Diagnóstico

Cuando una persona ha sufrido una exposición conocida o probable a una dosis de radiación elevada, producto de un accidente o un ataque, el personal médico toma una serie de medidas para determinar la dosis de radiación absorbida. Esta información es esencial para determinar cuán grave podría ser la enfermedad, qué tratamientos emplear y si es probable que la persona sobreviva.

La información importante para determinar una dosis absorbida consiste en:

  • La exposición conocida. Los detalles sobre la distancia desde la fuente de radiación y la duración de la exposición pueden ayudar a proporcionar una estimación aproximada de la gravedad de la enfermedad por radiación.
  • Vómitos y otros síntomas. El tiempo entre la exposición a la radiación y la aparición de vómitos es una herramienta de detección bastante precisa para estimar la dosis de radiación absorbida. Cuanto menor sea el tiempo antes de la aparición de este signo, mayor será la dosis. La intensidad y el momento de aparición de otros signos y síntomas también pueden ayudar al personal médico a determinar la dosis absorbida.
  • Análisis de sangre. Mediante análisis de sangre frecuentes que se realizan durante varios días, el personal médico puede observar reducciones en el número de glóbulos blancos que combaten las enfermedades y cambios anormales en el ADN de las células sanguíneas. Estos factores indican el grado de daño de la médula ósea, que se determina por el nivel de dosis absorbida.
  • Dosímetro. Un dispositivo llamado «dosímetro» puede medir la dosis absorbida de radiación, pero solo si estuvo expuesto al mismo suceso de radiación que la persona afectada.
  • Medidores de radiación. Se puede utilizar un dispositivo, como un contador Geiger, para evaluar a las personas con el fin de determinar la ubicación de las partículas radioactivas en el organismo.
  • Tipo de radiación. Una parte de la respuesta de urgencia más amplia a un accidente o ataque radioactivo consiste en la identificación de la forma de exposición a la radiación. Esta información podría orientar algunas decisiones sobre el tratamiento de las personas enfermas por radiación.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento para las náuseas por radiación son prevenir una mayor contaminación radioactiva; tratar las lesiones potencialmente mortales, como las quemaduras y el traumatismo; reducir los síntomas y controlar el dolor.

Descontaminación

La descontaminación implica la eliminación de partículas radioactivas externas. Quitarse la ropa y los zapatos elimina aproximadamente el 90 por ciento de la contaminación externa. El lavado suave con agua y jabón elimina partículas radioactivas adicionales de la piel.

La descontaminación evita que los materiales radioactivos se propaguen aún más. También disminuye el riesgo de padecer una contaminación interna a causa de la inhalación, la ingesta o las heridas no cicatrizadas.

Tratamiento para la médula ósea lesionada

Una proteína denominada factor estimulante de colonias de granulocitos, que promueve el crecimiento de los glóbulos blancos, puede contrarrestar el efecto de la enfermedad por radiación en la médula ósea. El tratamiento con este medicamento a base de proteínas, el cual incluye filgrastim (Neupogen), sargramostim (Leukine) y pegfilgrastim (Neulasta), puede aumentar la producción de glóbulos blancos y ayudar a prevenir futuras infecciones.

Si tienes una lesión grave en la médula ósea, también puedes recibir transfusiones de glóbulos rojos o plaquetas.

Tratamiento para contaminación interna

Algunos tratamientos pueden reducir el daño causado por las partículas radioactivas a los órganos internos. El personal médico solo te sometería a estos tratamientos si te has expuesto a un tipo específico de radiación. Estos tratamientos comprenden los siguientes:

  • Yoduro de potasio (ThyroShield, Iosat). Esta es una forma no radioactiva de yodo.

    El yodo es esencial para el buen funcionamiento de la tiroides. Si estás expuesto a radiación significativa, tu tiroides absorberá yodo radioactivo (radioyodo) de la misma manera que lo haría con otras formas de yodo. Con el tiempo, el radioyodo se elimina del cuerpo por la orina.

    Si tomas yoduro de potasio, puedes cubrir las "vacantes" en la tiroides y prevenir la absorción de radioyodo. El yodato de potasio no es una cura para todo y es más eficaz si se lo toma dentro del primer día de la exposición.

  • Azul de Prusia (Radiogardase). Este tipo de tinte une las partículas de los elementos radioactivos conocidos como cesio y talio. Las partículas radioactivas son luego excretadas en las heces. Este tratamiento acelera la eliminación de las partículas radioactivas y reduce la cantidad de radiación que pueden absorber las células.
  • Ácido pentético (Ácido dietilentriamino pentaacético, DTPA). Esta sustancia se une a los metales. E ácido penténico se une a las partículas de los elementos radiactivos plutonio, americio y curio. Las partículas radioactivas salen del cuerpo por la orina y reducen la cantidad de radiación absorbida.

Tratamiento de apoyo

Si padeces enfermedad por radiación, es posible que recibas medicamentos adicionales o intervenciones para tratar:

  • Infecciones bacterianas
  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos
  • Deshidratación
  • Quemaduras
  • Llagas o úlceras

Atención de pacientes terminales

Una persona que ha absorbido dosis muy grandes de radiación tiene pocas posibilidades de recuperación. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, la persona puede fallecer en el período de dos días o dos semanas. Las personas con una dosis de radiación letal recibirán medicamentos para controlar el dolor, las náuseas, los vómitos y la diarrea. También pueden beneficiarse de la atención psicológica o pastoral.

Estudios clínicos

Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.

Feb. 13, 2024
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