¿Buscas información sobre las vacunas contra la COVID-19? Aquí encontrarás lo que debes saber acerca de las diferentes vacunas y los beneficios de vacunarte.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

A medida que continúa la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), es posible que tengas preguntas acerca de las vacunas contra la COVID-19. Infórmate sobre los diferentes tipos de vacunas contra la COVID-19, cómo funcionan, los posibles efectos secundarios y los beneficios para ti y para tu familia.

Mantenerte al día con la vacuna contra la COVID-19 puede tener estos beneficios:

  • Ayudar a prevenir un cuadro grave de la enfermedad y la muerte debido a la COVID-19, tanto en niños como en adultos.
  • Ayudar a evitar que debas acudir al hospital debido a la COVID-19.
  • Ser una forma menos riesgosa de protegerte, en comparación con enfermarte con el virus que causa la COVID-19.
  • Menor riesgo a largo plazo de presentar complicaciones cardiovasculares después de haber tenido la COVID-19.

Algunos factores que pueden influir en el grado de protección después de recibir la vacuna son la edad, el hecho de haber enfermado anteriormente con el virus de la COVID-19, o tener ciertas enfermedades, como el cáncer.

El grado de protección de la vacuna contra la COVID-19 también depende del momento en el que se le administre la vacuna. Además, el grado de protección depende de cómo mute el virus que causa la COVID-19 y de las variantes contra las que protege la vacuna.

Habla con el equipo de atención médica sobre cómo estar al día con las vacunas contra la COVID-19.

Sí. Contraer el virus que causa la COVID-19 o recibir una vacuna contra esta enfermedad te da protección, que también se conoce como inmunidad, contra el virus. Sin embargo, esta protección parece desaparecer con el tiempo. La vacuna contra la COVID-19 puede aumentar la protección de tu organismo.

Además, el virus que causa esta enfermedad puede cambiar, lo que también se denomina mutar. La vacunación con la variante más actualizada que se disemina en el momento o que se espera que lo haga ayuda a evitar que vuelvas a enfermar.

Los investigadores continúan estudiando lo que pasa cuando alguien contrae la COVID-19 por segunda vez. Las infecciones posteriores suelen ser más leves que la primera. Pero aún puede presentarse una forma grave de la enfermedad. Las formas graves de la enfermedad son más probables en las personas mayores de 65 años, aquellas con más de cuatro afecciones médicas y las que tienen el sistema inmunitario debilitado.

Las vacunas contra la COVID-19 disponibles en los Estados Unidos son las siguientes:

  • Vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 para 2023 a 2024, disponible para personas de 6 meses en adelante.
  • Vacuna de Moderna contra la COVID-19 para 2023 a 2024, disponible para personas de 6 meses en adelante.
  • Vacuna de Novavax contra la COVID-19 para 2023 a 2024, disponible para personas de 12 años en adelante.

Estas vacunas cuentan con la autorización o la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para uso de emergencia.

Vacuna de Pfizer‑BioNTech contra la COVID-19 para 2023 a 2024.

En diciembre de 2020, se concluyó que la serie de dos dosis de la vacuna de Pfizer‑BioNTech contra la COVID-19 es segura y eficaz para prevenir la infección por el virus de la COVID-19 en personas mayores de 18 años. Estos datos ayudaron a predecir la eficacia de las vacunas en las personas más jóvenes. Dicha eficacia varió según la edad.

La vacuna de Pfizer‑BioNTech está aprobada con el nombre de Comirnaty para su administración en personas mayores de 12 años. La FDA autorizó la administración de la vacuna en personas de 6 meses a 11 años. La cantidad de dosis de esta serie de vacunas varía para cada persona en función de su edad y su historial de vacunación contra la COVID-19.

Vacuna de Moderna contra la COVID-19 para 2023 a 2024.

En diciembre de 2020, se concluyó que la vacuna de Moderna contra la COVID-19 es segura y eficaz para prevenir la infección y un cuadro grave de la enfermedad en personas mayores de 18 años. La capacidad de la vacuna para proteger a los más jóvenes se predijo a partir de los datos de los ensayos clínicos.

