Diagnóstico
Diagnosis of chronic lymphocytic leukemia often begins with a physical exam. The exam checks for swollen lymph nodes in the neck, underarms and groin and an enlarged spleen. Other tests and procedures include blood tests, imaging tests and taking a sample of tissue for lab testing.
Análisis de sangre
Las pruebas y los procedimientos utilizados para diagnosticar la leucemia linfocítica crónica incluyen análisis de sangre diseñados para:
- Contar la cantidad de células en una muestra de sangre. Para contar la cantidad de linfocitos en una muestra de sangre, se hace un hemograma completo. Una cantidad elevada de células B, un tipo de linfocitos, puede indicar leucemia linfocítica crónica.
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Determinar el tipo de linfocitos involucrados. Una prueba que se llama citometría de flujo o inmunofenotipificación ayuda a determinar si una cantidad de linfocitos superior a la normal se debe a una leucemia linfocítica crónica, a otro trastorno sanguíneo o a la reacción de tu cuerpo ante otro proceso, como una infección.
Si hay leucemia linfocítica crónica, la citometría de flujo también puede ayudar a analizar las células leucémicas para encontrar características que ayuden a predecir su grado de agresividad.
- Analizar los linfocitos para detectar cambios genéticos. Una prueba llamada hibridación fluorescente in situ examina los cromosomas dentro de los linfocitos cancerosos con el objeto de detectar cambios. A veces, los médicos usan esta información para determinar tu pronóstico y ayudar a elegir un tratamiento.
Otros estudios
En algunos casos, el médico puede solicitar pruebas y procedimientos adicionales para facilitar el diagnóstico, por ejemplo:
- Pruebas de las células de leucemia que detectan características que podrían afectar tu pronóstico
- Aspiración y biopsia de médula ósea
- Pruebas por imágenes, como la tomografía computarizada y la tomografía por emisión de positrones
Más información
Tratamiento
Las opciones de tratamiento de la leucemia linfocítica crónica dependen de varios factores, tales como el estadio de la enfermedad, si experimentas signos y síntomas, tu estado general de salud y tus preferencias.
Es posible que no se necesite tratamiento de inmediato
Si la leucemia linfocítica crónica no causa síntomas y no muestra signos de empeoramiento, podría no necesitar un tratamiento inmediato. Algunos estudios demostraron que el tratamiento temprano no prolonga la vida de las personas que tienen leucemia linfocítica crónica en su estadio inicial.
En lugar de exponerte a los efectos secundarios y complicaciones posibles del tratamiento antes de que lo necesites, los médicos controlan cuidadosamente la afección y reservan el tratamiento para cuando la leucemia avance.
El médico planeará un programa de controles para ti. Es posible que tengas que ver al médico y hacerte análisis de sangre cada algunos meses para controlar el progreso de la afección.
Tratamientos para etapa intermedia y etapa avanzada
Si el médico determina que tu leucemia linfocítica crónica requiere tratamiento, las opciones serán:
- Quimioterapia. La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos que destruye las células en crecimiento, lo que incluye las células cancerosas. Los tratamientos de quimioterapia pueden administrarse a través de una vena o en forma de píldora. Según cuál sea tu situación el médico te administrará un único medicamento de quimioterapia o una combinación de varios.
- Terapia con medicamentos dirigidos. Los tratamientos con fármacos dirigidos se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear las anomalías, este tipo de tratamientos puede producir la muerte de las células cancerosas.
- Inmunoterapia. La inmunoterapia usa tu sistema inmunitario para combatir el cáncer. Es posible que el sistema inmunitario de tu organismo que lucha contra las enfermedades no ataque el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que las ayudan a esconderse de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia actúa mediante la interferencia en ese proceso.
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Trasplante de médula ósea. En un trasplante de médula ósea, también conocido como trasplante de células madre, se usan medicamentos potentes de quimioterapia para eliminar las células madre presentes en la médula ósea que crea linfocitos afectados por la enfermedad. Luego, se infunden en tu sangre células madre de la sangre de un adulto sano, que se trasladan a tu médula ósea y comienzan a producir células sanguíneas sanas.
Dado que se desarrollaron combinaciones medicamentosas más eficaces, el trasplante de médula ósea ya no es tan frecuente para el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica. Aun así, puede ser una opción de tratamiento en ciertas situaciones.
Los tratamientos pueden usarse solos o en combinación.
Atención médica de apoyo
Tu médico te verá regularmente para controlar cualquier complicación que puedas tener. Las medidas de cuidados de apoyo pueden ayudar a prevenir o aliviar los signos o síntomas.
