Diagnóstico

Los tipos de cáncer de intestino delgado son difíciles de diagnosticar. Por este motivo, las personas que tienen sospecha de padecer cáncer de intestino delgado suelen necesitar múltiples pruebas y procedimientos para localizar el cáncer o descartarlo. Estos pueden incluir:

  • Análisis de sangre. Los análisis de sangre no pueden detectar el cáncer del intestino delgado, pero pueden dar pistas sobre tu salud. Un análisis de sangre llamado hemograma completo puede detectar un recuento bajo de glóbulos rojos. Los glóbulos rojos podrían ser bajos si el cáncer de intestino delgado está causando sangrados. Los análisis de sangre también pueden mostrar el funcionamiento de los órganos. Por ejemplo, los resultados de las pruebas de función renal o hepática podrían ser un indicio de que el cáncer se ha extendido a esos órganos.
  • Estudios por imágenes. Los estudios por imágenes crean imágenes del cuerpo. Estas pueden mostrar la localización y el tamaño del cáncer de intestino delgado. Las pruebas pueden incluir resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y tomografías por emisión de positrones.
  • Extracción de una muestra de tejido para su análisis, lo que se conoce también como biopsia. Una biopsia es un procedimiento que consiste en extraer una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. El tejido puede extraerse durante un procedimiento para ver el interior del intestino delgado. Durante este tipo de procedimiento, pueden introducirse instrumentos especiales en el intestino delgado para recoger la muestra. En ocasiones, se requiere una cirugía para tomar la muestra de tejido. La muestra se analiza en un laboratorio para determinar si es cáncer. Hay otras pruebas especiales que proporcionan más detalles sobre las células cancerosas. Tu equipo de atención médica tiene en cuenta esta información para crear un plan de tratamiento.

Pruebas para ver el interior del intestino delgado

Varias pruebas permiten a los médicos examinar el interior del intestino delgado. A menudo, durante estas pruebas se recoge una muestra de tejido. La prueba que necesites dependerá del lugar del intestino delgado en el que se encuentre el cáncer. Estas son algunas opciones:

  • Endoscopia superior. La endoscopia superior es un procedimiento para observar el interior del esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado. Se introduce por la boca un instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para ver, llamado endoscopio, y se pasa por la garganta. Se pasan instrumentos a través de la sonda a fin de extraer una muestra de tejido para su análisis.
  • Cápsula endoscópica. En la cápsula endoscópica, también llamada cámara de pastillas, se ingiere una cápsula del tamaño de una pastilla que contiene una cámara y una luz. Toma fotografías a medida que avanza por el aparato digestivo. Luego, la cápsula sale del cuerpo durante la defecación. Esta prueba no puede recoger una muestra de tejido para su análisis. Si se detecta algo en una cápsula endoscópica, es posible que necesites otras pruebas para averiguar qué es.
  • Enteroscopia. La enteroscopia utiliza dispositivos especiales para guiar un endoscopio hasta el intestino delgado. Ayuda a los médicos a ver más partes del intestino delgado de las que pueden verse con la endoscopia superior. Durante la enteroscopia puede recogerse una muestra de tejido. Para llegar al cáncer, el endoscopio puede introducirse en la garganta o atravesar el recto y el colon. La forma de realizar la enteroscopia dependerá de la localización del cáncer. A veces, durante la enteroscopia, es necesario tomar medicamentos para conciliar el sueño.

Cirugía

A veces, los tipos de cáncer de intestino delgado están en lugares que dificultan su visualización con otras pruebas. Si esto ocurre, tu equipo de atención médica puede sugerir una intervención quirúrgica para examinar el intestino delgado y la zona circundante en busca de signos de cáncer.

La cirugía puede implicar una gran incisión en el abdomen, denominada laparotomía. También puede implicar varias incisiones pequeñas, lo que se denomina laparoscopia. Durante la laparoscopia, un cirujano pasa instrumentos especiales a través de las incisiones, y una cámara de video. La cámara permite al cirujano guiar los instrumentos y ver el interior del abdomen. Los instrumentos pueden utilizarse para recoger una muestra de tejido para su análisis. A menudo, el cáncer se extirpa durante este procedimiento.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de intestino delgado suele consistir en una intervención quirúrgica para extirpar el cáncer. Otras opciones pueden ser la quimioterapia y la radioterapia. Tu equipo de atención médica tiene en cuenta la localización del cáncer y su tipo a la hora de crear un plan de tratamiento. También tienen en cuenta tu salud general y tus preferencias.

Los tratamientos contra el cáncer de intestino delgado pueden incluir:

  • Cirugía. Los cirujanos trabajan para extirpar todo el cáncer de intestino delgado, siempre que sea posible. Si el cáncer afecta una pequeña parte del intestino delgado, el cirujano puede extirpar solo esa sección. Luego, el cirujano vuelve a unir los extremos cortados del intestino. A veces es necesario extirpar todo el intestino delgado. También pueden extirparse los ganglios linfáticos circundantes para ver si existe riesgo de que el cáncer se extienda.