La FDA aprobó la vacuna con el nombre de Spikevax para su administración en personas mayores de 12 años. La FDA autorizó la administración de la vacuna en personas de 6 meses a 11 años. La cantidad de dosis necesarias varía para cada persona en función de su edad y su historial de vacunación contra la COVID-19.

Vacuna de Novavax con adyuvante contra la COVID-19 para 2023 a 2024.

En julio de 2022, se concluyó que esta vacuna es segura y eficaz, y pasó a estar disponible con una autorización de uso de emergencia para personas mayores de 18 años.

En agosto de 2022, la FDA autorizó la administración de la vacuna en personas mayores de 12 años. La cantidad de dosis de esta serie de vacunas varía para cada persona en función de su edad y su historial de vacunación contra la COVID-19.

Información actualizada sobre las vacunas contra la COVID-19

En agosto de 2022, la FDA autorizó una actualización a las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech contra la COVID-19. Ambas incluyeron las variantes original y ómicron del virus que causa la COVID-19. En junio de 2023, la FDA ordenó a los fabricantes de vacunas que actualizaran las vacunas contra la COVID-19. Las vacunas se modificaron para atacar la XBB.1.5, que es una cepa del virus que causa la COVID-19. En septiembre y octubre de 2023, la FDA autorizó el uso de las vacunas actualizadas para 2023 a 2024 contra la COVID-19 fabricadas por Novavax, Moderna y Pfizer-BioNTech.

Las vacunas contra la COVID-19 ayudan al organismo a prepararse para eliminar la infección por el virus que causa esta enfermedad.

Tanto la vacuna de Pfizer-BioNTech como la de Moderna contra la COVID-19 usan ARN mensajero que está modificado genéticamente. El ARN mensajero de la vacuna indica a tus células cómo producir una parte inofensiva del virus que causa la COVID-19.

Después de recibir una vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19, las células musculares comienzan a producir las partes de la proteína y a ubicarlas en la superficie de las células. El sistema inmunitario reconoce la proteína y comienza a armar una respuesta inmunitaria y a producir anticuerpos. Inmediatamente después de entregar las instrucciones, el ARNm se divide. Nunca ingresa al núcleo de las células, donde se almacena el ADN.

La vacuna de Novavax con adyuvante contra la COVID-19 es una vacuna con subunidades proteicas. Estas vacunas incluyen solo las partes de la proteína de un virus que causan la mayor reacción en el sistema inmunitario. La vacuna de Novavax contra la COVID-19 también tiene un ingrediente que se llama adyuvante, el cual ayuda a aumentar la respuesta del sistema inmunitario.

Con una vacuna con subunidades proteicas, el cuerpo reacciona a las proteínas y crea anticuerpos y glóbulos blancos para la defensa. Si más adelante tienes una infección por el virus de la COVID-19, los anticuerpos lo combatirán. Las vacunas con subunidades proteicas contra la COVID-19 no utilizan virus vivos y no pueden hacer que te infectes con el virus que causa esta enfermedad. Las partes de la proteína tampoco ingresan al núcleo de las células, donde se almacena el ADN.

No. Las vacunas contra la COVID-19 disponibles en EE. UU. no usan el virus vivo que causa la enfermedad. Por eso, las vacunas contra la COVID-19 no pueden hacer que contraigas la enfermedad causada por dicho virus.

El cuerpo puede tardar algunas semanas en desarrollar la inmunidad después de que recibas la vacuna contra la COVID-19. En consecuencia, es posible que te infectes con el virus que causa la COVID-19 justo antes o después de recibir la vacuna.

En algunas personas, la vacuna contra la COVID-19 no causa efectos secundarios. En caso de presentarlos, la mayoría de estos desaparecen a los pocos días.

Una vacuna contra la COVID-19 puede ocasionar efectos secundarios leves después de la primera o de la segunda dosis. El dolor y la hinchazón en la zona de la inyección son efectos secundarios frecuentes. Esa zona también puede tener un aspecto rojizo sobre la piel blanca. Otros efectos secundarios son los siguientes:

  • Fiebre o escalofríos.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor muscular o articular.
  • Cansancio o agotamiento físico.
  • Malestar estomacal o vómitos.
  • Hinchazón de los ganglios linfáticos.

