¿Te sientes estresado por las exigencias de la vida diaria? Si tienes demasiado peso sobre tus hombros o si tu agenda ocupada te está consumiendo, tal vez estás diciendo que «sí» demasiado.
Es hora de empezar a decir que «no» y mantener tu posición.
Descubre algunos trucos y consejos para volver a tener una agenda más sana, sin culpas ni rencores.
Domina el arte de decir que no
A la hora de combatir el estrés, tienes más poder del que imaginas.
- Concéntrate en las cosas importantes. Antes de comprometerte, analiza bien si lo que te piden se adapta (o no) a tus prioridades.
- Pondera la relación entre decir que «sí» y el estrés. Ofrecerse a llevar una tanda de galletas dulces es algo rápido comparado con encabezar un comité para recaudar fondos durante varios meses.
- Rechaza el sentimiento de culpa. Decir que «sí» nunca es un buen motivo. Es probable que termines sintiéndote enojado y más estresado.
- Corta por lo sano. Explica brevemente por qué dices que no. No hace falta que elabores ni inventes excusas.
- Si es necesario, insiste con tu respuesta. A veces es necesario rechazar un pedido varias veces hasta que la otra persona acepta tu respuesta.
Recomendaciones de los expertos del Programa de Salud Ejecutivo de Mayo Clinic.
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