La atención de apoyo puede incluir:
- Estudios de detección de cáncer. El médico evaluará tu riesgo de padecer otros tipos de cáncer y puede recomendar exámenes de detección para buscar signos de otros tipos de cáncer.
- Vacunas para prevenir infecciones. El médico puede recomendarte determinadas vacunas para reducir tu riesgo de contraer infecciones, como neumonía e influenza.
- Control de otros problemas de salud. El médico puede recomendarte controles periódicos para controlar tu salud durante y después del tratamiento de la leucemia linfocítica crónica.
Immunotherapy
Immunotherapy for cancer is a treatment with medicine that helps the body's immune system kill cancer cells. The immune system fights off diseases by attacking germs and other cells that shouldn't be in the body. Cancer cells survive by hiding from the immune system. Immunotherapy helps the immune system cells find and kill the cancer cells.
Immunotherapy may be combined with chemotherapy to treat chronic lymphocytic leukemia. Immunotherapy also may be used for relapsed or refractory chronic lymphocytic leukemia.
Side effects of immunotherapy may include fever, chills, weakness, dizziness, aches, upset stomach and vomiting. Rarely, some immunotherapy treatments can cause an allergic reaction.
Bone marrow transplant
A bone marrow transplant, also called a bone marrow stem cell transplant, involves putting healthy bone marrow stem cells into the body. These cells replace cells hurt by chemotherapy and other treatments. Stem cells can come from your own body, called an autologous transplant. Stem cells also can come from a donor, called an allogeneic transplant.
As new and more-effective treatments have been developed, bone marrow transplant has become less common for treating chronic lymphocytic leukemia. However, an allogeneic bone marrow transplant may be a treatment option for some people with relapsed or refractory chronic lymphocytic leukemia.
Short-term side effects of a bone marrow transplant may include upset stomach, vomiting and not feeling hungry. They also may include fatigue, mouth sores, hair loss and skin reactions. Long-term side effects may include infertility, secondary cancers, organ damage, weakness in the bones or muscles, and cataracts.
CAR-T cell therapy
Chimeric antigen receptor (CAR)-T cell therapy trains the immune system cells to fight leukemia. This treatment begins with removing some white blood cells, including T cells, from the blood.
The cells are sent to a lab. In the lab, the cells are treated so that they make special receptors. The receptors help the cells recognize a marker on the surface of the leukemia cells. Then the cells go back into the body. They find and destroy leukemia cells.
CAR-T cell therapy may be an option for some people with refractory or relapsed CLL. CAR-T cell therapy may only be used after at least two other treatments have been tried.
Side effects of CAR-T cell therapy may include fever, upset stomach, headache and confusion. They also may include dizziness, rash, rapid heartbeat, trouble breathing and low blood pressure.
Radiation
Radiation therapy treats cancer with powerful energy beams. The energy can come from X-rays, protons or other sources. During radiation therapy, you lie on a table while a machine moves around you. The machine directs radiation to precise points in your body.
For chronic lymphocytic leukemia, radiation therapy may only be used to ease symptoms and improve quality of life.
Radiation therapy side effects include fatigue and skin irritation at the site where the radiation is aimed. Other side effects depend on where the radiation is aimed. Radiation to the neck can cause dry mouth and damage the thyroid. Radiation to the chest can damage the heart and lungs.
Clinical trial
Clinical trials are studies of new treatments. These studies provide a chance to try the latest treatments. The risk of side effects might not be known. Ask your healthcare team if you might be able to be in a clinical trial.
Monitoring after treatment
After treatment is complete, you may have frequent follow-up appointments to see if the cancer has come back, known as a relapse. You may have repeat blood and imaging tests to check for a relapse.
Treatment complications
Treatments for chronic lymphocytic leukemia may have complications, including:
- Bone marrow suppression. When the bone marrow is suppressed, it can't produce enough blood cells, including white blood cells. White blood cells help fight infections. With a lower amount of white blood cells, you are at a higher risk of infections.
- Febrile neutropenia. Febrile neutropenia is a serious condition that can happen in people being treated for cancer. Febrile means having a fever. Neutropenia means having a low number of neutrophils, a type of white blood cell that helps fight infections. In febrile neutropenia, the body is trying to fight an infection but doesn't have enough neutrophils.
- Medicine toxicity. Some medicines used to treat cancer can be harmful to the body. They can cause organ damage and other issues. Whether a medicine is toxic depends on the type and how much you receive. There are many different medicine options. Your healthcare team can work with you to find the best medicines for you.
- Reactivating viruses. If you have had a viral infection in the past, such as hepatitis B or hepatitis C, some treatments can cause the virus to become active again. This can lead to liver inflammation, liver damage and other complications.
