedio casero.

¿Se disemina la COVID-19 a través de redes inalámbricas o para dispositivos móviles?

No. Los virus solo se pueden diseminar entre seres vivos y no pueden viajar en las ondas de radio ni en las redes para dispositivos móviles. La mayoría de las veces, este mito se refiere a las redes móviles 5G. Pero el virus de la COVID-19 se diseminó en muchos países donde no hay redes 5G para dispositivos móviles. Evitar la exposición o el uso de redes 5G no previene la infección con el virus de la COVID-19.

¿Recibir las vacunas para prevenir la neumonía y la gripe evita la infección por la COVID-19?

No. Las vacunas se fabrican para proteger contra un germen en particular. La vacunación neumocócica protege contra la neumonía. La vacuna antigripal protege contra los virus de la gripe.

Las vacunas contra la COVID-19 disponibles en los Estados Unidos son las siguientes:

  • Vacuna de Pfizer de 2023-2024 contra la COVID-19.
  • Vacuna de Moderna de 2023-2024 contra la COVID-19.
  • Vacuna de Novavax de 2023-2024 contra la COVID-19.

¿Son las luces de desinfección ultravioleta la mejor manera de prevenir la COVID-19?

Si alguien en tu casa tiene la COVID-19, limpia y desinfecta las superficies con productos hechos para cada superficie. Sigue las instrucciones del fabricante para la desinfección.

Algunos tipos de luz ultravioleta se utilizan para desinfectar superficies, sobre todo en entornos de la salud. Pero en los hogares, no está claro cuánto tiempo hay que exponer algunas superficies y el uso de luces ultravioleta tiene sus riesgos. Las luces ultravioletas pueden exponerte a niveles inseguros de radiación. Estos dispositivos de mano también pueden dañar la piel o los ojos después de tan solo unos segundos.

¿Puedo utilizar sustancia químicas desinfectantes dentro de mi cuerpo o sobre este?

No. Cuando se aplican a las superficies, los desinfectantes pueden ayudar a matar gérmenes, como el virus de la COVID-19. Pero es peligroso usar desinfectantes en el cuerpo, inyectarlos o tragarlos.

Rociarte el cuerpo con alcohol o lejía no mata los virus que entraron a tu organismo. Estas sustancias también pueden dañar los ojos, la boca y la ropa. Los desinfectantes pueden irritar la piel y podrían ser tóxicos si se ingieren o se inyectan en el cuerpo. Tampoco laves las frutas y verduras con desinfectantes.

La información errónea sobre los tratamientos para la COVID-19 llevó a daños graves y la muerte.

Las declaraciones de que la ivermectina, la hidroxicloroquina o la cloroquina pueden tratar la COVID-19 son falsas. Estos medicamentos siguen siendo útiles para tratar otras enfermedades. Pero solo los medicamentos aprobados o autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar la COVID-19 son útiles para esa enfermedad.

La ivermectina trata o previene ciertas infecciones parasitarias en animales y seres humanos. Estos medicamentos no tratan virus. Consumir grandes dosis de este medicamento puede causar daño grave.

La hidroxicloroquina y la cloroquina son medicamentos contra la malaria. Al principio de la pandemia, cuando no existían tratamientos, la FDA autorizó estos medicamentos para uso de emergencia, pero revocó esa autorización cuando los ensayos clínicos demostraron que los medicamentos no eran eficaces para tratar la COVID-19. También pueden causar problemas cardíacos graves.

Además, los antibióticos no se utilizan para los virus, sino para otro tipo de gérmenes, llamados bacterias.

La Administración de Alimentos y Medicamentos sigue retirando productos con afirmaciones engañosas de las estanterías de las tiendas y los sitios de ventas en línea. Mientras tanto, ten en cuenta que los testimonios de amigos, de familiares o de famosos no sustituyen a las pruebas científicas. Una cura milagrosa que dice contener un ingrediente secreto es probablemente un engaño.

Habla con tu profesional de atención médica si tienes preguntas sobre el tratamiento o la prevención de la COVID-19.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan la vacuna contra la COVID-19 para todas las personas a partir de los 6 meses de edad. La vacuna contra la COVID-19 puede reducir el riesgo de morir o de presentar una forma grave de esta enfermedad.

Los medicamentos para la COVID-19 ayudan a las personas en riesgo de contraer la enfermedad, o bien con un diagnóstico o con síntomas de esta.

Puedes tomar medicamentos para gestionar los síntomas. Algunos medicamentos impiden que el virus que causa la COVID-19 se disemine por el cuerpo. Y algunos medicamentos para esta enfermedad ayudan a gestionar la respuesta del sistema inmunitario del organismo.

Sept. 18, 2024