Diagnóstico
Durante la exploración física, los médicos revisarán las articulaciones para detectar hinchazón, enrojecimiento y temperatura. También querrán observar tu capacidad para mover las articulaciones.
Análisis de laboratorio
El análisis de diferentes tipos de líquidos corporales puede ayudar a identificar el tipo de artritis que tengas. Los líquidos comúnmente analizados comprenden la sangre, la orina y el líquido sinovial. Para obtener una muestra del líquido sinovial, los médicos limpiarán e insensibilizarán la zona antes de insertar una aguja en el espacio de la articulación para extraer líquido.
Diagnóstico por imágenes
Estos tipos de pruebas pueden detectar problemas dentro de la articulación que pueden estar provocando los síntomas. Entre los ejemplos, se incluyen los siguientes:
- Radiografías. Las radiografías, que usan niveles bajos de radiación para visualizar el hueso, pueden mostrar si hay pérdida del cartílago, daño en los huesos y espolones óseos. Las radiografías no pueden revelar el daño artrítico temprano, pero a menudo se utilizan para seguir la evolución de la enfermedad.
- Tomografía computarizada. Los escáneres para la tomografía computarizada realizan radiografías desde muchos ángulos diferentes y combinan la información para crear vistas transversales de las estructuras internas. Las tomografías computarizadas pueden visualizar el hueso y los tejidos blandos que los rodean.
- Imágenes por resonancia magnética. La resonancia magnética, que combina ondas de radio con un campo magnético potente, puede producir imágenes transversales más detalladas de tejidos blandos tales como cartílagos, tendones y ligamentos.
- Ecografía. Esta tecnología utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para obtener imágenes de los tejidos blandos, los cartílagos y las estructuras que contienen líquido cerca de las articulaciones (bursas). La ecografía también se utiliza para guiar la colocación de las agujas para extraer líquido articular o inyectar medicamentos en la articulación.
Más información
Tratamiento
El tratamiento para la artritis se centra en aliviar los síntomas y mejorar el funcionamiento de las articulaciones. Posiblemente necesites probar distintos tratamientos o combinaciones de estos antes de encontrar lo que funcione mejor para ti.
Medicamentos
Los medicamentos que se utilizan para tratar la artritis varían según el tipo de artritis. Los medicamentos más frecuentes para tratar la artritis comprenden los siguientes:
- Antiinflamatorios no esteroides. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación. Entre los ejemplos, se incluyen el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve). Los antiinflamatorios no esteroides más fuertes pueden provocar irritación estomacal y aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Algunos antiinflamatorios no esteroides también están disponibles en forma de cremas o geles, que pueden frotarse sobre las articulaciones.
- Contrairritantes. Algunas variedades de cremas y ungüentos contienen mentol o capsaicina, el componente de los pimientos picantes. Frotar estas preparaciones en la piel sobre la articulación que duele podría interferir en la trasmisión de las señales de dolor de la articulación.
- Esteroides. Los medicamentos corticoides, como la prednisona, reducen la inflamación y el dolor, y retrasan el daño articular. Los corticoides pueden administrarse en forma de píldora o de inyección en la articulación dolorida. Los efectos secundarios pueden incluir afinamiento de los huesos, aumento de peso y diabetes.
- Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. Estos medicamentos pueden retrasar el avance de la artritis reumatoide y evitar que las articulaciones y otros tejidos sufran daños permanentes. Además de los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad convencionales, existen también agentes biológicos y medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos dirigidos. Los efectos secundarios varían, pero la mayoría de los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad aumentan el riesgo de infecciones.
Terapia
La fisioterapia puede ser útil para algunos tipos de artritis. Los ejercicios pueden mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones. En algunos casos, puede justificarse el uso de una férula o de dispositivos de inmovilización.
Cirugía
Si los métodos tradicionales no sirven, los médicos pueden sugerir una cirugía, como:
- Reparación de la articulación. En algunos casos, las superficies articulares pueden repararse o realinearse para reducir el dolor y mejorar la función. Estos tipos de procedimientos suelen realizarse de manera artroscópica, a través de pequeñas incisiones en la articulación.
