Las almendras aportan un efecto crujiente y características nutritivas al pollo tradicional.
Calienta el horno a 400 °F (200 °C). Recubre ligeramente una bandeja de horno con aceite en aerosol. En un bol mediano, mezcla las almendras molidas, la harina, el tomillo, la cebolla en polvo, el ajo en polvo, la sal y la pimienta. Vierte la leche en otro bol mediano. Recubre las pechugas de pollo con la mezcla de almendras, luego pásalas por la leche y nuevamente por la mezcla de almendras, y colócalas en la bandeja de horno.
Precalienta una sartén antiadherente a fuego medio-alto, y añade aceite de oliva. Una vez que esté caliente, coloca las pechugas de pollo en la sartén y baja el fuego a medio. Sella las pechugas de pollo de un lado hasta que estén doradas, y luego del otro lado durante un minuto. Coloca el pollo nuevamente en la bandeja de horno aceitada y hornéalo durante unos 10 minutos o hasta que la temperatura interna sea 165 °F (75 °C).
Creada por el cocinero ejecutivo para el bienestar y los dietistas matriculados del Healthy Living Program (Programa para una Vida Saludable) de Mayo Clinic.
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