En los niños más pequeños, hasta los 4 años, los síntomas pueden ser llanto o irritabilidad, somnolencia, pérdida de apetito o, con menor frecuencia, fiebre.

En casos muy poco frecuentes, recibir una vacuna contra la COVID-19 puede causar una reacción alérgica. Algunos síntomas de una reacción alérgica que pone en riesgo la vida son los siguientes:

  • Problemas respiratorios.
  • Latidos rápidos del corazón, mareos o debilidad.
  • Hinchazón en la garganta.
  • Urticaria.

Si tú o la persona de la que cuidas tienen algún síntoma que pone en riesgo la vida, busca atención médica de emergencia.

Entre las reacciones alérgicas menos graves están la aparición de un sarpullido generalizado en un área distinta de donde se te administró la vacuna, o la hinchazón de los labios, de la cara o de la piel en un área distinta de donde la recibiste. Ponte en contacto con el profesional de atención médica si tienes alguno de estos síntomas.

Tal vez se te pida permanecer en el lugar donde recibiste la vacuna durante unos 15 minutos después de su administración. Esto permite que el equipo de atención médica te ayude si tienes una reacción alérgica. El equipo de atención médica puede pedirte que esperes más tiempo si tuviste una reacción alérgica, que no fue grave, a una inyección anterior.

Ponte en contacto con un profesional de atención médica si la zona donde se te administró la vacuna empeora después de 24 horas. Si te preocupa algún efecto secundario, ponte en contacto con el equipo de atención médica.

Las vacunas que ayudan a proteger contra la COVID-19 son seguras y eficaces. En ensayos clínicos, se evaluaron las vacunas para asegurarse de esto. Los profesionales de la salud, los investigadores y los organismos de salud siguen vigilando los efectos secundarios infrecuentes, incluso después de la administración de cientos de millones de dosis en los Estados Unidos.

Los efectos secundarios que no desaparecen al cabo de unos días se consideran crónicos. Las vacunas rara vez causan efectos secundarios de este tipo.

Si te preocupan los efectos secundarios, los datos sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 se informan a un programa nacional llamado Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas en los Estados Unidos. Estos datos están a disposición del público. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos también han creado v-safe, un instrumento para teléfonos inteligentes que permite a los usuarios informar de los efectos secundarios de la vacuna contra la COVID-19.

Si tienes otras preguntas o dudas sobre tus síntomas, habla con tu profesional de atención médica.

En algunas personas, las vacunas contra la COVID-19 pueden derivar en miocarditis y pericarditis, que son complicaciones cardíacas. La miocarditis es la hinchazón, también llamada inflamación, del músculo cardíaco. La pericarditis es la hinchazón, también llamada inflamación, del revestimiento exterior del corazón.

Esté atento a si presenta síntomas como los siguientes:

  • Dolor en el pecho.
  • Falta de aire.
  • Sensación de que el corazón late rápido, aletea o palpita fuertemente.

Si tú o tu hijo tienen alguno de estos síntomas en la semana siguiente a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19, busca atención médica.

El riesgo para miocarditis o pericarditis después de una vacuna contra la COVID-19 es raro. Se notificaron estas afecciones después de la vacunación contra la COVID-19 con todas las vacunas que se ofrecen en Estados Unidos. La mayoría de los casos se informaron en varones de 12 a 39 años.

Estas afecciones se produjeron con mayor frecuencia después de la segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19 y, por lo general, dentro de la primera semana después de recibir dicha vacuna. La mayoría de las personas que recibieron atención médica se sintieron mejor después de tomar medicamentos y descansar.

Estas complicaciones son poco frecuentes y también pueden darse después de enfermar del virus que causa la COVID-19. En general, las investigaciones sobre los efectos de las vacunas más utilizadas en los Estados Unidos contra la COVID-19 sugieren que estas reducen el riesgo de complicaciones como coágulos sanguíneos u otros tipos de daño al corazón.

