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Aprende qué información tienen en cuenta los equipos de atención médica a la hora de crear planes de tratamiento y averigua cómo se utiliza cada tratamiento para combatir el cáncer de las vías biliares.
Si estás pasando por un tratamiento para el cáncer de vías biliares, es fácil sentirse abrumado por todas las opciones posibles. Estas son las opciones de tratamiento más comunes y lo que tiene en cuenta tu equipo de atención médica al crear tu plan de tratamiento.
El tratamiento contra el cáncer de las vías biliares de una persona puede ser distinto del de otra. Por eso, es difícil comparar tu experiencia con el cáncer con la de otra persona. El equipo de atención médica tiene en cuenta muchos factores al crear un plan de tratamiento. Tu equipo de atención médica podría considerar:
Tu equipo de atención médica elabora un plan de tratamiento solo para ti a partir de estos factores. Tu equipo de atención médica elige los tratamientos que tienen más probabilidades de ayudarte.
El cáncer de las vías biliares no es frecuente. Relativamente pocas instituciones tienen experiencia en este tipo de cáncer. Considera la posibilidad de buscar atención médica en un centro oncológico que tenga experiencia en atender a personas con tu tipo de cáncer.
Tu plan de tratamiento contra el cáncer de las vías biliares podría incluir uno o más de los siguientes tratamientos. Por lo general, estas son algunas opciones:
Cirugía. El objetivo de la cirugía es extirpar todo el cáncer. También se extirpa una porción de tejido sano en la zona cercana al cáncer. Esto ayuda a garantizar que se extraigan todas las células cancerosas.
Si el cáncer es pequeño y no se ha diseminado, la cirugía podría ser el primer tratamiento. Los órganos cercanos suelen extirparse para eliminar todo el cáncer. Esto quiere decir que podría extirparse parte del hígado o el páncreas junto con el cáncer. La mayoría de los pacientes con cáncer de las vías biliares recibirán otros tratamientos después de la cirugía.
Con frecuencia, la cirugía no es una opción para el cáncer de las vías biliares. Podría no ser una alternativa cuando el cáncer ha alcanzado un tamaño que dificulta extirparlo por completo. La cirugía tampoco podría ser una opción cuando el cáncer se ha diseminado. Cuando no se puede realizar una cirugía, la quimioterapia suele ser el primer tratamiento.
Quimioterapia. La quimioterapia usa medicamentos fuertes para destruir células cancerosas. Existen muchos medicamentos para la quimioterapia. Algunos se administran mediante pastillas y otros, por vía intravenosa. El tratamiento suele consistir en una combinación de medicamentos.
La quimioterapia generalmente sirve para destruir cualquier célula restante después de la cirugía. Este tratamiento podría reducir el riesgo de que el cáncer reaparezca. Cuando se usa la quimioterapia de esta manera, podría considerarse un tratamiento preventivo.
Si la cirugía no es una opción, la quimioterapia podría ser el primer tratamiento. Si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, la quimioterapia podría ayudar a controlarlo.
Radioterapia. La radioterapia utiliza poderosos haces de energía para destruir las células cancerosas. La energía puede provenir de rayos X, protones y otras fuentes. Durante la radioterapia, te recuestas sobre una camilla. Una máquina se mueve a tu alrededor y dirige los haces de energía a puntos específicos de tu cuerpo. Los programas de tratamiento de la radioterapia varían, así que consulta al equipo de atención médica para saber qué esperar. Algunas personas necesitan tratamientos diarios por varias semanas.
La radioterapia sirve en ocasiones para destruir cualquier célula restante después de la cirugía. Se la puede recomendar cuando existe el riesgo de que el cáncer reaparezca. Con frecuencia, se realiza al mismo tiempo que la quimioterapia. Usar dos tratamientos juntos hace que funcionen mejor.
Cuando la cirugía no es una opción, la radioterapia podría ayudar a controlar el cáncer.
Terapia dirigida. La terapia dirigida utiliza medicamentos que atacan sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas. Al bloquear dichas sustancias químicas, este tratamiento destruye las células cancerosas.
Con frecuencia, estas células se analizan en el laboratorio para comprobar si la terapia dirigida podría funcionar contra ellas. Las pruebas buscan detectar sustancias químicas específicas, llamadas biomarcadores, y otros cambios en las células cancerosas o en la superficie de las células que los medicamentos pueden combatir. Teniendo en cuenta los resultados, el equipo de atención médica selecciona el medicamento de terapia dirigida que es más probable que pueda ayudarte. Elegir un medicamento sobre la base de tus biomarcadores individuales a veces se denomina medicina de precisión.
La terapia dirigida podría ser una opción si no puedes someterte a una cirugía para el cáncer biliar o si el cáncer se ha diseminado.
Inmunoterapia. La inmunoterapia es un tratamiento con medicamentos que ayuda al sistema inmunitario del cuerpo a destruir las células cancerosas. El sistema inmunitario combate las enfermedades atacando los gérmenes y otras células que no deberían estar en el cuerpo. Las células cancerosas sobreviven porque se esconden del sistema inmunitario. La inmunoterapia ayuda a las células del sistema inmunitario a encontrar y destruir las células cancerosas.
Se puede analizar las células de tu cáncer para ver si los medicamentos de inmunoterapia podrían ayudarte. La inmunoterapia podría ser una opción si no puedes someterte a una cirugía o si el cáncer de las vías biliares se ha diseminado. Este tipo de terapia se puede administrar sola o de forma simultánea con medicamentos de quimioterapia.
También pueden existir otros tratamientos en determinadas situaciones. Habla con el equipo de atención médica sobre las opciones de tratamiento contra el cáncer de las vías biliares. Los miembros del equipo de atención médica pueden recomendarte ciertos tratamientos. Esto puede ayudarte a tener más confianza en el plan al iniciar el tratamiento contra el cáncer de las vías biliares.
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