- Tumor lysis syndrome. Tumor lysis syndrome is a serious condition that can happen when cancer cells break down quickly after treatment or randomly. When these cells die, they release substances into the bloodstream that can overwhelm the body. This can lead to issues with the kidneys and other organs. You may take medicines to treat or prevent harmful side effects.
Más información
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Medicina alternativa
No existe evidencia de que algún tratamiento alternativo cure la leucemia linfocítica crónica.
Tratamientos alternativos para lidiar con la fatiga
Algunas terapias de medicina alternativa pueden ayudarte a lidiar con la fatiga, que se presenta con frecuencia en personas con leucemia mielógena crónica. El médico puede tratar la fatiga al controlar las causas subyacentes, pero a menudo los medicamentos por sí solos no son suficientes. Puedes encontrar alivio a través de terapias alternativas, tales como las siguientes:
- Acupuntura
- Ejercicio
- Masajes
- Yoga
Habla con el médico sobre tus opciones. Juntos podéis idear un plan para ayudarte a afrontar la fatiga.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Por lo general, la leucemia linfocítica crónica es un cáncer de crecimiento lento que podría no requerir tratamiento. Si bien algunas personas dicen que es un tipo de cáncer bueno, en realidad no hace que sea más fácil recibir un diagnóstico de cáncer.
Aunque al principio podrías sentirte consternado y ansioso por el diagnóstico, con el tiempo encontrarás una manera de sobrellevar la leucemia linfocítica crónica. Hasta entonces, procura hacer lo siguiente:
- Buscar información suficiente sobre tu cáncer para tomar decisiones sobre tu atención médica. Anota las preguntas que quieras hacerle al médico antes de cada cita y busca información en la biblioteca local y en Internet. Algunas fuentes confiables son el Instituto Nacional del Cáncer, la Sociedad Americana contra el Cáncer y la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma.
- Acude a familiares y amigos en busca de apoyo. Mantente en contacto con familiares y amigos para recibir apoyo. Puede ser difícil hablar sobre tu diagnóstico, y es posible que recibas reacciones muy variadas al comunicar la noticia. Sin embargo, hablar sobre el diagnóstico y transmitir información acerca del cáncer puede ayudar. También pueden hacerlo las ofertas de ayuda que con frecuencia resultan.
- Ponte en contacto con otros sobrevivientes de cáncer. Considera unirte a un grupo de apoyo, ya sea en tu comunidad o en internet. Un grupo de apoyo conformado por personas con el mismo diagnóstico puede ser una fuente de información útil, de consejos prácticos y de aliento.
- Investiga maneras de sobrellevar la naturaleza persistente y crónica de la enfermedad. Si tienes leucemia linfocítica crónica, es probable que afrontes pruebas e inquietudes continuas respecto del conteo de glóbulos blancos. Intenta encontrar una actividad que te ayude a relajarte, ya sea practicar yoga, hacer ejercicio o cuidar del jardín. Habla con un consejero, terapeuta o trabajador social si necesitas ayuda para enfrentar los desafíos emocionales de esta enfermedad crónica.
Preparación para la consulta
Si tienes algún signo o síntoma que te preocupe, comienza por solicitar una cita con el médico de familia. Si el doctor determina que es posible que tengas una leucemia linfocítica crónica, podría derivarte a un médico especialista en enfermedades de la sangre y la médula ósea (hematólogo).
Debido a que las citas médicas pueden ser breves y a que generalmente hay mucha información de la que hablar, es una buena idea estar preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del médico.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Cuando programes la cita, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, por ejemplo, restringir la dieta.
- Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
- Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita médica. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que se te pasó por alto o que olvidaste.
- Escribe preguntas para hacerle al médico.
Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas puede ser útil para aprovechar al máximo el tiempo juntos. Organiza tus preguntas de la más importante a la menos importante por si se acaba el tiempo. En el caso de la leucemia linfocítica crónica, estas son algunas preguntas básicas para hacerle al médico:
- ¿Qué significan los resultados de mis pruebas?
- ¿Necesito recibir tratamiento de inmediato?
- ¿Si no comienzo un tratamiento ahora mismo, se verán limitadas mis opciones de tratamiento en el futuro?
- ¿Debo hacerme pruebas adicionales?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios asociados con cada tratamiento?
- ¿Hay algún tratamiento que esté muy recomendado para alguien con mi diagnóstico?
- ¿Cómo afectará el tratamiento mi vida diaria?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Además de las preguntas que preparaste para hacerle a tu médico, no dudes en hacerle preguntas a medida que se te ocurran durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga una serie de preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para cubrir otros puntos que quieras abordar. El médico puede preguntarte:
- ¿Cuándo comenzaste a experimentar los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Qué tan graves son los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando los síntomas?