- Reemplazo de la articulación. Este procedimiento consiste en extraer la articulación dañada y sustituirla por una artificial. Las articulaciones que se reemplazan con mayor frecuencia son las de caderas y las de rodillas.
- Fusión de la articulación. Este procedimiento se utiliza más a menudo para las articulaciones más pequeñas, como las de la muñeca, el tobillo y los dedos. Se quitan los extremos de los dos huesos en la articulación y luego se fijan los extremos entre sí hasta que se curan y forman una unidad rígida.
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estilo de vida y remedios caseros
En muchos casos, los síntomas de la artritis pueden reducirse con las siguientes medidas:
- Perder peso. El exceso de peso representa esfuerzo adicional para las articulaciones que soportan el peso. Perder peso podría aumentar el movimiento y disminuir lesiones futuras en las artículaciones.
- Hacer ejercicio. El ejercicio regular puede ayudar a mantener las articulaciones flexibles. Nadar y hacer ejercicios aeróbicos acuáticos pueden ser buenas opciones, ya que la capacidad que uno tiene para flotar en el agua reduce la tensión en las articulaciones que soportan el peso.
- Calor y frío. Las compresas térmicas o las compresas de hielo podrían ayudar a aliviar el dolor causado por la artritis.
- Dispositivos de asistencia. El uso de bastones, plantillas de zapatos, andadores, asientos de inodoro elevados y otros dispositivos de asistencia pueden ayudar a proteger las articulaciones y mejorar la capacidad para realizar las tareas diarias.
Medicina alternativa
Muchas personas usan remedios alternativos para la artritis, pero hay pocas pruebas fiables que avalen el uso de varios de estos productos. Los remedios alternativos más prometedores para la artritis comprenden lo siguiente:
- Acupuntura. Esta terapia usa finas agujas que se insertan en puntos específicos de la piel para reducir muchos tipos de dolor, entre ellos los que causan algunos tipos de artritis.
- Glucosamina. Aunque los resultados de los estudios han sido variados, algunos estudios han descubierto que la glucosamina no funciona mejor que el placebo. Sin embargo, la glucosamina y el placebo aliviaron el dolor de la artrosis en mayor medida que si no se hubiera tomado nada, en particular en personas que tienen dolor de moderado a intenso por artrosis de rodilla.
- Condroitina. La condroitina puede proporcionar un modesto alivio del dolor de la artrosis, aunque los resultados de los estudios son variados.
- Aceite de pescado. Algunos estudios preliminares han descubierto que los suplementos de aceite de pescado pueden reducir los síntomas de algunos tipos de artritis. El aceite de pescado puede interferir con los medicamentos, así que consulta primero con el médico.
- Yoga y taichí. Los movimientos lentos y de estiramiento asociados con el yoga y el taichí pueden ayudar a mejorar la flexibilidad articular y la amplitud de movimiento.
- Masajes. Dar golpecitos o masajes suaves en los músculos puede aumentar el flujo sanguíneo y brindar calor a las articulaciones afectadas, y de este modo aliviar temporalmente el dolor. Asegúrate de que el masajista sepa qué articulaciones están afectadas por la artritis.
Preparación para la consulta
Si bien puedes hacer primero una consulta con tu médico de cabecera, es probable que este te derive a un médico que se especialice en el tratamiento de problemas de las articulaciones (reumatólogo) que hará otras evaluaciones.
Qué puedes hacer
Antes de la consulta, prepara una lista que comprenda:
- Descripciones detalladas de tus síntomas
- Información sobre problemas de salud que hayas tenido en el pasado
- Información sobre problemas de salud de tus padres o hermanos
- Todos los medicamentos y suplementos dietéticos que tomes
- Preguntas que quieras hacerle al médico
Qué esperar del médico
Es posible que el médico te haga las siguientes preguntas:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿La actividad física mejora o empeora el dolor?
- ¿Cuáles son las articulaciones que te duelen?
- ¿Tienes antecedentes familiares de dolor en las articulaciones?
Aug. 29, 2023