    Si el cáncer de intestino delgado no puede extirparse, el cirujano puede realizar un bypass para aliviar la obstrucción del intestino delgado.

  • Quimioterapia. La quimioterapia usa medicamentos potentes para destruir las células cancerosas. La quimioterapia suele consistir en una combinación de medicamentos que destruyen las células de crecimiento rápido, incluidas las cancerosas. Normalmente se administra por vía intravenosa, pero algunos medicamentos vienen en forma de pastilla.

    En el caso del cáncer de intestino delgado, puede utilizarse quimioterapia después de la cirugía si existe riesgo de que el cáncer reaparezca. En el caso del cáncer avanzado, la quimioterapia puede ayudar a aliviar los síntomas. Si el cáncer es demasiado grande para extirparlo mediante cirugía, puede tratarse primero con quimioterapia para reducir su tamaño.

  • Radioterapia. La radioterapia utiliza poderosos haces de energía para destruir las células cancerosas. La energía puede provenir de rayos X, protones u otras fuentes. Durante la radioterapia, permaneces acostado sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor. La máquina dirige la radiación a puntos específicos de tu cuerpo. La radioterapia se combina a veces con quimioterapia antes de la cirugía para reducir el tamaño del cáncer.
  • Terapia dirigida. La terapia dirigida utiliza medicamentos que atacan sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células cancerosas. La terapia dirigida puede utilizarse para el cáncer de intestino delgado cuando la cirugía no es una opción o cuando el cáncer se extiende a otras partes del cuerpo.
  • Inmunoterapia. La inmunoterapia es un tratamiento con medicamentos que ayuda al sistema inmunitario del cuerpo a atacar las células cancerosas. El sistema inmunitario combate las enfermedades atacando los gérmenes y otras células que no deberían estar en el cuerpo. Las células cancerosas sobreviven escondiéndose del sistema inmunitario. La inmunoterapia ayuda a las células del sistema inmunitario a encontrar y atacar las células cancerosas. La inmunoterapia podría ser una opción para el cáncer avanzado de intestino delgado si las pruebas muestran que las células cancerosas pueden responder a este tipo de tratamiento.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Con el tiempo, encontrarás lo que te ayuda a sobrellevar la incertidumbre y la angustia de un diagnóstico de cáncer de intestino delgado. Hasta ese momento, los siguientes consejos quizás puedan ayudarte:

  • Aprende lo suficiente sobre el cáncer de intestino delgado para tomar decisiones sobre tu atención médica. Pregunta a tu equipo de atención médica sobre tu cáncer, incluidos los resultados de las pruebas, las opciones de tratamiento y, si lo deseas, tu pronóstico. A medida que aprendas más sobre el cáncer de intestino delgado, podrás sentirse más seguro a la hora de tomar decisiones sobre el tratamiento.
  • Mantén la compañía de tus familiares y amigos. Mantener sólidas tus relaciones cercanas te ayudará a afrontar el cáncer de intestino delgado. Los familiares y amigos pueden brindar el apoyo práctico que necesitas, como ayudarte a cuidar tu hogar si te encuentras en el hospital. Pueden convertirse en un apoyo emocional cuando te sientas abrumado por el cáncer.
  • Busca a alguien con quien hablar. Busca a una persona que esté dispuesta a escucharte hablar sobre tus esperanzas y temores. Puede ser un familiar o un amigo. También podrían resultar útiles el interés y la comprensión de un terapeuta, trabajador social médico, miembro de la iglesia o grupo de apoyo para personas con cáncer.

    Pregúntale a tu equipo de atención médica sobre grupos de apoyo en tu área. El Instituto Nacional del Cáncer y la Sociedad Americana del Cáncer son otras fuentes de información.

Preparación para la consulta

Programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupa. Si tu equipo de atención médica sospecha que puedes tener cáncer, es posible que te remitan a un especialista.

A continuación, encontrarás información que te ayude a preparar para la cita.

Qué puedes hacer

Cuando programes la cita, pregunta si hay algo que debas hacer para prepararte, como ayunar antes de una prueba determinada. Prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas, incluso aquellos que puedan parecer que no estén relacionados con el motivo de la cita.
  • Información personal clave, lo que incluye las situaciones de estrés importantes, los cambios recientes en tu vida y los antecedentes médicos familiares.
  • Todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que tomes y sus dosis.
  • Preguntas para hacerle al equipo de atención médica.

Considera la posibilidad de que te acompañe un familiar o un amigo para que te ayude a recordar la información que te brinden.

En el caso del cáncer de intestino delgado, algunas preguntas básicas que puedes querer hacer son:

  • ¿Cuál puede ser la causa de mis síntomas?
  • Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles de mis síntomas?
  • ¿Qué pruebas necesito?
  • ¿Cuál es el mejor plan de acción?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque primario que me sugiere?
  • Tengo estas otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Debería consultar a un especialista?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

No dudes en hacer otras preguntas.

Qué esperar del médico

Prepárate para responder algunas preguntas sobre tus síntomas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Cuál es la intensidad de los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca empeorarlos?