Cuando reflexionas sobre la salud de los adultos, posiblemente pienses en maneras de mantenerte sano. Esto puede incluir, por ejemplo, hacer todo lo posible para prevenir el cáncer, vacunarte y lavarte bien las manos con frecuencia. Es un buen comienzo. Las decisiones que tomes cada día contribuirán, en gran medida, a mejorar tu salud de adulto.
También es importante que prestes atención cuando tengas síntomas. Infórmate sobre cuándo visitar a un profesional de la salud. Los síntomas graves pueden incluir pérdida de peso sin motivo conocido, cambios en los hábitos intestinales, falta de aire o dolores de cabeza repentinos.
Y, por supuesto, los exámenes físicos periódicos y los exámenes de detección son importantes para mantenerte sano. Infórmate sobre qué exámenes de detección debes realizarte y con qué frecuencia. La detección temprana de una afección puede ser la clave para tratarla con éxito.