Si tienes dudas, tu profesional de atención médica puede ayudarte a revisar los riesgos y beneficios en función de la condición de tu salud.

En los Estados Unidos, es posible que las vacunas contra la COVID-19 se ofrezcan sin costo, mediante la cobertura de un seguro de salud. También hay opciones disponibles para las personas que no tienen cobertura para la vacunación o para aquellas que no tienen seguro médico. Cualquier persona menor de 18 años puede recibir la vacuna de manera gratuita a través del Programa de Vacunas para Niños. Los adultos pueden recibir vacunas contra la COVID-19 sin costo a través del programa temporal Puente de Acceso, que está previsto va a finalizar en diciembre de 2024.

Sí. Las vacunas contra la COVID-19 son seguras para las personas que tienen enfermedades preexistentes, como las afecciones que aumentan el riesgo de enfermar gravemente por la COVID-19.

La vacuna contra la COVID-19 puede reducir el riesgo de morir o de presentar una forma grave de esta enfermedad. Tu equipo de atención médica puede sugerir más dosis de la vacuna contra la COVID-19 si tienes el sistema inmunitario debilitado de manera moderada o grave.

Los tratamientos contra el cáncer y otros tratamientos que afectan a algunas células inmunitarias también pueden influir en la vacuna contra la COVID-19. Habla con tu profesional de atención médica sobre cuándo debes recibir vacunas adicionales y cómo proceder con la vacunación después del tratamiento inmunosupresor.

Habla con tu equipo de atención médica si tienes alguna pregunta sobre cuándo recibir la vacuna contra la COVID-19.

No tomes medicamentos antes de recibir la vacuna contra la COVID-19, a fin de prevenir posible malestar. No está claro cómo estos medicamentos podrían repercutir en la eficacia de las vacunas. Puedes tomar este tipo de medicamento después de recibir la vacuna contra la COVID-19, siempre que no tengas ningún otro motivo médico que te impida hacerlo.

Algunos síntomas de una reacción alérgica que pone en riesgo la vida son los siguientes:

  • Problemas respiratorios.
  • Latidos rápidos del corazón, mareos o debilidad.
  • Hinchazón en la garganta.
  • Urticaria.

Si tú o la persona a la que cuidas tienen algún síntoma que pone en riesgo la vida, busca de inmediato atención médica de emergencia.

Entre las reacciones alérgicas menos graves están la aparición de un sarpullido generalizado en un lugar distinto a donde se aplicó la vacuna, o la hinchazón de los labios, la cara o la piel en otro sitio que no es el de la inyección. Ponte en contacto con el profesional de atención médica si tienes alguno de estos síntomas.

Informa al profesional de atención médica sobre la reacción, aunque ya haya desaparecido o no hayas necesitado cuidados médicos de emergencia. La reacción puede indicar que tienes una alergia a la vacuna. Es posible que no puedas recibir una segunda dosis de la misma vacuna. Sin embargo, quizás sí puedas recibir otra vacuna como segunda dosis.

Si tienes antecedentes de reacciones alérgicas graves que no se relacionan con vacunas o con medicamentos inyectables, se te puede administrar la vacuna contra la COVID-19. Por lo general, estarás bajo vigilancia durante 30 minutos después de recibir la vacuna.

Si tuviste una reacción alérgica inmediata a otras vacunas o a otros medicamentos inyectables, pregunta al profesional de atención médica si se te puede administrar la vacuna contra la COVID-19. Si alguna vez tuviste una reacción alérgica inmediata o grave a alguno de los ingredientes de una vacuna contra la COVID-19, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que no recibas esa vacuna en particular.

Si presentas una reacción alérgica inmediata o grave después de recibir la primera dosis de una vacuna contra la COVID-19, no se te debe administrar una segunda dosis de dicha vacuna. Sin embargo, quizás sí puedas recibir otra vacuna como segunda dosis.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan recibir la vacuna contra la COVID-19 en los siguientes casos:

  • Planeas un embarazo o estás intentando tenerlo.
  • Tienes un embarazo.
  • Amamantas.

