Maryel Andison: Me dieron un pronóstico de una semana a 10 días. Tuve que tomar la iniciativa e ir a Mayo, donde me salvaron la vida. Esa es la razón de mi lealtad con Mayo.

Mi nombre es Maryel Andison. Soy de Winnipeg, Manitoba, en Canadá. Un domingo por la mañana estaba regando mis flores cuando sufrí un accidente cerebrovascular. Me tomó un rato convencerme de que realmente era algo importante. La verdad es que me llevó mucho tiempo. Terminé yendo al médico unos tres días después. Me llevó a un neurólogo, que dijo que se podría hacer una tomografía computarizada en seis meses, o una resonancia magnética en un año. Pero también dijo que si iba a Mayo Clinic podrían hacerla esta tarde, así que respondí que allí iría.

En los primeros minutos de la cita, el Dr. Petit, dijo: “¡Vaya! Sabemos lo que es. Sólo necesitamos un poco de tiempo para comprobarlo”. Pasamos por todo tipo de pruebas por imágenes, de todo. Por último, llegué a esta prueba en la que me pasaron una cámara por la garganta. Obviamente, estaba dormida. Lo siguiente que recuerdo es que un hombre enmascarado se inclinaba sobre mí y decía que había un problema. Ya llamamos una ambulancia y la van a operar a corazón abierto.

Me di cuenta de que estaba en el mejor lugar en el que podía encontrarme. Estaba en Mayo Clinic. Si alguien iba a cuidar de mí, ellos lo iban a hacer. Realmente hay que ser el máximo defensor de la propia atención médica.

Sept. 18, 2024