Mantenerse al día con la vacuna contra la COVID-19 ayuda a prevenir las formas graves de esta enfermedad. Además, si recibes la vacuna durante el embarazo, puedes ayudar a evitar que el recién nacido contraiga la COVID-19.

Las personas con mayor riesgo de enfermedad gravemente pueden hablar con un profesional de atención médica sobre otras vacunas contra la COVID-19 u otras precauciones. También puede ser útil preguntar qué hacer si te enfermas, para que puedas iniciar rápidamente el tratamiento.

Aunque no sucede con frecuencia, algunos niños pueden padecer la forma grave de la COVID-19 después de contraer el virus que causa la COVID-19.

Una vacuna contra la COVID-19 puede impedir que tu hijo contraiga o propague el virus que causa la COVID-19. También puede prevenir que tu hijo se enferme gravemente o que tenga que ser hospitalizado debido al virus de la COVID-19.

Puedes retomar con mayor seguridad las actividades que quizás evitabas hacer antes de recibir todas las dosis de la vacuna. También puedes pasar tiempo en contacto más estrecho con personas que corren un alto riesgo de enfermar gravemente por la COVID-19.

Sin embargo, las vacunas no son un 100 % eficaces. Por eso, tomar otras medidas para reducir el riesgo de contraer la COVID-19 sigue siendo útil para protegerte a ti y a los demás del virus. Estos pasos son aún más importantes si estás en un área donde hay muchas personas hospitalizadas por la COVID-19. La protección también es importante a medida que pasa el tiempo desde la última vacunación.

Si tienes un mayor riesgo de enfermar gravemente por la COVID-19, las medidas básicas para prevenir esta enfermedad son aún más importantes. Estos son algunos ejemplos:

  • De ser posible, evita el contacto estrecho con cualquier persona que esté enferma o tenga síntomas.
  • Utiliza ventiladores, abre ventanas o puertas y usa filtros para mover el aire y evitar que los gérmenes queden en el ambiente.
  • Lávate las manos muy bien y de manera frecuente con agua y jabón durante al menos 20 segundos. También puedes usar un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga por lo menos un 60 % de dicha sustancia.
  • Tose o estornuda en un pañuelo desechable o en el codo. Luego lávate las manos.
  • Limpia y desinfecta las superficies que se tocan con frecuencia. Por ejemplo, limpia regularmente las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los dispositivos electrónicos y las encimeras.
  • Distánciate de otras personas cuando te encuentres en zonas públicas concurridas, especialmente en lugares con poca circulación de aire. Esto es especialmente importante si tienes un mayor riesgo de enfermar gravemente.
  • Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que las personas lleven mascarilla en espacios públicos cerrados si se está diseminando la COVID-19. Esto significa que, si estás en un área donde hay muchas personas hospitalizadas por esta enfermedad, usar mascarilla puede ayudar a protegerte. Los CDC recomiendan el uso de una mascarilla que puedas utilizar regularmente, brinde la mayor protección posible, se ajuste bien y sea cómoda.

La vacunación contra la COVID-19 protege a la mayoría de las personas de contraer esta enfermedad. Sin embargo, algunas personas que están al día con sus vacunas pueden contraer la COVID-19. Esto se denomina infección después de la vacuna.

Quienes contraen infecciones después de la vacuna pueden trasmitir la COVID-19 a otras personas. Sin embargo, las personas que tienen todas las dosis de la vacuna, pero presentan una infección después de recibirla tienen menos probabilidades de enfermar gravemente de la COVID-19 que quienes no están vacunados. Incluso cuando las personas vacunadas presentan síntomas, estos suelen ser menos graves en comparación con aquellas que no están vacunadas.

Los investigadores continúan estudiando lo que pasa cuando alguien contrae la COVID-19 por segunda vez. Las reinfecciones y las infecciones después de la vacuna suelen ser más leves que la primera infección. Pero aún puede presentarse una forma grave de la enfermedad. Las formas graves de la enfermedad son más probables en las personas mayores de 65 años, aquellas con más de cuatro afecciones médicas y las que tienen el sistema inmunitario debilitado.

May 01, 2024